Cap. 37 NO PODRAS HACERME NADA

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Esta es una actualización cuádruple, ve hacia arriba si no has leído el capítulo anterior.

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05:46pm

Unos minutos después de que mamá y papá se fueran, mientras guardaba un jarrón, sonó el timbre.

-Ya voy- digo bajando las escaleras.

Cuando abro la puerta, veo a Luke con las  llaves del auto de papá, as cuales me da.

-No cierres, ahí viene Mathew.

El entra, y detras de el, viene Mathew cargando a una dormida Mary, como una bebé. Ella tiene los brazos alrededor de su cuello, y su cara enterrada en el mismo.

Yo saco mi telefono y le tomo una foto, a lo que el entrecierra los ojos.

-Donde está su habitación- dice intentando sonar tranquilo.

-Te la enseño.

Lo llevo por el pasillo donde están los cuartos de empleados.

Le abro la puerta de su habitación, el entra y la deja en la cama.

Cuando se va a alejar, ella lo toma del brazo.

-Puedes quedarte hasta que me duerma- dice con los ojos abiertos.

-Claro- el se sienta en la cama, y ella acomoda su cabeza en el pecho de el, y pasa su brazo por su cintura, sin poder evitarlo, le tol otra foto, y el gruñe.

Cierro la puerta y salgo de ahí.

Voy a la cocina donde Luke está bebiendo de una cerveza.

-Que haces- le digo mientras lo halo del brazo- Me tienes que ayudar.

-Ahora que quieres- dice cansado.

-Hare una fiesta- digo y el entrecierra los ojos- Mis padres me dieron permiso. El punto es, que necesito que me ayudes, a llevar todo lo frágil al cuarto de Jake.

-Y que gano yo.

-Lo que tú quieras, lo haré.

-Despues te digo- dice con una sonrisa pícara.

El toma un jarrón, y lo levanta. Lo lleva por las escaleras y yo subo con el, para abrirle la puerta.

El lo deja ahí adentro, y baja a por otro.

Luego de algunos viajes con cuadros, jarrones o alguna otra cosa, Luke se quita la camisa y puedo ver qué está todo sudado.

El va subiendo con un cuadro, y suena el timbre.

-Yo abro- digo mientras me dirijo a la puerta para abrir.

Al abrir, me encuentro con Jake, y detrás suyo está, Alison, Justin y Apolo.

-Lo siento, no tengo mi llave- dice Jake, con una sonrisa.

-No importa- le respondo tranquilamente.

-Quien es, ya empezaron a llegar- dice Luke, bajando las escaleras.

Su torso está cubierto por una pretina de sudor, por lo tanto brilla con el reflejo de la luz en su piel. Su cabello está ligeramente humedo.  Y se paraliza al final de las escaleras.

No puedo negar que se ve muy sexi, pero al girar mi rostro y ver el rostro enfurecido de Jake, intento no pensar en mi sexi amigo.

-Ohh, hola- dice saludando con la mano, y se acerca a mi- Kate el cuarto ya está lleno, en que cuarto guardo lo demás.

-Utiliza uno de los cuartos de los invitados- le digo dándole dos palmadas en el pecho.

-Bien.

Jake me toma del brazo y sube las escaleras arastrandome.

Entra a mi habitación, y yo me suelto de su agarre.

-Que te pasa- digo tomando mi brazo.

-Porque está semidesnudo.

-Porque tenía mucho calor- le digo con una ceja alzada, y una sonrisa.

-Hacia mucho calor- pregunta celoso alzando una ceja.

-Si, demasiado calor- digo echándome aire con las manos- Yo también estuve a punto de quitarme la ropa- digo con una sonrisa pícara.

-No me provoques si quieres que tú amigo salga de aquí con la cara intacta. Mira que ya estoy molesto contigo.

-Tu no tienes calor- le digo desamarrando mi bata- Y porque estás molesto conmigo.

-Y todavía preguntas- dice furioso acercándome a mi- Dime Kate, te ayudo tu pomada anoche.

-Oh, por eso- digo bajando la cabeza- Lo siento, no creí que te fuera a molestar.

-Porque tienes una pomada Kate- dice sentandose en la cama.

-No quiero hablar de eso-Digo recostandome en la cama.

-Katherine- dice y yo lo miro- Pensé que teníamos una relación, dónde nos podíamos contar cosas, cosas importantes como está- dice recostandose de lado para verme.

-Esto no es importante- le digo poniéndome de lado para verlo.

-Si no es importante, porque no me lo dices.

