Capitulo 4.- Una día conflictivo

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— Robot robot robot... — decía una niña rubia de casi tres años golpeando contra su robot de juguete contra el suelo mientras se reía por lo que vió en la televisión.

Su diversión fue interrumpida por un peluche de conejo blanco que cayó a un lado de la niña.

La pequeña se levantó del suelo, tomó el peluche y lo más rápido que pudo fue a una cuna donde su hermanita estaba sollozando. De puntitas, pasó el muñeco entre las aberturas de la cuna y la bebé dejó de llorar.

— Ya ya ya — decía acariciando con ternura la cabeza de su hermanita.

De repente, la puerta de la sala entra un hombre con un delantal de peluquero cansado después de un largo día.

Feliz, la pequeña rubia fue corriendo al hombre y le dió un fuerte abrazo en la pierna izquierda sacando una sonrisa a su padre.

— ¡Papi!

Lincoln colocó su delantal en el perchero, tomó a su pequeña entre sus brazos con mucho cariño y le dió un besito en la frente. La niña empezó hablar de cómo le fue en el día, lo que comió, lo que jugó, lo que miró en la televisión, etc. Todo sin dejar de sonreír.

Cansado, el albino se dejó caer en el sillón mientras veía la televisión un programa de canguros vaqueros espaciales que buscan las seis gemas que no sirven para nada. Era extraño, pero es el programa favorito de su hija.

— Buenas noches Linky...

Lincoln volteó a ver a su hermana recargada en el respaldo del sofá, la mujer lo mira con una hermosa y sincera sonrisa mientras que su cabello dorado caía de su cuello.

— Hola Leni...

La rubia tomó a su bebé de la cuna entre sus brazos y se sentó junto a Lincoln. Cómo notarán, a Leni le encanta pasar tiempo con su hermanito y muchísimo más a solas, pero no era el momento. Tan solo sonreía y con delicadeza recargó su cabeza en el hombro del albino mientras mira el extraño programa.

Y Loan, sujeta con sus pequeños dedos la manga de la camisa de Lincoln como era de costumbre para la pequeña, pero lo que esa niña no sabía que sería el último día que estaría con su padre...

~{•}~

Abrió lentamente los ojos, un poco de luz entrá por la pequeña ventana que fue el motivo por cuál despertó. Giró la cabeza su izquierda y miró a su tía abrazándola por alguna razón.

Desde niña, nunca deja que alguien más la toque o la abrace ya que, sentía una enorme repulsión por esa persona y por si misma creyendo que lo hacen por un maldito compromiso, solo acepta que su madre le toque la cabeza y recientemente dejar que su padre la abrazara y recibir apapachos como una niña pequeña, pero todo ese sentimiento desapareció.

No es que odie a Lily, sinó que no le gusta que la toquen en general; toda esa asquerosa emoción desapareció cuando despertó, sentir el cariño de su tía la hizo un poco feliz pero al mismo tiempo incómoda, ya que su tía tenía la costumbre de no bañarse días seguidos cuando estaba en sus vacaciones de la universidad.

Con cuidado, salió de la cama y tronó sus huesos para relajarse. Cuando iba a encender su consola notó que algo falta con ella, era Lincoln.

Sintió un enorme pavor en tan solo pensar que su padre se fue como la última vez pese a que pasaron solo un día juntos, aún así quería pasar más tiempo con él.

Nerviosa, salió de su habitación donde comenzó a temblar, bajó la escaleras buscando a su papá mientras lo llamaba.

— ¿Pa..papá?...

Ese gris con el que veía la vida simplemente desapareció al momento entrar en la cocina. Ahí encontró a su padre.

Lincoln estaba preparando el desayuno mientras tararea "Paint it black", esa calidez que emana su papá era muy contagioso al punto que la mujercita dejó de temblar.

— Bu..buenos días papá...

El hombre se quemó la mano cuando tocó el mango del sartén, seguido volteó a ver a su hija con una sonrisa.

— Hola Loan, buenos días, por favor toma asiento.

Loan hizo caso omiso a su padre y se sentó en la mesa. Lincoln tomó el frasco del medicamento de su hija y le dió una cápsula junto con una vaso de agua.

Cuando se tomó su medicina, Lincoln puso en la mesa un mantel con un estampado de flores amarillas, seguido le sirvió en un plato dos panqueques junto con huevo a la mexicana y dos tiras de tocino, después colocó en la mesa un vaso de jugo de uva junto unos cubiertos, un servilletero y un frasco de miel con una etiqueta que decía Lupa.

Atónita, miró a su padre sin poder creer que él hizo todo eso para ella en un día cualquiera sin ningún motivo aparente. El hombre solo respondió con un besito en la frente.

Mientras la rubia desayuna, Lily entró a la cocina con cara de haber peleando contra los rudos de la triple A en la avenida Churubusco en Casa la Madre, perdón Casagrande...

Se sentó en la mesa y fue recibida por lo mismo que comía Loan.

— Gracias hermano mayor... — dió un gran bocado a los panqueques sin remordimiento. — ¿Y donde están nuestros padres?

