Capitulo 8: Hombre Caliente Tiene un Encuentro con su Amiga Termina Hot

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~•{♡}•~

En un oscuro y frío sábado a las cinco de la madrugada, Lincoln salió de su propio hogar a escondidas haciendo el menor ruido posible.

No quería despertar a las madres de sus bendiciones de sueño ligero que dormían plácidamente en su maldita habitación que dejó de ser suya cuando llegaron a vivir con él.

Sentía que últimamente sus hermanas y las otras parecían enojarse mucho cada vez que traía una nueva hija a su cálido hogar para que pasen todo el mes con todos ellos como si fuera pinches nada.

Su vida era muy injusta en cualquier sentido posible. Ya era imposible hacer lo que le gusta en su propio hogar, está obligado a compartir su baño personal con 13 mujeres que son muchísimo más de lo que podía digerir. No solo que quitaron su cama, también lo mandaron a dormir al frío suelo. Sin embargo, Maggie no tenía ningún problema en dormir con Lincoln, pero la gótica es muy mala con su Tilín.

Cuando llegó a su auto, Lincoln lo puso en neutral y comenzó a empujar su vehículo fuera de los límites de su propiedad para que nadie dentro de la casa lo escuche irse.

— No manches... He caído muy bajo – murmuró el albino mientras seguía empujando su carro por la calle. — Salgo a escondidas de mi propio hogar para encontrar a una mujer que me cogí hace años y asegurarme que no tenga otra hija que mantener hasta que termine la universidad.

Notando que estaba lo suficientemente lejos de su casa, Lincoln subió a su auto y se marchó y a su caro le puso libertad.

No es chiste.

•••

Después de estar perdiendo el tiempo a lo puro pendejo por más de 5 horas, Lincoln observó un agradable edificio departamental frente un muy bonito parque junto a una escuela primaria.

No podía dejar de recordar los bonitos momentos que vivió con esa mujer especial, ya que por ella perdió a todo su grupo de amigos.

Independientemente de lo intenso y sabroso que era tener sexo con su amiga durante días completos, desde siempre ella ha sido una muy buena compañía, ya que durante un tiempo, ella siempre estuvo ahí cuando más la necesitó en sus peores y depravados momentos de su miserable vida.

Después de terminar de comer su burrito de carne y frijoles con mucha cebolla y limón, pagó su comida para ir al departamento de su antigua amiga.

Se sentía nervioso, llevaba tanto tiempo de no verla que no podía saber que lleva viviendo ahí después de muchos años.

Cuando entró al edificio, subió por la pinches escaleras hasta llegar al cuarto piso. Caminó por el pasillo hasta llegar a la puerta del departamento que estaba buscando. Tocó el timbre y simplemente esperó a que abrieran la puerta.

Después de unos segundos, se escuchó que desde adentro alguien quitó el seguro y abrió la puerta.

— Hola Stella... – dijo Lincoln sintiendo un poco de alivio.

— Lincoln... – habló Stella preocupada y sorprendida por ver a su amigo otra vez. — ¿Qué haces aquí? ¿Te encuentras deprimido otra vez?

— Ah... Un poco si, pero no he venido por mí sinó por ti.

— ¿Por mí?

— Si... Escucha, sé muy bien que vine sin avisar, pero necesito que me respondas algo importante, estoy muy nervioso y tengo que estar enterado de todas las consecuencias que he hecho.

— Te escucho...

— Hace años venía a visitarte seguido porque estaba muy deprimido. Y la manera que tenías para hacerme feliz era tener mucho sexo conmigo, tanto que lo hacíamos noches enteras y días seguidos como si fuéramos perros pegados e incluso conozco todos tus lunares.

— No era muy necesario que dijeras eso último.

— Bueno, en pocas palabras ¿Tienes una hija mía?

Stella pensó en la sinceras palabras de su viejo amigo y amante, por unos segundos miró el interior de su pequeño hogar mirando a una persona sentada en una mesa dibujando con mucha tranquilidad y alegría.

