Capítulo 10Múltiple

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Un chofer llevó a Clarke a la casa de Lexa, este no le quitó la vista de encima, parecía su guarda espaldas. Si pensaba que le haría caso y que haría las maletas estaba muy equivocada, ya le había obligado a decir el puñetero sí. Si ya de por sí podía hacerla cualquier cosa en su propia casa, en otro lado ni quería pensarlo, al menos ahí sabía que estaba la empleada del hogar o los niños.

Lexa firmó a prisa unos documentos que tenía preparados Ontari. Desde que regresó, Lexa pareció haber perdido interés en ella y hacía todo lo posible por llamarle la atención. Aprovechando que la morena estaba revisando uno de los informes, comenzó a darle un masaje, a Lexa le encantaban los masajes, siempre acababan en excitación, pero en ese momento le apartó las manos bruscamente:

_ No Ontari, será mejor que nos limitemos a una relación estrictamente profesional.

_ ¿Qué? _ Preguntó sorprendida_ ¿por qué?

_ Porque me he casado

Ontari se cruzó de brazos ceñuda, años aguantando a la brusca de su jefa y de la noche a la mañana se casa con otra:

_ ¿Tú la que no puede aguantar acostarte con la primera que se te cruza?

Lexa cerró la carpeta, se puso de pie y encaró a Ontari antes de intentar salir del despacho, y dejarla con las ganas:

_ Mi mujer lo vale y mira como si puedo aguantar sin follarme a la primera furcia que se me abre de piernas

Ontari, le agarró de la muñeca y le giró para propinarle una buena bofetada, bueno, de todas las mujeres con la que se había acostado era la única que no lo había hecho, aun:

_ Cuidado Lexa, nadie es capaz de aguantar todo lo que he aguantado yo

Lexa alzó una ceja:

_ Porque has querido, en ningún momento te he puesto un cuchillo en el cuello para que te doblegues a mí_ puso la mano en el pomo y dijo antes de marcharse_ si quieres hacer lo mismo que Ana, ahí tienes la puta puerta y si no, deja de lloriquear y ponte a trabajar.

Flashback

Su hermana intentó convencerla de ponerse un vestido, ni loca se pondría la prenda del infierno. Se puso unos pantalones vaqueros negros con rotos en las rodillas, unas botas militares negras, una camiseta de tirantes en el que ponía AC DC y salía la foto del grupo, una chaqueta de cuero, pero del bueno, nada de imitación, todo lo que era Lexa en su juventud. Como le dijo a Costia, le recogió en su casa a las ocho. Llevaba un ramillete para ponérselo de pulsera. La verdad es que le podían los nervios, desde que se liaron prácticamente aun sin hablarlo comenzaron a salir, no lo iban proclamando a los cuatro vientos, pero tampoco lo ocultaban. Aunque nunca fue santo de devoción para sus padres, ya que era la alumna desquiciada que llevó al borde del suicidio a la chica que dejó embarazada y luego también intentó suicidarse también. Aprovechando que Costia aún no había bajado de su habitación, solo por hacerla un poco de esperar, el padre de la chica, agarró a Lexa de la pechera y la empotró contra la pared:

_ Escúchame bien_ le comenzó hablar entre dientes de forma amenazante_ Si mi hija derrama una lágrima por tu culpa, te pego una paliza, si le tocas un pelo más de lo debido a mi hija, te pego una paliza y te juro que como se te ocurra dejarla embarazada, no tienes mundo en el que puedas esconderte y me dará que seas una tía ¿Capisci?

_ Entendido señor, respetaré a su hija

Dijo Lexa algo cagada de miedo, es que el padre de Costia era un cuatro por cuatro. Este le soltó justo cuando Costia apareció por las escaleras, esta estaba en su mundo, incluso escuchaba en su cabeza la canción de Kiss me de Sixpence None the Richer, con su vestido color rosa claro, su lacito, sus zapatos de tacón y su rebeca a juego del vestido. "La bestia y la bella" pensó para sus adentros Lexa cuando por fin tuvo a Costia junto a ella:

_ Estás preciosa

Sacó el ramillete de la cajita y se lo puso en la muñeca, iba a juego y todo. La ojiverde sonrió y acompañó a su pareja de baile hasta el coche, cualquiera lo diría a comienzo de año, Lexa Woods de caminó al baile con pareja, con una chica guapa y encima virgen. Ya se sabe la típica promesa, lo haré contigo en la noche del baile, aunque eso le daba un poco igual a la morena, lo haría cuando Costia estuviera lista. Solo por si acaso, sí que fue precavida y llevaba condones en la cartera.

Era el primer baile que asistía, lo cierto es que no le emocionaba mucho, la gente seguía sin gustarle mucho, aunque en ese instituto nunca se atrevieron a insultarla o a pegarla, Lexa tenía como una espina clavada que no le dejaba confiar en nadie. Nadie salvo su hermana y Costia:

_ Vamos a bailar

Propuso Costia con entusiasmo:

_ O no, no se me da bien bailar

Decía quejumbrosa la ojiverde mientras se dejaba arrastrar a la pista de baile. Menudo panorama, Costia pegando brincos mientras que Lexa salía de aquella situación bailando la macarena, pasos a lo baile retro y fiebre sábado noche. Costia, se abrazó a su cuello cuando llegó el baile lento, Lexa rodeó con sus brazos la cintura y se movía, patosamente, pero se movía:

_ ¿Te crees Travolta colega?

_ ya te dije que no se me daba bien bailar

_ ¿y qué se te da bien?

Preguntó de forma coqueta:

_ Besar

Costia curvó la comisura de los labios y se puso un poco de puntillas para besar a la ojiverde, cuando otra idéntica a Lexa, más femenina irrumpió a la parejita:

_ Me disculpas hermana, ¿Puedo bailar con mi cuñada?

Preguntó Alicia con una sonrisa de oreja a oreja:

_ Claro_ miró a Costia_ si tú quieres obviamente

Costia negó con la cabeza:

_ Sin problema

_ Genial, así aprovecho y voy al baño

Dijo Lexa dejando a su hermana bailando con su pareja. Había cola para entrar al baño de las chicas y no estaba segura si todas iban a mear, con eso de que siempre iban en grupito, cansada de esperar, salió corriendo de la pista deportiva y orinó detrás de un árbol. Cuando entró ni Alicia ni Costia estaban en la pista de baile, la morena se acercó a una amiga de Alicia:

_ Lauren ¿Sabes dónde ha ido mi hermana?

_ Creo que está detrás del escenario

A Lexa le entró un pequeño tic en el ojo, ahí es donde iban a montárselo los alumnos. Ceñuda se guardó las manos en los bolsillos y se asomó detrás del escenario, evidentemente, ahí estaba Alicia con Costia, no se estaban liando, pero si mantenían una charla de lo más interesante o lo que es para Lexa, traición:

_ Hasta hace unos meses estabas loquita por mis huesos_ decía Alicia entre dientes_ te dije que te daba la cita si eras la pareja de mi hermana, no que jugases con sus sentimientos

_ ¿Quién dice que juego con sus sentimientos? _ respondía Costia empujándola_ tú hermana cuando se la conoce puede llegar a ser mejor que tú

_ Admite que estás con Lexa por descarte, aun te gusto yo y te pierde lo que tengo entre las piernas, dudo que disfrutarías chupándosela, no quiero que sufra por una zorra que busca una copia mía

_ Tú ego no deja mirar mucho más allá de tu ombligo, aquí la única que no merece una hermana como Lexa eres tú

_ A ver si me enterado_ irrumpió Lexa, tan dolida que ni las lágrimas podía ocultar_ En realidad tú proyecto_ señaló a Costia_ era convencerme de ir al baile contigo y todo_ sonrió con ironía_ para salir con mi hermana

Costia empujó a Alicia y se acercó a la otra gemela, que la miraba con el rostro compungido, ya casi echándose la culpa a ella misma por dejar que la tomaran el pelo una vez más:

_ Lexa, déjame explicarte_ le agarró de la mano_ no es lo que crees, yo te quiero

Lexa se soltó de su agarre y se alejó de esas dos traidoras. No quería escuchar más mentiras, estaba cansada. Costia quiso ir detrás de Lexa, pero Alicia le agarró, convenciéndola de que su hermana estaba un pelín inestable en ese momento.

Fin del Flashback

Lexa era una cavernícola, en mayúsculas. ¿Había hecho Clarke las maletas? No, no las hizo. La ojiverde chirrió los dientes, se colgó el bolso de Clarke con su documentación, agarró a la rubia del brazo y comenzó a arrastrarla fuera de la casa:

_ Bueno pues compramos lo que sea en el viaje

Clarke forcejeó, se soltó de su agarre y le escupió en la cara con fuerza, Lexa se sorprendió y se pasó la mano por el rostro, retirándose las babas de la ojiazul, cerró los puños y contuvo las ganas de cruzarle la cara, señaló el coche que esperaba en la entrada:

_ Monta en el coche Clarke

_ No

Lexa se puso con los brazos en jarra y desafió a Clarke:

_ Me repites una y otra vez que me quieres, ahora que me tienes lo único que se te ocurre es mirarme con desprecio

_ Me obligaste a casarme contigo y me has amenazado

La morena le agarró otra vez del brazo, acercándose hasta que sus alientos chocaban en sus caras:

_ Tendrías la puñetera amabilidad de subir al coche, Clarke, por favor

Le dijo de una manera forzada. Clarke volvió a negar, acabando con la poca paciencia que le quedaba a la ojiverde. Esta acabó cargando con ella como si fuera un saco de patatas y no la soltó a pesar de que pataleaba y daba manotazos. Acabó en el coche sudorosa, mientras que Clarke siguió con los brazos cruzados y de morros. Hizo uso de su Jet privado, haciendo varios, trasbordos. En un principio Clarke estaba tan enfadada que apenas se fijaba a donde iban, lo último había aterrizado en Grecia y pensaba que se quedarían ahí:

_ ¿Por qué te has empeñado en venir?

Preguntó la rubia al final curiosa:

_ Grecia es rica en arte_ se encogió de hombros_ de todos los estilos, hasta el arquitectónico, pensé que te gustaría explorar Delfos, aunque nuestra estancia en Grecia será de un par de horas, nuestro destino es la isla de Thassos

Clarke arqueó las cejas y se cruzó de brazos:

_ Ni pienses que te voy a perdonar tan fácilmente, me has obligado a casarme Lexa y prácticamente me has traído a rastras aquí

_ No te hubiera traído a rastras si fueras más colaboradora_ Hizo una señal con la cabeza_ vamos el resto de viaje lo haremos en barco.

La rubia puso expresión de sorpresa, era la primera vez que pisaba otro continente y ya le estaba costando asimilar muchas cosas, lo que no se esperaba es que sería también la primera vez que montaría en barco:

_ ¿Tuyo?

La morena dibujó media sonrisa y negó con la cabeza:

_ Alquilado, desembarcaremos en Thassos, ahí esperará un coche y nos acercará a Astris, nos hospedaremos en Aeolis Thassos Palace

En la puerta del aeropuerto esperaba una limusina, a cada vez le esperaba un vehículo si cabe más lujoso, tampoco se podía contemplar mucho, comenzaba a anochecer y también el cansancio se empezaba a notar. Tanto que Lexa le despertó cuando llegaron al puerto donde esperaba un barco, no muy grande:

_ Nunca he montado en barco_ puso expresión de pavor_ ¿y si volcamos? No sé nadar

_ Yo sí, tranquila_ dijo media sonrisa_ si te ahogas te lloraría un par de días

Dijo con su humor ácido. Sin prever que Clarke metería el dedo en la llaga:

_ ¿también le lloraste un par de días a tu primera mujer?

La media sonrisa de Lexa se borró de su expresión, se miró el anillo de casada, el anillo de su primer matrimonio y puso gesto compungido:

_ La muerte de mi primera mujer me perseguirá el resto de mi vida_ agarró la muñeca de la ojiazul_ vamos, cuanto más tardemos subir al barco, más tardaremos en llegar al hotel, estoy cansada.

Antes de embarcarse, la ojiazul se soltó y encaró de nuevo a la morena:

_ No pienses que vamos a consumar nuestro matrimonio, me lo cosería antes de permitir que me toques un solo pelo

_ Hasta hace un día te morías por acostarte conmigo_ apretó la mandíbula_ Clarke, hasta el momento te respeto, pero piensa que no eres la única en el universo y si las hay que quieren darme lo que mi mujer la estrecha no

_ No me amenaces, me compadezco de toda mujer que pasen por tus manos

Lexa no dijo nada más, se separó unos pasos y dejó que subiera en el barco. Ahora era la ojiverde quien se negaba a hablar. La isla de Thassos no estaba muy lejos, era una de las islas que se encontraban en el mar Egeo. Como había comentado nada más llegar había un coche esperando en Thassos, siguiendo el camino por la costa, Markyamos, Panagia, Skala Potamias, etc así hasta llegar al hotel que estaba en Astris. Clarke temió que Lexa pidiera una habitación con solo una cama de matrimonio, no había mentido cuando dijo que no quería nada con ella. Pero para sorpresa de Clarke, la habitación se componía de baño, una habitación gigante, con una cama de matrimonio, en la pared del frente al lado de la cómoda había un sillón que podía transformarse en cama y al lado una puerta corredera que daba paso al balcón, donde se podía ver la enorme piscina del hotel y más allá el mar Egeo, se podía decir que era mucho más hermoso que la costa de Carolina del sur, era otro ambiente incluso libre de contaminación:

_ La cama de matrimonio para ti, yo dormiré en el sillón

Clarke se sorprendió ante aquello, estaba segura que Lexa reclamaría, bueno lo que un cónyuge de matrimonio quiere, sexo:

_ Voy a pedir algo de comer, no has comido nada en todo el día

_ No tengo hambre_ interrumpió rápidamente_ estoy cansada, quiero ducharme y dormir

Lexa asintió y señaló el baño, para que fuera a ducharse, lo malo de no tener pijama, es que le tocaría dormir con el albornoz y como que le incomodaba un poco, Lexa dormía aparte, sorprendentemente considerada, pero en la misma habitación a fin de cuentas.

Lexa tampoco comió nada y decidió que se ducharía nada más levantarse, habría que comprar un poco de ropa. Así pues, pidió una manta a servicios de habitaciones, y sin importarle una mierda, se quitó toda la ropa, dejando solo sus boxers color negro. Cuando Clarke salió de su al final baño de espuma relajante, es que la enorme bañera resultó tentadora y después de tantas horas de viaje, le vino de perlas. Esta puso sus ojos azules como platos, la morena le estaba dando la espalda y estaba arropada un poco por encima de su cadera, dejando al aire su espalda, a lo largo de esta tenía un tatuaje. Lexa era tan seria que no le había tomado con una persona que se hiciera tatuajes. Reaccionó cuando se dio cuenta que se había quedado como una boba la espalda de la ojiverde. Sin quitarse el albornoz, se metió debajo de las mantas. Habría que comprar algo de ropa ¿qué pretendía Lexa con ese puñetero viaje?

En seguida se dejó vencer por el cansancio, todo bien, hasta que en medio de la madrugada sintió que algo le presionaba, entre abrió los ojos y se encontró con la intensa mirada verdosa de Lexa, Clarke intentó moverse pero esta la tenía agarrada de las muñecas e inmovilizada con el peso de su caliente cuerpo:

_ ¿Pero qué haces? Me dijiste que me respetarías quita.

_ Clarke_ le dijo entre dientes, acercó su rostro hasta apoyar su frente intensificando su mirada_ quieres que te posea, anhelas que lo haga y solo te lo haga a ti

Depositó sus suaves labios sobre los de Clarke, que en un principio rechazó, Lexa estaba loca, pero besaba locamente bien, demasiado bien, besos que retornaron posesivos, como bien había dicho la ojiverde, invadiendo cada resquicio de su boca, dándose por vencida ¿tan débil era ante esa huraña mujer? Al parecer si, quedó liberada de sus muñecas para poder acomodarse, apoyándose en la cama, cuando se coló entre sus piernas notó el roce de su erección en su sexo, inevitablemente húmedo y caliente por la excitación. Lexa gruñó y tiró del cinto que cerraba el albornoz, dejando libre su cuerpo:

_ Oh Clarke, cuanto te deseo

Le susurró con voz ronca, dejando que se escapara un jadeo por parte de la ojiazul que le clavó las uñas en su espalda definida, humedeciéndose más ante las fricciones de su miembro erecto, aprisionado por la tela de sus boxers, durante unos segundos Lexa la miró a los ojos, sus ojos estaban oscurecidos y dilatados:

_ Pídemelo Clarke, pide me sientas dentro de ti, déjame follarte

Clarke extasiada por el aliento caliente de la morena rozar su cara, movió su pelvis en busca de más fricción, siendo débil ante el placer carnal:

_ Si Lexa_ dijo con voz quebrada, mientras que ella misma era quien bajaba los boxers de la morena, liberando su erección de aquella tela que sobraba_ te quiero dentro de mí

_ Oh Clarke_ acabó diciendo mientras le abría más las piernas y tener más acceso, posicionó su duro miembro en la obertura de su sexo y la embistió con el salvajismo que caracterizaba a la ojiverde, haciendo que curvara su espalda y jadeara_ ¿Así Clarke? ¿Así me quieres?

_ Si, ahh

En ese momento sintió como unos toques en su hombro derecho, la ojiazul toda acalorada miró, Lexa ya no estaba encima, si no a su lado, de cuclillas, mirándola:

_ Clarke, despierta

Y de nuevo, su puñetero gozo en un pozo. La rubia ruborizada, se incorporó sentándose, mientras que agarraba la manta y se tapaba hasta el cuello. Lexa dibujó una mirada picara:

_ Si me gimes así mientras duermes dudo que pueda controlarme la próxima vez

La ojiverde tenía el albornoz puesto y el pelo mojado, parece ser que se había duchado nada más levantarse. Ya era la segunda vez que le pillaba teniendo un sueño erótico y para variar con ella:

_ Vístete, he pedido algo de desayunar debes estar hambrienta después de tu sueño movidito

_ No estaba teniendo un sueño guarro si es lo que crees_ comenzó a decir azorada_ al contrario tenía una pesadilla, un chucho grande y sarnoso me estaba siguiendo, no gemía trataba de gritar

Lexa carcajeó y se sentó a su lado:

_ Bueno, pues ahora estás despierta y estás conmigo, no dejaré que se te acerque ningún perro

_ No sé qué es peor

Musitó la rubia. No pareció molestarle a la morena, que volvió a sonreír ¿Ese día se había levantado de buen humor? ¿No había amenazas? ¿Ni casamientos obligatorios? Ya empezaba a temer que le reclamara un heredero Woods:

_ Vamos, te dejo sola para que te vistas, en el balcón está todo, como no sabía que ibas a querer te he pedido de todo un poco_ se levantó_ habrá que ir a comprar ropa y luego te quiero enseñar la Giola, por eso elegí esta parte de la isla, aunque te quiero enseñar todo

_ La Gio... qué

_ Ya verás

Lexa salió al balcón y dejó a Clarke sola para que se vistiera. Se sentía un poco cochina y no por el sueño húmedo precisamente, si no por ponerse el vestido del día anterior, encima resultaba ser su vestido de boda.

Mantente firme Clarke

Se dijo mentalmente la rubia. Que no lograba comprender a la que ahora era su mujer. De día aquello resultaba ser mucho más impactante, era el puto paraíso del mediterráneo. Había muchos huéspedes por lo que pudo contemplar en la zona de la piscina:

_ He pedido desde lo más grasiento_ puso un mohín cómico_ se tu debilidad por la comida poco saludable, hasta lo más dulce_ levantó una tapa_ unas tortitas, yo pedí desayuno tradicional de Grecia, yogur con cereales y un poco de mermelada, un poco de pan tostado con queso y un poco de aceite de oliva_ Clarke se sentó con el ceño fruncido ¿qué bicho le había picado? no se callaba_ dicen que la comida mediterránea es una de las más sanas

_ Lexa_ dijo algo desconcertada_ pareces a la de Múltiple

La ojiverde la miró sin comprender:

_ ¿Múltiple?

_ Si, el tío que tiene múltiple personalidades y da mucho miedo, ayer prácticamente me coaccionaste para casarme contigo, me amenazaste y como si fueras una bestia del paleolítico me arrastraste hasta aquí, solo faltó tirarme de los pelos

Lexa escudriñó el entrecejo, se apoyó en el respaldo de la silla y miró su plato. Parecía el típico gesto que ponía una niña cuando se da cuenta de cuando ha hecho las cosas mal:

_ Me mentiste Clarke_ comenzó a excusarse_ y me enfadé, cuando me enfado hago muchas estupideces

_ ¿Estupideces?_ preguntó alucinada_ romperme la ropa con tijeras, eso es una estupidez, poner una bolsa llena de mierda ardiendo en la puerta de mi casa es una estupidez, pero amenazarme y coaccionarme eso es pasarse y mucho.

_ Bueno no vayas de inocente Clarke, te hiciste pasar por la mujer de mi hermana, eso suplantación de identidad

_ Si, te expliqué las razones y me disculpé_ se introdujo un poco de tortita en la boca, llevaba un día sin comer y le importaba un comino estar discutiendo, podía hacer las dos cosas_ no llamé a un puñetero juez y dije venga, a la aventura de casarnos

_ Lo siento vale_ dijo inclinándose un poco hacia adelante, pasó de sonreír a su eterna expresión de gruñona_ ¿quieres el divorcio? Cuando regresemos te lo doy con mucho gusto_ levantó las manos en son de paz_ ahora, disfrutamos de nuestra no luna de miel

_ Genial Lexa, bravo_ la ironía perdía un poco de calidad, solo porque tenía la boca llena de comida_ eso demuestra mucho tu inmadurez_ puso una vocecita de pito_ Clarke me ha mentido, ahora me enfado y no respiro

Lexa dibujó media sonrisa, Clarke era muy chistosa así:

_ Terminemos de desayunar y vayamos a comprar ropa

_ Cuidado, no vayas a acusarme de que me compras cosas y de que voy detrás de tu fortuna

La morena negó con la cabeza:

_ Ahora aunque sea solo sobre en papel eres mi esposa, todo lo que es mío te pertenece también

Clarke achicó los ojos:

_ Cuidado múltiple, que te sale la personalidad demasiado solidaria

Lexa carcajeó y siguió desayunando. A la ojiverde también le apretaba el hambre, prácticamente, se pasó casi todo el día anterior con la adrenalina a tope. Punto uno, estaba muy enfadada, punto dos, Clarke nunca fue de su hermana, punto tres, quería a Clarke para ella sola, punto cuatro, le importó tres pares de narices usar la coacción para conseguirlo, obviamente como había dicho antes, cuando se enfadaba hacía muchas estupideces, el último punto de todos, por muy hija de puta y gilipollas que fuera, nunca le faltaría el respeto, ya fuera porque Clarke no quisiera tener relaciones sexuales ni mucho menos las buscaría por otro lado, no mientras estuvieran casadas. 

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