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TaeHyung daba gracias al cielo el plazo extendido para el proyecto fotográfico que tenía. Aquel mediodía se encontraba degustando un té de hierbas mientras revisaba lo que tenía y estaba conforme con algunas tomas y con otras no, cuando su timbre sonaba. Y si su timbre sonaba solo podían ser dos personas del otro lado.

— ¡Abre la puerta, cerdo insensible! —gritaba Minho.

—Oh, carajo —su noche, madrugada y mañana habían sido demasiado perfectas que había olvidado un pequeño detalle.

El sincericidio con sus amigos.

— ¡Tae, trajimos comida del restaurante chino que adoras! —exclamaba Vernon.

El contraste entre ambos chicos le hacía dar las gracias al cielo porque en su momento la personalidad de ambos había sido de ayuda, para diferentes ocasiones. Aunque ahora la combinación de su curiosidad y la verdad revelada  hacía una par de horas era una bomba de tiempo. Sabía que lo iban a reprender. Con caminata lenta hacia la puerta, suspiraba y abría la misma, mientras que con el dedo índice sobre sus labios, chistaba a sus amigos y con dirección al rubio, exclamaba:

— ¿Qué te dije de gritar en el pasillo, Minho? —cuestionaba.

—Cerdo insensible, no me digas que hacer —mencionaba con su dedo índice en dirección a Tae y entrando sin su permiso, empujaba al dueño de la casa en el proceso.

Vernon entraba con las bolsas de comida en sus manos y una sonrisa de disculpa—. Sabes que se altera con facilidad después de desayunar en Starbucks y tener azúcar extra en el organismo

—Ay, carajo —exclamaba el azabache riendo—. Ven pasa, dame eso.

Con el pelinegro detrás de él y acomodando todo sobre el mármol de la cocina, lo veía a Minho husmear las fotos sobre su mesa ratona.

— ¿Qué es todo esto? —preguntaba el rubio.

Tae alzaba sus cejas y cuestionaba—. ¿Ya no soy "cerdo in-..."?

—Cerdo insensible —recalcaba con una falsa dura mirada, luego de unos segundos de seriedad se quebraba en una risa de oreja a oreja—. Con que Jennie Kim no está realmente casada ¿Eh?...

Tanto Taehyung como Vernon cruzaban una mirada complice y luego de un lapso de segundos se reían al mismo tiempo. Eran risas fuertes que pisoteaban el autoestima de su rubio amigo. Éste de inmediato tomaba una bola de papel que había sobre la mesa y la lanzaba en dirección a ambos.

— ¡Deberían respetarme más por ser su maldito Hyung! —reprendía.

Vernon se calmaba y regulaba su respiración—. Solo por un año, y sabes que no tenemos eso en cuenta. Ridículo, ahora ven y ayúdame a llevar esto a la mesa

—Sacare las fotos y las cosas que tengo encima —exclamaba Taehyung, corriendo a guardar todo los desparramado sobre ella.

—Me estoy conteniendo enormemente de bombardearte con preguntas —mencionaba Minho.

La mesa ya estaba despejada y Taehyung ponía unos almohadones sobre el suelo para sus invitados. Al levantarse sonreía a su amigo e iba en busca de soju para el almuerzo. No estaba seguro si era una buena idea, pero ya estaba jugado y sabía muy bien con que tipo de preguntas podría llegar a encontrarse, o no.

Al llegar y unirse en la mesa junto con sus amigos, tomaba su plato y se servía un poco de todo lo que habían traído. Aún estaba en silencio y sumegido en su actividad.

—No tenía nada para comer, también tenía pensado pedir delivery —afirmaba sin ver a los ojos a ninguno y se llenaba la boca con comida—. Eshto shabe genial...

—Come, no te ahogues —pedía Vernon con ceño fruncido.

— ¿De qué trata tu proyecto? —preguntaba Minho, viendo algunas tomas sobre el sillón.

—No las toques con tus manos sucias de comida —pedía el azabache.

—Mis manos están limpias, cerdo insensible —replicaba el rubio inmediatamente.

Taehyung suspiraba, intentando tragar y no ahogarse con la comida como Vernon había mencionado. Se servía soju y lo bebía de un trago.

—Habían diferentes temáticas —mencionaba—. Me tocó "foto sincera"

¿Y eso que significa? —preguntaba Vernon.

—Fotografiar a alguien en su estado natural —respondía Taehyung—. Lo hice con gente del bar café y algunos desconocidos, pero no estoy conforme con muchas de ellas. No sabría cuál elegir como la principal del proyecto y-...

— ¿Estás enamorado de Kim Seokjin? —preguntaba Minho finalmente.

Vernon había abierto en demasía sus bonitos ojos y Taehyung había retenido el aire dentro de si, sintiendo que se iba inflando debido al mismo, hasta que lo soltaba.

—Perdidamente enamorado —admitía con cejas fruncidas de forma lastimosa y un puchero que no había podido evitar hacer—. Yo estoy... Perdidamente enamorado de él y... —miraba hacia cualquier dirección menos a los ojos de sus amigos, nuevamente hablaba—. No sé que más quieren saber...

Vernon miraba a Minho quien no tenía un rastro de la chispa avivada con la que había entrado y se veía pensativo, replanteando sus palabras y cruzando miradas cómplices y preocupadas con Vernon.

El silencio en la sala se hacía cada vez más extenso y solo se escuchaban los suspiros de Minho, la respiración de Taehyung y como Vernon masticaba la comida.

— ¿Van a decir algo o van a quedarse callados? —preguntaba, removiendo la comida en su plato.

— ¿Vas a levantar la vista o seguirás viendo a cualquier sitio antes que a Vernon y a mi? —cuestionaba el mayor de los tres.

Taehyung suspiraba y finalmente miraba al rubio, tenía esa mirada preocupada cada vez que él o Vernon se metían en algo estúpido.

—No me mires así —pedía Taehyung.

—Es jodidamente peligroso ¿Lo sabes, no? —cuestionaba con seriedad.

Taehyung suspiraba, casi no tenía apetito—. No quiero pensar en eso —respondía con un mohin.

—Tae... Él es un empresario casi famoso —mencionaba Vernon—. Y modelo... Y heterosexulamente conocido como el esposo de la bonita Jennie Kim

— ¿Has pensado en las consecuencias que podría trae estar con ese tipo? —mencionaba Minho.

—No hables así —pedía Taehyung—. Él no es cualquier tipo

—Exacto —afirmaba el rubio suavemente—. Oye, no quiero que suene como que te estoy regañando porque no tengo derecho, pero realmente, realmente... —recalcaba—. ¿Has pensando en lo que podría suceder si alguien los ve?

—No sigas, no sigas —pedía Taehyung, soltando los palillos y fregando su rostro—. Creí que sería una aventura

—Él también está enamorado de tí ¿Cierto? —preguntaba Vernon.

Taehyung bajaba las manos para descubrir solo sus ojos y estos estaban apenas lagrimosos y muy brillosos. Un destello dulce en su mirada inevitablemente soñadora—. Él se confesó primero —respondía con dulzura—. Pero no quiero pensar en el futuro —exclamaba luego, quitando sus manos por completo de su rostro.

Minho suspiraba y servía otra ronda de soju, en silencio sin decir nada tomaba el vaso y de un trago se mandaba la bebida.

—Si te rompe el corazón le romperé el bonito rostro —afirmaba—. Lo haré y lo sabes

—Lo sé —exclamaba Taehyung, intentando sonreír—. No habrá ningún corazón roto. Solo es el ahora. El presente

— ¿Que hay de la tal Jennie? —preguntaba Vernon.

Taehyung se ponía rígido y exclamaba—. ¿No tengo que aclararles que no deben abrir su boca, cierto?

—Aclaralo y te golpearé —soltaba el rubio—. ¿Por quién me tomas, cerdo insensible?

— ¿Por qué me llamas cerdo insensible? —cuestionaba al rubio y luego a Minho—. ¿Por qué me llama cerdo insensible?

Vernon reía más relajado—. Porque te guardaste tremendo chisme por todo este tiempo ¿Cómo pudiste lidiar con esto sin abrir esa bocota que tienes?

—Desde que te conozco eres un boca floja y ahora cuando más tenías que serlo... —soltaba el rubio.

—Yo no creía... Aún no lo creo, estoy en las nubes —admitía sonriendo, luego de segundos enseriaba sus rasgos—. Oh mierda, estoy en las nubes y... Oh mierda, mierda... —exclamaba abriendo sus ojos para que las lágrimas se secaran.

Minho y Vernon se miraban—. Déjalo salir —exclamaba el rubio, poniendo finalmente una mano en su hombro.

Taehyung pasaba saliva y negaba sin poder hablar debido al nudo en su garganta.

—Tranquilo —decía suavemente Vernon.

—Oh, dios —Taehyung abría sus ojos pero era cada vez más imposible pasar el nudo en su garganta, retener la opresión en el pecho y aguantar el ardor en sus retinas—. Ese maldito dicho menciona que todo lo que sube tiene que-... Que bajar —sus voz era frágil—. Me encuentro en las nubes como un idiota —admitía con las lágrimas dejando sus ojos—. ¿Qué tal si al bajar me hago mierda contra el suelo? —preguntaba débilmente—. ¿Y si él no estará para agarrarme cuando baje?... Oh, mierda ¿Dónde carajos me acabo de meter?

Taehyung ponía sus manos sobre su rostro y comenzaba a respirar con dificultad. Yéndose en sollozos y con sus amigos a cada lado para sobar su espalda en silencio y dejarlo encontrar la calma que eventualmente llegaría.

Honestamente ninguno quería que Taehyung terminará llorando, pero ambos estaban preocupados y lo habían hablado toda la mañana mientras desayunaban y hacían las compras rumbo al apartamento de su amigo. Ellos conocían a Taehyung, era un chico temperamental e impulsivo. Divertido y serio cuando era requerido. A veces un poco duro, pero jodidamente sensible.

—Ya, Tae... —pedía Minho—. Oye...

—Estoy bien, estoy bien —afirmaba, secando sus ojos—. No-... Yo, estoy bien. Lo prometo, lo juro

—No queríamos hacerte romper en lágrimas —exclamaba Vernon—. Queríamos estar seguros de que sabías dónde te estabas metiendo porque era bastante obvio que estás malditamente enamorado del tipo.

Taehyung suspiraba más calmado, luego de un par de segundos en los que había intentado calmarse y bebía otro vaso de soju, exclamaba:

—Él me preguntó desde un inicio si yo quería continuar con lo que teníamos —suspiraba—. Dije que si porque, no creí que me enamoraría

—Es tu amor platónico, podrías haberlo visto venir —mencionaba Minho.

—Creí que en algún momento conocería alguna parte horrible de él, ya saben —mencionaba desganado—. Como en las películas, cuando conoces a tu platónico y resulta ser un imbécil…

—Bueno, algún defecto tiene que tener —exclamaba Vernon.

—No lo tiene. Él es… Perfecto. Seokjin es perfecto y no exagero —añadía—. Él se encuentra viviendo una vida planeada por alguien más y Jennie también —exclamaba—. Pero él se desvive por todos a su alrededor. Poniendo sus necesidades en último plano

— ¿Con esto te refieres a salir del closet? —cuestionaba el rubio.

—Esa es una, pero la segunda es manejar el imperio de su padre cuando él quería algo totalmente diferente —mencionaba.

— ¿Qué quería él? —Preguntaba Vernon, poniendo suma atención al azabache.

—Ser profesor, pero su padre le prohibió continuar con su carrera —suspiraba—. Tomo la responsabilidad de seguir en donde estaba para que el viejo Kim no moleste a su hermano y es muy probable que Jennie termine sin nada si su padre se entera de su romance

—Mi corazón —dramatizaba el rubio, tocando su pecho y estrujando a tela de la ropa en su puño.

Taehyung lo miraba con seriedad—. Ella ya lleva un tiempo con este romance

—¿Y tú eres el tercero o cuarto que pasa por la lista de SeokJin? —preguntaba Vernon.

Taehyung suspiraba con un mohin—. No ha estado con nadie más luego de un romance cuando era más joven. Solo se dedicó a ser un buen hijo para sus padres. Un buen hermano mayor y ama a Jennie con todo su corazón... No digo que no tenga defectos, pero él realmente es un buen tipo fuera de su bonito rostro y mi forma de idealizarlo platonicamente —echaba su cabeza hacia atrás con otro suspiro—. El Seokjin que conozco podría haberme enamorado sin que yo tuviera un previo enamoramiento ficticio con él.

Sus amigos asentían en silencio, pero luego de un rato Vernon exclamaba:

—Él está perdidamente enamorado de ti —soltaba—. Creo que sus acciones de anoche lo dejaron bien claro —Taehyung reía dulcemente y el pelinegro añadía—. Con esto quiero decir que, no deberías creer que vas a hacerte mierda contra el suelo al caer. Pareciera ser bastante obvio que él va a atraparte cuando caigas.

Taehyung lo contemplaba pensativo con una dulce sonrisa y luego de unos segundos el rubio interrumpía...

— ¡Aiish! ¿Por qué son tan cursis? —reprendía exageradamente.

Los otros dos reían a carcajadas.

—No soy cursi —soltaba Vernon—. Me gusta ponerme serio de vez en cuando y sobre evaluar algunas cosas

— ¡Y no te hagas el duro! —acusaba Taehyung, dando un empujón a su amigo—. Bien que si me rompen el corazón serías capar de romperles la cara

— ¡Por supuesto! —admitía con su frente en alto—. Uno de los tres tiene que ser el de mano fuerte —se mofaba, mientras que le daban a Taehyung esa calidez del momento que estaba deseando—. Oh, y si al caer él no te atrapa... Yo. Lo. Haré —afirmaba, ganándose un puchero exagerado del universitario—. Pero no lo veo necesario —setenciaba—. No lo veo necesario.

Si, esos dos personajes eran sus pilares.

Mientras tanto la tarde de SeokJin, no estaba yendo muy diferente. Se encontraba poniendo la mesa tal y como su madre le había pedido. Y pese a que le había advertido no entristecerse aún, el empresario sentía una opresión en el pecho de igual forma.

No estaba seguro que le diría su madre, sin importar que, ésta era una mujer amorosa... Pero de mano firme si era necesario. Y Seokjin estaba seguro que ya tenía suficiente con tener una relación mediocre con uno de sus padres.

Lo último que deseaba era que su madre se le volviera en contra o sintiera rechazó por él. Eso ya sabía que lo tendría de antemano de su padre, si tan solo supiera. El castaño estaba rogando que por favor su madre no se distanciará de él o mucho menos le diera a elegir, porque SeokJin estaba muy seguro que no podría renunciar a Taehyung ahora.

No después de todos aquellos momentos que lo hicieron terminar en su estado actual de empedernido enamorado. No cuando recién estaba comenzando. No cuando lo que sentían era tan fuerte y no hacía daño a nadie.

— ¡Hey, Hyung! —gritaba repentinamente, su hermano.

— ¿Eh?... —soltaba desconcertado.

— ¿Estás bien? —exclamaba con una bandeja en la mano—. Te preguntaba si beberas agua, soju, cerveza o vino

—Ah... Agua, no. Soju —exclamaba, asintiendo.

Beomgyu fruncía el ceño e iba en busca de la bebida. Minutos más tarde, los tres se encontraban sobre la mesa, degustando la comida que madre había preparado. El ambiente no era con exactitud pesado, porque su madre tenía esa dulzura peculiar, pero él aún se encontraba shockeado al respecto.

Beomgyu por su lado, era conocido por romper silencios incómodos o por volver un momento ya cargado de tensión algo más revoltoso y confuso. No era su intención, el chico a veces era impulsivo y tenía un sentido del humor peculiar.

— ¿Y por qué estamos tan silenciosos? Hyung... —mencionaba llamando la atención de su hermano y notando a su madre algo rígida en su asiento—. Estabas más animado al llegar ¿Que sucedió?

—Nada que sea de tu incumbencia Beomgyu-ssi —mencionaba su madre con una sonrisa—. No incómodos a SeokJin

—Oh... ¿Ya le mencionaste sobre su chico y el asunto apasionado del ascensor? —cuestionaba.

Seokjin se ahogaba con el soju y su madre por poco se atragantaba con la comida. Recuperándose al instante volvía a tomar la palabra.

— ¡Jovencito! —reprendía la mujer luego de limpiar sus labios con una servilleta.

— ¿Cómo mierda sabes al respecto? —preguntaba SeokJin.

—SeokJinnie, el vocabulario en la mesa —pedía su madre y luego miraba duramente a Beomgyu, quien con todas sus fuerzas estaba intentando contener la risa—. ¿Cómo sabes de eso?

— ¿Recuerdas el martes pasado? ¿Cuando te pedí tu laptop porque la mía se había apagado de la nada y no había vuelto a encender? —mencionaba.

Sus madre suspiraba y SeokJin lo miraba con suma seriedad—. ¿Así fue que lo supiste, cierto? Pequeño fisgón —acusaba SeokJin.

—Oh, dame un respiro. Exhibicionista —acusaba.

—Basta los dos —pedía su madre—. ¿Por qué no te veo sorprendido?

— ¿Por qué no te veo sorprendida a ti? ¿Ya tuvieron la charla? ¿Estoy estorbando? ¿Quieren que me vaya?

—Dios, para un segundo —pedía SeokJin a Beomgyu y luego miraba a su madre—. Lo lamento —exclamaba—. Lamento que tuvieras que saberlo de esa forma —decía con sinceridad y seriedad.

Su madre alcanzaba su mano por encima de la mesa—. Cariño... No seas tan duro contigo mismo —palmeaba el dorso de su mano.

SeokJin quedaba en pausa, repasando las palabras que recientemente había soltado su madre. Sus ojos miraban el suave, pero seguro apretón de manos que ésta le daba y al alzar la mirada encontraba aquella bella sonrisa que le brindaba cada vez que estaba triste.

Su nariz sentía esa punzada que le advertía de antemano que sus ojos se llenarían de lágrimas en cualquier momento, pero su hermano carraspeaba su garganta. Llamando así la atención tanto de su madre como la de él.

—Lamento interrumpir este precioso momento y es genial que madre sea comprensiva. Pero si planean seguir "ocultando" —hacía comillas—, dicho vídeo, deberías borrarlo de tu computadora —exclamaba en dirección a su madre.

—Mi computadora es segura, pero tú eres un pequeño fisgón como bien tu hermano mencionó y un hacker —lo acusaba su madre.

SeokJin contenía la risa.

— ¿Cómo no iba a revisar un archivo de nombre "Seokjin en el ascensor"? —cuestionaba—. Mi curiosidad fue mayor

—Todos mis archivos tienen clave, señorito —replicaba su madre.

—Y yo soy bueno con las computadoras, pero en serio. Si no quieres que el viejo Hoong Joong se entere, debes borrarlo. Él suele meterse en tu laptop de vez en mes.

Su madre tapaba su boca, abriendo enormemente sus ojos y Seokjin sentía su pulso acelerarse.

— ¿Tú planeas...? —soltaba con garganta seca en dirección a Yu-Jin.

— ¡No, dios. No! —exclamaba soltando su mano—. Jinnie, no es algo que me corresponda y dios... —su madre suspiraba—. No es así como quería hablar al respecto —miraba duramente a Beomgyu—. Ve a borrar ese vídeo y dame un momento a solas con tu hermano

—Si, señora —exclamaba, metiéndose un poco más de comida en su boca, mientras salía corriendo, luego de que su madre le insistiera en dejar de comer.

SeokJin había terminado su plato hacía rato y se encontraba inapetente de todos modos, luego de la bomba arrojada a su cara.
Suspiraba dejando caer su espalda sobre la silla y tenía la mirada de su madre sobre él. Una mirada algo imposible de leer en aquellos momentos y que le causaba cierto pánico mirarla fijamente.

—Por favor no me rechaces —pedía débilmente a la mujer que le había dado la vida y a la que amaba con locura y devoción.

— ¿Qué clase de madre me haría si te rechazará ahora? —Preguntaba Kim Yu-Jin con dulzura—. Yo realmente no lo imaginaba, me siento una mala madre

—No tiene nada que ver eso, mamá —replicaba de inmediato—. Realmente lamento que te hayas enterado de esta forma —mencionaba con un sonrojo en sus mejillas.

Su madre aclaraba su garganta y acomodaba su ropa—. Da gracias al cielo que la persona en las cámaras es alguien de confianza y recurrió a mí con eso —exclamaba—. Fue muy peligroso Jinnie ¿En que estabas pensando?

Seokjin suspiraba y fregaba su rostro—. Fue una noche peculiar —exclamaba—. Él quería… Él quería dejarme aquella noche —SeokJin agachaba su cabeza.

Su madre suspiraba a su lado de forma sonora—. Seokjin esto es muy peligroso y me siento mal por Jennie

—Jennie lo sabe —recalcaba de inmediato abriendo sus enormes ojos rasgados—. Jennie siempre lo supo. Jamás haría algo así a sus espaldas.

Su madre abría sus ojos inevitablemente, llenos de sorpresa y preguntaba—. Ustedes siguen siendo los mismos cómplices de su adolescencia

—Siempre —afirmaba.

Yu-Jin suspiraba nuevamente, no quería mostrar cuanto le afectaba todo esto—aunque no a nivel orgullo—estaba preocupada de las consecuencias que podría traerle a Seokjin y como la relación entre su primogénito y su esposo terminaría completamente en el caño. Y eso le dolía.

— ¿Jennie, esta con alguien más? —preguntaba cautelosamente.

SeokJin miraba hacia otro lado y se mantenía en silencio—. Estamos hablando de mí

—Dios, Seokjin… —su madre tomaba su mano nuevamente—. Tienes que dejar que cargar el peso de tus seres amados sobre tus hombros

—Tenemos un trato. Cuidare su espalda siempre —afirmaba—. Ella cuida la mía

— ¿Este chico es tu primer amante fuera de Jennie o tú ya vienes con este tipo de relaciones hace tiempo? —preguntaba cautelosa nuevamente.

SeokJin se removía en su silla con incomodidad debido al interés que su madre expresaba—. No madre. No lo he hecho desde que estoy casado con Jennie. No he tenido tiempo

— ¿Y esto cómo surgió? —preguntaba curiosa.

SeokJin sentía sus orejas y su rostro arder, joder. Esta conversación estaba tomando un rumbo inesperado. SI bien no sabía que esperar, si rechazo o aceptación, no se imaginaba que su madre pediría tantos detalles y esos eran algo incómodos.

—Ay, dios. Mamá…

Su madre tapaba la boca y abría sus ojos—. Él-él es... Es un tr-t-trabajador se-…

— ¡No! —Gritaba SeokJin—. Dios. No, él no es eso. No, es un chico decente. Esta estudiando fotografía, va a la universidad. Tiene tres trabajos, él no es un trabajador sexual, mamá —soltaba susurrando.

Quitando el trabajo peculiar de llamadas eróticas, Taehyung era decente, pero su madre no tenía que saber ese pequeño detalle. La mujer ponía su mano en su pecho y sonreía con timidez.

—Lamento pensar eso. Es que siempre estás trabajando y haciendo lo que tu padre te pide —mencionaba con suavidad.

—SI tan solo pudieras conocerlo, te darías cuenta que es más decente que Beomgyu —se mofaba y su madre reía junto con él—. Realmente lo lamento —repetía.

—Yo lamento que hayas tenido que ocultar quien eres y cómo te sientes desde muy temprana edad —exclamaba y se ponía emocional con sus lágrimas asomándose—. Sé cómo nuestra sociedad ve a la gente que ama con libertad como tú y saber que has estado viviendo una vida que no elegiste, pero de la cual jamás te has quejado como cualquier ser humano lo haría, me hace sentir muy impotente y una mala madre

—No, no, no —se apresuraba a recalcar—. Yo decidí callarme y está bien

—No lo está —reafirmaba la mujer—. Tendrías que haber hablado a tiempo —recalcaba.

—Solo te habría traído más dolores de cabeza —mencionaba el castaño—. Y a decir verdad yo no creí que necesitaría... Esto…

—Todo ser humano necesita amor y afecto —señalaba su madre—. ¿Cómo es él?

SeokJin la miraba de repente y sonreía—. Es adorable

—Fogoso... —soltaba, alzando sus cejas.

— ¡Mamá! —exclamaba saltando en la silla horrorizado y soltándose del agarre de su madre.

—Tú también lo eres —recalcaba la mujer.

—Estoy avergonzado… Por favor no juegues

—Dime más —pedía con sus codos sobre la mesa.

SeokJin volvía a sonreír—. Esto es muy raro

— ¿Por qué? Oh ya sé —la mujer se erguía sobre la silla y con falso tono de reprendida exclamaba—. Chico bonito y gay, tienes prohibido entrar a mi casa. Vete con tu bonito rostro y ese corazón de oro a otro lugar. Me avergüenza y decepciona que te hayas enamorado.

Una mirada de suspicacia cruzaba el rostro de la mujer, quien se relajaba luego de sus palabras y miraba a su hijo con ternura, llevando su mano a la mejilla de éste.

—Necesito que seas cuidadoso —hablaba con seriedad—. Necesito que realmente te cuides. Que seas cauteloso y pienses moderadamente

—También tengo miedo —exclamaba—. Pero no quiero estar así toda mi vida. Por primera vez me siento feliz y más o menos libre. Él es bueno… —añadía y volvía a sonreír—. Tiene este bonito rostro simétrico con un lunar en su labio inferior y otro en la punta de su nariz. Su ojo izquierdo tiene un doble parpado que le da una mirada intimidante y a la vez le da un rasgo dulce

—Que detallista… —soltaba Kim Yu- Jin con ternura.

—Y su sonrisa, ay su sonrisa es preciosa y peculiar —SeokJin suspiraba y enseriaba sus rasgos—. Lo lamento

—Te pedí que dejaras de disculparte —mencionaba—. Pero tienes que prometerme que serás cuidadoso porque, si esto sale a la luz…

— ¿No puede salir a la luz? —cuestionaba con ceño fruncido. Si bien sabía que no, estaba intentando husmear si era parte del rechazo de su madre.

—Me corrijo: Solo si sale de tu boca —añadía inmediatamente—. Solo si tú y él quieren hacerlo. Si es así, tendrás mi apoyo incondicional sin importar lo que venga, pero si no estás listo para que se sepa… —tomaba las manos de SeokJin con una suave presión—, tienes que prometerme que serás cuidadoso.

SeokJin tragaba el nudo en su garganta y asentía—. Lo seré. Esto recién comienza y no quiero dejarlo.

Su madre asentía y daba un dulce beso al dorso de su mano.

—No vuelvas a dudar de mi amor —le recalcaba.

SeokJin fruncía el entrecejo y replicaba—. Jamás dude de ti

—Lo hiciste. Al no decirme nada, jamás… Dudaste —mencionaba—. No vuelvas a dudar

—No era algo fácil —exclamaba—. Sin importar lo que hiciera o dejara de hacer, tu esposo lanza sus frustraciones en mí constantemente. Obligándome a hacer y ser todo lo que él no pudo o no le resulto

—Mi esposo es tu padre —exclamaba—. Y siempre me esforcé en demostrarte que yo no necesitaba lo que él sí. Para mí siempre fuiste perfecto, hubiera estado más que feliz si hubieras terminado siendo un profesor y no el CEO de Kim Enterprises

—Estoy muy cansado —exclamaba.

Su madre peinaba su cabello hacia atrás y luego volvía a acariciarlo—Lo sé, pero puedes parar cuando lo desees

—No es tan fácil

—No dije que fuera fácil —recalcaba—, pero no es imposible. ¿O quieres llegar a viejo y replantearte por qué no hiciste esto o aquello cuando se te dio la gana? —SeokJin negaba—. Bien, no estás solo. Pero no seas impulsivo, consúltame… Eres un hombre inteligente.

—¿Por qué no fuiste madre soltera? —se burlaba el mayor.

—Porque pensé en los demás, y con esto me refiero a mis padres y a los de Hoong Joong… —la señora Kim suspiraba—. No seas tan bueno como yo, no siempre te va a hacer feliz

—Mamá… —el castaño se lanzaba por un abrazo que estaba más que seguro que luego de dicha charla ambos lo necesitaban.

—Me considero más fuerte ahora —exclamaba la mujer, palmeando la espalda de SeokJin—. Pero tú no dejes que el tiempo se te escape de las manos.

—De acuerdo...

Aquella última frase era la que terminaba calando fuertemente en el interior de SeokJin, no dejar que el tiempo se le escapara de las manos. No había sido un mal día, no había sido una mala charla y Beomgyu había borrado dicho vídeo de los archivos de su madre.

Había sido un buen día, uno muy bueno y positivo, pero al volver a su casa se sentía extrañamente nostálgico. Conducía sin apuro y estaba seguro que necesitaba un buen baño ya que había rechazado hacerlo en casa de su madre. Pero había aprovechado a vestirse cómodamente con algunas básicas prendas que aún habían quedado en su casa y en la habitación que su madre mantenía intacta.

Con ventanillas bajas y una noche cálida, se encontraba recibiendo la ventisca que impactaba en su bonito perfil. Con un peso menos encima y una cabeza que quería volar y planear demasiadas cosas. Estaba conduciendo con un rumbo fijo que no había notado hasta que se encontraba a solo cuadras del apartamento de Taehyung.

El azabache por su lado, estaba solo y más tranquilo. No había querido molestar a SeokJin en su día, luego de que le había mencionado que iría con su madre. Seguía viendo sus fotografías y ningúna era lo suficientemente poderosa para ser la principal del proyecto hasta que el timbre de abajo lo sacaba de su concentración.

Con pasos lentos miraba la pantalla y rápidamente lo dejaba entrar, su corazón se había acelerado y rápidamente se encargaba de verificar su imagen en el espejo. Estaba del asco, tenía ojeras y sus ojos estaban un poco hinchados porque había llorado después de que Vernon y Minho se fuera de allí.

—Mierda, me veo horrible —susurraba lavando y secando su rostro y el timbre volvía a sonar.

Rápidamente iba hacia a la puerta para dejar entrar inmediatamente a SeokJin. Este vestía una camiseta negra y unos pantalones de algodón del mismo color. También se veía cansado, pero Taehyung lo consideraba más guapo.

—Hyung... No me dijiste que vendrías —mencionaba, mientras se apoyaba sobre la puerta.

Se sentía raro, había pensado en Seokjin y en él todo el día, a pesar de tenerlo frente a él lo sentía inalcanzable debido a todas las ideas y probabilidades de fracaso que habían pasado por su cabeza aquella tarde.

SeokJin estaba de espalda viendo las fotos que Taehyung nuevamente había desparramado en su mesa y se giraba con una sonrisa, llevaba una gorra negra que se la quitaba finalmente para llevar todo su cabello hacia atrás y dejar su frente a la vista.

Era precioso, de pies a cabeza, aún con ese look tan relajado y diferente al que tenía aquella mañana. El azabache lograba ver el chupón que tenía en su cuello y apenas se notaba.

— ¿Te maquillaste? —cuestionaba, tocando su propio cuello—. Lo siento —mencionaba, pero Seokjin seguía en silencio—. ¿Por qué estás tan callado?

El castaño daba unos pasos para acortar la distancia y acunar el rostro de Taehyung en sus manos—. ¿Puedo quedarme esta noche? Otra vez...

— ¿En serio? —preguntaba Taehyung embelesado con sus bonitas orbes y de repente el rostro de Seokjin se acercaba al suyo para rozar su nariz a la contraria.

El universitario cerraba sus ojos y ponía sus manos en la cintura de SeokJin.

—Te extrañe todo el día —susurraba el empresario—. Necesito abrazarte de nuevo esta noche —susurraba, calentando en el proceso la piel de Taehyung y volviendo su respiración más pesada.

Abriendo sus ojos, los cuales habían estado cerrados mientras rozaba la nariz del azabache, lo miraba fijamente de cerca y juntaba sus labios. Un roce suave sin dejar de verlo. Sin cerrar sus ojos.

Otro roce más y Taehyung se encendía besándolo con más intensidad y abriendo su boca para invitarle a invadirla con su húmeda lengua. Un beso intenso y dedicado, una mirada llena de fuego era la que Seokjin tenía y obligaba a Taehyung a seguir mirándolo mientras se adueñaba de su boca con autoridad.

Las manos de Taehyung lo abrazaban por la cintura y lo apretaban a su cuerpo. Jadeos entres lenguas, entre besos y labios masacrados. Después de un día que los había agotado emocionalmente, este descargue era lo que necesitaban. Luego de unos segundos largos Seokjin cortaba el beso y lo miraba algo perdido.

—No me respondiste —mencionaba.

Taehyung sonreía aclarando su garganta—. No iba a dejarte salir de todas formas —respondía con voz estrangulada—. Nunca comimos los bombones que trajiste y dijiste que los comerías directamente de mi cuerpo.

Ufff, larguísimo. Mil perdones...
Tremendo el desgaste emocional y los bombones.

No me odien, pero párate la ronda para finalizar AOA. Cómo mencione está llegando a su final y no quiero perder el hilo de los últimos acontecimientos y tampoco quiero que ustedes se desconecten. Una vez terminada volveré a la ronda.

Bienvenidos nuevos lectores y seguidores...xnwndksjsbai sorprendida estoy.

Con amor Niñita Nany 💜

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