Capítulo 4Cerda

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       Lexa se levantó temprano, se puso un conjunto de deporte Adidas, los pantalones eran anchos y cómodos, ya que cuando hacía deporte le era más cómodo no ponerse ropa interior, como solía hacer casi todas las mañanas, usaba la cinta de correr hora y media, empezaba lento y subía la velocidad, mientras se ponía los cascos y escuchaba música. A diferencia de su madre, la ojiverde tenía contratada a una chica para todo y esa mañana fue temprano a trabajar. Lexa no era exigente con uniformes, dejaba que la chica limpiara como le diera la gana y esa mañana llevaba un vestido ajustado y se le veía la ropa interior cada vez que se inclinaba a delante cuando limpiaba las mesas y muebles. Lexa no era imbécil, era consciente de que intentaba provocarla, dibujando una sonrisa traviesa. La asistenta era de buen ver, como casi todas las chicas que solía emplear, en eso reconocía que era algo superficial, ya que las tenía a su alrededor tener buenas vistas.

Clarke bajó para desayunar algo, le estaba entrando el hambre. No pasó desapercibido las provocaciones de la sirvienta, inclinada y mostrando toda su intimidad, frunció el ceño al ver la cara de deleite de la ojiverde, ninguna parecía reparar su presencia. Puso un mohín de asco y se fue a la cocina, se le quitó las ganas de comer cuando escuchó a Lexa:

_ Carmina_ paró la cinta de correr_ ¿puedes cambiar las sabanas de mi cama? _ La rubia arrugó la nariz e hizo una arcada cuando asomó la cabeza y vio como Lexa le indicaba que le acompañaba_ ven te diré cual quiero que pongas.

En cuanto vio que subían por las escaleras Clarke apretó los labios y llamó enseguida a Raven. De repente tenía ganas de gritar y despotricar:

_ Clarke por dios_ Respondió Raven_ Ayer me tenías preocupada

_ Es una cerda Raven_ comenzó a decir mientras caminaba de un lado para el otro_ es que le da igual que esté en la misma casa

_ Me acabo de perder

_ De Lexa, de mi cuñada de pega, siempre hace lo mismo, tontea se las folla y si te he visto no me acuerdo, utiliza a las mujeres_ no quería ni subir a saber lo que escucharía_ no lo entiendo, ¿Es que nos odia? Ayer parecía tan encantadora y tan mona

_ Clarke_ Interrumpió Raven_ ¿estás celosa?

Clarke puso expresión ofendida y negó con la cabeza, como si la castaña pudiera verla:

_ No, ni hablar voy a estar celosa y menos de esa desconsiderada

Lexa siguió hasta la habitación a la sirvienta, que ya sabía lo que su jefa buscaba, no sería la primera vez y se moría por sentirla. Dentro de la habitación se le acercó por la espalda, pegando su pelvis en el trasero de la chica, para que notara su erección, esa que había provocado su ropa interior de encaje, hizo a un lado su cabello y acercó sus sexys labios a su oído:

_ Estoy tan contenta por tus servicios que me atreví a subirte el sueldo_ se le agitó la respiración cuando la chica comenzó a restregar su culo contra su erección_ ¿te gustó que lo hiciera?

_ Si jefa, mucho

Lexa puso las manos en su cintura, moviendo también la pelvis:

_ ¿Cuánto?

La chica sonrió traviesa dándose la vuelta, para mirar sus labios, otra chica que conocía las reglas al dedillo, nada de mirar a los ojos, nada de besos en la boca, bajó su mirada hasta su erección. Se mordió el labio inferior y lentamente le bajó el pantalón, no tardó en atender la urgencia de su jefa al agarrar su pene y comenzar a masturbarlo. Lexa cerró los ojos echó la cabeza hacia atrás suspirando sonoramente:

_ O joder_ le paró agarrándole de la mano_ espera, así en seco es un poco incómodo_ abrió el cajón de la mesilla y sacó un bote de lubricante, se sentó en la cama y se lo dio a la chica_ me dijiste que el sexo oral no te gustaba

La chica se sentó a su lado, se vertió un poco de lubricante en su mano dominante y siguió dándole placer, masturbando su miembro. No es que fuera toda una experta, era básica y algo aburrida, pero por quitarle el calentón le servía, se tumbó jadeante:

_ acelera un poquito_ ordenó, no debía conocer mucho de la anatomía, porque acariciaba justo la zona donde menos terminaciones nerviosas había, eso ralentizaba el orgasmo, así que, con su sutileza de flor delicada, agarró su mano y le enseñó_ joder no hay que tenerlo miedo es una polla

Le guio los movimientos que al menos cubría y friccionaba las zonas más sensibles y placenteras, el frenillo, el glande y se olvidase de solo subir y bajar la mano por el tronco:

_ Así, sí, me corro

Y la chica lo deseaba, no porque le excitase la idea de que se corriera en su mano, la excitación se le esfuma a cualquiera cuando la tratan de inútil hasta para masturbar, parece que se le había olvidado que fue un mes atrás en esa misma cama donde le había desvirgado, sabanas que luego le tocó limpiar de la pequeña mancha de su propia sangre. A punto de correrse le quitó la mano:

_ Levántate el vestido y túmbate en la cama

Carmina frunció el ceño desconcertada, aun así, acató las ordenes de Lexa, esta se puso de rodillas y se masturbó con ritmo acelerado, jadeando sonoramente hasta que se corrió en el abdomen de la chica:

_ Joder

Dijo con un poco de relajación. Frunció el entre cejó cuando vio que la chica tenía ganas de llorar. Lexa se puso de pie, se subió los pantalones y le tiró la caja de servilletas que tenía junto a los lubricantes:

_ Límpiate y cambia las sabanas_ dijo con cierta frialdad_ ahora se me pone a llorar

Musitaba, mientras salía de la habitación y bajaba a la cocina para tomar un vaso de zumo. ¿Qué esperaba? ¿Poemas en el oído mientras la follaba? Ya le había subido el suelo, otra cosa no podía darles. Era como era maldita sea y bien lo sabían, aun así, siempre acababan haciéndola lo mismo, lágrimas de cocodrilos como si hubiera decepcionado. Carmina no era la única mala cara con la que tendría que lidiar, Clarke estaba sentada, con los brazos cruzados, mirando con cierto enfado a la morena:

_ ¿Qué te hecho ahora Clarke?

_ Eres tú quien no para de decir que no quieres que tus hijos den guerra a tu madre_ alzó las cejas_ bien has aprovechado su ausencia para follarte a tu sirvienta

La conversación se vio interrumpida cuando la chica pasó con las sabanas en los brazos, para meterlas en la lavadora, la ojiazul no pasó desapercibido que la sirvienta había estado llorando, en el momento que volvió a marcharse para seguir limpiando el piso de arriba, Clarke siguió con su indignación:

_ Ayer me preguntaba cómo era posible que a tu hermana la quisieran tanto y que apenas se acercara nadie a ti_ Lexa la miraba y de vez en cuando bebía de su zumo de naranja_ Alicia no hacía eso

Lexa carcajeó como si le hubiera contado el mejor chiste del mundo. Eso consiguió que Clarke se encendiera mucho más, le quitó el vaso de la mano y comenzó a empujarle:

_ Te escondes detrás de una armadura, mirando tu propio ombligo mientras gimoteas y solo con eso crees que te da derecho a pagarlo con los demás, las mujeres precisamente_ Lexa le agarró de las muñecas para que parase de empujarla_ no somos basura, no somos objeto ni un cochino negocio, las mujeres no solo estamos para dar placer, me das asco, la gente como tú me da asco_ La morena no decía nada, ni se movía un centímetro_ Di algo

_ Estoy enfadada

_ Encima creerás que tienes la razón...

_ No Clarke_ le cortó, tragó saliva, le soltó las muñecas y acarició su mejilla_ me das a entender que te han utilizado y eso me enfada muchísimo

Esta vez era la rubia quien se tensó, agarró su muñeca para apartar su mano de su rostro, cuando notó los relieves, curiosa miró, siempre la había visto arreglada con sus trajes de ejecutiva caros, con los brazos tapado esperaba encontrarse con esas marcas, cicatrices de un profundo corte oblicuo que abarcaba las venas. Con el ceño fruncido agarró su otro brazo y miró, también tenía la misma cicatriz:

_ Estupideces que cometí cuando era una adolescente

Explicó mientras se soltaba de su agarre. Acarició su hombro cálidamente:

_ Me voy a duchar y a por los niños_ paró en seco y añadió_ he pensado llevarlos de visita al planetario ¿te gustaría venir?

Clarke la miró algo atónita, prácticamente le había gritado que le daba asco:

_ Te he gritado y te he insultado

Lexa se encogió de hombros:

_ ese es mi pan de cada día desde que tengo uso de razón, solo que tú tienes motivos para gritarme, no me puedo enfadar con alguien que lleva la razón_ bajó la mirada y se giró para marcharse_ déjalo solo era una propuesta

Flashback

La relación familiar se resentía, Alicia culpaba a Lexa de ser quien separaban a sus padres e Indra, aunque intentaba no hacer distinciones, trataba de cubrir la falta de cariño que sufría Lexa por parte de su padre. Alicia si veía a su padre y compartían momentos padre e hija, era todo un encanto, el padre perfecto. Pero Lexa, erradicó su existencia. Indra, para que su hija no se odiara por haber nacido así, buscó un profesional que le ayudara a entender de que no había problemas. Aunque antiguamente no era conocido como intersexual, le convenció de que era hermafrodita y que no era malo. Incluso pareció entenderlo durante una temporada y aceptarlo. Aceptó que el ignorante era su padre. Hasta que comenzó el instituto, a pesar de definirse como mujer, el que le atrajeran las chicas no pasaba desapercibido. Pero era tan tímida que no hablaba con ninguna.

Beth Webber, capitana de las animadoras, la típica Barbie superficial que salía con el quarterback del equipo de futbol. Fue una de las primeras en desarrollarse muy bien y no pasaba desapercibida para los chicos, tampoco lo hizo para Lexa Woods. No se le daba bien los deportes, así que acababa encargándose de toallas sucias o de hacer de la mascota del instituto. Odiaba el teatro, odiaba la fotografía casi todas las actividades extraescolares que pudieran subirle la nota.

Una tarde estaba en el vestuario de las chicas, recogiendo las toallas, escuchando t.a.t.u - All The Things She Said para entonces era lo más, por lo menos para Lexa. Cuando notó que alguien le daba unos toquecitos en la espalda. Beth Webber y ¡desnuda! Bueno, iba tapada con una toalla, Lexa se quitó rápidamente los cascos de la cabeza:

_ se te ha caído esta toalla

Lexa sonrió tontamente, Beth Webber, la capitana de las animadoras, le estaba hablando y toda desnuda:

_ Gracias

Cogió la toalla y la echó al enorme carro. La chica amablemente le acarició el brazo:

_ De nada Lex

Beth Webber, le había hablado, desnuda y sabía su nombre, todo su interior se moría de emoción, demasiada emoción para una adolescente con las hormonas revolucionadas, la ojiverde ni se percató que cierta parte su anatomía también se emocionó más de la cuenta. Los ojos de la animadora no tardaron en desviarse a esa dirección, poniendo ojos como platos y comenzando a reírse. Lexa ruborizada, agarró el carro y se fue mientras escuchaba los carcajeos de la animadora.

Aquel incidente le acarreo problemas, siempre había hecho por ocultar su condición en el instituto. Quería pasar desapercibida, al parecer, salió del armario de la peor manera posible, si alguien es invisible, puede tener una experiencia más o menos normal en el instituto, si alguien es popular, la experiencia puede llegar a ser divertida en algunos aspectos, pero cuando alguien se convierte en objeto de burla, esa experiencia académica puede ser el infierno en la tierra. Lexa el bicho raro tímido, pasó a ser Lexa, el bicho pervertido. Ninguna chica dejaba que se le acercara, la miraban con repulsa y los padres de algunas alumnas se habían quejado, para que no le permitieran entrar en el vestuario femenino, el tema es que los chicos tampoco la querían en su vestuario, teniendo que cambiarse en el cuarto de baño y si aquello no era suficiente humillación, el que se excitara con la novia del quarterback no ayudaba, algunos del equipo la acorralaron en uno de los baños:

_ Por favor, Tom_ le suplicó mirando al suelo_ yo no he hecho nada, déjame ir

_ ¿Qué no has hecho nada? _ preguntó con chulería_ te has excitado mirando a mi novia engendro_ le dio un pequeño empujón_ ¿Qué eres? ¿una especie de experimento fallido?

Los chicos que le acompañaban le reían las gracias. El capitán del equipo hizo una señal con la cabeza para que le agarraran de los brazos y lo que ellos consideraban una broma, para Lexa resultó de lo más humillante, cuando Tom le bajó los pantalones. Bueno, dejaron anonadados a los chicos e incluso sin que Lexa lo intuyera, les hirió un poco el ego:

_ Joder tío_ susurró uno_ pero si parece una tía

El capitán gruñó, casi de frustración y enfado ¿por qué? En esos momentos Lexa no lo sabría, este le agarró de la melena y le arrastró hasta uno de los retretes y le obligó a meter la cabeza en la taza del váter y tiró la cadena. Fue asqueroso, poco higiénico y terminando de avergonzar a la ojiverde, al querer meter la cabeza otra vez en la taza del váter, calcularon mal y le dieron contra el asiento, partiéndole el labio. Lexa no suplicaría, la primera vez no sirvió de nada:

_ Quédate con la copla Woods, esto es lo que te espera cada día de tu insignificante vida y si te atreves a decir algo, juro que esto no será nada por lo que puedo llegar hacerte

Se marcharon entre risas y carcajadas. Lexa mojada, temblorosa y rompiendo a llorar se subió el pantalón, se acurrucó en un rincón y se abrazó las piernas. Escuchó unos pasos acercarse, la ojiverde acongojada levantó la cabeza y ahí estaba, su hermana gemela, la hermana perfecta y popular. Agarró una cantidad considerable de papel y se agachó para secarle la cara:

_ Lo has escuchado todo desde el principio_ decía con los labios temblorosos_ ¿verdad?

Alicia no contestó a su pregunta:

_ El que calla otorga

Sin duda eso dolía más. Su hermana podía hacer algo, era de los populares, podía pedir que la dejaran en paz, pero en el acoso había encontrado su venganza por la marcha de su padre:

_ Si quieres que esto acabe Lexa_ le puso el papel en la mano y se levantó_ ya sabes lo que tienes que hacer operarte o...

_ ¿O qué?

_ Nos haces un favor a todos y nos dejas de incordiar quitándote de en medio.

Terminó con frialdad antes de marcharse.

Fin del Flashback

Indra se sorprendió cuando escuchó a Lexa decirles a sus hijos el plan de ir al planetario. Clarke había accedido al final de ir con ellos así que los niños estaban encantados por partida doble. Fue cuando observó cierta escena sospechosa, cuando Lexa se acercó a Clarke para quitarle lo que parecía una pestaña. La morena no creía en la suerte, aun así, le pidió a la rubia que pidiera un deseo y soplara. Ese, ese fue el momento en el que instinto de madre, de mujer o a saber que cojones era, cuando vio como ambas se cruzaron una mirada, esa mirada ya lo decía todo, pero la sonrisa que dibujó su hija, no se lo podía creer Lexa Woods sonriendo, su hija, proponiendo pasar un día en familia. Cualquiera diría que después de quedarse viuda a los tres días echar esas miradas a la hermana gemela sería sospechoso y mosqueante. Sin embargo, Indra lo único que pensó fue ¡Mi hija por fin sonríe! Les animó para que se lo pasaran bien. Lo único que quería era ver antes de morir, era a su hija feliz de una puñetera vez.

