Capitulo 20.- Rodeada de cariño

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El suelo puede ser bastante cómodo para unas personas, pero no era el caso del albino.

Lincoln dormía en el suelo porque ya no había más catres en la casa, dió su lugar en el sillón para sus tres niñas, Gloom, Lina y Reina para que tuvieran un lugar donde dormir. Acondicionó el sofá con cobijas y almohadas para que pudieran descansar lo mejor posible.

Lincoln es haría lo que fuera con tal que sus hijas pudieran descansar y es capaz de quitarse el pan de la boca para que sus bendiciones pudieran comer.

Despertó en el frío y duro suelo de la sala con una sabana bien jodida y una almohada plana sin soporte debido a que era lo único que había disponible.

Cuando era hora de levantarse, estiró la espalda porque pasar de dormir en una cama king size de doble soporte a un sillón y de un sillón al piso pues era una chinga.

Dobló la sábana y lo colocó encima de la almohada, se levantó y despertó a Gloom porque Maggie le dijo a Lincoln que le daría un paliza sinó despertara a la niña a tal hora y luego la peinara como normalmente lo hacía ella todos los días. La gótica quería que Gloom tuviera un hábito matutino siendo el peinarse ella sola, pero a la niña le grada la idea que su papá la peinara.

Lincoln sentó a Gloom en una silla del comedor y empezó a peinarla, le aplicó aceite para el cabello de aroma a coco y continúo hasta terminar de ponerle su diadema con un pequeño moño y terminó.

Cuando Gloom se levantó de la silla y Reina llegó a sentarse porque quería también que la peinara. Lincoln no tuvo problema, la peinó y le hizo sus coletas así chingonas y terminó.

Se levantó y llegó Lina, bueno... la peinó más rápido porque tenía el cabello corto fun fun, peinó el mechón azul como ella quería y terminó.

Se fue y llegó Leia mostrando una fotografía de como quería que la peinada. No tenía idea de dónde salió, pero aún así la peinó usando aceite de almendras que ella misma también le dió y la peinó tal cual la foto y se chingó.

Bajó de la silla y ayudó a Lizy a sentarse en la silla para que también la peinara. Eh... Peinó Lizy usando el mismo aceite de Leia y terminó poniéndole la gorra en la cabeza.

Cuando se fueron llegó Lacy por lo mismo... La peinó tardando un poco más porque tenía el cabello tan enredado por moverse tanto al dormir, le hizo una cola de caballo y ya.

Se fue y llegó Lulú, le pareció raro que apareciera así nomás, pero no la despreció. Le cepilló el cabello y le puso esas dos canicas en el cabello que no sé que son para hacerle una colita en la cabeza, le dió un abrazo y terminó.

Mientras que la bebé fue a pedir alimento a su madre, Lupa llegó entregándole un aceite de extracto de miel a su padre, se sentó el silla para que hiciera lo mismo como a las otras. Le aplicó el aceite y la peinó hasta que quedara satisfecha.

Se fue y una Laika medio dormida se sentó en la silla esperando su turno... También la peinó tardando un poco más porque tenía el cabello más largo que todas, le hizo una trenza y terminó.

Laika salió al patio y Liby se sentó en la silla... Lincoln la a peinó con cuidado, le hizo una trenza de cabello y le colocó la diadema con su aparato dental.

Esperó a que apareciera alguien más, Lyra llegó y su padre le hizo una seña que sentara para peinarla y con mucho gusto aceptó. Terminó más rápido de lo que pensó porque ya lo había cepillado, luego se fue.

Lincoln estaba por irse, pero Loan se sentó en la silla esperando su turno. Nunca le diría que no, comenzó a peinarla, pero notó que tenía las puntas abiertas. Esto no le agradó.

Dejó sola a Loan por unos minutos, se adentro en la habitación de Lola sin hacer ruido para robarle... dijo tomar prestado su shampoo y acondicionador implorando en no despertarla de su sueño de belleza.

Lavó el cabello de Loan en el baño con los productos de Lola, usó la secadora y el aceite que le robó a Lori, la peinó terminando por fin de todo el desmadre.

Cuando salía del baño, se topó con Lemy mostrando una sonrisa mientras sostenía entre sus manos un peine y un aceite para cabello de hombres marca extra macho.

Lincoln estaba harto de tanto cabello, a los pocos minutos Lemy salió orgulloso del baño con su cabellera parecida a la de Jason Momoa.

Aún tenía el toque, Lincoln no ejercía el oficio de peluquero hacé más de 15 años, pero lo que aprendió seguía corriendo por sus venas.

Sin titubear, fue al sillón de la sala donde puso uno de sus programas favoritos.

Era algo excitante el programa y mejoró por el tema de hoy. A cualquier persona le podría parecer rico, pero en Lincoln genera una satisfacción indescriptible que  recorría por cada rincón de su cuerpo.

Veía un programa donde una persona hacía pan de elote en un horno de leña.

— De eso estoy hablando viejo — dijo Lincoln con un antojo de comer pan.

— ¡Dada! — balbuceó Lulú estando a un lado en el sillón.

— ¡Lulú! — tomó el control remoto y en chinga cambio el canal. —  Jeje, solo veía el canal de deportes...

La bebé comenzó a reír alzando las manos para que la cargara y dejó expuesta su boca retráctil mostrando así sus primeros dientes de leche.

Lincoln sonrió porque desde la última vez que vió a Lulú no tenía dientes, le dió mucha alegría ver lo mucho que había crecido. Cargó a su bebé haciéndole cariñitos.

~{×}~

No decía nada, dejó que Leni continuará platicando sobre una anécdota que tuvo con un vestido a su tía Lori quién conducía el auto de regreso a casa.

Lori había a recoger a su hermana y sus sobrinos al aeropuerto porque llevaban varios años de no verse. Tanto habían cambiado que no podía creerlo, Leni se veía tan radiante que no parecía en lo más mínimo, Leina ya no era la misma gordita que recordaba porque había bajado de peso teniendo prácticamente la misma figura que su madre y por último, otra boca más que alimentar.

Llegaron a la casa Loud, Lori bajó rápido del auto y entró al hogar donde encontró a Lincoln sentado con Lulú en el sillón mirando "El laboratorio de Dexter la película"

— Lincoln, baja las maletas — habló la rubia mayor con superioridad.

— ¡Oh! Vamos, estoy en la mejor parte... — se quejó el albino.

— ¡Ahora!

Sin decir nada más, Lincoln dejó que Lulú siguiera mirando la película y salió de la casa.

No podía creerlo, Leni estaba ahí, bajando del auto ayudando a una pequeña niña asiática a también bajar del vehículo, pero lo que más lo dejó triste fue ver a Leina convertida en toda una señorita.

Intentó en saludar a Leni, pero ella no lo recordó, siempre había tenido una mala memoria. La rubia le dijo que sus maletas estaban en el auto y si sería tan amable en bajarlas, acto seguido entró en la casa acompañada por la niña. Y Leina solo siguió a su madre y paso al lado de Lincoln son dándole un saludo con la mano sin decir una palabra.

Eso sí le dolió, no podía quejarse en no decir nada de su existencia a Leina, pero se sentía tan feo.

Bajó las pesadas maletas del auto y las subió a la habitación de Leni.

Cuando terminó y bajó las escaleras vió como casi toda sus hijas saludaban a Leina contentos de verla. Loan solo la abrazo, Leia se sorprendió que había bajado de peso y Lizy y Lulú por fin la conocían, todas con excepción de unas.

Laika, Lina, Gloom y Reina estaban apartadas de la multitud no sintiéndose bienvenidas, podrían ser todos hermanos, pero en el aire había una enorme diferencia entre ellas y el resto.

Pero la que sí estaba sola era la pequeña niña que acompañaba a Leni del auto, sabía quién era su nombre porque Leni se lo dijo en una llamada hace un año. La niña se llamaba Bed.

Lincoln se sentó en las escaleras mientras veía como sus diez hijas del pecado se iban comer al comedor porque ya habían preparado el desayuno sus hermanas. Y sus otras cuatro hijas se sentaron con él en las escaleras.

— ¿Por qué no saludaron a Leina? — preguntó Lincoln a sus hijas por así decirlo normales.

— No nos sentimos bienvenidas desde que llegamos viejo — dijo Lina metiendo su manos en los bolsillos de su suéter.

— ¿Intentaron hacer algo para acercarse? — el hombre sintió como Gloom se recargaba en su brazo.

— Yo lo intenté varías veces, pero terminé peleada con un par — decía Laika refiriéndose a Lyra y Lacy.

— Es muy difícil acoplarte a una gran familia de un día para otro — dijo Reina limpiando sus anteojos.

— Y algunos son muy tímidos como Liby y Lemy — dijo Gloom un poco triste.

Se quedaron en silencio por un rato hasta que Lincoln se dió cuenta que Bed seguía parada si hacer nada completamente tímida.

— Oye niña acércate — habló Laika al verla sola a lo cuál la niña aceptó. — ¿Cuál es tu nombre?

— Me llamo Bed...

— ¿Cuántos años tienes Bed? — preguntó Reina.

— Tengo 5 años.

— ¿Y tú también eres hija del viejo? — dijo Lina con ironía ya que, todos los menores de 21 para abajo son sus hijos.

— No... Soy adoptada.

— Perdón no debí... — la albina intentó disculparse.

— No me molesta, se que mamá Leni me quiere mucho.

— Y, ¿Leina también te quiere? — Lincoln se preocupó por la situación de la niña.

— Si, ella me hizo el vestido que estoy usando.

— Es muy bonito — respondió Gloom haciendo que Bed sonriera un poco.

Era comprensible la situación de Bed porque ella no a estado acostumbrada a convivir con 27 personas a la vez en una pequeña casa.

Mientras escuchaba la conversación de las chicas con Bed, Lincoln no dejó de pensar en la situación que vivían sus cuarto niñas, fue estúpido pensar que se llevarían bien nomás se conocieran, tenía que hacer algo al respecto y también atender la situación de Bed sobre el resto de sus hijas.

Se levantó de las escaleras y subió al cuarto de Leni donde del otro lado de la puerta estaba ella tarareando mientras batalla en intentar subir la cremallera de su vestido.

— ¿Leni? — tocó la puerta.

Leni se acercó y abrió la puerta sujetando su vestido para que no se le cayera mostrando su simple sonrisa.

— Hola Lincoln — se dió la vuelta y le mostró la larga cremallera del vestido abierta. — Me haces un favor.

Lincoln movió el cabello rubio de su hermana por encima del hombro y subió la pequeña cremallera lastimando sus dedos porque si no lo sujetas bien no tendrías la fuerza para subirlo, tenías que tomarlo con firmeza, pero haciéndote daño en los pinches dedos por lo pequeño que es cierre y lo subía lentamente porque si intentabas subir rápido esa madre no subía, se atoraba y tenías que volver a bajar y subirlo de nuevo.

Dejando de lado este tema cultural, Leni tomó su cepillo y comenzó a peinarse mientras contaba las repeticiones.

— Oye Leni ¿Puedo preguntarte algo? — Lincoln se recargo en la pared a un lado de puerta.

— ... 4, 5, adelante, 1, 2...

— Le has dicho a Leina sobre mí...

— ¿Por qué debería? Ya te conoce hace como 20 minutos — dijo sin entender lo que le decia.

— No me refiero a eso, si ella sabe si soy su...

— No, como que se lo digo ahora mismo — se levantó de la caminó en dirección a la puerta con una sonrisa.

Lincoln la tomó del hombro haciendo que se detuviera.

— Te extrañé Leni...

— Yo también Linky

Ambos se dieron un abrazo expresando un increíble aprecio uno por el otro.

~{•}~

Leina veía la televisión con Loan, Bed y Lulú la película de "Terminator 2".

Pero no se veía de buen humor, hace unas horas su madre le confesó de la nada que el hombre que ayudó a bajar las maletas del auto de Lori fue nada más que su propio padre.

No sabía que hacer o de sentir, había vivido toda su vida si un padre creyendo que había dejado a su madre por otra o porque no la quería lo suficiente como para estar con ella.

Por lo que había escuchado de boca de sus hermanas, supo que era un idiota abandona cunas, pero no era una mala persona, era amable, atento y era un enorme apoyo emocional. Podría tener más errores que el promedio, sin embargo, era todo lo que tenían.

Leina se levantó a la cocina por un poco de agua. Cuando llegó encontró la puerta abierta donde su padre estaba sentado en las escaleras mirando al patio.

Hace muchos años, le preguntó a su madre en donde se había ido su padre y dijo que los dejaron para ellas tuvieran un mejor futuro, fue una repuesta extraña ya que se esperaba otra cosa, pero Leni también le dijo que él la amaba mucho siendo lo más importante en su vida.

Leina poco a poco camino hasta llegar sentándose a un lado de su padre en las escaleras haciendo que este la notara al instante.

— Hola Leina ¿Qué pasa?

Leina observó por unos segundos, solo dejó caer lentamente su cabeza en el hombro de Lincoln. No era muy buena expresando sus emociones, pero al menos hacía el intento.

— Te quiero Leina — dijo Lincoln recargado su cabeza en la otra.

— Yo ti papá.

~{×}~

Lincoln y Leina hacían juntos la cena preparando espagueti con albóndigas para 27 personas.

Era un chingo de comida que puede ser estresante para muchos, pero padre e hija se la pasaban muy bien cocinado juntos ya que, no se preguntaban nada porque ambos sabían que hacer, que condimentos poner, que tanto tiempo tiene que calentarse todo, parecían uña y mugre.

De pronto, llegó Bed a la cocina donde se acercó a Liena jalando un poco su vestido para captar su atención.

— Leina me das agua porfavor.

En eso, Lincoln se le adelantó porque tenía los vasos más cerca, le sirvió la suficiente agua como para que pueda beber una niña de su edad.

— ¿Y como te va Bed con los demás? — dijo Lincoln volviendo a cocinar.

— Me llevó bien con Lulú — dejó después de bebé un trago de agua.

— Sabes, Leia tiene más o menos tu edad ¿Por qué no hablas con ella?

— No lo sé me da un poco de miedo ella.

— Leia puede ser algo mala con casi todos porque normalmente le hablan solo pata pedirle algo, pero con Lizy es diferente porque ella la busca para hablar o también para jugar juntas. No vayas solo porque te lo dije, sinó para ser su amiga ya son hermanas la mitad del camino es fácil.

— Pero yo no soy su hermana... — dijo un poco triste.

Lincoln no pensó muy bien lo que decía, está acostumbrado que todas sus hijas e hijo sean hermanos pensando en Bed como si fuera su propia hija también. No dijo nada malo, fue hasta incluso bonito.

Tomó un tarro encima del refrigerador y sacó una galleta. Se acercó un poco a Bed y le dió la galleta con mucho cariño.

Leían estuvo pensando en una excusa para que no se sintiera tan mal su hermana menor y cuando estaba apunto de decirlo Lincoln habló primero.

— Si quieres puedes decir que soy tu papá.

— ¿Enserio? — Bed habló un poco emocionada.

— Si... Tengo 14 hijas y un hijo, una más no me haría daño.

Leina le gustó lo que dijo su padre, cuando vió a Bed sola alejada de todos sus hermanos sintió un poco inconforme, su hermanita adoptiva era muy tímida desde mucho antes que su madre la adoptara, era muy difícil ver a Bed sola mientras los demás niños jugaban, pero no era su culpa había estado sola desde que nació. Y ahora ya no estaría más sola porque su nueva y gran familia estaría con ella.

— Gracias señ... Papá

Bed le dió un fuerte abrazo a su padre se fue feliz a conocer mejor a sus nuevos hermanos.

Liena se encontraba feliz, le alegró saber que su padre apesar de cometer una cantidad increíble de errores no era una mala persona.

Cuando estaba apunto de abrir la olla y especie de mano que casi parecía un tentáculo intentó tomar el tarro de las galletas mientras se distraía. Leina tomó una cuchara de madera y le pegó a la mano evitando así el hurto de galletas.

Volteó ver así abajo y Lulú miraba a su hermana mayor molesta, se quitó el chupón de la boca y sacó la lengua muy enojada. Acto seguido se fue gateando de la cocina.

~{°}~

Leni vió como su algodón de azúcar Leina reía junto a su padre mientras todo los adultos cenaban. Y también miró a Bed pasándola de maravilla en la mesa de los niños junto a sus primos como así les decía.

La modista siempre fue feliz desde que conoció a su sobrina Loan hasta estos momentos, siempre pensó en lo bello de la vida, en los dos hermosos regalos que recibió y la gran familia que apesar de los errores de su hermano, seguía siendo felices.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro