Capítulo 6No cita parte 1

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Lexa había ido a una joyería a recoger un encargo que tenía su madre y se lo había acercado. La mujer estaba en el patio tomando el sol. Manteniendo una charla agradable con la enfermera que había contratado la ojiverde, esta se preocupaba mucho por su madre y no estaba dispuesta a que estuviera sola. La morena le dejó las cajitas de joyas reparadas encima de la mesa de mármol y se sentó enfrente de su madre después de depositar un beso en su mejilla:

_ ¿Qué tal has amanecido hoy madre?

_ Ojalá pueda decir que bien, pero echo de menos a tu hermana

Lexa retiró la mirada para ocultar su desagrado. Indra se inclinó un poco y estiró su mano para agarrar la de su hija. Que una madre sea testigo de un padre rechace a una hija mientras le diera todo a la otra era doloroso, que ambas hermanas acabaran siendo rivales, eso dolía, las dolencias de Lexa siempre habían sido suyas también. Alicia también la había parido:

_ Alicia está muerta, ¿Algún día veré el perdón en tu rostro?

_ No hablemos ahora de eso

Se apoyó en el respaldo y se cruzó de piernas, mostrando sus mocasines negros, a juego con su traje de ejecutiva color azul oscuro con rallas. Desde el incidente con su padre Lexa no se ha vuelto a poner un vestido. Indra hizo una señal a la sirvienta para que llevara algo de beber, no hacía falta decir que, ya que en esa casa ya sabían a la perfección que tomaban:

_ No cancelé el evento de mi cumpleaños_ explicó la mujer mientras miraba las joyas que le había llevado su hija_ también será en honor a tu hermana_ miró un collar de perlas muy elegantes y caras, se lo mostró a la ojiverde_ quiero que Clarke lo lleve puesto

Lexa agarró la cajita y pasó la mano por la joya cara, imaginándose a la rubia con ello puesto:

_ Le quedaría muy bien

Indra sonrió:

_ ¿qué tal las cosas con Clarke?

Lexa cerró de golpe la caja de la joya y miró a su madre con el ceño fruncido:

_ ¿A qué viene ese tono de complicidad?

_ He visto como la miras

_ ¿Cómo la miro? Pues con los ojos

La sirvienta apareció con una jarra de limonada, para Lexa y una gaseosa para Indra. La ojiverde no bebía, se puede decir que de las gemelas era la única que se abstuvo de ir a las fiestas y de beber hasta perder el conocimiento:

_ Ya sabes a lo que me refiero_ insistió su madre_ es guapa

_ Y la viuda de mi hermana

_ ¿Y? _ Lexa la miró como si no pudiera creer lo que acababa de oír_ es guapa, se la ve inteligente y tus hijos la adoran

_ No me voy a liar con la mujer de mi hermana_ Siguió con la negativa_ por mucho me gustaría devolvérsela y a lo mejor lo hubiera hecho si estuviera viva_ tensó los músculos de su mandíbula_ no soy la persona más delicada del universo, pero al menos tengo honor de hermana_ agachó la cabeza_ Clarke es mi amiga

Indra se levantó y bordeó la mesa de mármol para abrazar a la ojiverde, que se dejó mecer por su madre. Quizás sea la única persona en todo el universo en el que Lexa mostraba su fragilidad:

_ Mi niña no puedes vivir en el pasado, date la oportunidad de ser feliz

_ Madre, se trata de que hago daño, incluso cuando no quiero_ se abrazó a su madre_ solo hay que ver a la primera mujer que jodí por mi odio

Indra le dio un beso en la cabeza:

_ Eras joven, deja de castigarte ya

Flashback

Tom había aparcado el coche y estaba sentado en el asiento de conductor, recogiendo la mochila de deporte que estaba detrás del asiento del copiloto. Cuando vio con horror como el bicho raro de Lexa Woods salía de la casa, acompañada de su hermana y esta se despidió besándole, el quarterback puso cara de asco, su hermana estaba dejando que le metiera la lengua en la boca. Furioso esperó a que se marchara, a grandes zancadas subió hasta su habitación, dándole casi una arcada cuando la pilló haciendo la cama:

_ ¿Por qué entras así sin llamar?

