INTRO

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

-Ahora, solo nececito la firma del señor Vichirawit por aquí. Y la del señor Metawin aquí- dijo el juez por lo que ambos jóvenes con una hermosa y resplandeciente sonrisa firmaron los papeles.
-Por el poder que me ha otorgado el estado de San Francisco, los declaro esposos. Muchas felicidades.

[...]

-P'Bright, no puedo creer que estemos casados- un suspiro salio de los rechonchos labios de Win

-¿Y por que no? Acaso no me amas.

-Claro que si, es solo que después de todo, llegar hasta aqui, me parece un sueño- Bright soltó una risita al ver a su (ahora) esposo, girar como princesa enamorada.

~Ring Ring~

El sonido de un celular rompió un poco el momento. Bright tomo el teléfono del bolsillo de su pantalón y contesto.

-¿Aló?

-¡Hey! Bright- era la voz de White- como estas mi ex libre amigo- río de su chiste -Según el gracioso-.

-Ja ja, no aguanto la risa... ¡hey! Espera te pondré en altavoz. Listo ahora Win tambien podra reír de tus chistes

-Hola P'White- saludo el menor

-¡Oh valla!, apenas llevan... ¿que...? Cuatro horas de casados y ya no se pueden separar- rodó los ojos- hola mocoso. A no espera, perdón. Señor Metawin de Vichirawit- los tres rieron

---¿Vas a quedarte al teléfono todo el día?--- se oyó una voz de fondo del lado de White

--Ya voy-- contesto a esta voz- me tengo que ir chicos. Felicidades por su boda- no les dio tiempo de contestar cuando colgó

-Okey señor Metawin, ¿a dónde quiere ir en este noche?

-Quiero ir al cielo, señor Vichirawit- Win se acerco para ser besado y eso fue justo lo que paso.

-Entonces no perdamos tiempo.

Para pasar su "luna de miel" habían reservado una suite en el hotel más lujoso de SF. Era donde estaban justo ahora.

Ambos se besaban, tocaban, cada quien disfrutando de algo diferente del otro, ambos dando amor en cada una de sus caricias.

-Win... ¿algún día vas a dejar de volverme loco?

-¿Quieres eso de verdad?- Bright nego con la cabeza y volvio a besarlo, ahora empujando levemente el cuerpo de su esposo rumbo a la cama. No les tomo mucho llegar a su ansiado destino.

Ya una vez en su cama, empezaron a sacarse la ropa hasta quedar completamente desnudos.
Bright paso la mirada de ariba abajo por el cuerpo del menor. Y es que no importaba cuantas veces lo hicieran, Bright siempre se dedicaría a adorar cada milímetro de piel de su hermoso esposo.

Win tenía las mejillas rojas, tener la mirada penetrante de su esposo sobre su cuerpo lo hacia enrojecerse sin importar que lo hicieran seguido.
-P'... Deja de verme... Me da mucha pena- entonces Bright levanto la mirada para poder ver el desastre hermoso que era su esposo.

-Sabes que nunca voy a dejar de verte. Siempre vas a ser tu al que vea, siempre vas a ser tu al que quiera ver, y siempre vas a ser tu. En todo. Win, te amo

-Yo tambien te amo Bright, te amo demasiado que me da miedo que todo sea un sueño.

-Si todo esto es un sueño, no tengas miedo, amor mío. Porque al despertar estaré a tu lado viéndote despertar.

Comenzaron a besarse de manera lenta y provocativa, siempre demostrando se todo su amor.

Bright logro acomodarse entre las piernas de Win.

-Voy a hacerte el amor Win... ¿quieres eso?- esa simple pregunta, solo era para poder alargar el tiempo de espera de Win, ya que era obvio lo que Win quería de su esposo

-Quiero todo lo que venga de ti, mi amor- Win se acerco a los labios finos de su esposo.

Bright comenzó a restregar la punta de su miembro en la entrada rosa del menor, Win comenzó a gemir sobre los labios delgados de su esposo.

-¡Ahh! P' ¡mgh!- Bright metió la punta de su miembro en ese recóndito lugar.

-¿Qué pasa amor?- se burla

-Bright... ¡aah, aahg!... por favor

-Bien amor- Bright tomo un respiro y de una sola estocada quedo totalmente dentro de el.

Win soltó un grito mezclado con dolor y placer. Comenzó a mover las caderas en busca de más y más contacto con su esposo, el cual daba penetraciones lentas y rápidas jugando consu menor.

-B~right ~ ¡aah! T-te amo ¡aah!

-Yo también te amo- para ambos no era necesario decirse que se amaban. Tenían muy claro que todo lo que sentían tenía nombre y dueño.

Pero nunca estaría de más recordarlo con palabras.
Palabras sinceras.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro