Capítulo 12Monstruo

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     Raven se acercó a la mansión Woods en taxi, ni que decir que estaba boca abierta, que caserones, así normal que en cuestión de cinco días ya anduviera perdiendo las bragas por la ricachona gruñona. La mansión Woods era una de las más grandes incluso en extensión, en jardines, tenían un puñetero establo y una pista de polo. Aún no se había alojado en ningún hotel, fue directa con el macuto en las espaldas. Cuando llamó al timbre, alucinó pepinillos cuando le abrió un mayordomo vestido de pingüino:

_ ¿Puedo ayudarla en algo señorita?

_ Santo chichi_ dijo dejando el macuto en el suelo y dándole la mano al mayordomo_ que educao el pingüi, soy Raven amiga de la señora Griffin, me envió para que hablara con la señora de este pedazo de choza

Ahora quien alucinaba pepinillos era el mayordomo, que estupefacto dejó pasar a la castaña y le pidió que por favor esperara ahí en el pasillo. Raven cotilleó las fotos, los cuadros, las figuritas de porcelana que debía costar una fortuna:

_ Coño, unaen esta casa se pierde 

 _ Por eso hay un mapa en cada planta_ Raven se sobresaltó al escuchar a Indra por su espalda_ ¿La amiga de Clarke?

_ Para servirle señora Woods

Hizo un cómico saludo militar, Indra arqueó las cejas, que mujer más enérgica, perfecta para los niños que también lo eran. La mujer se percató en la maleta de la recién llegada, esta al fijarse en la mirada de la mujer:

_ No se preocupe, acabo de llegar a Carolina del Sur y quise venir directamente hablar con usted, luego me buscaré un lugar barato que me puedan rentar

Indra negó con la cabeza:

_ Clarke me ha hablado muy bien de usted señorita Reyes, es como una hermana para ella, eres bienvenida en esta casa_ hizo una señal a una empleada y ordenó a la sirvienta_ Llévese las cosas de la señorita Reyes a la habitación de invitados_ miró a Raven_ vamos le presentaré a los niños, ha llegado en buena hora, están desayunando

Raven forzó una sonrisa Oh si los monstruitos, como bien le dijo en su día, los niños no se le daban bien, al contrario, ni sabía cómo funcionaban y se repelían mutuamente. Al menos agradeció que estuvieran algo crecidos y no hacía falta cambiarle de pañales. Bueno, solo hacía falta esperar a que Clarke regresara de su luna de miel infernal, al menos así se lo había dicho justo antes marcharse.

Clarke sintió que algo le rozaba en la mejilla, entreabrió un poco los ojos, encontrándose con la mirada verdosa de Lexa, esta estaba muy cerca y le acariciaba la mejilla con adoración. La rubia sonrió, ¿a quién no le gusta que le miren así? La morena rompió la poca distancia que había hasta chocar sus labios, Clarke pasó una mano por detrás de su nuca, para intensificar ese beso que ya de tan de mañana la derretía, Lexa hizo de tripas corazón y se separó un poco, ignorando a esos labios que tanto la reclamaban:

_ Juré que te respetaría Clarke, pero no puedo más, mi autocontrol tiene un límite y te quiero mía_ escondió su rostro en el cuello de la ojiazul y se deleitó con su aroma_ déjame sentirte, déjame adorarte Clarke

Terminó siguiendo un camino de besos húmedos y caricias con su lengua juguetona por su cuello, haciendo un llamamiento a todas esas terminaciones nerviosas que había en esa zona, consiguiendo que la piel de Clarke se le pusiera de gallina, gimiendo al sentir como empezaba a palpitar su entrepierna de excitación, la ojiverde se dispuso a bajar los besos por su escote, cuando fue la misma ojiazul quien tenía que hacer de tripas corazón y empujar a la ojiverde:

_ Lexa...

_ ¿Qué Clarke? Tú me deseas y yo te deseo_ la acarició los labios con el dedo gordo_ ¿qué hay de malo?

_ Eres una mujeriega Lexa, no quiero ser otra más a la que hagas llorar, tengo sentimientos y ya bastante he perdonado

La ojiverde le agarró de las manos y las acercó su pecho, justo donde latía su corazón, latía fuerte, tan fuerte que amenazaba con salir de su pecho de un momento a otro:

_ Sí, soy tozuda, impulsiva y en ocasiones mala, pero dentro de mi pecho late un corazón que ha sido pisoteado, apaleado y humillado infinidad de veces, tú te proteges para que no te haga daño, yo llevo protegiéndome años y aun así, después de todo te he dejado entrar, Clarke

_ En mis sueños no suele haber declaraciones de este nivel

Musitó la rubia:

_ ¿Qué?

Clarke no dijo nada, aferró las mejillas de Lexa y la atrajo para fundirse en otro beso más apasionado, llevando ahora las riendas al quitarle la camiseta de tirantes y quiso seguir desnudando ese cuerpo caliente, pero en esta ocasión fue Lexa quien le paró:

_ No, Clarke espera

_ ¿Qué?

Preguntó quejumbrosa la rubia cuando la ojiverde le detuvo las caricias que estaba ejerciendo por encima de esa tela que aprisionaba su dura erección. Lexa acarició a Clarke:

_ Déjame intentar hacer una cosa_ ahora era Lexa quien tomaba las riendas, procediendo a desnudar a la ojiazul, que de rodillas sobre la cama alzó los brazos mientras que la morena le quitaba el camisón. Lexa fijó su mirada oscurecida en sus senos_ joder Clarke

Clarke sonrió, ya sabía a qué se refería, por algo su nombre artístico era Miss Cocos:

_ Lo sé

Lexa también se puso de rodillas y retomó los besos por ese cuerpo caliente y lleno de curvas peligrosas, sus caricias eran suaves por su cuerpo, lento, buscando, despertando cada terminación nerviosa, hasta llegar a las puntas sonrosadas de la ojiazul, suspirando sonoramente cuando Lexa pasó sus dedos gordos por sus pezones erectos, bajando sus besos hasta introducirse el pezón izquierdo en la boca, Clarke enredó sus dedos en el pelo de Lexa y curvó su espalda mientras gemía, sintió la presión que ejercía la morena, indicándola que se tumbara, de nuevo con el cuerpo tendido sobre la cama, Lexa pasó a lamer, chupar y succionar su otro pezón:

_ Si, Lexa ahh

Decía alzando la cadera en busca de más fricción. Lexa, de una forma dulce fue bajando sus besos por su abdomen, acompañada de sus caricias, como si adorara su cuerpo de todas las formas posibles, hasta llegar a su sexo, por encima de las braguitas, mojadas por la excitación, estaba siendo tan considerada, se la imaginaba más brusca, más bestia. Lexa le dio un pequeño mordisquito en su monte venus, excitándola y desesperándola más, Clarke alzó su cadera, cuando esta apartó un poco la tela a un lado y siguió besando, sus muslos internos, sus labios mayores, pasó su lengua por los labios menores, recogiendo los flujos que emanaban de su obertura, sabía extremadamente bien, como si quisiera alargar el momento, llegando al clítoris en último lugar, cuando cada terminación nerviosa de esa zona había sido despertado, estimulando su prominente clítoris, haciendo que Clarke jadeara y alzara la cadera cuando empezó a torturárselo con su lengua ágil, haciendo pequeñas succiones de vez en cuando, ni que decir, Clarke estaba viendo las puñeteras estrellas, si no era el mejor sexo oral se le acercaba, su sexo reclamaba más placer, de eso estaba segura la ojiverde, aun así prefirió seguir dándole placer con su lengua, hasta que Clarke acabó estallando entre sonoros jadeos, temblando ante el orgasmo que tanto necesitaba. Lexa juntó sus piernas y le quitó la prenda que le quedaba y tanto sobraba, abrió sus piernas de nuevo y con los dedos buscó su obertura, deslizando en su interior dos dedos, a la vez que acallaba su jadeo con un beso, embestidas suaves, matando de placer a la rubia, que se abrazó a Lexa y le clavaba las uñas en la espalda:

_ Ah Lexa

Qué manera de tocar todos los puntos para enloquecerla. Lexa no dejaba de mirarla a los ojos, Clarke era tan sexy cuando la gemía así, notó como sus dedos comenzaban a estar aprisionados y luego las pequeñas convulsiones de las paredes vaginales, regalándole su segundo orgasmo, Lexa sacó de su interior los dedos impregnados de su flujo y la posó en su muslo, mientras que sus labios se reencontraban y exploraban las bocas:

_ Me has mirado ten todo momento_ decía casi sin aire la rubia_ y me has besado, has roto tus normas

Lexa negó con la cabeza:

_ Contigo no necesito normas

Respondió moviendo la pelvis, rozando su dura erección contra su sexo, ambas con respiración entrecortadas, Clarke rodó hasta quedar encima de Lexa y siguió moviendo la pelvis, Lexa seguía teniendo los pantalones del pijama, el único obstáculo que se interponía entre el contacto directo de ambos sexos. Clarke algo menos paciente que Lexa, fue descendiendo sus besos, tiró lentamente de la goma del pijama, liberando su pene erecto:

_ Joder, Lexa

La morena curvó la comisura de sus labios, no era la primera mujer que la escuchaba decir aquello, y es que no era lo mismo palpar y que mirar:

_ Lo sé

Bueno, Lexa se esperaba a una chica normalita, con la experiencia de haber estado con un hombre y una mujer, al menos eso es lo que le contó Clarke, lo que no tenía ni puta idea es que en esos momentos estaba tratando con Miss Cocos, primer punto importante, la mirada, Lexa flipó con la mirada desafiante y sexy de Clarke, punto dos, no fue al grano como hacían todas, Clarke empujó su pene erecto contra su abdomen, teniendo más acceso a los testículos, acariciando su lengua por el escroto, sobre todo por la línea divisoria invisible que los separaba, punto tres, fue subiendo lentamente, dedicándose por secciones, provocando cantidad de sensaciones distintas, Lexa suspiró, eso era nuevo y mira que le habían hecho sexo oral, la ojiverde lo achacó a la mirada de Clarke:

_ Dios Clarke

Movió la pelvis cuando su lengua juguetona y experta llegó al frenillo, hizo circulitos por el glande, despertando todas las terminaciones nerviosas que había ahí, poco a poco se fue introduciendo su miembro en la boca. Lexa jadeó y echó la cabeza hacia atrás, ¿a quién no le gustaba el sexo oral? A Lexa le perdía y encontraba pocas mujeres capaces de hacérselo, quienes se las había hecho o iban con miedo o con cara de asco, siguiente punto, Clarke no, parecía disfrutar de los gestos placenteros que ponía Lexa, que le empujó un poco:

_ Clarke para, aun no me quiero correr

Tumbó boca arriba a Clarke y abrió sus piernas para tener mejor acceso, posicionando su miembro en la entrada y se deslizó en su interior con suavidad, ambas gimieron, apoyada con los brazos estirados, comenzó a mover su pelvis, mirando en todo momento ese color azul que tanto le atrapaba, Clarke tenía sus manos en los duros glúteos de Lexa, incitándola a que siguiera. En un principio la ojiazul al ver el tamaño, pensaba que no le daría juego, ya que era de las que decía que mejor una pequeña y juguetona que una grande y torpona, al parecer la ojiverde si sabía lo que se hacía, no era solo un dentro y fuera, lo hacía de la mejor manera para rozar su zona g, hasta el punto de que un tercer orgasmo azotó el cuerpo de la rubia casi sin previo aviso. Lexa apretó su mandíbula, salió de su interior y se corrió en su abdomen y parte de su pecho:

_ Lo siento, voy a por papel espera

Clarke ni se enteró lo que le había dicho, ella estaba en el séptimo cielo, sonriendo bobalicona, mirando al techo de esa habitación. Tres orgasmos, tres puñeteros orgasmos, ahora entendía porque las mujeres caían de nuevo a los brazos de Lexa, aun después de hacerlas llorar. Regresó del baño con un poco de papel y le limpió, disculpándose una vez más:

_ Lo siento Clarke

La ojiazul extasiada miró lo que estaba haciendo y esbozó una carcajada:

_ no pasa nada_ dijo quitándole el papel de las manos y terminando de limpiarse_ a estado bien

Lexa dibujó una sonrisa y dio un tierno beso en la mejilla de Clarke:

_ Eres la primera en años a quien le hago el amor_ puso expresión de pavor_ no me lo pagues con una traición porque te llevarás lo poco que me queda

Clarke abrazó a Lexa, su gruñona que tanto le había dicho aun sin decir esas dos palabras que lo mueven todo, aun sin decirlas en voz alta le había demostrado mucho, no era una medalla más, era su arma de doble filo, esa que podía dañarla hasta el punto de querer morir. Lexa Woods no era fuerte, agarró las muñecas de la morena y besó sus cicatrices, las primeras que dejó la primera mujer a la que dejó entrar en su vida:

_ Lexa tienes que saber una cosa_ dijo mirándola con miedo, la primera vez que le pilló una mentira le obligó a casarse con ella_ Una de las razones por las que me hice pasar por alguien que no soy_ la ojiverde comenzó a tensarse_ es porque un hombre malo me matará si descubre que sobreviví a ese accedente

Lexa se movió algo nerviosa:

_ ¿Cómo qué un hombre malo?

_ Alguien para quien trabajaba y me explotaba_ no entró en muchos detalles, Miss Cocos la avergonzaba un poco_ sexualmente

Bueno explotarla, lo que se dice explotarla no, estaba segura que si se hubiera ido sin robar un dólar de Pike no pasaría nada, pero como que la rubia también tenía su vena impulsiva y cometía muchas idioteces. El momento romántico y bonito post coital se fue a la mierda cuando Lexa Woods puso su expresión de enfado, le agarró de su mentón:

_ Si eso es cierto, Clarke_ decía entre dientes_ juro que si me le cruzo un día le mato_ juntó su frente_ o incluso si me lo pides ahora, mando a un sicario, solo tienes que decirme su nombre y donde vive, solo eso para dejar de vivir con miedo

_ NO_ dijo Clarke sorprendía_ ni vas a matar a nadie, ni mucho menos mandaras a ningún sicario, no en mi nombre, Lexa

_ Solo quiero que estés a salvo Clarke, quiero que seas feliz, vivir libre de miedo

_ ¿por qué no pides algo de desayunar mientras yo me ducho?

_ Claro_ le dio un beso en la frente_ dúchate

Lexa Woods la quería, de eso no había duda, Lexa Woods era capaz de matar por protegerla, eso era entre romántico y aterrador. ¿Qué hacer cuando regresen del viaje? ¿Seguir con ese matrimonio prematuro? O ¿divorciarse? Lo que más abundaba en la cabeza de Clarke eran dudas. ¿Qué pensaría Lexa si las verdaderas razones por la que la buscaban era por robar? ¿qué pensaría si descubre que Pike no la apuntaba con un arma para hacer esas películas?

Flashback

Cuando Lexa puso un pie en la mansión Woods, toda apestosa a alcohol y desaliñada, Indra hizo lo que nunca se había atrevido hacer, cruzarle la cara:

_ DOS DÍAS FUERA DE CASA, HE LLAMADO A TODOS LOS HOSPITALES A LA POLICÍA_ vociferaba la madre de esta_ ¿DÓNDE ESTABAS?

_ Salí, necesitaba desconectar de la mierda de vida que me ha tocado_ respondió con lengua torpe, aun le duraba la borrachera_ Castígame ya y déjame dormir.

_ Lexa, el alcohol no es la solución, solo tienes que tomar ejemplo de tu padre

La ojiverde comenzó a reír con ironía:

_ Mi padre ¿Qué padre? El que me reniega y me llama engendro_ hizo un gesto con la mano_ me voy a la cama

Se fue tambaleante hasta su cuarto, bueno, lo intentó, no se había dado cuenta de lo grande que era esa casa hasta ese mismo instante:

_ Eh_ le dijo a una de las jóvenes sirvientas que pasaba por el pasillo_ Ayúdame a encontrar mi habitación que se ha perdido

La chica asintió y le ayudó carchando con la ojiverde, que no paraba de tararear y si no maldecir y de nuevo tararear, contar algún chiste malo y por último a maldecir de nuevo, al quarterback que le jodió durante años de juventud, a su hermana por no haber estado, a la primera mujer con la que estuvo y con la que sueña casi todas las noches:

_ No por amor, no_ se le escapó una lágrima mientras se mantenía abrazada a la sirvienta que abría la puerta de su habitación_ el remordimiento, yo solo quería que experimentaran el dolor que sentía al ser humillada_ No tenía ni idea, ahora mismo sería madre ¿sabes?

La chica dejó a Lexa en su cama y asentía a todo lo que le decía:

_ Mi odio mató a mi hijo, mi padre tiene razón soy un engendro

_ No digas eso señorita Woods_ dijo la chica apenada sentándose a su lado y agarrándole la mano_ aun es joven y tiene toda la vida por delante

_ ¿Tan horrible soy de querer? _ miró con rostro compungido a la chica_ Cuando creo haberme enamorado, la trato como una reina y ¿qué descubro? Que soy el segundo plato

_ No piense así, seguro que conocerás a más mujeres que te encuentren atractiva

Lexa tenía el rostro humedecido por las lágrimas, miró a la chica, ¿Qué tendría dos años más que ella?, no es que fuera una modelo, tenía un poco de acné y el pelo rebelde, le retiró un mechón, la sirvienta se movió algo incomoda, pero le estaba mirando con expresión de cachorro abandonado que le estaba dando mucha pena:

_ ¿Y a ti? ¿te parezco atractiva?

_ Señorita no estaría bien visto que me fijase en ti_ Lexa comenzó acarició su cuello con la punta de su nariz_ eres la hija de mi jefa

_ No es eso lo que te he preguntado, si o no, algo tan sencillo como eso_ acarició su pierna_ prometo no enfadarme_ le depositó un suave beso en el cuello_ no haré nada si tú no quieres

_ Y no harás nada_ interrumpió Alicia, la sirvienta ruborizada se levantó de la cama y salió de la habitación_ Esto no es propio de ti, Lexa o espera_ decía con enfado_ si es muy propio de ti, ahora me enfado y odio al mundo, habla Lexa la comunicación a lo mejor te ayudaría a sacar todo lo que tienes guardado dentro

Lexa le ignoró, se tumbó dándole la espalda:

_ Ve en busca de otra chica para que me engañe

_ Lo siento vale, solo quería que tuvieras un recuerdo bonito del instituto

_ Déjame Alicia, ve a darle esa cita que tanto desea que le des mí no novia.

Alicia se sentó a su lado y le puso la mano en su hombro:

_ Costia no me quiere a mí, te quiere a ti, se enamoró de ti ¿por qué no descansas y luego la buscas? Seguro que la recuperas

Lexa la miró un poco por encima de su hombro:

_ ¿Es verdad eso?

Alicia asintió:

_ Ahora descansa y será mejor que no te encuentre otra vez queriéndote tirar a las sirvientas.

Fin del Flashback

Pero que energías tenían esos renacuajos, que si jugar a las princesitas, que si jugar al béisbol, que si ahora cuéntame un cuento, al escondite, ostias eso era horrible. Raven acabó reventada:

_ ¿Qué les dan a esos niños? ¿Farlopa?

Decía cayendo desplomada en su cama, que por cierto era súper cómoda, era como estar acostada entre nubes de algodón. Sacó su móvil y mando un mensaje a Clarke:

"Espero que estés pasando por el mismo infierno que yo"

Clarke no leería ese mensaje hasta el día siguiente, ya que comenzaba a vivir su luna de miel y no dentro de la habitación de hotel como pretendió por la mañana. Al final siguieron con su turismo en esa Isla. Fueron a ver el Templo de Athena, era increíble que solo una Isla como esa era rica en monumentos arqueológicos. Incluso algo tan clásico de otro tiempo, podía llegar a ser incluso más romántico que el típico viaje a París y la Torre Eiffel:

_ Y pienso llevarte a París_ le dijo Lexa abrazándola cuando Clarke hizo el comentario_ para que conozcas el museo la Louvre, viajaremos a Madrid para que conozcas el Museo del Prado, a cualquier sitio que quieras ir, te llevaré a conocer todo el arte del mundo

_ ¿Cómo pretendes hacer eso si te pasas media vida trabajando?

_ Pues empiezo a delegar

_ ¿Aden y Anya?

_ Viajaremos cuando ellos estén de vacaciones escolares

Qué forma de hacerla derretir, Sonrió bobalicona respondiendo el abrazó de la ojiverde, que se inclinó para besar sus labios:

_ En momentos como este no quiero que el viaje acabe

_ Durará todo lo que tú quieras, Clarke_ la estrechó entre sus brazos_ solo tienes que pedir por esa boca

_ Sexo mañanero y ya tengo a Lexa Woods a mis pies

Dijo con mofa Clarke, la ojiverde rio entre dientes:

_ Pero si ya me tenías a tus pies sin necesidad de abrirte de piernas, desde la primera vez que te vi en la cama de un hospital, comenzaste a atraparme.

_ ¿eso es posible? Porque sinceramente en un principio me pareciste una gilipollas superficial que no tenía en consideración a nadie.

_ Cuando la vida se empeña en darte una de Cal y otra de arena, Clarke o te conviertes en un persona fuerte y aprensiva o te consumes en tu propio odio que se acumula en tu interior. Intento ser buena porque tú me dijiste que puedo serlo, pero tienes ante ti el mayor monstruo con el que te has podido cruzar. 

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