Seguido miró a los ojos tristones de Lincoln y no hizo nada más que mostrar una simple sonrisa. Ella le dió un suave beso en los labios para por seguir tomar su mano.

— Pasa, eres bienvenido... – dijo la mujer sin soltarlo.

Cuando el hombre entró en la agradable vivienda, notó muchísimos cambios desde la última vez que estuvo ahí.

— Oh, veo que hiciste muchos cambios desde la última vez que estuve aquí – dijo Lincoln mirando a su alrededor con curiosidad. — Tu casa es mucho más bonita que la mía en estos momentos porque ya rompieron casi todos los jarrones de porcelana que tenía en la sala.

Lincoln vió como Stella se acercó a una adolescente sentada en la mesa del pequeño comedor, dibujando con mucha tranquilidad y una sonrisa tan sencilla que en su alma no tenía una sola pizca de maldad.

Esta jovencita tiene un parecido increíble con Stella, pero con evidentes rasgos que podías fácilmente diferenciarlas. Siempre lleva un suéter verde con un gatito en el centro, una falda negra que le llega a las pantorrillas y unos tenis rojos. Y nomás, ósea no es nada del otro mundo solo es ropa con un estilo que pueda entrar en historia super fumada.

— Darna, alguien ha venido a conocerte corazón – dijo Stella tocando el hombro de la jovencita.

Dejando de hacer lo que hacía, Darna observó a su mamá con una tranquila mirada con muchos significados, pero que ningún ser humano podría comprender.

— ¿Eh? – pronunció Darna mostrando una simple sonrisa.

— Una persona vino a conocerte – dijo Stella manteniendo su paciencia que parecía ser infinita.

— Sí es la dueña del gato que fue comido por el perro de la vecina cuando lo vestí con ropa de señora, dile que no estoy.

— No corazón... Nadie sabe que ese perro fue que se comió al gato porque estaba disfrazado, ya te lo había dicho.

Cuando se levantó de su silla, Darna se acercó al albino siendo acompañada por su madre, ya que la adolescente tiende a ser muy despistada en ciertos aspectos a la hora de conocer a personas nuevas.

Naturalmente, Lincoln se dió cuenta que ninguna de sus hijas tienen un fuerte parecido en común.

Loan tiene problemas emocionales que se encuentra en recuperación. Leina es callada y muy amable. Terry es bastante alegre, pero también es intensa. Lyra tiene creencias religiosas. Sonette es otaku. Laika es ruda y orgullosa. Liby le encanta la literatura. Lilith es esotérica. Lacy es muy animada y extrovertida. Lupa es sarcástica. Lina es muy ansiosa y problemática. Gloom es muy feliz y amistosa. Reina es respetuosa y amante del picante. Laura es tímida. Lemy no cuenta porque es su único varón. Leia es mandona y gruñona. Bed es adoptada. Lizy le encantan los reptiles. Lulú es bebé tranquila. Lani también es una bebé, pero muy traviesa. Aunque no sean sus hijas, Cleo es desconfiada e inteligente y Cindy es fácil de persuadir por las hermanas de sus hermanas.

Y ahora Darna, es muy despistada.

— Hola, mucho gusto en conocerte Darna... Me llamo Lincoln Loud y soy tu papá – habló el albino con formalidad porque quería darle una buena primera impresión.

Darna no dijo nada, solo se quedó en silencio con una sonrisa y los ojos cerrados mientras que su padre y ella se estrechan la mano de arriba abajo.

— ¿Eh? – expresó la jovencita manteniendo su sonrisa sin captar muy bien si situación.

Confundido, Lincoln miró a Stella para entender que estaba sucediendo, pero la mujer le hizo una seña para que repitiera lo que dijo.

— Darna soy tu padre.

— ... ¡Oh, papá! – Darna se acercó para darle un fuerte abrazo con todo su puro corazón.

Cuando se acercó para darle un abrazo, por accidente Darna también le dió un fuerte pisotón en el pié sin darse cuenta por la emoción que sentía.

— ¡Ay! Darna me pisaste – dijo Lincoln quejándose del dolor porque neta si le dolió un chingo.

— Perdón... – Darna se disculpó.

— No, no te preocupes – dijo Lincoln acariciando la cabeza de su hija.

— ¿Y solo has venido para conocer a nuestra hija Lincoln? – dijo Stella cruzando los brazos.

— No realmente no... Me preguntaba si querían ir a mi casa hoy – habló el albino sin dejar de abrazar a Darna.

— ¿Porque? – Stella preguntó

— Primero... Darna quiero que conozcas a todas tu hermanas, ya que tienes bastantes hermanas mayores, menores, de tu misma edad de todas la formas y tamaños e incluso dos hermanas bebés mutantes – dijo Lincoln con una sonrisa a si hija.

— ¡Oh! Yo sí quiero conocer a mis hermanas – expresó Darna con una sonrisa llena de alegría.

— Y a ti también Stella porque necesito de alguien no me trate feo, por favor – dijo el albino un poco triste porque enserio lo tratan muy de la chingada.

Stella no pensó mucho en la propuesta de Lincoln, Darna se veía muy contenta en ir al hogar de su padre y además, por el aspecto del albino pedía a gritos su apoyo y cariño aunque sea un poquito.

— Solo déjanos empacar algunas maletas – respondió la madre con una seguridad.

•••

Cuando llegó a su hogar, Lincoln bajó las maletas de la cajuela de su auto con temor, debido a que la mayoría de sus hijas que había traído a su hogar son amigas de sus hermanas.

Sin embargo, desde el momento de que supieron que tenía una bendición con Ronnie Anne ha tenido ciertos problemas con todas sus promiscuas hermanas, especialmente Lynn ya que no conocían a la morena tán bien como Lincoln.

Y ahora imagínate como se pondrá la deportista cabrona hija de la obsesión y perdición con otra mujer que casi no conoce.

— Estás segura de esto Stella – habló Lincoln mientras seguía cargando las maletas.

— Lincoln... No te preocupes, nunca les tendría miedo a tu hermanas. Y con todo lo que me contaste en el auto de camino hasta aquí, créeme que cuando te hablo, ellas son las que deberían tenerme miedo a mí – habló Stella completamente furiosa. — Aborrezco que te hayan quitado tu cama y te hicieran dormir en el suelo.

— Bueno.

Cuando metafóricamente Lincoln se agarró los huevos para encarar a su familia, fue a la entrada principal de su hogar y abrió la puerta encontrándose con nada fuera de la común.

Loan y Leina veían tranquilamente la película "Irene, yo y mi otro yo" estando en el sillón de la sala mientras comían galletas. Terry y Lyra se encuentran peleando por el último bubulubu que hay en la casa y a un lado, Sonette juega "Pokémon Rojo fuego" en su gameboy color original. Laika, Liby y Lilith estaban mirando videos perturbadores y siniestros de la deep web by Dross. Lacy, Lina, Reina, Gloom y Lemy corrían por todo el hogar jugando a las traes teniendo cuidado entre muchas comillas en no romper nada otra vez. Lupa y Cleo no podían dejar de reírse mientras se cargaban de la risa por las pendejas que ambas decían. Laura, Bed y Lizy están en la mesa frente al sillón de la sala coloreando varios dibujos que ellas mismas dibujaron. Leia le daba la bienvenida a Cindy con mucho gusto en su club de exploradoras mientras le entrega su uniforme muy parecido al suyo. Lani se encontraba en el corralito intentando hacer un hoyo a la pared, pero Lulú siempre la detenía porque ya estaban castigadas por meterse en los ductos de aire.

Cuando las madres se dieron cuenta de la presencia de Lincoln en la casa, todo el sonido se convirtió en un frío silencio perro del mal.

