ʚ🧇ꜝֶָ֢ 𝙀𝙥𝙞𝙨𝙤𝙙𝙞𝙤 𝗢𝟴.

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JungKook estornudó, tan fuerte que casi siente que su cerebro podría salir por su nariz de una sola vez.

La cabeza le duele horrores y un calor insistente lo hace sentirse hervirse en fiebre. Deseado un poco de descanso, el cuerpo lo siente pesado como si hubiera entrenado por días seguidos sin descanso y solo necesitará desmayarse del dolor.

ㅡLo ves. No puedes ir a trabajar así, alfaㅡmurmuró TaeHyung, tanteando su mano sobre la frente de JungKook. Lo encuentra hirviendo en fiebre, eso no está bien.

ㅡEstoy bien, omega, tengo que irㅡSu voz es áspera y gastada, la garganta la siente como comer lijas, rasgando de a poco.

Se intenta poner de pie de la cama, apenas logrando poner sus antebrazos sobre la superficie siente todo dar vueltas y las arcadas en su esófago, termina rindiéndose, dejándose caer de nuevo sobre el suave colchón con un suspiro agotador.

ㅡ¡Decidido! Te quedas hoy en cama. No cambiaré de opinión, JungKook.

Él sabe que TaeHyung habla en serio, principalmente porque lo llamó por su nombre con ese tono decidido que solo usaba cuando algo en verdad era importante. JungKook asintió, cerrando sus ojos porque sus párpados se sienten demasiado pesados para quedarse abiertos.

Escuchó a TaeHyung gatear en la cama y después el sonido del celular desbloqueado del menor. Después de algunos minutos en silencio, JungKook está a punto de quedarse dormido cuando oye la voz de su esposo.

ㅡSam, hola. Si, soy TaeHyung. Sí, sí, lo sé, lo sé. Está un poquito enfermóㅡun suspiróㅡ. Lo sé, no lo entiende. No creo que esté mejor hoy, lo cuidaré para que esté como nuevoㅡunas risitasㅡ. Ni que lo digas.

ㅡDile que pase mi conferencias de hoy con Johnson para el lunes a las doce horasㅡpidió JungKook, poniendo su antebrazo sobre su frente, encontrando de alguna manera una paz al sentir esa área un poco más fría a la piel de su rostro.

ㅡDice que... oh, lo escuchasteㅡTaeHyung rio bajoㅡ. De acuerdo, yo le diré. Gracias, Sam. Pasa un buen fin de semana y tampoco labores tanto. ¡Adiós!

Hay un silencio que JungKook lo exprime al máximo detrás del dolor punzante de su cabeza antes de hablar.

ㅡ¿Decirme qué, cariño?ㅡJungKook indagó, respirando hondo contra ese dolor en su cabeza.

ㅡOh, YoonGi llamó a tu oficina, pero lo llamaras más tarde, ¿de acuerdo?ㅡSiente los delgados y fríos dedos de TaeHyung acariciar su mejilla. Él asiente, un poco perdido, acercándose aún más al tacto manteniendo sus ojos cerrados.

El día anterior fue un mal jueves para Seúl. Por la mañana el día parecía ser pintoresco con la hermosa primavera en su plenitud, la vida florecía como sus brotes y el calor cosquilleaba su piel, pero casi como llegó, eso se fue. Lo pronósticos decían que habría un buen día, nadie esperaba que al comenzar la caída de la tarde el cielo se cerró y comenzó a caerse en trozos. Gruesas gotas de lluvia mojaron las calles coreanas.

JungKook al llegar a casa decidido sacar al jardín su hermoso laurel del la india y su ave del paraíso a tomar un poco del fenomenal sol de primavera, pero al comenzar la tormenta, el alfa se negó a abandonar sus plantitas, saliendo solo con su pantalón de chándal cubriendo sus piernas y el par calcetas negras.

Al entrar mojando el tapete de la entrada, TaeHyung lo observó con ambas plantas sostenidas en sus maceta a cada uno de sus lados con sus rizos marrones pegados a su frente y esos temblores en todo su cuerpo detrás del frío húmedo que sentía.

JungKook era un alfa de linaje puro, lo cual significaba que ambos padres suyos eran alfas por lo cual su sistema inmunológico era invencible y pocas veces en su vida se había enfermado de cualquier cosa. Era fuerte, su cuerpo estaba hecho para sobrevivir a muchos malos escenarios, pero esa mañana, despertó con un infernal dolor de cabeza, escurrimiento nasal e intensos estornudos que revolvían su cerebro.

Era casi imposible enfermarse, pero si ello pasaba era el triple de efecto en él por su posición.

ㅡOh, mi alfita enfermitoㅡpronunció TaeHyung amorosamente, acurrucándose a un lado del rizado, envolviendo sus delgados bracitos alrededor del torso desnudo y caliente por la fiebre. JungKook suspiró tembloroso, extendiendo su brazo sobre la cintura del pequeño omega.

Él suspiro, recorriendo su mano sobre la barriga de su omega, deleitándose por la sensación que eso le transmitía casi como un bálsamo a todo sus dolores.

ㅡ¿Qué te parece la idea de dormir una pequeñita siesta para que te sientas mejor?ㅡTaeHyung preguntó suave y lento.

ㅡEres un omega perezosoㅡesbozó una sonrisa, abriendo los ojos e inclinando su cabeza para mirar los ojos de castaño.

ㅡTengo excusas. Mi alfita está enfermo y debo quedarme con él.

JungKook asintió porque quizás dormir un poco lo ayudaría después del medicamento que TaeHyung le hizo tomar apenas despertó. Acercó a su omega para que esté lo más junto de su lado y terminar cayendo en sueño antes de darse cuenta, con la sensación de golpecitos en su palma sobre la barriga de su omega. Una sonrisa se plantó en sus labios al pensar en su lobito mientras caía finalmente en los brazos de Morfeo.

TaeHyung despertó un poco después del medio día. Recostado de un lado con su confiable almohada bajo su barriga y su alfa abrazando su espalda con su nariz hundida entre sus cabellos y tranquila respiración.

Le cuesta trabajo y un poco de lastima tener que levantarse, pero su vejiga se está presionando y bebito no ayuda mucho. Logra salir de los brazos grandes de su alfa, dejando que abrace su almohada cuando parece removerse incómodo y su nariz fruncidas cuando se aleja buscando de él. Antes de ir al baño, besó rápido la frente de su alfa, sintiendo aún la piel caliente por la fiebre, aunque un poco más suave.

Finalmente siente una liberación impresionante cuando descarga su vejiga. Una de las cosas más complicadas de estar en estado es que su vejiga se volvió tan pequeña que apenas puede resistir un poco antes de tener que visitar un baño. Bebé es un poquito caprichoso con ello.

Lava sus manos y su rostro con el jabón de miel, también cepilla sus dientes. Su barriguita hizo un sonido insistente cuando cerró el grifo con un revoloteo insistente y un pequeño golpe en su lateral derecho.

ㅡBuenos días, pecesito. Hoy papi está un poco enfermito y se quedará en casa todo el día, ¿qué te parece eso?ㅡSus manos sobre la tela que cubre su vientre hinchado, sosteniendo su barriga. El bonito recorrido de felicidad que le da imaginar a su cachorrito entre sus brazos le inunda con una sonrisaㅡ. Mami está feliz por eso, tenemos a papi solo para nosotros.

Un nuevo golpecito suave ahora en la área de su obligo lo hace sonreír amplio de manera bobalicona.

ㅡMami te ama bebé. Mucho.

Acaricia un poco más su pancita, mirándola también en el reflejo del espejo. Esa última semana había crecido un poco más y eso puso tan feliz a TaeHyung que no dejó de llorar por más de dos horas, con su alfa sosteniendo su barriguita acostados sobre el sofá de su casa. Tuvieron un chequeo con su obstetra y les dijo lo bien que iban, un mes más a su calendario y más cerca de tener a el bonito lobo en casa.

Decidió que podría intentar hacer un poco de sopa de verduras calientita para su alfa, quizás eso ayudaría un poco. Él recordaba que cuando era un niño, su mamá prepara una deliciosa sopa cada que él se enfermaba. Podría llamarle y preguntarle un poco al respecto.

Colocó sus pantuflas favoritas y tomó el celular de su mesa de noche, sintiendo su corazón latir tan fuerte lleno de amor al ver a su alfa dormir con su nariz hundida en la almohada de TaeHyung, descansando finalmente.

Encendió las luces de la cocina y abrió las cortinas del salón, poniendo la tetera sobre el fuego porque un buen té siempre es recibido y se sentó en una de las sillas de la barra, buscando el contacto en su agenda del celular.

Llamó el número y colocó la opción de videollamada, extendiendo su mano hacia el garrón de azúcar para colocarlo como respaldo para el dispositivo.

La pantalla se abrió con el rostro de su madre muy cerca de la cámara.

ㅡ¡Hola mamá!ㅡTaeHyung musitó una risa. Puede ver claramente el inicio del cabello de su madre y sus ojos acaparando la pantalla, también asegura que está en el exterior pues sobre su cabeza observa el cielo azul.

ㅡ¡Hola mi bebé! ¿Me escuchas? Creo que no entiendo mucho.

TaeHyung rio bajito, colocando sus manos sobre su barriga.

ㅡSi, mamá. Fuerte y claro, solo aleja un poquito la cámara y puedes darle clic a la bocinita con líneas para oírme más alto.

Ella obedece. Finalmente puede ver todo su rostro en el rectángulo de la pantalla de forma vertical. Su cabello castaño está suelto y es tan largo. Tiene unos encantadores ojos azules que te transmite paz de tan solo verlo, sus mejillas altas siempre por la sonrisa ancha de sus labios rosados. Ella es hermosa, la mujer más hermosa que TaeHyung conoce en su vida (y claro, sus hermanas menores).

ㅡ¿Me ves bien, Boo?

ㅡPerfecto, mamá. ¿Estás fuera?

ㅡOh síㅡElla sonrióㅡ. Estaba regresando del supermercado, cariño y tenía que revisar una última vez el auto. Luego tus hermanos dejan sus juguetes y comienzan los berrinches.

TaeHyung asintió. Lo entiende. TaeHyung creció en una casa grande en el campo con muchos hermanos menores, así que sabe a lo que su madre se refiere.

ㅡPero bueno, basta de eso. ¿Cómo estás, amor? ¿Cómo está mi nieto?

Él puede asegurar que la sonrisa de ella crece tanto y sus ojos brillan. TaeHyung era el mayor de sus hermanos, lo cual significaba que él y JungKook eran los primeros en convertirla en abuela.

ㅡEstupendo. JungKook y yo fuimos hace unos días a nuestra cita mensual, la doctora nos dijo que todo estaba en orden y él crecía mucho. ¿Quieres verlo, mamá?ㅡpreguntó con tanta ilusión en su voz. Amaba presumir su barriga, por más pequeña o grande que fuera, lo amaba intensamente.

Ella asintió emocionada.

ㅡClaro que si, amor. Siempre querré ver a mi nieto favorito.

TaeHyung baja de su asiento con tanta emoción en su pecho. Era como ver a un pequeño cachorro mostrar a sus padres los dibujos que habría hecho para que puedieran colgarlos en la nevera. TaeHyung acomodó el dispositivo de tal manera de solo su torso se deje ver en la pantalla y levanta su camiseta dejando al descubierto su pancita. Su piel suave y besada por el sol solo con pocas marquitas por su dermis expandida, pero las amaba, aunque JungKook parecía amarlas aún más y aprovechar cualquier momento para besar.

ㅡSaluda a la abuela, pecesito.

ㅡ¡Oh, mi Tae! ¡Está tan enorme!ㅡElla canturreó agudo colocando una mano sobre su boca y sus ojos abiertos, acercándose a la pantalla para observar mejor la imagen.

ㅡ¿Verdad que sí?ㅡLa cabecita de TaeHyung aparece en la pantalla con una grande sonrisa. Ambos observan un poquito más su pancitaㅡ. La doctora dice que es probable que crezca un poco más.

ㅡApuesto que será grande como JungKook. Hablando de él, ¿está trabajando, amor?

TaeHyung negó, bajando su camiseta de nuevo, volviendo a sentarse y colocar el teléfono como anteriormente se encontraba, está vez solo apuntando sus hombros hacia arriba.

ㅡExactamente por eso llamaba. JungKook pescó un resfriado por mojarse contra la lluvia.

ㅡOh, cariño. ¿Él está bien?ㅡindagó preocupada. TaeHyung tenía miedo la primera vez que JungKook conoció finalmente a su madre, ella solía ser un poco ruidosa y cariñosa y JungKook un poco más reservado, pero impresionante, se llevaron de maravilla. JungKook hablaba seguido con ella, de temas triviales y principalmente de sus dos temas favoritos, TaeHyung y plantas. Así que su comunicación y relación es fuerte. JungKook era parte de la familia.

ㅡTiene un poco de fiebre, pero estará bien, es un alfa fuerteㅡpermitió deslizar una sonrisa por sus labiosㅡ. Quería prepararle una sopa de verduras y recordé la que tú me daba cuando me enfermaba.

Ella rio bajito.

ㅡSí, amor. Sabes, me tomaste un poquito ocupada. ¿Te parece si te envío en un ratito los ingredientes y procedimiento por mensajito? Es la hora de la siesta antes de almuerzo de tus hermanos y se pondrán un poco inquietos.

ㅡClaro, mamá. No te preocupes.

ㅡBien. Me gusto mucho verte, Boo. Y también a mi nieto. Los amo mucho.

TaeHyung sonrió, pues aunque estén lejos siente su corazón encogerse y esa intensas ganas de llorar. La extraña y espera que pueda venir pronto.

ㅡNosotros a ti, mamá. Suerte con los torbellinos.

Ella echó la cabeza hacia atrás riendo.

ㅡLa necesitaré. Adiós, Booㅡtarareó feliz, acercándose a la cámara del dispositivo dejando un beso sonoro. TaeHyung rio, despidiéndose con un par de adiós antes de colgar la llamada.

TaeHyung preparó una taza de té con una cucharadita de miel y bebió de su taza esperando el mensaje de su madre. Quince minutos después, la receta llegó. Estaba listo para seguirla a pie de la letra y ver a su alfa feliz al comerla.

Lavó todas las verduras, picando en cuadritos las papas, zanahorias y calabazas. Sirvió la salsa de tomate, las tazas de agua y muchos más condimentos e ingredientes en la olla sobre la estufa. Cuando el delicioso olor danzó en su naricita, su estómago rugió fuerte por probarla. Probó un poco con su cucharón, solo un poquito de sal y estaría perfecta.

Cuando estuvo lista, tomó dos tazones hondos de porcelana, vertiendo la sopa humeante en su interior. Olía delicioso y tenía a su naricita feliz y hasta su boca salivar por probarla.

ㅡ¿Tae?

TaeHyung saltó en su lugar al escuchar la voz ronca y rasgada en su silencio. Al girarse, su alfa en el marco de la cocina con su nariz roja mientras tallaba su ojo. Sus cabello estaba desordenado, apuntando a todas las direcciones, vestían un pantalón de pijama gris sobre sus caderas y una sencilla camisera blanca con sus pies envueltos en unas alfelpadas calcetas. Parecía desorientado, con sus ojitos parpadea lento y aún somnoliento.

Se apresuró a acercarse a él, acunando su rostro entre sus pequeñas manos. JungKook se acercó al tacto, con docilidad. A la merced de su omega. Aun seguía un poco caliente y sus mejillas lechosas tenían el tinte berbellón, causando tanta ternura a TaeHyung, deseando comérselo a besos.

ㅡ¡Alfa! Deberías estar en cama, amor.

JungKook negó lastimero, colocando sus manos sobre las caderas de TaeHyung, con sus pulgares acariciar sobre la ropa.

ㅡNo estaban a mi ladoㅡun puchero arrastró sus labios. El color cereza vivo contratando con el color pálido típico debajo del sonrojó de sus mejillas.

ㅡLo siento, cariño. Te preparamos un poco de sopa, ¿tienes hambre?

JungKook asintió suavecito, con sus ojos verdes muy abiertos. Era como ver a un pequeño cachorro enfermito y su corazón no podía resistirlo. Se colocó en puntas, besando su nariz y haciéndolo sonreír perezoso.

ㅡ¿Qué te parece si vas al salón y comemos un poco de sopa en el sofá? Podemos poner la película que tú quieras.

ㅡ¿La que yo quiera?ㅡSus ojos brillaron como cientos de estrellas. JungKook quería matarlo de ternura. Ese alfa que pensaban que era un mandón y serio sujeto, era una florecita hermosa y viva que solo necesitaba cariño y alguien que le cantará todos los días mientras regaba.

La sonrisa de TaeHyung se ensanchó, sus mejillas dolerían.

ㅡLa que tú quieras.

ㅡTe amo, ángelㅡmurmuró melosamente, besando su sien, dulce y delicado, como si TaeHyung fuera una frágil obra de arte. Cuando realmente lo era, la obra de arte de JungKook, esa que él admiraría toda una vida sin cansarse nunca.

ㅡTe amo más, alfa.

JungKook salió de la cocina luego de dejar un nuevo par de besos en las mejillas de su esposo y un par de palmaditas en su trasero por parte de TaeHyung apresurando a ir hacia el salón.

TaeHyung colocó los tazones de sopa en una bandeja de madera para transportar. Una jarra de agua con flores pintadas sobre el cristal y dos vasos de cristal. También sirvió un poco de té con dos cucharas de miel para ayudar un poquito a la garganta del alfa.

Al llegar al salón con la bandeja entre sus manos. Su corazón se derritió como helado en verano y su omega solo sintió que su vida no podía tener más imágenes dulces y adorables. JungKook sentado en el sofá con la franela tejida que la madre del alfa le había regalado años atrás, cubriendo todo su cuerpo. Desde la cabeza hasta los pies que mantenía sobre el sofá y pegados a su pecho. Solo su rostro podía verse con una perezosa sonrisa de mejillas y nariz roja y la televisión encendida con The NoteBook lista para de reproducirse.

Ese era su alfa, él que se emocionaba hablando de plantas y amaba las películas de comedias románticas, quien escribía poemas y cartas de amor y dejaba todos los miércoles bajo la taza de chocolate caliente en la barra de la cocina para que TaeHyung lo bebiera. También él que cantaba canciones en la ducha o contaba las estrellas cuando bebía una copa de vino en el balcón, y era solo de él.

JungKook devoró la sopa caliente, agradeciendo incontables veces y halagando a TaeHyung por la delicia, también sirvió un segundo tazón comiendo de ella mientras veía su película favorita en la pantalla y siempre mantenía su cuerpo pegado a el lateral de TaeHyung para sentirse cerca.

Cuando los créditos de la película aparecieron y las lágrimas se aglomeran en el borde de los ojos del omega, suspirando hondo para evitar que escaparán y aunque TaeHyung había visto la película incontables veces por su alfa, su estado era sensible y hormonal, podía permitirse llorar un poco. TaeHyung bajo su cabeza hacia su regazo, buscando la reacción de su alfa al terminar la película, pero lo único que encontró es la cabeza de JungKook recostada sobre sus muslos, soltando resoplidos suaves y tranquilo. Descansando tan cómodo con los dedos de TaeHyung cepillar sus cabellos.

JungKook se había quedado dormido a mitad de la película con el dulce aroma de su cachorro y omega envolviéndolo como el más extraordinario analgésico de su vida.

Bajó los cuidados de TaeHyung, JungKook se sintió mucho mejor los siguientes días. Aun teniendo que abrigarse un poco sin importar la temporada y bebiendo los tés con miel que TaeHyung le daba todas las mañanas.


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