written by 𝗆𝗂𝗄𝖺𝗌𝖺𝗆𝗎𝗇
♯🥊 ‧₊⋆ CAPÍTULO TRECE ❜🗞️ೃ∗
today we present: Amenazas.

Cerré la puerta detrás de mí, sentía los hombros más que pesados y la vergüenza no estaba abandonando mi cuerpo en lo absoluto. ¿Por qué tuve que hacer esas puercadas en la empresa? Mucho más cuando tenía un jefe muy estricto, agh, me quería asesinar. Levanté la cara para ver mi alrededor, sencillamente que veo a Jung Kook con sus amigos de siempre, se encontraban teniendo una buena noche de viernes, los saludé con amabilidad y me fui al cuarto, después de una ducha, ponerme el pijama y cepillarme los dientes, preferí ir a dormir directamente, por demás de que sentía que el alcohol está haciendo efecto aún.

Sin embargo, estando acomodada en mi cama puedo escuchar el sonido de la puerta abriéndose de par en par, el perfume de Jung Kook es lo primero que huelo. Me anunció que mañana habría una fiesta pequeña al mediodía, se trataba sobre su trabajo y que debía de levantarme temprano, luego de haber asentido me dediqué en cerrar los párpados para poder descansar lo que pueda. La cosa es que no me dejaban hacerlo en paz, el sonido de mi celular me notifica un mensaje y es lo que me saca de mi momento de ensoñación, era un mensaje de texto de mi jefe, me decía que mañana no vendría con la señorita Choi Soo Byeol y que yo estaría a su lado, aprovechando que es mi casa, por lo que no tenía ni siquiera una opción de irme de aquí mañana, y yo que estaba tan segura de pasar un fin de semana en paz, tranquilidad y bebiendo café como en las películas de romance con vidas de mierdas.

A las 09:30 de la mañana tuve que abrir mis párpados. Pero no fue por mi alarma, sino porque hay gente con ganas de ponerme de mal humor, desplegué un poco la puerta a ver de quiénes se trataba, entonces, pude comprender que los organizadores que mi hermano adoptivo contrató ya están aquí. De nuevo repetí la acción de ayer, me cepille los dientes y me metí debajo de la ducha, bañándome velozmente, luego desayuné del mismo modo debido a que tenía que ir por un nuevo vestuario para la fiesta que está por comenzar en cualquier momento.

Es ahora cuando agradezco tener a Park Ji Min en mi vida y en la de mi mejor amigo, ya que fue la única persona que me acompañó al shopping a fijarme algún atuendo lindo, que esté acorde al evento de hoy. Aún son las 11:07 a.m, por lo que teníamos tiempo antes de volver al penthouse de mi mejor amigo. Empero, mientras estábamos aquí sentados puedo darme cuenta de que me veía pasmado, tal vez ni siquiera lo quería disimular tanto, sus manos están entrelazadas y pegadas a la mesa de madera, todavía sin sacarme los ojos encima.

—Qué lo disfruten.

—Gracias, ahjumma.

—¿Te gusta? ¿No está muy caliente?

—Está perfecto, Ji Min. Gracias por esto.

Agradecí, comiendo de los panes recién salido del horno y con el café de compañía. Esto me recordaba al arte de mi madre adoptiva, hace bastante que no los veía a ambos y los extrañaba muchísimo. Park y yo hicimos una parada en un café nuevo del distrito, no lo conocía para nada, me comentó que la atención al cliente es lo mejor y ni hablemos de la forma en que lo preparan, básicamente, con amor.

Pero algo más estaba pasando, lo sabía.

—¿Cómo te está yendo en el trabajo? Ya son 4 meses desde que estás ahí, ¿no?

—Algo así. Las cuentas no son lo mío.—reí.

—Lo sabemos.

—¡Hey!—chillé, golpeando apenas su hombro.

—¿Te están tratando bien...?

Paré de reírme al instante en que escuché su pregunta. Debido a que no sabía de dónde veía aquello, aun así, no le iba a decir la verdad de la oficina, ser la chismosa no era lo mío, aunque me gustara el chisme. Además de que suponía que algo estaba pasando, no sería por nada que me esté mirando de ese modo.

—Sí, ¿por qu...?

—Los rumores se propagan rápido, Miharu,—me interrumpe, manteniendo siempre un tono de voz suave y una expresión amable en su rostro.—Vuelan a gran velocidad y no solo se difunden dentro de la empresa donde trabajas, sino también en todas partes, en todas las empresas asociadas.—ahora me sentía incómoda hablando de esto con el amigo de mi mejor amigo.—Escuché que Bang Chan ha hecho una rebaja de personal.

—Mochi...

—Es un tema de conversación. Nada más, Miharu.

—Lo sé, pero él es mi jefe...

—Me preocupo por ti, solo es eso.

—Gracias, pero...

—De todas formas, todos sus antiguos empleados están más que furiosos con él. Quieren demandarlo por maltrato, falta de profesionalismo y... violencia. Por lo tanto, tengo todo el derecho de preocuparme por ti, también eres mi amiga, sin mencionar que eres la hermana menor de mi mejor amigo. ¿Él no está al tanto? Kookie debería...

—Park.

Callé molesta, el hecho de tener que mencionar el nombre de Jeon Jung Kook me pone de malas de igual forma debido a que él estuvo cometiendo muchísimos errores conmigo, no solo conmigo, sino que también falló a nuestros padres, así que no veo porqué deba de enterarse sobre las cosas que pasan en la empresa de mi propio empleo. Luego de haber detenido sus palabras nos dedicamos a terminar de desayunar, más tarde nos fuimos para la casa, porque no queríamos ser los últimos en estar preparados para la fiesta que se formaría este mediodía.

Aunque no paraba de pensar en la información que me dio Park Ji Min, ¿el CEO Bang Chan sabía sobre esa demanda qué se quería hacer en su contra? No creo que no lo sepa, él tenía a un abogado profesional y por su forma de ser se veía que ganaba todos sus casos. Aun cuando tenía una personalidad igual de mierda que su mismo amigo.

Sábado al mediodía.

Me encontraba en una esquina, analizando a todas las personas que han venido al departamento de Jeon Jung Kook este día, no obstante, lo que en verdad me asombraba es que parecían ser otros tipos de gente que a mí no me agradaba en lo absoluto, pero también estaban los amigos de siempre y eso de igula forma es lo que llama mi atención. Todavía no llegó el señor Bang Chan, por lo que tenía un momento de paz hasta que él aparezca, al menos después de la macana que me mandé en su corporación, entre que estaba con los ojos observando a cada persona me perdí en mi propio mundo de fantasía.

Perdiéndome en las personas.

Todos se veían adinerados, belleza por donde mires, aún estoy que no me creo de qué se trata este evento que organizó mi mejor amigo. Podría ir a preguntarle, únicamente que no podía porque se encontraba muy concentrado en su círculo amistoso, sacando de lado a sus mejores amigos, ellos están en la barra charlando con otro grupo de personas. Pasé saliva con dificultad debido a que un mal presentimiento está recorriendo cada parte de mi anatomía, y antes de pronunciar siquiera una sola palabra a mi amigo, una figura pasa por enfrente de mi rostro, apoyándose en la isla de la cocina qué es donde estoy con el culo apoyado.

—Creía que no eras tan inteligente.

—Amh...—me removí en mi lugar, incómoda.

Me di la media vuelta, quedando enfrente del costado de toda su fisionomía masculina bien formada. Él se veía calmado, sus manos y antebrazos sobre la isla de la cocina, una mirada totalmente diferente a la que yo conocí en algún tiempo de mi corta vida. Empero, aún me sorprendía que seguía luciendo tan formal en estos tipos de eventos, parecía más que nada un adolescente rebelde con sus tatuajes y piercings decorados.

—Desde ahora vendrás conmigo a estas reuniones.

—Llegó Bang Chan.

—Tampoco es que tienes otra opción, Sasaki Miharu, porque no creo que quieras que tu familia sepa sobre tu pequeño secreto sádico, ¿no?—bajé la mirada, pasando saliva. Casi que me ahogaba de escucharlo amenazarme.—Sin recordar que es parte de tu castigo por desobedecerme. Espero que hagas un buen trabajo este día, Sasaki.

—Channie.

—Jung Kook, ¿cómo estás?

El CEO Bang Chan contestó, alejándose de mi lado. Mientras que yo me quedé estática, sin poder creer las palabras que había utilizado, quizá fue en este instante en que me estoy dando cuenta de que hace bastante tiempo que me he metido a la boca del lobo y que ya no hay ningún escape para mí, giré mi cabeza a verlo sonriendo con sus amigos, comportándose como una persona normal y para nada violenta, tal vez debía de estar del lado de las víctimas y no del atacante.

Pero es algo difícil.

Muy difícil cuando eso es lo que me ponía tan caliente. ¿Por qué carajos sigo comportándome de esta mala manera y no hago nada? Borré esos pensamientos de mi cabeza al momento en que la mirada de mi jefe va a mis ojos oscuros, la forma en que me ordena a qué me ponga a su lado a oír las charlas que comenzó a tener con ciertas personas que no conocía en lo absoluto. Fue en la media hora en que mis fanales vislumbran el instante correcto en que mi mejor amigo choca manos con unos sujetos que nunca he visto en mi vida, pero por la mirada de Park Ji Min y Kim Tae Hyung no eran personas que a ellos les agrade demasiado.

Uno de ellos me ve directo a los luceros, tanto que me dio escalofríos, ocasionando que preste atención a lo que mi jefe está tan concentrado, simplemente que veo que hasta el CEO está mirando con malos ojos a uno de esos muchachos. Ahora me sentía más incómoda de lo normal, sentía temor, miedo, espanto, solamente me quería ir de aquí, con la diferencia de que no podía o estaría en muchísimos problemas. No obstante, fue mi propio jefe quien me ordenó a que me tomara unos pocos minutos que él se iría a hablar con algunas personas que se encontraban por aquí, no lo pensé por tanto que me metí a mi habitación, me asombré al ver a una mujer de cabello rubio y mirada borrosa, ya que estaba llorando como si hubiese perdido a alguien tan especial, eso me aterra por ella.

—U Jin...

Volteó rápidamente hasta mi figura, quitándose las lágrimas de inmediato, también se levantó de mi cama y se encaminó a mí. Pero todavía seguía derramando lágrimas saladas, observándose extraña, porque hace mucho tiempo que no la veía llorando.

—Miharu Ssi... Perdóname.

—¿Qué te sucedió...? ¿Por qué estás llorando?

—Y-yo... No es importante. ¿Bang Chan sigue aquí?—es su propia pregunta que me hace recordar que ellos tuvieron una aventura no hace mucho tiempo. Asentí. Solo que ella nota el piso rápido, parecía que saber esa información no le gustaba tanto.—Sé que no nos pudimos volver esas amigas que fueron en la infancia, pero ¿me podrías avisar cuando se vaya? No puedo...

—¿Él te hizo algo?

Me preocupé, sabía que Baek U Jin y yo no éramos tan cercanas como me hubiera gustado que fuésemos, no obstante, en algún tiempo la consideré mi mejor amiga y no me agradaría saber que estaba pasando por un mal momento gracias a mi jefe. Además de que ya sabía las posibles cosas que le puedo hacer a la rubia, no me gustaría que ella esté así.

U Jin se sentó otra vez.

—S-solo... confundí las cosas.

—¿De qué hablas?

—Pensé que n-nuestros sentimientos eran los mismos.—confesó, echándose a llorar de nuevo. Tapándose los ojos con las palmas de sus manos.—Pero veo que me confundí, él quería tener a una persona a quien cogerse todo el tiempo y yo era la única que le dio esa chance, porque al parecer cualquier mujer se respeta más que yo.—informó, llorando aún. Pero con mucha más ganas que antes.—¡Me odio, Miharu Ssi!

Me sorprendió.

Tenía que admitirlo, ya que nunca había escuchado esas palabras salir de su boca, ella siempre que podía me defendía de todos y con normalidad actuaba como la amiga loca, desquiciada, quién en todo momento tenía autoestima y orgullo, sin embargo, de igual forma sabía que todos teníamos alguna debilidad, pero no pensé que un hombre fuese la de ella.

Aunque...

La comprendía, el jefe Bang Chan me ocasionaba unos sentimientos parecidos. Sencillamente que no eran iguales, me senté en la cama muy dispuesta en decirle algo que la pueda tranquilizar, para que vuelva el poder en su cuerpo, únicamente que la puerta de mi habitación se abre repentinamente, es ahí en que mis fanales observan al presidente de la empresa en la cual estoy trabajando hace 3 meses y medio. Él parecía darse cuenta del instante que estaba teniendo con Baek U Jin, sin embargo, no le importó muchísimo que digamos debido a que me miró seriamente aún con la mano en el cerrojo de la puerta.

—Te necesito, Sasaki. Ven.