— ¿Quién es ella? – preguntó Lynn señalando a Stella desde su asiento.

— Ninguna la conocen, Stella es una muy buena amiga mía – exclamó Lincoln intentando mantenerse firme aunque no había podido dormir bien últimamente. — Ella y nuestra hija estarán viviendo con nosotros en esta temporada.

— ¿Y en dónde está su hija? – preguntó Lola al no ver nada parecido.

— Pues está aquí a mi lado... – cuando Lincoln volteó a ver a su hija, pero Darna no estaba donde se supone que debería de estar. — Stella ¿Y Darna?

Rápidamente, la mujer miró a su alrededor buscando a su bendición hasta que la encontró en el corralito de las bebés mutantes.

— Ahí está – señaló Stella a su hija estando aliviada.

— Hermana bebé.

Darna levantó a Lani entre sus manos mientras que la pequeña bebé escupía fuego y pataleaba salvajemente sin cesar. Y la adolescente mantenía una simple sonrisa tranquila y llena de vida.

— Hijas y Lemy... Ella es su nueva hermana, se llama Darna y por favor sean pacientes con ella porque está muy contenta en conocerlos – dijo Lincoln ya viéndose bien cansado y jodido.

— ¿Te encuentras bien Lincoln? – preguntó Lucy un poco preocupada.

— Si...

— ¿Enserio? – habló Lily.

— ¡¡NO!! ¡¡Me siento tan mal que me dan muchas ganas de vomitar y siento que estoy perdiendo la convivencia por breves lapsos de tiempo!! – gritó Lincoln aguantando las ganas de llorar frente a todos. — ¡Mi único consuelo en la vida es dormir en mi propia cama, pero hace casi dos semanas que no he podido dormir ahí!

Todas en la casa miraron impactadas al sostén de la familia, ya que no lo habían visto enojarse de esa manera.

— ¡¡Ahora iré a mi habitación!! – Lincoln continúo. — ¡¡Y no quiero escuchar un ruido porque si no me dejan dormir, voy a lanzar al primero que vea por la ventana!!... Pero Laura, Leia, Cindy, Bed, Lizy, Lani y Lulú no porque son unas niñas que todavía comprenden el porque estoy enojado ¡¡Pero de Lemy para arriba no tendré escrúpulos!! – el albino tomó la mano de Stella y se dirigió a su habitación. — Ven Stella, necesito que me apapachen.

Cuando entró en su habitación, cerró la puerta con seguro para que nadie ajeno entre en su pendejo cuarto con un ambiente de pasión y sexo.

— ¿No vamos hablar sobre la mujer que trajo a la casa? – preguntó Luna un poco confundida.

— Durante las siguientes 20 horas no hablemos sobre el tema hasta que Lincoln despierte – habló Lori bebiendo su café con algunas galletas.

— Pero ¿No crees que está exagerando?

— Solo no hagamos mucho ruido para no tener problemas.

Mientras tanto Liby y Lilith se acercaron a Darna con bonitas intenciones.

— Hola Darna, nos preguntábamos si te gusta lo paranormal y el misterio – dijo Lilith para que su nueva hermana compartiera sus mismos gustos.

— ¿Eh? – expresó Darna abrazando a Lani mientras que la bebé escupía fuego.

— Te gusta el misterio y los fantasmas – habló Liby con paciencia.

— ¿Es como Scooby Doo?

— Eh... Si es como Scooby Doo... – aclaró Liby manteniendo su paciencia.

— Entonces sí.

Y así fue. Una nueva hermana fue recibida dentro de esta extravagante familia que fácilmente se podía hacer un documental national geographic con una voz española tío.

Sin embargo, dentro de una familia siempre hay conflictos por lo más insignificante y sin chiste que hay.

Así que en el próximo capítulo, veremos la batalla por el control absoluto.

Estén atentos a que el pinche autor se anime en escribir la siguente parte porque es huevón que ve telenovelas como inspiración para estás historias.

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