El chico agarró a su hermana por los brazos y la zarandeó:

_ ¿Qué has hecho con ese bicho Sarah? ¿Cómo has dejado que te toque?

_ Suéltame_ dijo zafándose de su agarre_ Lexa no es ningún bicho raro

El chico se restregó la cara de puro nervio, señaló a su hermana:

_ No le dirás nada de esto a nadie y ni se te ocurra volver a verla_ amenazó a la chica_ si no quieres que papá y mamá se enteren de lo que has hecho en este cuarto.

Al día siguiente, Lexa estaba en el pabellón de los deportes, su clase acaba de tener clases de educación física, y los alumnos cuando vieron algunos del equipo de futbol se marcharon del lugar, dejando a la ojiverde sola. Esta al ver a los abusones intentó correr, pero le fue en vano, acorralada en las zonas de las duchas:

_ Por favor, no hecho nada, déjame en paz Tom, por favor

No sabía para que suplicaba, nunca servía de nada. Tom la agarró con fuerza de la cabellera y le dio contra la pared. Aquel día fue más agresivo de lo normal y se le veía mucho más enfadado. Pegó sus labios al oído de la ojiverde:

_ ¿Lo pasaste bien con mi hermana anoche? ¿consideraste por un segundo que le puedes gustar? En cuanto te fuiste nos reímos de lo lindo de ti_ Cada vez que intentaba soltarse, este le volvía a dar contra la pared_ de lo risión que eres y lo asquerosa que eres en la cama_ carcajeó_ te equivocaste de mujer, ahora vas a pagar el haber mirado a mi hermana

Nada de meterle la cabeza en el inodoro, nada de encerrarle en las taquillas o escupirle, fueron un paso más allá, la lluvia de puñetazos y patadas fueron más dolorosa. Sarah, que sabía las intenciones de su hermano, corrió por el edificio hasta encontrar a Alicia sentada en un banco con sus amigas:

_ Alicia, que la matan tienes que ayudarla

_ ¿Qué?

_ Mi hermano, la busca para pegarle una paliza

Alicia en cuanto supo que se trataba de Tom quiso quitarle importancia:

_ No, le hará alguna trastada y ya

_ Alicia te hablo enserio_ se acercó y le susurró_ ayer me acosté con ella y Tom lo descubrió

Alicia se levantó como una exhalación mientras que musitaba:

_ Joder que la matan

Corrieron todo lo deprisa que pudieron, pero cuando llegaron ya era demasiado tarde, se encontraron a Lexa agazapada en el suelo, abrazándose las piernas, tiritando mientras que una de las duchas estaba abierta, calándola hasta los huesos. Alicia corrió y cerró el grifo:

_ Llama a un profesor rápido

Se agachó quitándose la chaqueta y tapando a su hermana, tenía el labio partido, le sangraba la nariz y el ojo lo tenía morado:

_ Joder Lexa, la hermana de Tom ¿enserio? _ le regañaba mientras le trataba de dar calor_ ¿tan masoquista eres?

Sarah apareció con el entrenador, era el que más cercano estaba, este no tardó en llamar a una ambulancia. La hermana del quarterback ignoró las advertencias de su hermano, se culpaba por lo que le acababan de hacerle a la ojiverde, pero esta rechazó su compañía al creerse todo lo que le había dicho el chico. Él no estaba en la casa ¿Cómo lo sabía si no era por la chica?:

_ Largo de mi vista_ dijo temblorosa la morena_ no confío en ti, te odio

Sarah miró apenada a Lexa, tumbada en la camilla de la ambulancia:

_ Lexa, te aseguro que yo no tengo nada que ver

_ HE DICHO QUE DESAPAREZCAS DE MI VISTA_ vocifero, mientras una lágrima caía por su mejilla_ Tú y tu hermano me vais a pagar todas las humillaciones que he vivido durante tantos años

Alicia puso una mano en el hombro de la chica:

_ Será mejor que trates de hablar con ella en otro momento, ahora está demasiado enfadada

Indra obviamente denunció a los chicos que agredieron a su hija, al centro por permitir aquello e hizo todo lo posible por que fueran castigados. Pero eran gente influyente y más si se trataban de chicos con un gran futuro prometedor en el deporte. Llamaron a ese incidente como una trastada adolescente que se le fueron de las manos, castigados con trabajos sociales y suspendidos en jugar unos cuantos partidos. La mujer cansada, sacó a sus hijas de ese instituto y las metió en un internado de renombre. Pero Lexa no se iría sin cumplir su palabra de vengarse. Imprimió una gran cantidad de copias de las fotos de los pechos de Sarah y los pegó en las taquillas, convirtiéndose en el nuevo objeto de burla:

_ Eh Sarah_ decía un grupo de chicos cuando la vieron pasar_ pedazo de tetas, ¿me dejas tocarlas?

Tom podía encarar a uno por faltarle el respeto a su hermana, pero todo el instituto, aquello le sobre pasaba. Lexa se deleitó de lo lindo escondida entre la multitud, a Tom frustrado amenazando a todos que insultaban a su hermana o a Sarah, corriendo por los pasillos en pleno llanto. Alicia la encaró cuando nadie pudiera escucharlas:

_ ¿Por qué has hecho eso?

_ Solo es una broma Alicia_ decía con ironía_ una trastada de juventud

_ Ella no te ha hecho nada

Lexa vaciaba su taquilla, quería salir de ese edificio que había hecho gran parte de su adolescencia un infierno:

_ Ella y su hermano se rieron a mi costa, por su culpa me pegaron una paliza_ se puede decir que fue la primera vez que ocultaría su dolor detrás de una expresión fría_ ojo por ojo, diente por diente

Se echó la mochila carada a la espalda y se largó. Lexa se tragaría sus palabras, cuando se enteró de que no todo el mundo tiene la fuerza para soportar las humillaciones y las burlas de los adolescentes. Ni Sarah ni Lexa eran conscientes de que este si podía dejar embarazada y cuando la información se filtró entre los jóvenes, las humillaciones fueron a peor. Lexa ni si quiera se enteró de ese dato, no hasta que se enteró que la chica se intentó quitarse la vida desde lo alto del instituto, el edificio no era lo suficientemente alto dejándola herida gravemente, teniendo que luchar entre la vida y la muerte los dos primeros días.

Toda la satisfacción que sintió Lexa en su día, terminó siendo en su peor pesadilla. Cuando se enteró no tardó en ir al hospital, siendo casi apaleada por el quarterback y por sus padres. Sarah no solo casi perdió la vida, perdió a su hijo.

Indra encontró a su hija sentada en al borde de su cama, abrazada a su oso de peluche, cuando vio a su madre, por primera vez vería en su mirada decepción:

_ Yo ni si quiera sabía que podía dejarla embarazada

_ Ni, aunque no lo fueras, Lexa existen enfermedades de trasmisión sexual ¿es que no te enseñan nada en educación sexual? _ la mujer se sentó a su lado_ pero lo que más me duele, es que fuiste capaz de hacerle eso a la pobre chica, precisamente tú

Lexa agachó la cabeza avergonzada:

_ Estaba cansada mamá, solo quería que probaran de su propia medicina_ comenzó a sollozar_ no sabía nada lo juro

Indra se levantó y miró con enfado a su hija:

_ Pues ya lo sabes, estás castigada sin salir hasta que lo considere conveniente

_ Mamá

_ No, Lexa

Dijo con enfado, antes de salir de la habitación. De esas cosas se tenía que andar preocupando con Alicia, pero ¿Lexa? Le había decepcionado mucho. La ojiverde no lo llevaba nada bien, pensó que el verdadero engendro era el que llevaba en su interior, el que le carcomía y devoraba, tan lleno de odio, capaz de enviar a una chica al hospital. Con cúter en la mano y el tormento en la expresión, procedió a decir adiós al mundo, dentro de la bañera. Lo hubiera conseguido, de no ser porque Alicia entró en el baño:

_ Joder_ agarró unas toallas entró en la bañera y tapó las heridas_ QUE ALGUIEN ME AYUDE

Fin del Flashback

Clarke escuchó la llegada de Lexa, fue directa hasta su despacho, lo hacía mucho cuando llegaba a la casa, el caso es que no tardaba mucho más de cinco minutos. La ojiazul curiosa la siguió y miró desde la puerta entornada. Quedó boquiabierta, detrás de uno de los cuadros tenía la caja fuerte, la tenía hasta arriba de dinero. Alzó una ceja, con eso podría vivir con Raven una buena temporada sin preocupaciones. La ojiverde guardo una cajita de una joya. Clarke frunció el ceño y negó con la cabeza, bajó corriendo. ¿Cómo podía considerar robar a Lexa?:

_ Eh_ le dijo por la espalda, haciéndola sobresaltar_ que haces ahí plantada

_ Nada_ Respondió algo nerviosa_ estaba pensando, en ¿a qué hora salimos para ver la exposición?

Lexa dibujó media sonrisa:

_ ¿De verdad quieres que vaya contigo?

Clarke asintió con la cabeza, mirando embobada los labios de Lexa, se derretía cada vez que sonreía:

_ Tendré que llamar a una niñera_ dijo sacando el móvil_ ¿te parece bien salir a las ocho? Puedo invitarte a cenar, si tú quieres

_ Me encantaría

Lexa asintió:

_ Ahora me tengo que ir a la oficina, hasta luego pues

Clarke vio cómo se marchaba, dejándola de nuevo a solas. Clarke se sentó en el sillón y pensó, más bien fantaseó. Lexa Woods diría que no tiene citas, pero ¿entradas a una exposición de arte? ¿ir a cenar juntas? Eso cantaba a cita. Llamó a la castaña, cada vez estaba más convencida de que Clarke estaba enchochada con la ricachona:

_ ¿Cómo crees Raven? Solo somos amigas, además en el momento que vengas nos vamos

_ Eso espero Clarke, se supone que eres la mujer de su hermana

Clarke hizo un puchero:

_ ¿Qué pasa? La mujer de su hermana tiene derecho a rehacer su vida, son gemelas no sería nada raro

_ Clarke, no es igual ni normal que a las dos semanas ya andes suspirando por la gemela de la fallecida, se supone que debes estar destrozada.

Ontari ya estaba en el despacho acompañada de un joven, iba vestido elegante y rápidamente se levantó cuando vio entrar a Lexa. Era moreno, tenía un poco de barba, media melena y musculoso. La ojiverde le tendió la mano en forma de saludo:

_ ¿El señor Collins verdad?

_ El mismo señora Woods

Lexa se sentó en su sitio, siendo escoltada por Ontari que se colocó a su lado de pie y pasó su mano por la espalda. Lexa siguió prestando atención al chico que estaba sentado enfrente de su escritorio:

_ Señor Collins seré breve_ sacó la chequera de su escritorio_ te pagaré una buena suma de dinero ahora, para que me digas todo lo que encuentres sobre la mujer de mi hermana y después te daré la otra mitad

Cuando terminó había escrito una buena cantidad de dinero en el cheque y lo había firmado. El chico moreno puso ojos como platos, nunca le habían pagado tanto solo por buscar información de una persona. Sonriente se guardó el cheque en el bolsillo de la chaqueta y se levantó para marcharse, no sin antes despedirse de ambas morenas. Ontari fue quien le acompañó hasta la puerta, luego regresó hasta sentarse en el borde del escritorio. La ojiverde arrastró un poco su silla hasta que pudo acariciar las piernas de la morena, le gustaba las piernas de Ontari:

_ ¿A qué viene esa obsesión con tu cuñada?

Lexa lentamente introdujo las manos debajo de la falda de la morena y le quitó las braguitas:

_ Solo quiero estar segura_ subió sus caricias por sus muslos internos_ siéntate y ábrete de piernas

Ontari sonrió y obedeció la petición de su jefa, mostrando su sexo, exponiéndoselo y a diferencia de las otras, Fish si la desafiaba con la mirada, después de tanto tiempo hasta la misma Lexa se lo permitía, nunca le había montado escenas de celos y por el momento le había demostrado que le importaba sacar adelante la empresa, no ponía como prioridad el amor, la ojiverde comenzó a besar su rodilla derecha y fue subiendo entre besos y lametones, hasta llegar a su fuente de deseo, dando un mordisquito en sus labios mayores, haciendo que gimiera, la ojiverde dibujó media sonrisa y tarareó:

"¿No sabe cómo el agua bendita?

Que sea más húmedo, que sea más húmedo"

_ Bésalo mejor, bésalo mejor_ siguió la canción entre risas_ vamos Madona ¿qué sabes hacer?

Lexa metió dos dedos por su obertura con cierta brusquedad, haciendo que arqueara la espalda, añadiendo su lengua juguetona, torturándola el clítoris mientras la penetraba con los dedos sin piedad. Ontari se tumbó en el escritorio mientras jadeaba, moviendo la pelvis buscando más fricción y atrayéndola cuando su orgasmo llegó, haciéndola temblar todo su cuerpo. Lexa sacó un condón de su cajón y se lo puso:

_ Date la vuelta

Le ordenó con voz ronca. Ontari hizo lo que le pidió, apoyando las manos en el escritorio y el culo en pompa. La ojiverde, menos considerada que en el sexo oral, la embistió cuan bestia en celo, llenando por completo su chorreante sexo y no paró para que se acostumbrara a tan dura intrusión, con las manos en sus glúteos, casi salió de su interior dejando solo la cabeza, para nuevamente embestirla, así una, otra y otra, follandola tan duro que acabaría doliendo durante los días posteriores. Dentro, fuera, dentro, fuera hasta que emitió un gruñido y se corrió llenándola por completo. Apoyó su cabeza en la espalda de la morena:

_ ¿Demasiado brusco?

_ Nada a comparación de otras ocasiones

Lexa salió de su interior, se quitó el condón y lo tiró a la papelera. Ontari tragó saliva y aguantando la expresión de dolor mientras se recolocaba el vestido:

_ El señor Hall llamó diciendo que quiere reunirse contigo en el Hotel Adlon cuando viajemos a Berlín.

Decía recolocando los papeles de la mesa. Lexa se guardó las manos en los bolsillos y se asomó por la ventana:

_ El viaje va a tenerse que posponer

_ La reunión con los alemanes es importante, es una buena oportunidad de expandir LexaCorp

La ojiverde, miró unos segundos la cara de la chica, apretó los dientes y volvió a mirar por la ventana. Podía ver el dolor en la expresión de Ontari, esta nunca decía nada no debería porque sentirse así:

_ Mi hijo juega un partido y no me lo voy a perder, llevó perdiéndome gran parte de su vida por trabajo_ sonrió con mofa y agachó la cabeza_ o por estar follando a todo chumino que veo

_ Gracias por la parte que me toca_ dijo casi en voz baja_ espero que sepas lo que haces

_ No te pongas como todas_ dijo quejumbrosa la ojiverde_ contigo soy más permisiva_ se acercó a la morena y le acarició su mentón_ tienes la oportunidad de lucirte y representarme en Berlín, obviamente quiero que sea conferencia a través de Skype_ Apuntó algo en un papel_ ahora quiero que vayas a una tienda, escojas el vestido más bonito y elegante, lo llevas a mi casa y se lo das a mi cuñada

_ ¿Desde cuando soy la chica de los recados?

