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A veces pienso cuán hermosas son las estrellas, miro al cielo y sonrío mientras iluminan el cielo oscuro siendo únicas y maravillosas aún si están a una distancia tan grande. Te imagino mientras las veo, bailando entre ellas, evitando pisarlas, lanzándolas suavemente para juntarlas y formar constelaciones. Tu constelación de Acuario en tu antebrazo, tus ojos marrones viéndola a lo lejos.

El dolor en mi pecho aumenta y no sé si es por el cuchillo en mi pecho o porque te extraño demasiado.

Mi cuerpo inmóvil descansa en el césped recién cortado y puedo observar todo mejor que nunca, me siento el dueño del mundo. Soy el rey que todos desean, que obtiene lo mejor, el que te tiene a ti. El que lo tiene todo.

Los grillos frotan sus alas y forman una sinfonía angelical entre graves y agudos que nunca aprecié antes, la humedad de la hierba bajo mi piel comienza a inundar mis ropas y no me puede importar menos; tal vez esté lloviendo, tal vez es mi propio sudor, pero se siente mejor que nunca. Un suspiro sale de mi boca y se asemeja a los tuyos cuando estás dándome la espalda y miras al exterior desde la ventana. ¿Qué harías si estuvieras aquí? ¿Qué haría yo si estuvieras aquí? Probablemente me retorcería de vergüenza, no dejaría que me vieras así.

Cabellera oscura, manos delgadas, perfume de Marlboro.

Palabras al aire que recitas mientras sueltas una gran sonrisa, y me gustaría estar frente a ti para verla brevemente y besarla suavemente. Espero por ti, ¿no es demasiado obvio? Porque a cada día duele más tu presencia. Le he contado al cielo sobre ti, veo tu rostro en los tulipanes de las macetas y el rocío de las hojas es tu espejo personal, única y especialmente para ti. Le he contado a mis pinturas sobre ti, estás en mis poemas, cartas jamás enviadas y canciones jamás tocadas. El jardín se incendia, y aún así, tú estás allí con tantas cosas que decir y ni una sola palabra.

Mi respiración se entrecorta en busca del oxígeno que baila a mi alrededor, pero no llega a mis pulmones.

Esto no se asemeja a la muerte que deseaba tener entre tus brazos.

Recibo la invitación del Bonsái que está a unos metros de mí para buscar refugio debajo suyo por el actual diluvio. Pero lo rechazo inmediatamente porque sé que quieren alejarme de ti. Las luciérnagas adornan tu pelo y lo hacen más brillante como si de un accesorio se trataran.

Los gritos de horror aparecen, pero son tan lejanos que no puedo ni quiero hacer nada.

Soledad, agonía, calor. Calor de la sangre que corre por mi pecho. Calor del Sol de verano que cubre la playa. Te veo correr sobre la arena y pienso en qué hice para merecerte. Los vidrios rotos y afiliados son resultado de heridas profundas. Pero, una vez estos son pulidos, se vuelven inofensivos y gentiles tomando forma de cristales entre la arena. Y es que aquel colorido cristal que alguna vez fue peligroso simboliza aquello que dos personas anhelan. Te deseo, tanto como la nieve al frío para mantenerla viva.

Te tomo del cuello y te acerco a mí con delicadeza, con miedo de dañarte, de que te vayas. No puedo dejarte, pues eres todo lo que necesito.

Lluvia de cosmos, polvo de estrellas.

El mundo nos recibe con los brazos abiertos y una sonrisa. Italia, Francia, Suecia. Quiero que me vean contigo, que tu corazón me ame y tu alma me bese.

Suenas como un monumental y entristecedor solo de violín presenciado por una multitud, del cual solamente yo soy afortunado de escuchar aun cuando no veo nada en la noche, siendo acorralado por el techo y paredes blancas. Shampoo de canela de tu cabello entre mis dedos, crema de coco reluciente sobre tu piel, ojos felinos que no me miran pero se maravillan con la naturaleza del mundo exterior.

¿Alguna vez seré suficiente para ti? Ser digno de tu amor es mi meta. ¿Qué piensas acerca del Cielo?

Dignidad a costa de dar mi último suspiro mientras pienso si así me mirarías por lo menos una vez, después de tantas primaveras e inviernos. Blanco manchado de rojo; rojo granate, escarlata y caoba.

Finalmente, agonizo encima del césped y las sombras corriendo a mi alrededor llenas de pánico y miedo son cada vez más difíciles de ver. Mi vista es débil, pero tu reflejo es nítido en mis pupilas. La lluvia ha cesado, pero me siento ahogar, como si la enorme área verde no bastara para absorber el agua y quisiera ahogarme hasta asesinarme. El agua pintada de rojo era digna de una escena criminal de veinte puñaladas, la fuente de sangre en funcionamiento no se detiene.

Cuando pude reaccionar finalmente en medio del shock y los mareos, saqué el cuchillo de mi pecho con un gruñido acompañado de un grito sordo. Cierro los ojos en un intento de calmar mi dolor y ser silencioso, pero temo ser tragado por la Tierra y no ser recordado por nadie. Pastillas de todos los colores viajando por la cascada interminable de mi interior, dejándome ver la más grande maravilla y a la vez terminando conmigo poco a poco. Quiero ser algo más que píldoras de colores y habitaciones completamente vacías. Sin perilla en la puerta, sin espejos capaces de ver mi reflejo, sin siquiera una cama para encontrarnos brevemente.

Mi corazón tiene envidia de mis ojos por tener la dicha de poder verte una vez más porque, aunque nunca exististe, fuiste lo último que vi en la oscuridad de la noche y la desgracia de mi muerte. 

— De las lágrimas derramadas por JongSeong, hacia JungWon.

Hospital Psiquiatrico.

estoy intentando re-integrarme a la plataforma después de mucho tiempo inactiva, espero apoyen mis nuevos one shots e historias que subiré, muchas gracias por leer c: