Seis

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Yoon.

Cuando la metí al auto se alejo tanto de mi como si fuera una especie de cosa radioactiva, estaba temblando, supongo que es una reacción normal ante la muerte de alguien frente a ti.

La seguí por una semana antes de esto, por lo que me llevé una gran sorpresa al notar su estado actual. Se que no ha estado con nadie mas, y de ser así le arrancaré las bolas por preñarla.

—¿A dónde vamos?

—A Moscú.

—¿Qué? No, no puedo ir contigo a Moscú.

—Es que no es una pregunta mi lindo pastelito —le tembló el labio al punto del llanto —¿En verdad crees que dejaría a mi hijo a su suerte?

Se sujeto el vientre— ¿Cómo sabes?

—Tenia mis sospechas, pero ahora se que si es mío, lo cual lo hace perfecto, me iba a quitar valioso tiempo matar a quien te hubiera tocado —su cara de confusión es adorable —puede que no lo entiendas del todo aun, pero tu vida está apunto de cambiar.

Se mantuvo en silencio hasta que se quedó dormida, el ajetreo es lógico que la agotará, pero necesito que entienda que no debe proteger a ese bebé de mi, no estaba en mis planes, de hecho no lo creí una posibilidad.

Pero si de algo estoy seguro es que ahora mi vida se centrará en cuidarlos.

Freya.

No es la misma casa de la otra vez, miro alrededor mientras su abrigo me rodea, el aroma varonil con tabaco me es reconfortante, camino lento a su lado resignada a la situación, ¿Qué podría hacer de todos modos?

—¿Ya esta aquí?

Escucho la voz gruesa a mi lado, hablarle a una mujer con uniforme a la entrada de la casa.

—Si, como lo pidió, los espera en su habitación.

—Bien.

Me toma por el brazo y me ayuda a subir las escaleras siento su mano colarse en mi espalda baja y un escalofrió me recorre la espalda, no puedo evitar mirar a la servidumbre que me ve algo atónitos mezclado con algo de enojo y molestia. Llegamos a lo que parece ser la habitación principal, abre la puerta para que pase primero observando una mujer que acomodaba un monitor junto a la cama.

—¿Qué es todo esto?

—Buenos días señor Ivanov, señora.

Me hace una especie de reverencia y termina de acomodar todo.

—Ella es la ginecóloga de la familia, ahora es la que se encargara de tus cuidados prenatales, vino para hacerte un chequeo rápido y ver que vamos a necesitar ahora que vivas aquí.

—¿Cómo?

Note como se quitaba el saco y se arremangaba hasta los codos para sentarse al otro lado de la habitación, no debería sentir este hormigueo tan solo por ver su postura al sentarse, es algo desalineado con las piernas abiertas, pero se muy bien porque se sienta así, es lo que me puso en este predicamento en primer lugar.

—Te lo dije —su voz me volvió a la realidad —mi hijo no andará por ahí como si nada, se le dará los mejores cuidados —¿solo desea al bebe? —ahora deja que la mujer haga su trabajo.

—¿Podría quitarse la ropa señora Ivanov? —mi cara de espanto no se hizo esperar —tranquila, la temperatura de la habitación esta ajustada para que no pase frio.

—Además por eso nuestra ginecóloga es mujer, sin mencionar que no saldré de la habitación, ahora quítate la ropa Freya.

Sus ojos me intimidaron, una cosa fue desnudarme siendo una chica sexy que buscaba sexo, ahora es algo diferente el hacerlo con un vientre algo abultado, pechos hinchados y toda la inseguridad por el estiramiento de la piel. Pero sabia que el sujeto no jugaba, su expresión era dura.

Aun con las manos temblorosas me quite el abrigo para pasar con el uniforme de mesera, el chaleco fue primero, para la falda y medias había dejado solo mi camisa de botones.

—No te gires Freya, mira hacia mí, mira hacia tu hombre.

Parecía excitado, pero ¿Cómo era posible?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro