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SeokJin había contactado a YeonJun desde su teléfono personal, el chico tenía demasiado para informarle y a SeokJin no podría importarle menos, pero no podía dejarlo lidiar con eso solo más tiempo.

Solo le había comunicado que le informará sobre lo importante, lo que valía. Nada más. Luego el lunes a primera hora vería su teléfono y con que tenía que lidiar. Su padre, no había podido conseguir su número personal, a pesar de que había jodido los sesos de YeonJun, su hijo menor BeomGyu e inclusive su esposa y también Jennie, ninguno de ellos cuatro había cedido.

YeonJun había respondido respetuosamente: "El señor Kim no me permite pasar su número personal a nadie"

Y Hong Joong había replicado: "Soy su padre y el Señor Kim primero. Podría despedirte, mocoso"

Y la respuesta de Choi había sido: "Lo sé, señor. Aun así, no puedo".

Suficiente para que lo descartará. Era un soldado fiel. Luego su esposa e hijo parecían no tenerle respeto alguno. Tenía mala relación con SeokJin, pero a lo largo de sus años, le había mostrado más una actitud más sumisa que su esposa y el insolente de BeomGyu. Demasiado mimado por su madre, pensaba el viejo Kim.

Y luego Jennie, con su dulce sonrisa: "Si Jinnie no se lo dio, no me ponga en una posición incómoda con mi esposo. Esperemos y él vendrá a usted".

Hong Joong se preguntaba ¿Cómo diablos estaba tan tranquila? Estaba al tanto que ya había hablado con SeokJin al respecto y habían decidido no decir comentario alguno, pero aun así, el viejo Hong Joong tenía cuentas pendientes con su hijo, porque su teléfono y casilla de correo, habían temblado al respecto con la noticia en aquel sitio amarillista.

Así que cuando las puertas de Kim Enterprises se habían abierto, dejando ver a un SeokJin que, había esquivado algún que otro reportero metiche, todos los empleados lo miraban sorprendidos y otros agachaban la cabeza. El porte de Kim SeokJin era algo que temer. Y su mentón en alto, con su cabello oscuro a un costado, traje negro de tres piezas con camisa blanca debajo. Más una corbata del mismo tono, lo hacían verse como lo que era, un hombre poderoso, intimidante y muy inteligente.

Uno que no dudaría en prender fuego aquel sitio web amarillista del que todos sabían ya y hundir con eso a quien fuera necesario.

YeonJun sabía que estaba cerca, así que se encontraba parado frente al elevador como de costumbre mientras resoplaba y suspiraba y volvía a repetir. Finalmente luego de varios pisos, las puertas se abrían y SeokJin salía con sus cejas pronunciadas hecha un surco, dándole un aire malhumorado que Choi había temido en varias ocasiones.

Así que sin interrumpir su camino, se echaba a andar a la par de SeokJin.

-Actualízame brevemente -pedía el mayor.

-En su correo dejé toda la información sobre el sitio web. Nombre y apellido de los involucrados, incluyendo el fotógrafo en cuestión que tomó las imágenes -se aclaraba la garganta-. Me comuniqué con dicha persona cuánto antes, no fue difícil, estaba esperando señal de ti. Y-... -llegaban a la oficina de SeokJin.

El empresario suspiraba y miraba al chico-. ¿Mi padre está dentro, no? -Choi presionaba sus labios y asentía.

El castaño dejaba caer su cabeza hacia atrás, miraba el techo alto y sin vida del piso y luego de la nada, recordaba la sonrisa de TaeHyung antes de dejarlo en su apartamento la noche anterior. Recordaba el abrazo fuerte que le había dado y el beso intenso que aún podía saborear en sus labios. Plus, el mensaje de amor de "buenos días" aquella mañana en su teléfono, recordándole las palabras que TaeHyung le había dicho en su extensa charla, luego de ver el articulo y pensar su siguiente movimiento aún en las últimas horas de sus vacaciones.

"Si tú estás bien con todo esto, yo te apoyo. Fighting. Te amo"

Y eso era suficiente.

Haciendo sonar su cuello, apoyaba su mano en el hombro de Choi-. Si mi padre no sale por esa puerta, quiero que estés en alerta -su asistente asentía y luego levantaba su brazo en señal de ánimo.

SeokJin esbozaba una sonrisa y se disponía a entrar en su oficina.

Cuando la puerta se abría, por primera vez, su padre no estaba sentado en su cómoda silla masajeadora. Estaba de espaldas a él, mirando la ciudad de Seúl a través del gran ventanal.

-Hasta que decides aparecer -exclamaba, cuando la puerta se cerraba.

Era una falsa calma la que aparentaba, SeokJin lo sabía muy bien.

- ¿No tienes un viaje de negocios al que asistir? -cuestionaba camino a su escritorio. Dejando su maletín sobre éste, esperaba pacientemente la respuesta de su padre.

Kim Hong Joong suspiraba, desabotonaba su saco y se giraba.

-Estoy a punto de no tener una maldita reunión de nada, porque posiblemente estas importantes y nuevas personas no quieran trabajar con alguien como tú -su voz era baja. Grave y amenazante.

Caminaba en dirección a su hijo y pese a que éste no le tenía miedo, admiraba que un hombre de su estatura, una promedio, pareciera ser casi de dos metros por su porte amenazante.

SeokJin suspiraba y rodaba sus ojos-. Si las personas importantes con las que vas a hablar, cuestionan sus negocios dependiendo de la sexualidad de los involucrados, entonces no son muy inteligentes porque yo no sería el primer empresario homosexual -respondía con el mismo tono de voz bajo y grave.

Kim Hong Joong lo miraba con desprecio-. Sé que me detestas... Pero no juegues con fuego, chico. No tengo tu sentido del humor

-No tienes ningún sentido del humor -replicaba SeokJin de inmediato-. Deberías estar riendo ahora, en vez de hacerte mala sangre. Estás viejo papá y bajo mucho estrés, podrías terminar en urgencias por un paro cardíaco

- ¡No te burles de la situación! -gritaba el hombre indignado-. ¡¿Por qué no sales y limpias tu nombre de esos estúpidos rumores?! -gritaba alejándose de SeokJin

Este soltaba todo el aire por sus fosas nasales y apretaba sus dientes.

-No le debo nada a nadie y estoy manejando la situación a mi modo

- ¡¿Por qué mierda ese chef estaba colgado de tu brazo mirándote con esa estúpida sonrisa de enamorado?! ¡¿Qué mierda, Kim SeokJin?! -Reprendía otra vez-. No solo se pone en dudas tu sexualidad sino que estás siendo tachado como un infiel y un metiche en el matrimonio de ese sucio homosexual

- ¡No hables así de Park Jimin! -le gritaba frustrado-. ¡Es un amigo de la secundaria, ni siquiera lo recuerdas porque no estabas lo suficiente en casa cuando era adolescente!

- ¡Estaba colgado de tu maldito brazo en una reunión empresarial!

- ¡Es un amigo! -respondía furioso-. ¿Acaso me crees tan imbécil de exponerme así en público? La foto y los rumores, todo fue sacado de contexto

- Él es homosexual. La prensa ya lo averiguó porque dibulga su vida como todos hoy en día en sus redes. Solo mancha tu imagen, la mía ¡La de mí empresa!

- ¡Él es un hombre casado! Un viejo amigo y esos no son "La prensa" -corregía-. Son imbéciles con un poco de dinero que tienen un maldito sitio web donde ponen idioteces que luego otros que se la dan de periodistas, lo creen y lo esparcen. Él no ensució nada y si así lo piensas... -susurraba más calmado-. Entonces es mí pie para retirarme de tu empresa -señalaba con su dedo índice el pecho de su padre.

-Niega los rumores y limpia tu imagen

-Estoy sobre ello. El sitio web no volverá a ver la luz, no tienes de que preocuparte -sentenciaba, girando sobre sus talones para darle la espalda a su padre.

Jodido infierno, él no empezaba el día con un trago de su mini bar, pero se sentía demasiado seducido por la botella de cristal con un buen whisky que solo personas importantes como él, podrían pagar.

Creía por un momento estar encontrando la calma, hasta que Hong Joong abría su boca una vez más-. ¡Confirma que no eres un maldito homosexual!

- ¡¿Y si lo soy, qué?! -cuestionaba girando bruscamente. Su rostro rojo como el infierno, su presión arterial alta. Su pulso acelerado junto con su corazón martilleando como loco y sus fosas nasales expandiéndose mientras respiraba con dificultad-. ¿Qué si soy jodidamente gay?

Hong Joong abría sus ojos con un brillo de inefable sorpresa, antes de cambiarlo a uno casi endemoniado y fruncido.

- Ten cuidado, Kim SeokJin -susurraba-. Puedes perder mucho.

El castaño sabía que su padre no era un gran hombre, pero siempre se podía sorprender un poco más cuando lo veía amenazarle de esa forma tan descarada. Como si fuera su peor enemigo en vez de un aliado y su primogénito.

Y SeokJin simplemente, se quitaba todas las cargas de encima. Suspiraba y comenzaba a reír. Una risa sonora, una risa que sonaba horrible para sus oídos e inclusive para los de su padre.

-Deja de reír -ordenaba, pero SeokJin no obedecía-. ¡Compórtate como un maldito adulto y hazte responsable de tus acciones!

- ¡Soy gay! -Gritaba SeokJin, de lleno, en todo el rostro de su padre-. Soy jodidamente gay -el empresario no creía que pudiera dejar a su padre sin palabras alguna vez, pero lo había hecho-. Desde hace mucho tiempo y todos lo saben. Mamá, Gyu... Jennie

-Te voy a destruir -susurraba su padre-. Hay una alianza con la familia de Jennie

-Y estamos legalmente sobre ello -SeokJin miraba su Rolex y sonreía-. Su padre está siendo notificado -mencionaba, camino a su maletín lo abría y sacaba una carta de este-. Tú también lo estás. No van a manejar nunca más nuestras vidas. Nosotros no tenemos nada que perder, esos son ustedes y su ridículo trato y deberías dejar de subestimarme. Eres un empresario mal llevado y con un muy mal temperamento y por eso la gente te teme -el castaño desabotonaba su saco y llevaba su pulcro cabello un poco más atrás-. Sin embargo, a mí me temen porque soy un hombre inteligente y puedo destruirlos sin necesidad de ensuciarme las manos.

Caminaba en dirección a la puerta, dejando a su padre con la carta documento en su mano y su rostro de pánico, furia y sorpresa. Todos los sentimientos entremezclados.

-Si sales por esa puerta, lo perderás todo y no volverás a poner un pie aquí porque yo mismo me encargare de echarte fuera -susurraba.

SeokJin se giraba-. No me interesa perder lo que esta empresa me dio, tengo más por mi cuenta y no puedes tocar nada de eso. Y suerte encontrando quien lleve las riendas de tu imperio cuando estés más viejo e insoportable. Te repito que yo no pierdo tanto como tú lo estás haciendo en este momento. Tengo una vida que vivir y no lo haré más bajo tus jodidas reglas.

Cuando salía de allí, YeonJun lo miraba con ojos desorbitados.

- ¿Nos vamos? -preguntaba anonadado el chico.

-Toma tus cosas, Choi. Estamos fuera -afirmaba SeokJin, con sus manos temblando y su pulso por los cielos.

Una guerra había iniciado y todo su domingo había sido organizar cosas legales por aquí y por allá, junto con Jennie a la par y su madre viendo todo de cerca. YuJin, sabía cómo su esposo accionaría y la pesadilla que podría volverse, pero habían llegado a una salida que dejaba a SeokJin y a Jennie con la libertad de decidir por ellos mismos, sin que sus viejos se pongan intimidantes.

El divorcio estaba en camino, una declaración de SeokJin a un periodista amigo de confianza estaba pronta a ser publicada. El sitio web que había subido fotos suyas con Park Jimin en la cena empresarial de Tokio, no volvería a ver la luz y una suma importante de dinero era la que debían de pagar sino querían ser arruinados de por vida.

Todavia se sorprendía cuando salía directo a su garage con su rostro intacto. Su padre podía tener muchos defectos, pero no era un golpeador compulsivo y esperaba quizás otra cachetada por toda la furia del momento, pero nunca llegó. Y en parte, eso lo había hecho sonreír.

Por otro lado, TaeHyung era un completo manojo de nervios, mientras ayudaba a su madre a preparar su platillo especial para la cena familiar de esa noche. Aún no arrancaba en el bar hasta dentro de unos días, por lo que podía comerse las uñas e intentar enfocarse en toda esta revolución que se acababa de desatar.

Todavía repasaba las veinticuatro horas antes de encontrarse donde estaba.

Domingo por la mañana, llegada a Seúl de TaeHyung y SeokJin

- ¿Entonces Jennie nos verá en tu casa? -preguntaba.

-Y mi madre -mencionaba el mayor.

TaeHyung suspiraba-. ¿Sabes algo de tu amigo? -preguntaba, haciendo referencia a Park Jimin, el involucrado románticamente al empresario en aquellas imágenes que un fotógrafo tomó de ambos en la reunión empresarial de Tokio.

El estúpido artículo decía algo así:

En la importante reunión de negocios que el CEO de Kim Enterprises, Kim SeokJin, tuvo en Tokio con otros importantes empresarios de alto calibre, se lo vio en la cena principal muy sonriente con el Chef Park Jimin, también de Corea del Sur. Los presentes poco habían desviado sus ojos de la pareja que hablaba como si ya se conocieran hace mucho tiempo y algo más que amistad revoloteara en el aura de ambos.

Se sabe que el Chef Park Jimin es abiertamente homosexual debido a su popular sitio web, su cuenta personal de Instagram y canal de YouTube donde vemos un poco de su talento culinario y vida privada, cosa que pone en duda la conexión entre ambos hombres. Al parecer, dicho muchacho tiene una muy íntima relación con el empresario quien hasta el momento mantiene un beneficioso matrimonio con la bonita empresaria Jennie Kim, hace ya un par de años.

Lo curioso del encuentro y el flirteo natural entre ambos, es que Park Jimin también está casado con el importante abogado, Min YoonGi, quien es conocido entre sus colegas como alguien muy carismático, persuasivo, persistente y de lengua muy afilada.

Estamos a la espera de afirmaciones o negaciones, ya que esto y el hecho de que hace un tiempo no tenemos ninguna demostración por la joven pareja heredera de dos de los imperios más importantes, hace que todo se vuelva más sospechosos y llamativo.

Un extra de mi parte, diría que jamás vi a Kim SeokJin sonreírle de forma tan coqueta a su esposa, quien casualmente no había acompañado al empresario en aquel viaje.


-Lo llame mientras te duchabas, recibiré ayuda extra de su esposo para tirar ese sitio web abajo, encontrar a los mal nacidos y posiblemente... Algo más -respondía SeokJin, trayendo al choco a la realidad.

Entrando finalmente al garaje de su casa personal en la que habían tenido muchos encuentros, TaeHyung suspiraba, no esperaba tener que conocer a su suegra en esta situación.

- ¿Estás seguro de desprenderte de Kim Enterprises? -cuestionaba con duda.

-Te lo dije anoche. Ya no quiero esto... Y no estoy a favor de esta maldita bomba que acaba de explotar en mi rostro, pero lo tomaremos con Jennie como una salida. Es ahora o nunca y tener a Min YoonGi y su equipo sumado al equipo de nuestros abogados, nos dejara con la chance de salir de pie. Jennie y yo no perdemos nada, de hecho ganaremos nuestra jodida libertad y nuestros padres, meditaran dos veces antes de querer lanzar alguna amenaza.

SeokJin tomaba su mano y TaeHyung se aferraba a esta-. Solo no quiero que estés en el ojo de la tormenta -mencionaba acongojado.

-Ya lo estoy, pero lo positivo de esto es que no será una noticia que girara en torno a ti. Nadie sabrá quién eres y me encargaré de protegerte hasta último momento. Pero no puedo hacer mucho por mí, excepto sincerarme, es la única forma de apagar el incendio. Decimos la verdad, libero a Jimin de este estúpido rumor y nadie más tendrá que inventar absolutamente nada, ni de Jennie, ni de mí. Le daremos lo que quieren, todo bajo nuestros términos legales y a quien quiera aprovecharse de eso... Terminará arruinado -afirmaba muy seguro.

El aire amenazante y superior que emanaban por los poros del castaño, ponían algo acalorado a TaeHyung, pero luego la inseguridad volvía. No es que no quisiera que SeokJin saliera del closet, solo no quería que fuera apedreado por eso. Pero no podía protegerlo como SeokJin lo haría con él. En este caso, solo podía sostenerle la mano y estar allí para cuando el furor se desatara. Lo divertido de todo esto es que quien terminaría cayendo y debería de ser atrapado antes de llegar al suelo, no era él, como había mencionado a sus amigos y como tanto temía.

Era SeokJin y él debía de atraparlo, porque toda su vida daría un giro de 180 grados y saldría perjudicado y favorecido en partes iguales.

-Bien. Vamos, mi madre hizo un gran almuerzo para planear la rebelión con el estómago lleno -se mofaba SeokJin saliendo del auto e instando a TaeHyung a seguirle.

TaeHyung no recordaba que le temblaran tanto las piernas. No sabía lo que era conocer a tu suegra porque él nunca había tenido una relación seria. Esta sería la primera vez y cúlpenlo de asustadizo y dramático, pero estaba seguro de que vomitaría como cuando intentó un viaje en el yate de SeokJin esas vacaciones.

Al entrar a la sala, veía a Jennie enviando mensajes y correos mientras que una mujer pequeña, cocinaba como si nada en la gran cocina que SeokJin poseía.

-Llegamos -anunciaba SeokJin, por lo que Jennie se sobresaltaba y gritaba de forma emocionada, saltando de la silla y corriendo hacia a él y TaeHyung.

- ¡Están aquí! -la chica los abrazaba de forma desaforada, SeokJin reía y TaeHyung veía a quien era su suegra y conectaban miradas mientras era movilizado y arrastrado por Jennie en su dirección.

Cuando el chico era por poco y lanzado frente a la señora YuJin, su respiración se le estancaba y sentía que no corría suficiente aire. La mujer lo miraba con un rostro ilegible y se acercaba a paso lento, mientras TaeHyung pasaba saliva y el nudo en su garganta. SeokJin y Jennie miraban la escena a un lado de ambos y estaba más que seguro que su amante tenía... Como quien diría: Las bolas en la garganta.

-Al verte parado frente a mí, finalmente, me hace recordar que mi hijo no fue totalmente honesto conmigo -mencionaba la mujer con una voz calmada.

TaeHyung sentía la culpa caerle encima y SeokJin se ponía rojo como un tomate, el interior malévolo de Jennie, encontraba la escena divertida porque SeokJin estaba igual que TaeHyung. Con las bolas en la garganta.

-Y-yo... yo lamento que su hij-...

-Me dijiste que era apuesto, pero no extremadamente apuesto -giraba la mujer para ver a SeokJin-. Ahora entiendo porque vas a hacer todo lo tienes pensado a hacer -la mujer volvía a mirar a TaeHyung, el chico estaba congelado-. Mi hijo arriesgara todo por ti. Debes tenerlo perdidamente enamorado para tal acción.

TaeHyung pasaba saliva y parpadeaba atónito, mirando entre la mujer y su pareja-. Estamos -corregía. La mujer torcía su cabeza hacia un lado con la sombra de una sonrisa juguetona en su rostro y TaeHyung aclaraba su garganta-. Estamos perdidamente enamorados y no considero que lo haga por mí -añadía-. Él merece tener el control de su propia vida. Hacer lo que le haga verdaderamente feliz, independientemente de quien esté o no de acuerdo. Yo solo quiero que él sea el hombre que usted y yo sabemos que es. Que todos vean su verdadera esencia, quien lo ame se quedara, quien no lo valore, entonces nunca mereció tener a SeokJin en su vida -luego miraba al castaño y le sonreía con dulzura-. Es hora de que deje de cargar con el peso de todo el mundo en sus hombros y hacer lo que realmente su corazón desea.

La madre de SeokJin sentía el nudo en su garganta, igual que Jennie, igual que el mismísimo SeokJin, quien daba un paso para poder besar a su flamante novio, pero su madre le ganaba de mano. Tomando por sorpresa a TaeHyung y tirando de él para un fuerte abrazo maternal.

SeokJin quedaba a mitad de camino y TaeHyung tenía a la mujer colgada de su cuello con sus ojos bien abiertos y sorprendidos, pero cuando veia al mayor sonreír algo aturdido, TaeHyung lo hacía con él y abrazaba a YuJin.

- ¡Oh, eso fue-...! -Jennie sacudía sus manos frente a sus ojos para secar las lágrimas y SeokJin reía dejando caer solo una.

-Bienvenido -susurraba su madre-. Te agradezco por la sonrisa que mantienes en el rostro de mi hijo y por estar sosteniéndolo en este momento.

TaeHyung quería creer que aquello no era cierto, era imposible ser tan bien recibido, pero luego recordaba que seguramente tendría el odio de Kim Hong Joong aún si no llegaban a conocerse nunca y eso hacía la situación mucho más realista. Al menos YuJin realmente lo apreciaría y le estaba dando un lugar en esa familia.

Cuando el abrazo cesaba, veía que la mujer tenía unas lágrimas derramadas-. No hay mal que por bien no venga ¿no, niños? -soltaba la mujer alejándose y permitiéndole a SeokJin abrazar y besar a TaeHyung como el loco desquiciado enamorado que era.

"Awww" se escuchaba Jennie por enésima vez.

TaeHyung quería continuar besándolo y besándolo, pero era la primera vez que veía a su suegra.

Cuando SeokJin comenzaba a besar su rostro, tenía sus manos apretujándole con sumo cariño las mejillas-. "Pur fuvur, umur... Dujumu dur unu bunu umprusún" -mencionaba con labios abultados.

YuJin comenzaba a reír y daba un suave chirlo a la espalda de SeokJin-. Déjalo respirar, vas a matarlo.

Luego de eso, SeokJin no había podido alejarse tanto de TaeHyung. Aún con toda la movida importante que estaban llevando a cabo, había sido una vuelta llena de demasiados pendientes, proyectos, planes y gente importante con la que contar. El día no había alcanzado, pero habían avanzado más de lo esperado y TaeHyung estaba jodidamente asustado, pero cuando veía que SeokJin estaba más que dispuesto a renunciar a esa vida que jamás había sido planeada por él, todo lo que quería era verlo ser libre y tener éxito en esta "rebelión" como lo había llamado antes de bajar del auto.

El chico no era estúpido, esto sería un proceso doloroso y si Kim Hong Joong se interponía más de la cuenta, también sería un proceso largo, pero SeokJin iba camino a ser un hombre libre. Y no en vano era un hombre de negocios exitosos, su padre no tendría muchas opciones una vez que SeokJin saliera ileso de Kim Enterprises.

-Entonces no habrá pasantía para ti en KE si SeokJin se pone en marcha con esto de abandonar dicho lugar ¿no? -cuestionaba su madre.

Estaba mucho más tranquila luego de que TaeHyung la pusiera al día con todo lo que estaba sucediendo.

El chico volvía a la realidad-. No con ellos, pero no me importa. SeokJin menciono que me ayudaría aunque le dije que no tenía que hacerlo.

La mujer suspiraba-. ¿Qué pasará una vez que él se separe de su esposa y su empresa? -preguntaba curiosa.

TaeHyung se detenía con lo que estaba haciendo y repensaba la pregunta. Él no había hablado sobre el después con SeokJin, el castaño estaba muy concentrado en el presente, demasiado ido al respecto como para tocar el tema de que haría a futuro. TaeHyung consideraba que no era algo importante ya que el plan era seguir juntos, pero cuando un tercero preguntaba se sentía en terreno desconocido y algo inseguro.

Su madre se le quedaba mirando y esperando una respuesta.

-Mamá, es muy pronto para mirar más allá de nuestras narices. La situación es delicada y sí, SeokJin tienen sus proyectos una vez que todo esto termine y ciertamente estoy incluido en ellos... -afirmaba, no tan seguro como hubiese esperado sonar.

-Seguramente estés incluido. Eres parte principal de todo este revuelo. ¿Pero te has imaginado que puede llegar a suceder?

Su madre era una mujer increíblemente curiosa y no, no se había imaginado porque no quería ver más allá del tiempo actual. Todo estaba delicado y cociéndose a fuego lento. No podía precipitarse, no podía soñar, suponer o imaginar nada, pero quería estar seguro que estaría al lado de SeokJin sin importar qué.

No habría forma alguna que alguien lo moviera del lado de ese hombre y si sus padres estaban a favor y la familia de SeokJin también, entonces no había nada de qué preocuparse. Solo armarse de paciencia y esperar lo que fuera que el futuro les deparara, pero uno al lado del otro.

El artículo era sobre Jimin. TaeHyung continúa en la clandestinidad. Nuestro hombre va por su libertad... Y perdón por errores de deditos estamos llegando al final. Quizás un capítulo más y un extra. Nunca es seguro conmigo.

Con amor niñita Nanykoo💜

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