En el planetario lo pensó mejor, a lo mejor los niños eran demasiado pequeños aun para entender la mitad de lo que explicaban los guías, Lexa llevaba en brazos a Anya y Clarke agarraba la mano de Aden, pasaron por una de las salas más oscuras y había un montón de lucecitas girando, simulando que eran estrellas. Clarke y los niños miraban alucinados, para Lexa aquello era como contemplar el reflejo de una bola de discoteca. Más bien acabó embobada mirando a la rubia. Que miraba al techo y a las paredes con una sonrisa de oreja a oreja. Tenía la sonrisa más hermosa que había visto en su vida, se le formaba un hoyuelo en el mentón, el ambiente también favorecía el color de sus ojos. Clarke pilló a Lexa mirándola y durante unos breves segundos se quedaron mirando, hasta que Lexa miró a su hija que señaló al techo.

Otra vez esa Lexa agradable y mona, achuchable y que mataría a besos. Sabía que no era ninguna cita, pero si lo fuera, si lo de la noche anterior y lo de esa tarde, pasaría a estar en lo alto de su top de citas, niños incluidos.

Después del planetario Lexa propuso salir a cenar, en un restaurante de comida italiana, sabía que a los niños le gustaban la pasta y Clarke también es de buen comer, daba gusto mirar a alguien sin prejuicios con la comida:

_ ¿Cómo os van en el colegio?

Preguntó Lexa, extrañada, porque no recordaba que le preguntara eso alguna vez a sus hijos:

_ Bien mami, me han elegido para hacer de Ana de Frozen en la obra del cole

La morena ladeó un poco la cabeza:

_ Eso está muy bien cariño ¿por qué no me lo has dicho antes? ¿Cuándo es?

_ Sí que te lo dije mamita, es este viernes

Lexa puso expresión apenada, el viernes tenía una reunión muy importante:

_ Me encantaría ir a verte de verdad que si, pero ya sabes que el trabajo de mamá es importante.

_ Lo sé_ respondió la niña como si aquello no le sorprendiera, aunque luego amplió una sonrisa y miró a la rubia_ Clarke me dijo que iría a verme

La ojiazul sonrió y le acarició el pelo con cariño:

_ Y tú Aden ¿qué hay de ti?

_ Comencé la temporada siendo primer bateador

_ Guau, eso está genial todo un deportista, ¿Cuándo es tu próximo partido?

Preguntó con mucho interés:

_ No te preocupes mami_ respondió resignado el niño_ dijiste que tenías que irte de viaje por trabajo

De repente Lexa comenzaba a sentirse mal ¿sería la comida que estaría en mal estado?:

_ Clarke dijo que iría a verme

_ Ya, Clarke_ musitó intentando ocultar cierta molestia_ Venga que nos vamos a casa ya va siendo tarde y mañana hay cole.

Como ocurrió la vez pasada, en cuanto llegaron, Clarke le ayudó con el trabajo de acostar a uno de los niños. Reencontrándose como siempre, en las puertas de sus habitaciones. En esta ocasión fue Clarke quien se acercó a la ojiverde y le dio un beso en la mejilla:

_ ¿Y esto? Decías que te daba asco

Clarke se encogió de hombros:

_ en caliente una dice muchas estupideces_ Lexa curvó una comisura de sus carnosos labios_ espero que no te moleste que vaya a ver a los niños, lo último que quiero es que pienses que quiero ocupar un lugar que no me corresponde

_ No te preocupes, Clarke

Iba a entrar a su habitación cuando, de nuevo Clarke le llamó:

_ Lexa_ está asomó la cabeza_ antes te pillé mirándome con ojitos de corderito degollado y ahora te he dado un beso, tus reglas se han ido al traste

_ Sigo manteniendo lo dicho, no nos hemos acostado

Clarke entró a la habitación y tras cerrar la puerta musitó:

_ pero si hemos conectado. 

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