_ Desde que Ana decidió dejar el trabajo

Ontari puso los ojos en blanco, agarró el papel que le daba, gruñó y dijo antes de salir:

_ Si no metieras la polla en todo chumi que se te pone a tiro

_ Lo tendré en cuenta la próxima vez que te me abras de piernas

Ontari tenía buen gusto cuando se trata de moda, mucho más que la misma Lexa, compró un vestido de fiesta color azul, como pidió la ojiverde, línea sin mangas escote de palabra de honor, con un poco de pedrería. A regañadientes la llevó a su casa, maldiciendo a la secretaria por haber dejado el trabajo. La sirvienta fue quien le abrió la puerta, esta la dejó pasar, no es que hubiera ido muchas veces a la casa de la ojiverde, solo un par de ocasiones. Encontrándose con la rubia en el salón, intentando hacer algo de ejercicio en la cinta corredora. Ontari alzó una ceja, no se esperaba que la famosa cuñada fuera tan sexy, se supone que era la primera vez que se cruzaban, no sabía por qué, pero le sonaba de haberla visto antes. Clarke paró y se acercó a esa sexy morena que apareció con un porta trajes en la mano:

_ Hola

_ No tengo tiempo para charlar_ dijo con un poco de sequedad_ Lexa me ha pedido que te traiga esto, que te aproveche

Clarke quedó sorprendida, tal como llegó se marchó, no le extrañaba que fuera empleada de Lexa, era igual de seca. Abrió el porta trajes y abrió la boca de puro alucine. Debería costar un dineral, iba a ser toda una princesa. Lo dicho, se sentía como Julia Roberts en Pretty Woman, esbozó una risita, encima no podían darse besos, bueno hizo un mohín, ni besos ni nada.

Al final los niños se quedaron con su madre, que alegría para la mujer cuando le dijo que le iba a llevar a una exposición de arte. Le emocionaba que su hija tuviera una cita, aunque esta se empeñase en negarlo. Conocía a su hija, en años no se había atrevido llevar a nadie a ningún lado.

La ojiverde se puso una blusa blanca, unos pantalones grises, unos zapatos color negro con cinco centímetros de tacón, tenía un corbatín que hacía conjunto con el pantalón y una chaqueta de cuero negra. Se relamió los labios y se miró en el espejo, nunca había sido coqueta, pero se podía decir que estaba nerviosa, quería verse atractiva. Fue hasta su despacho y sacó una de las joyas de la caja fuerte, tenía un montón que le compró a su mujer y que nunca usaba. Con la cajita en la mano esperó en el salón para que apareciera Clarke. Sus dudas de que Ontari hubiera fallado con el modelo se esfumaron, cuando la rubia bajó por las escaleras, era como ver aparecer una princesa. Clarke se miró y movió los brazos:

_ ¿qué te parezco?

_ Preciosa, pero le falta algo al conjunto_ se colocó detrás y le puso la joya_ le pedí a Ontari que te cogiera un vestido azul para que vayan a juego con este collar_ le acercó a un espejo, los ojos de la rubia destellaron y su corazón se encogió, debía de costar una fortuna, se componía de diamantes con algunas pedrerías azules_ también hace juego con tus ojos. ¿Te gusta?

Clarke acarició la pedrería, realzaba su cuello, casi no se reconocía en el espejo, Lexa curvó la comisura de los labios, con las manos en sus hombros:

_ Lexa esto es demasiado no puedo aceptarlo

_ ¿por qué? Yo no lo uso y para tenerlo ahí abandonado, te queda mejor a ti

Clarke sonrió bobalicona, mirando el reflejo de la morena, esa mirada verdosa tan intensa, capaz de reflectar en el espejo y darle en lo más profundo, removiéndole todo el interior:

_ Gracias, te lo devolveré en cuanto la noche acabe

_ úsalo cuantas veces quieras_ se colocó a su lado_ ¿nos vamos?

La ojiazul amplió su sonrisa, mostrando sus dientes blanquecinos. Era la mejor no cita de toda su vida.

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