— ¡O-oh mierda! — gemí sintiendo toda su extensión dentro mío

Estábamos aún en el sofa, pero ahora yo me encontraba saltando encima de él. Mis piernas temblaban, mi lubricante no dejaba de salir y mojar nuestras piernas.

— Sí, así, apreta más — gruñó él agarrándome de las caderas, ayudándome a saltar

— Mierda, mierda... — gemí sintiendo todas sis venas rozar mi interior, siendo como la cabeza de su glanden tocaba mi útero — Ju-ungkook así, ¡Sí!, ¡Sí! —

— ¡Eres tan caliente! — gruñó agarrándome del mentón para atraerme hacia él, iniciando un beso mojado

Toda la sala olía a mí y a él, en toda la sala se escucha los sonidos humedos que nuestros cuerpos provocaban al impactar. Me había venido cuatro veces en menos de una hora, había sentido como Jungkook se corría dentro mío tres veces en menos de una hora.

— ¡Ahg! — gemí abrazándolo, sintiendo como se su nudo se formaba de nuevo — lo sien-siento cada vez más grande — gemí moviéndome en circulos

— Yo te siento cada vez más apretado — gruñó agarrándome de las nalgas de forma brusca

— Sí-í, es... ¡Ahg! — gemí alzándome, sintiendo como su esencia covinado con mi lubricante empezaba a bajar de forma rápida — humm — gemí sentándome de nuevo en su pene

— ¿Sigo? — preguntó moviéndose lentamente — ¿O quieres dormir? —

— No-o, sigue — dije poniéndo mis manos en sus rodillas, tuve que inclinarme hacía atrás para eso — hu-hummm — gemí abriendo más mis piernas

Estuvimos un buen rato ahí, siento como ese bendito trozo de carne creía dentro mío y me llenaba. Ya para las nueve nos detuvimos, tuvimos que ir hasta mi habitación, lo cual fue una tortura pues con cada paso que daba sentía como el lubricante bajaba por mis piernas rápidamente.

— De-deberiamos parar —

— No-o — gemí sin dejar de moverme, estaba encima de él

— Me cas a dejar seco —

— Lo haré — gemí sintiendo como de nuevo se vino, yo también lo hice, manchando su pecho y el mio

— Es en serio — dijo sonriendo

— Pero sigues duro — dije sin dejar de moverme — siento que podrías correrte unas diez veces más —

— No, siento que me estabas ordeñando mucho —

— Es-es que tu leche es tan rica — gemí echando mi cabeza para atrás

De inmediato sentí como alguien llamaba a mi teléfono, pero no paré, no me importaba el resto ahora. Al final tuve que dejar al pobre de Jungkook, se había quedado dormido mientras yo saltaba encima suyo, bajé a ponerme un tampon, pero no los encontré, estaba buscándolo con desesperación, pero nada.

— ¿Ahora qué me pongo? — me quejé

— No necesitas nada — escuché la voz de Jungkook cerca mío que me asustó — tranquilo — dijo riéndose y me abrazó por la espalda

— Pensé que estabas durmiendo — dije viendo como puso sus manos en mi pecho

— Lo estaba, solo necesito unos minutos para volver a mi labor —

— ¿Tu lab...?, ¡Ahg! — gemí sintiendo como entró en mí

— Así no se va caer — susurró a mi oído

— No-o eres un tampon — gemí al sentir como se movía ligeramente

— Puedo serlo, puedo ser ese maldito tampon si lo deseas —

— ¡Ahg! — gemí agarrándome de la baranda del mueble

De nuevo, no sé cuanto tiempo estuvimos ahí, solo sé que fue alucinante la manera en la que podía hacerme delirar.

— Humm — me quejé mientras abría mis ojos, estábamos en mi habitación, anoche luego de tanto hacerlo decidimos pasar a la habitación, ahora estábamos en cucharita — humm — gemí moviéndome, podía sentir al principio su pene blando, pero no pasó mucho para sentirlo tieso

— Eres insaciable — dijo Jungkook pasando su mano por mis pezones

— Humm — gemí sin dejar de moverme, la cama estaba algo humeda ahí abajo, mi lubricante no había dejado de salir toda la noche, pero al estar Jungkook con su pene ahí no sale tanto

— Ponte en cuatro — dijo saliendo de mí

Lo hice, sintiendo como el lubricante chorreaba por mis piernas, sintiendo como rápidamente su pene chocó con mi útero, así, sin más, me dejó sin aire.

— ¡U-UHG! — gemí tirando mi cara contra la almohada

— Me levantaste a las seis... ni la alarma — dijo sin dejar de moverse

— Yo-o... ¡Humm! — gemí al sentir mi interior contraerse

Toda la mañana estuvimos así, hasta que nos dió hambre. Cuando Jungkook se fue al baño yo me tomé unas pastillas, no podíamos estar todo el día así, además también me tomé unas píldoras anticonceptivas.

— ¿Quieres comer algo de cereal y yogurt? — pregunté al verlo salir, no pude evitar sonreir, me sentía feliz, algo extraño

— No soy un niño — dijo serio

— Sé que no eres un niño — dije acercándome a él — me lo has demostrado hoy en la mañana — dije pasando mi mano por su pecho — solo lo digo porque creo que solo tengo eso... y café —

— Yo quiero café — dijo poniendo su mano en mi cintura

— Entonces vamos a comer — dije agarrándolo de la mano para bajar

Mientras preparaba el desayuno Jungkook se puso a ordenar la sala, al terminar todo prendí mi celular, una lluvia de mensajes cayó, todas de Jimin.

— Me va a matar — dije apagando el celular de nuevo

— ¿Le contaste lo de nosotros? —

— Es muy listo... y muy entrometido — dije riéndome, pero mi risa paró al ver un sobre debajo de la puerta — llegó — dije viendo el nombre del sobre

— ¿Qué es? —

— Mi cita para el juzgado... mi divorcio — dije viendo como Jungkook se quedó mirando a la nada — ¿Pasa algo? —

— Es raro saber que aún estás casado — dijo sin dejar de mirar a la nada

— Lo sé, pero... prácticamente ya no estoy casado, osea no pienso retomarla ni nada, es un caso muerto —

— ¿Qué pasó para que se divorciaran? — preguntó viéndome con curiosidad

— Me engañó — dije simplemente, sin entrar en detalles

— Sí... eso suena feo — dijo viendo su taza — yo no te engañaría, eres demasiado candente — dijo viéndome al último

— Gracias — dije riéndome, estaba nervioso — yo he cambiado... o eso yo noto, siento que puedo ser más social con los alfas — dije suspirando — bueno, cuando te conocí aún era algo timido, pero eso cambió luego —

— ¿Porqué cambió? —

— No lo sé, creo que es porque no sentía presión, o tal vez otra cosa —

— Con el profesor Jung hablas normal — dijo serio, es muy celoso

— Sí, con él sí, pero es porque es trabajo, yo no puedo hablar con alfas en temas sentimentales —

— Yo soy alfa, no estás en tu trabajo —

— Me he acostado contigo muchas veces... hace unos minutos — dije siento mis mejillas quemar ligeramente

— ¿Siempre has sido tímido? —

— Crecí en una familia muy conservadora... mi mamá es alfa y ella junto a mi papá siempre fueron estrictos, al único que le daban libertad era a mi hermano porque es alfa, yo solo hablaba con los vecinos de vez en cuando y solo eran omegas, además de eso no fui al colegio hasta primero de secundaria, una tía me educó — dije viendo mi tazón de cereal — cuando entré al colegio fue algo nuevo y aterrador a la vez. Pero el reto más difícil fueron los alfas, mi hermano era muy intimidante, pensé que todos eran así... y lo eran — dije riéndome al recordar todos esos momentos

— ¿Fue siempre así? —

— No, luego conocí a Bogum, fue el primer alfa amoroso y atento que conocí, me enamoré y al año de conocernos nos casamos... fue algo muy precipitado si lo pienso — dije sonriendo — pero me casé y fue lindo por tres años... luego nos alejamos, él dijo que quería concentrarse en su carrera, yo también lo hice —

— ¿Vivían juntos? —

— Mi mamá lo adoró... me culpa por lo que pasó, pero sé que no lo fue — dije viendo el sobre — en resumen me dí cuenta que se metió con una alumna suya.... creo que también hubo un chico, pero se quedó con la chica, van a tener un hijo — dije con una mueca — él nunca me dijo el por qué, pero bueno, tal vez en un futuro se lo pregunte — dije sonriendo

— Increíble... — dijo silbando — lo mío no es tan complicado entonces — se río

— Cuéntame, te escucho — dije interesado

— Nada del otro mundo, solo dos padres odiosos — dijo simplemente — ya terminé, estuvo rico el café — dijo sonriendo

— ¿Me lo vas a contar? —

— Te lo conté —

— Mientes —

— Hace unos meses fue mi cumpleaños, no me ha dado un regalo, lo espero — dijo guiñándome el ojo, cambiando de tema

— ¿Cuántos años cumpliste? —

— Diecinueve —

— Oh, que ternura, vamos a comprar una torta con sus velitas para el niño —

— ¡Que no soy un niño! —