-Porque no quiero que mates a alguien.

-Con tal y no esté en esta casa, no lo haré.

-Alex...- no termino de hablar porque el me interrumpe.

-Otra ves ese hijo de su puta madre- dice levantándose y dándole un golpe a la pared de mi cuarto. Apoya el brazo en la pared, y su frente- Que pasa con el.

-Cuando estábamos juntos, el solía...- me quedo callada, buscando una palabra que suene bien para lo que el me hacía.

-¿El solía que?.

-Castigarme- termino diciendo mientras me siento- Cuando el me veía hablando con otro chico, solía castigarme. O si estaba mucho tiempo contigo.

-Ese hijo de puta.

-Solía... azotarme.

-Con que.

-Con un látigo- digo bajando la cabeza.

-Donde- me dice el.

-En las nalgas... En la espalda, o las piernas.

-Porque no tienes marcas- me dice luego de dar varios largos y profundos suspiros.

-Porque me hice tratamientos.

-Cuando- dice volteandose hacia mi.

-Recuerdas que cuando terminamos, empecé a usar muchos suéteres, largos y gruesos- digo y el asiente- Me hice un tratamiento en la espalda, para quitar las cicatrices. Me hicieron un laser, para disminuir las cicatrices.

-Quiero verlas- dice y yo me levanto.

Me volteo, y dejo caer la bata.

-Desde cerca, si te fijas bien, se ven las muchas cicatrices- el se acerca a mi, y mira con detenimiento mi espalda.

Se agacha, y pasa un dedo por la cicatriz más visible. En el momento en que me toca, siento como va prendiendo fuego por donde toca, lágrimas salen de mis ojos, y mi primer impulso es alejarme de él.

-No- digo mientras me volteo y el frunce el ceño- No toques por favor- digo con la respiración agitada, las lágrimas descienden por mis mejillas y yo me siento- Hicieron un mejor trabajo con mis nalgas, no hay cicatrices ahí. Aunque, no pudieron hacer mucho con mis piernas.

-Puedo ver.

-No toques por favor- digo me recuesto en la cama, boca abajo, y el se sienta a mi lado, viendo las cicatrices.

Yo me vuelvo a sentar, y bajo la cabeza.

-El era rústico a veces, pero nunca llegué a tener una razón para terminarle- me levanto y me alejo de el- Debo bajar, tengo que supervisar que nada se rompa.

-Voy contigo- dice y se levanta.

-Por cierto, no vayas a tu habitación.

Salgo por la puerta y bajo las escaleras. Me encuentro a Mathew y Justin ayudando a Luke subiendo cosas. Los tres son camisa. Subo las escaleras y voy a la habitación de Apolo, dónde se, están mi hermano con mi mejor amiga.

Toco la puerta, y nadie responde.

-Chicos, necesitamos ayuda- nada.

Intento abrir la puerta, pero está con seguro.

De pronto se escucha un gemido de mi amiga.

-Mas, mas- dice mi amiga.

-Asquerosos, no pueden esperar a que empiece la fiesta para la música.

-VETE- grita casi en un gemido- No me cortes la cogida.

-Despues hablaremos.

-Sii.

Bajo las escaleras, y al estar abajo, un grito por parte de Jake, me sobresalta.

-KATHERINE OLIVE BARCKLEY CALESSI.

Me escondo detrás de Justin, quien estaba parado cerca de mi.

Jake baja las escaleras, y me busca con la mirada.

-Quieren explicarme, porque mi cuarto está lleno de cosas.

Luke me mira entrecerrando los ojos, y yo me encojo en mi lugar.

-Ella me dijo que usará ese cuarto- dice Luke señalandome.

"Traidor"

-Katherine- dice mirándome, mientras yo salgo de mi escondite.

Yo voy hacia la cocina y el me sigue.

Cuando estamos ambos dentro, hablo.

-Tenias que guardar las cosas en algún lugar. Además, tu ni siquiera dormirás ahí.

-Ah. Y según tu, dónde dormiré.

-En mi cuarto. Aunque está noche, ninguno de los dos dormirá.

El frunce el ceño, y luego a su boca llega esa sonrisa pícara que me encanta.

-Me estás proponiendo algo indecente enana.

-Algo muy, muy indecente.

-Pervertida.

-Pero como te encanta esta pervertida.

-Si, lamentablemente.

-Ahora deja de quejarte, y descansa un poco. Porque está noche, no te dejare dormir.

Salgo de la cocina, y voy a la habitación de Jake. De ahí, saco varios carteles, que el utilizo en la última fiesta que hicimos. Y varios condones, los cuales meto en mis bolsillos.

Salgo, y cuelgo los carteles en las puertas.

En los cuartos de Jake, Mamá, Apolo, y en el mío, los carteles dicen prohibido

En el cuarto de invitados donde se están guardando las cosas, tambien.

Y en los demás, hay carteles que dicen, ocupado y en la parte posterior, desocupado.

Adentro de los cuartos, pongo dos condones en la mesita de noche.

Yo me tomo en cuenta las necesidades carnales.

Al terminar con el último, salgo y bajo para poner un cartel de prohibido en la cocina, y otro en el pasillo que da a los cuartos de la empleados.

Y ya está todo listo.

Reviso la hora.

06:57pm.

Me siento en el mueble, y suena el timbre.

Voy a abrir, y solo veo un grupo de cerca de 30 personas en la puerta.

Ellos entran, y asi empieza a llegar la gente.

Luego de media hora, toda el piso de abajo está llena de personas.

La música la pusimos a través de los altavoces de la casa, por lo que es difícil comunicarse, ya que hay que gritar.

Cada minuto que pasa, más personas vienen a felicitarme.

En una esquina de la sala hay un montón de cajas, bolsas, o simplemente cosas.

Es la esquina de los regalos.

Cada media hora, Mathew se encarga de rellenar los barriles de cerveza, y Justin, de poner más vasos.

Yo estoy sentada un mueble de la sala, tomando una copa de vino, que cada que se me acaba, la relleno con la botella que está a mi lado.

Alguien se sienta a mi lado, y se perfectamente quien es, al oler su colonia.

-Kate- dice entusiasmado.

-Alex- le digo fria sin mirarlo- Que haces aquí.

-Invitaste a todo el instituto, eso me incluye.

-Pense que había quedado claro, que no quiero verte desde la última vez. Todavía te duele el puñetazo que te dió mi hermano.

-No ya sanó. Escuché que tuviste un accidente.

-Si.

-Lo lamento.

-Que quieres- le digo ya harta de el.

-Darte tu regalo- dice extendiendome una bolsa.

Yo la tomo y veo el contenido, para darme cuenta que es un vibrador, y es solo unos 5 centímetros más grande que el que tengo.

-Se que eres virgen, pero quería que tuvieras un recuerdo de mi- me dice al oído.

-Numero uno, no soy virgen.

-No- dice confundido.

-Y número dos, ya tengo uno- digo regresandole la bolsa.

-Entonces ahora tendrás dos.

-Bien, me voy a bailar.

Tomo la botella y me levanto. Voy a la cocina y dejo la botella ahí, junto con el regalo, que escondo. Camino entre la gente hasta quedar en el medio y bailo, mientras tomo de ves en cuando de mi copa de vino.

Alguien se pone detrás de mi, y baila conmigo.

Aunque se quien es, y que no debería bailar con el, no hago nada para alejarme.

Muevo mis caderas al son de la música electrónica, y me meneo contra el, viendo lo duro que se está poniendo.

El pone sus manos sobre mi cadera, y me hace moverme más lento, para que sienta su erección.

-Me estás matando con esa ropa. Te mereces unos azotes- me dice al oído.

Me separó de el y me volteo.

-Ya tengo quien me los dé- camino hacia las escaleras, y las subo. Encontrándome con Jake sentado en mi cama.

Cierro la puerta tras de mi, y me acerco a el lentamente.

-Porque no estás en la fiesta.

-Te estaba esperando- me dice mientras se levanta y me besa.

Yo lo aparto, y el gruñe- No. Hoy yo mando. Además, quería mostrarte unas cosas que me regalaron.

-Ah si, y que te regalaron.

-Unas cositas, quieres verlas.

-Claro- dice.

-Pero con una condición.

-Lo que quieras.

-No podrás hacerme nada, hasta que hallas visto todo.

-Ok- dice.

-Espera aquí. Ya vengo.

Entro en mi armario, y cierro la puerta. Me pongo el conjunto rojo que me dió Ali, y salgo, con un antifaz en la mano.

El está sentado en la cama, y al verme, se tensa.

-Que te parece, yo creo que está un poco apretado- le digo pasando frente a el.

-Te queda precioso- dice mientras me doy la vuelta para sentarme en sus piernas.

-Si- le digo coqueta mientras le pongo el antifaz.

-Si- dice y coloca una mano en mi pierna y la acaricia.

Me levanto, y me alejo de el.

-Voy a ponerme el otro.

Entro al armario otra vez, y me pongo el blanco.

Cuando salgo, el ya se quitó la camisa, y el cierre de su pantalón, está abajo.

-Que te parece este.

-Kate, me estás torturando- me dice cuando me acerco a el, y meneo mis nalgas, contra su erección- Joder Kate- dice pasando una mano por mis nalgas.

-No no no- digo separandome- Falta uno.

Vuelvo al armario, y me pongo el último.

El negro.

Mi favorito.

Salgo y el está solo en boxers.

-Y este.

-Quien te lo dió- me pregunta.

-Justin. Dijo que tenía que modelarte como se debe- le digo mientras me siento a horcajadas sobre el.

-Vaya. Creo que Justin me está empezando a caer mejor.

-Que bueno- le digo.

Me levanto y me quito mi braga.

Me arrodilló frente a el, y le bajó el boxer, dejando salir su gran erección.

Le doy un lengüetaso, y el cierra los ojos y gime.

Abro la boca y me meto su miembro, hasta donde mi garganta me lo permite.

Se lo chupo por unos minutos, y el gime fuerte, cada vez que lo introduzco en mi garganta.

A este punto, se que él necesita más de mi.

-Kate, necesito follarte ahora- dice tomandome del cabello.

-Que- digo entre risas- Pero si este juego apenas comienza.

-Dijiste hasta que probaras todo.

-Pero todavía faltan unas cosas- le digo.

En estos momentos, agradezco que halla un mueble frente a mi cama.

Lo levanto, y lo empujó hasta el mueble de madera, y el cae sentado.

-Quedate ahí- le digo mientras voy a por unas cintas de encaje que tengo en mi armario.

Cuando regreso, el sigue en el mismo lugar.

Me arrodilló frente a el, y tomo una de sus manos, la cual amarro en el apoya brazos, pasando la tira, por uno de los agujeros de el mueble.

Hago lo mismo con el otro brazo, y por último le doy una lamida a su miembro y el gime.

-Kate- gime y arquea la espalda- Cuando podré soltarme- dice.

-En cuánto me corra- digo y el frunce el ceño.

Me acerco a mi mesita de noche, y me inclinó a propósito para que vea mis nalgas.

-Llevas un plug anal- dice.

-Si, me lo regalaron- digo mordiendome el labio, mientras saco las cosas del último cajón.

Pongo todo a un lado de la cama, y el se muerde el labio.

Me siento en la cama, abro mis piernas. Tomo el consolador que me dió Luke, y se lo muestro.

-Esto es demasiado para mí, Kate no me torturas más.

-Esto apenas empieza bebé.

Llevo el consolador a mi sexo, y lo introduzco poco a poco.

Gimo y el se tensa.

Cuando lo tengo todo adentro, gimo ante lo frío que está.

Dios, no pensé que se sentiría así.

Empiezo a moverlo dentro y fuera de mi, jadeo.

Sigo moviendolo hasta que siento que ya voy a llegar.

Lo saco y lo vuelvo a poner donde estaba.

Tomo el vibrador, y se lo enseñó antes de meterlo dentro de mi. Gimo fuerte.

Presionó el botón en la punta visible, y este empieza a vibrar lentamente, presionó el botón dos veces más, hasta que está en el voltaje más alto.

Grito, y siento como todo mi cuerpo tiembla.

¡¡Dios que bien se siente!!

Luego de unos minutos de extrema vibración, me corro a chorros mientras digo su nombre.

Echo la cabeza hacia atrás, mientras disfruto de los últimos espasmos del orgasmo.

Saco el vibrador de mi, y lo dejo a un lado de la cama.

-Ahora tu me vas a follar duro.

En un movimiento, el rompe las cintas y se acerca a mi.

-Ahora pagarás- dice besándome con desesperacion, anhelo.

Se separa, y se quita el boxer.

-Date la vuelta- dice y yo no lo hago- Date la vuelta enana, ya me has torturado mucho por hoy.

Lo obedezco, y me doy la vuelta.

El pasa un brazo por mi abdomen, y me levanta hasta que estoy sostenida por mis brazos y mis rodillas.

El me da una nalgada, y yo gimo fuerte.

Me da otro, y yo aprieto las sábanas a mis lados.

Me da un azote tras otro, y no puedo dejar de gemir. Por un lado me duele, pero por otro me encanta la sensación.

El me da uno más fuerte, y yo gimo.

-Joder- le digo en un placentero gemido.

-Te gusta enana- me dice, y yo solo asiento.

-Follame. Quiero que me folles.

-Te voy a coger por el culo hoy- me dice y yo asiento.

Sin que lo espere, introduce su miembro en mi abertura.

Un grito desgarrador deja mi garganta, y muerdo mi labio inferior cuando me empieza a follar como un salvaje, como yo quería que lo hiciera.

-Jake- gimo y el aumenta la velocidad de sus embestidas.

El mueve el plug, y yo echo la cabeza hacia atrás.

me siento tan cerca de mi orgasmo, pero como siempre, mi hermano me tortura.

Se va hacia mi mesita de noche, y busca un condón.

-Y la vaselina- dice luego de ponérselo.

-En el baño imbécil.

El se va al baño y regresa con mi frasco de vaselina.

Vuelve a su lugar, y toma un poco de vaselina con sus dedos, para luego untarla en su miembro.

-Donde está el labial que te regale.

-En la mesa del espejo- digo con la respiración entrecortada.

Lo trae y lo pone a un lado.

Me saca el plug, y lo pone a un lado del labial.

Me unta vaselina en el ano, y luego mete un dedo y me dilata.

-Jake- gimo.

-Con que te gusta- me dice entrando otro.

-Si.

El saca sus dedos, y toma el labial.

Pulla un botón que no sabía que estaba ahí, y este empieza a vibrar.

Lo pasa por mi columna, y yo arqueó la espalda.

-Tu también- le digo.

-Que.

-Literalmente todos me regalaron cosas eróticas. Los regalos más normales que me dieron, fueron una colonia y un piercing.

-Mmm- dice.

-Tomalo- me dice dice mientras me pasa el labial, que aún vibra en mis dedos- Tócate por mi- me dice.

Me recuesto, haciendo que mi frente se apoye en la cama.

Jake apoya la cabeza de su pene en mi ano, y empuja un poco, y yo gimo de dolor.

Pongo el vibrador en mi clítoris, y el empuja un poco más.

-Duele- le digo.

Llevo mi mano libre a atrás, y me toco para darme cuenta que solo ha metido la punta.

-Tranquila, después pasará.

El sigue empujando poco a poco, y yo muevo el vibrador de un lado a otro.

Gimo al darme cuenta que lo tengo todo dentro de mi.

-Jake- gimo, y el se mueve lentamente.

Lo saca y lo vuelve a introducir, mientras yo sigo moviendo el vibrador.

-Mas rápido por favor- digo cuando mi cuerpo ya se acostumbro al tamaño.

El aumenta al velocidad.

Unos minutos después de eso, el está follandome salvajemente, mientras yo me tocó con el labial, y le digo que me de más fuerte, que no me tenga piedad.

-Necesito cogerte por alante, ya no puedo aguantar mas- dice mientras me lo saca.

Se quita el condón, y me lo mete por alante.

Yo suelto el labial, y me dejó llevar por el placer.

El me folla con fiereza. Y al poco tiempo, ambos nos estamos corriendo.

Siento como un líquido espeso y caliente, me llena por dentro.

Y ahí caigo en cuenta de que...

¡¡Lo hicimos sin condón!!

-Mierda- digo separandome de el- No usamos condón.

-Te puedes tomar la pastilla mañana, no hay ningún problema- dice recostandose en la cama.

-Bien, entonces descansa- le digo.

-Para que.

-Para que estés listo para la segunda ronda- le digo mientras me recuesto sobre el.

-Ya estoy listo- me dice, y siento su erección.

-Entonces comencemos.

Me levanto y voy a por una de las cintas que use para amarrar a Jake. La amarro sobre su boca y el frunce el ceño.

-Nadie puede escuchar tus gemidos- digo sentandome a horcajadas sobre el, y me rozo contra su miembro.

Me levanto, y la introduzco en mi sexo.

Me muevo sobre el en círculos y luego hacia adelante y hacia atrás.

Veo como la puerta se abre ligeramente, veo hacia allá, y me doy cuenta que es Alex.

Por un momento siento miedo, de que vea que estoy cogiendo con mi hermano. Pero luego recuerdo que Jake tiene un antifaz, y la boca tapada.

Empiezo a saltar sobre el, escuchando el sonido del impacto entre mis nalgas y sus piernas, y Jake suelta un gemido, que es ahogado por la cinta.

-Sii, Siiiii. Que rico, mmmm, ahhh- gimo fuerte para que me escuche.

Alex vuelve a cerrar la puerta de la habitación, dejandome en privacidad con mi hermano.

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