Emma (Recuerdo)

-¿Lo sabias verdad? -le pregunté con una mirada fría a Elly

-Oye Sis... -Elly intentó tomar mi hombro

-No me digas así -le quité su mano de mi hombro y me aparté un poco

-Se que estás enojada pero...

-Haz estado todo este tiempo jugando conmigo, ¿No es así? -mi voz se volvió mas aspera y las lagrimas de mis ojos salian como cataratas -Dejame sola, ¿Esta bien? -le dije mientras me iba a dormir

Las noticias me cayeron como balde de agua fria. No tuve el coraje de hablar con Elly durante unos días. Estaba enojada, triste, deprimida y un cumulo de emociones y sentimientos que no sabia muy bien como digerirlos. Muchas veces en la escuela preferí comer en el baño para no encontrarme con Elly en el recreo, también separé nuestras camas para no dormir juntas como soliamos hacerlo aveces. Como yo era la encargada de hacer la cena, se la dejaba en la nevera para que ella misma fuese la que la calentase en el horno microondas. Se que parece que estoy siendo un poco injusta, pero es que preferí liberar mis emociones simplemente dejando de interactuar con ella que irritarme cada vez que me hablara. No estaba enojado por el hecho de no ser hermanas de sangre, sino que ella supo todo este tiempo que no lo eramos y no fue capaz de decirme. 

Apesar de estar enojada con ella no lo demostraba en las acciones que hacia, mas bien en lo que no hacia. Pensaba que la indiferencia era la mejor manera de estar enojado puesto que evitas hacerle daño a otras personas. Sin embargo me di cuenta que aveces la indiferencia puede ser incluso mas dañino que la rabia misma. "Ahora no puedo" o "No quiero hablar de eso" eran algunas frases que le decía a Elly mientras ella intentaba hablar conmigo. No me puede reprochar nada, ¿No es así? Habia sido la mejor hermana posible, habia hecho todo por ella, habia sacrificado mi propia felicidad con tal de que ella fuese feliz y no fue capaz de contarme hacerca de nuestras diferencias de sangre y de su enfermedad.

La enfermedad de Elly habia trascurrido sin demasiados cambios, seguía yendo a la escuela y tomando algunos medicamentos que el doctor le habia recetado. Cierto día mi madre que estaba de viaje me pidió que le comprara unas pastillas en la farmacia.

Apesar de seguir enojada ella seguia siendo mi hermana, no iba a dejar que nada le sucediera. Así que fue a la farmacia a comprarlas. Seguro te preguntas cuando tiempo pensaba enojarme con ella. No se si me creerias si te dijera que nisiquiera yo sabia la respuesta.

En fin, me dirigia hacia la farmacía. No quedaba demasiado lejos de donde vivía, no obstante habia que atravesar unas cuantas cuadras para llegar. Caminé un poco hasta llegar hasta el ultimo cruce peatonal, levanté mi mirada y ví que el semaforo estaba en rojo. Sin muchas dilaciones me dispuse a pasar, no obstante me había llegado un mensaje de texto, era de Mark aparentemente, dice que quería visitar a mi hermana. Claro, habia hecho que estos dos tortolos terminaran juntos, no me debería molestar ¿Verdad? Le comencé a textear mientras cruzaba la calle caminando sobre las lineas blancas. A la distancia un camión se avecinaba, no le preste mucha atención porque su ruido no era tan elevado, sin embargo su ruido comenzó a subir espontaneamente y el grito de una voz conocida se hacia presente.

-Cuidado -no alcancé a reconocer esa voz inmediatamente cuando voltee mi rostro

El camión estaba ya muy cerca de mí que no pude apartarme a tiempo.