— Dijeron que hoy era su aniversario de bodas y que iban a pasar todo el día juntos, yo no sabía, así que les dí 300 dólares y se fueron muy felices — habló después de sentarse en la mesa.

— ¡¿Qué?! — Lily casi se atraganta por la respuesta. — ¿De dónde demonios les diste tanto dinero como si nada?

Eso también sorprendió a Loan.

— ¿Papá? ¿E..eres rico?

— Ehhh... Oigan la miel está buena ¿De dónde es?

— Esa miel es de otro país, Lupa se va a enojar mucho si se entera que comimos de ahí — respondió Lily.

— Yo..yo creo que mucho — Loan se sirvió una cucharada de no mames wey no pases de pilinga y deja para los demás.

Pasaron unos minutos donde principalmente conversaban el albino y su hermana siendo que Loan solo era una espectador.

Preocupado, Lincoln observó pensativo a su hija lo descuidada que ella era. Loan notó eso.

— ¿Pa..pasa algo?

— Loan ¿te gustaría ir al centro comercial conmigo?... Para comparte ropa y algo tu quieras... digo no eh, hace mucho que pasamos tiempo juntos y solo me gustaría pasar el día contigo.

Lincoln no sabía que Loan no le gusta salir de casa y estar especialmente en público, pero en esos momentos seguía con la idea de no separarse de él.

— Esta..esta bien... si me gustaría ir contigo...

~{•}~


Lincoln manejó en su camioneta a un edificio departamental donde él vivía en la ciudad más cercana de Royal Woods.

¿Por qué fue ahí en primer lugar? Bueno, imagina que tienes tres días sin bañarte y apestas a nachas de mandril, obviamente quería darse un baño y parte también para que Loan y Lily conocieran donde vivía. Y Lily fue porque no quería estar sola en casa de sus padres.

Entraron en el edificio, subieron por el elevador, caminaron por un pasillo del cuarto piso y llegaron a la casa de Lincoln.

Era un lugar muy grande y acojedor aunque se sentía muy frío por dentro, resaltando la soledad con la que vivía.

El hombre se fue a darse un baño mientras que Loan, se sentó en el sillón y encendió la enorme televisión tipo que te dejan ciego por los increíbles colores chillones y sordo por el fuerte sonido que lleva de fábrica.

Lily se paseó por toda la sala mirando todo lo que decoraba el sitio, en especial las fotografías en los estantes que solo había foto de toda su familia con la excepción de que Lincoln no tenía fotos de el mismo.

Cerca de una fotografía de una piña, entró dos folletos iguales, le pareció interesante el contenido así que se guardó uno en su pantalón. Recuerden este dato por qué les servirá más adelante.

Pasó más de media hora y Lincoln salió de su habitación con una camiseta polo anaranjada, unos pantalones y una botas cafés, pero lo que resalta era la maleta que cuelga sobre su hombro.

— ¿Y esa maleta? — preguntó Lily.

— Me quedaré en casa por unos días hasta que Lori pase por Loan.

Eso hizo que se dibujara una sonrisa en la mencionada.

Pasó un tiempo y les faltaba poco para llegar al centro comercial nada podría salir mal. Su niña está alegre y Lily parecía relajada de un momento a otro por algún motivo.

En eso una camioneta de color morado se le cruzó de frente a la camioneta negra de Lincoln. Rápidamente el hombre freno en seco sacando un enorme susto a sus acompañada.

Furioso, bajó la ventana de su auto y asomó la cabeza.

— ¡¡FÍJATE POR DONDE VAS PENDE**, NO TIENES UN COHETE EN EL CU** MALDITA LOCA!!... — gritó.

Seguido, la mujer de la otra camioneta bajó un poco la ventana del piloto, sacó su mano y le pintó el dedo mostrando varios anillos de calavera.

Ambas camionetas se fueron en distintas direcciones con ambos conductores emperradisimos creyendo que la culpa era del otro.

Cuando Lincoln se estacionó en el centro comercial, notó que su hermana y su hija estaba impactadas por su compartiendo tan errático y violento de hace un rato.

— Jeje... Bueno que tal olvidamos lo que pasó hace un momento y mejor salimos del auto.

Loan solo asintió con la cabeza y Lily expresó una sonrisa forzada.

~{•}~

Una mujer tenía su descanso después de un largo y agobiante día de trabajo.

Miraba con calma los mensajes sin contestar que llegaron en su celular mientras bebía café. Casi todo era trabajo, mensajes, fotos, documentos, pero entre todo eso resaltó una conversación que tenía con Lily.

Lori recibió varias fotografías que su hermana envío a su teléfono que la dejó atónita.

Principalmente eran fotos de ella y Loan, estaban comprando ropa, comiendo helado, jugando en arcades y un gran etcétera, pero solo la última fotografía hizo que su maquillaje escurriera por su ojo izquierdo.

Lincoln y Loan sonriendo juntos mientras comían pizza.

La mujer se levantó de su silla reprimiendo lo que sentía.

Fue al cuarto de hotel donde se hospedaba sola, donde nadie la escucharía llorar sacando casi a gritos todo el dolor y el odio que guardó durante casi 21 años.

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