Capítulo 7: Cosas extrañas

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Si... Solo por un momento. Cerrase los ojos y pensará, que podríamos estar juntos para siempre. ¿Me creerías?"

Empecé a abrir los ojos poco a poco a medida que iba recuperando la consciencia. Moví mi cuello hacia el lado izquierdo y logré ver las hojas que caían a través de la ventana.

¿Ya era otoño? ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? En eso me llegaron recuerdos del incidente.

-"¡EMMA! ¡MARK! ¡¿Se encontraban bien?! Debo ir a verlos"-pensé mientras me sentaba en la cama rápidamente

En eso llegó un doctor

-Vaya, estás despierto -me dijo

- ¡¿DONDE ESTÁN MIS AMIGOS?! -le dije rápidamente

-No tengo información respecto a ello. Un montón de gente termino herida y otra muerta. Entonces teníamos que llevarlas al hospital lo antes posible -me dijo el doctor

Traté de recuperar la calma por un momento.

-Sin embargo, vinieron a visitarte tu madre y un chico casi de tu edad -me dijo el doctor

-El chico... ¿Sé encuentra bien? -le pregunté al doctor

-Bueno, llevaba una muleta y la pierna enyesada, pero creo que se encuentra bien.

Me comencé a aliviar un poco. Mark vino a visitarme, eso es bueno creo.

-Por cierto, deberías llamar a tu madre. ¿Quieres que te traiga un teléfono? -me preguntó el doctor

-Sí, por favor -le dije

Mientras el doctor me traía el teléfono. Me quedé a pensar en Emma.
La última vez que la vi se había tropezado con una roca. ¿Estará bien? Debe estarlo, de no ser así... Yo... No sé lo que haría.

El doctor me pasó el teléfono y me pude contactar con mi madre sin problema. Al día siguiente me pude ir a casa.

No pude contactarme con Mark directamente porque mi teléfono se había roto así que decidí comprarme uno nuevo. Usé el dinero que tenía ahorrado y le pedí otro poco a mi madre.

Usualmente no me gusta pedir prestado dinero, mucho menos con alguien que se cuan duro trabaja cada día. Pero no tenia de otra probablemente.

Decidí contactar primero con Emma, pero no contestaba. Me empecé a preocupar aún más por ella. Luego contacte a Mark:

- ¿Sí? -pregunto Mark

-Soy yo, Liu -le respondí a Mark

-Que tal, amigo. ¿Ya te sientes mejor? -me preguntó Mark

-Sí, muchas gracias -le dije -mi teléfono se rompió por lo que no te pude contactar antes

-Está bien -me dijo -Yo estoy bien, solamente tuve un esguince en la pierna

-Qué bueno que no te sucedió nada peor -le dije

-Sí... Por cierto, ¿Has sabido algo acerca de Emma? -me preguntó

- ¿Tampoco has sabido nada de ella? -le pregunté

-No, la verdad es que no. Trate de pedirle su número antes, pero se me negó a darlo -dijo Mark un poco avergonzado

- ¿Pero no la has visto en la escuela? -le pregunté

-No, no he ido a la escuela -me dijo -la escuela decidió ponerse en pausa debido a los incidentes causados por el meteorito.

Me alivié un poco, no tendría que recuperar materias por lo menos.

-La buena noticia es que Lily está bien -me dijo Mark en tono alegre

-Eso... Es bueno supongo -le dije a Mark un poco incomodo

-Sí... Ni que lo digas. Ella aceptó salir conmigo la noche del meteorito ¡¿Puedes creerlo?!

Me quedé asombrado un momento. Me sentí alegre por Mark, pero aún no podía creer que había logrado salir con una chica así.

Aparte de eso me sigue pareciendo chocante el hecho de que callera un meteorito en la tierra ¿Un meteorito? ¿Era real esto? Lo que más me parece extraño es que no lo hayan podido detectar. Sé Supone que la estación de detección de meteoritos en Canadá es una de las mejores del mundo. Me parece raro que no lo hayan podido detectar a tiempo.

-Si quieres un día de estos te voy a visitar -me dijo

-Sí, me gustaría mucho -le dije

Hablamos un rato más. Hablar con Mark me agrada mucho, siento que es una de las pocas personas con las que me relaciono mejor. Aparte de eso, estaba centrándome en mi recuperación.

Trataba de no pasarme mucho tiempo acostado o sentado, y en una de esas decidí salir a dar un paseo de noche.
En realidad iba a hacerle la compra a mi madre, pero decidí tomarlo como un paseo.

Me gustaba un poco más salir de noche ya que no hay demasiadas personas que me puedan molestar.

Aparte de eso podía ver los planetas, las estrellas y las constelaciones. Y eso me encantaba.

La noche era fría a pesar de no ser invierno aún. Un sentimiento de escalofrío recorrió mi cuerpo. No sabía si había sido una buena idea salir ahora.

Continué caminando un poco más, la tienda quedaba al otro lado de la calle por lo que tenía que cruzar un puente para llegar a ella.

Subí un poco las escaleras cuando de repente vi a una chica apoyada al barandal mirando la carretera. No tenía el cabello demasiado largo. Llevaba un jean y un buzo por encima de su camisa.

Decidí pasar de ella y me dirigí a la tienda.

"¿Qué estará tramando?" -pensé

Llegué a la tienda y comencé a hacer mis compras. Cuando estaba por pagar el señor de la tienda me preguntó acerca del vendaje que llevaba puesto:

- ¿Que te paso en la cabeza?

-Oh, eso. Es por lo del meteorito la otra noche -le dije

-Sí, entiendo. Una verdadera lástima -me dijo mientras pasaba los alimentos por el laser

-Sí... -le dije mientras recuerdos del suceso pasaban por mi cabeza

-No deberías salir tan tarde -me dijo -en la ciudad están comenzando a suceder cosas extrañas.

- ¿De verdad? -le pregunté

-Sí, el otro día un chico se prendió fuego y tuvieron que llamar a los bomberos para apagarlo -me dijo

Sinceramente dudaba mucho de lo que me estaba diciendo, pero no le decidí dar importancia.

-Muchas gracias -le dije mientras salía de la tienda extendiendo mi mano

Parecía ser un señor amable.

Fui de camino a casa. Aún no me podía creer lo que estaba sucediendo. Primero un meteorito y ahora alguien que se prende fuego. Pareciera estar sacado de una novela de ciencia ficción todo esto.

Seguí caminando hasta el puente y allí seguía la chica de antes. Alcancé a ver un poco su cara. Eso que tenía eran... ¿Moretones? No lo había notado hasta ahora.

Decidí pasar de ella nuevamente. Al fin y al cabo, no era mi problema lo que le estuviera pasando.

Sin embargo, cuando estaba bajando por las escaleras, decidí mirarla de reojo. En ese momento alcance a notar como se subía por el barandal hasta colocar sus dos pies encima de este.

En ese momento mi cuerpo actuó más rápido que mi cabeza. Solté las bolsas y me dirigí hasta ella lo más rápido posible.

Cuando estaba a punto de alcanzarla ella se lanzó hacia la carretera. Puse mis manos encima del barandal y miré hacia la carretera. Pero no alcancé a ver nada.

Me quedé sorprendido por lo que acababa de presenciar. Parecía como si fuera desaparecido de la nada.



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro