Capítulo 38

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Evan_9:34am:

Saldré con los chicos hoy, ¿quieres venir?

Roni_9:35am:

Me parece genial, ¿a qué hora?

Evan_9:35am:

A las 5pm vamos al Dush, te paso buscando para ir juntos

Roni sonrió y respondió el mensaje aceptando la invitación. Se levantó de su cama, porque acababa de levantarse, y pasó directo al baño para cepillarse los dientes y lavarse la cara.

Luego de eso salió de su habitación para ir a la cocina y ver a su hermano desayunando mientras que su mamá sacaba varios envases del refrigerador.

—Buenos día—dijo ella, su mamá se asomó y la saludó con una sonrisa—. ¿Qué haces?

—Ordeno un poco el refrigerador, está vuelto un desastre—volteó a ver al chico que estaba en la mesa—, tu hermano no sabe mantener las cosas ordenada.

—Ehh, pero si yo siempre intento dejar todo limpio—se defendió.

—Por eso, intentas—le dijo y regresó su atención a lo que estaba haciendo anteriormente.

Roni reprimió una risa y pasó hacia la cocina para servirse un plato de cereales con leche y se sentó al lado de su hermano para poder comer.

— ¿Puedo salir hoy con mis amigos? Es a las cinco, Evan viene a recogerme—le preguntó a su madre y ella asintió—. Cuando regrese del Dush, quiero que lo conozcan, ahora que es mi novio.

Su hermano se ahogó con el agua.

— ¿Tu novio? —preguntó—. ¿Cómo que tu novio?

— ¿Por qué reaccionas así? —le preguntó su madre—. Se supone que soy yo quién debe reaccionar así, no tú—le dijo y luego miró a Roni—. Evan es ese amigo tuyo con el que has estado saliendo ¿no? —ella asintió—. Me parece bien que lo traigas, tú papá seguro lo querrá conocer.

— ¿Desde cuándo es tu novio? —preguntó su hermano sin creerse todavía la situación—. ¿Sucedió cuando me pediste que te llevara a su casa?

— ¿Por qué te sorprende? —lo señaló con la cuchara—. ¿Acaso no puedo ser su novia?

—No pensé que le gustaras—respondió bajo pero Roni logró escucharlo.

—Puedo gustarle a cualquier chico, no seas un idiota—le dijo y se metió una cucharada de cereal a la boca—. Hoy vendrá, así que espero que te comportes.

Se concentró en comerse su cereal intentando ignorar el comentario que le había dado su hermano al respecto.

~•~

—No creí que llegarías puntual—le dijo Roni subiendo al auto del chico, este sonrió.

—Cumplo con mi palabra—se acercó a ella para besar su mejilla—. Estás preciosa.

—Tú igual—le dijo y Evan le sonrió nuevamente para luego conducir.

No se había percatado de lo feliz que se sentía teniendo a Roni a su lado, podía voltear un poco la mirada y verla, concentrada viendo la calle desde la ventana como si un niño viajando por primera vez. Su corazón latía tan rápido cada vez que la veía que le era imposible ignorarlo, no se había sentido así antes y deseaba no volverlo hacer luego de ella.

En realidad, deseaba que no hubiera nadie más luego de ella.

Tomó su mano mientras conducía y ella lo miró. Tantas facetas que se imaginó de Evan Brown pero ninguna era como la que era él en realidad. Evan Brown era todo un enigma, un sujeto que pocos conocían y el cuál muchos creían conocer. Era todas las facetas que podían pensar y al mismo tiempo no era ninguna.

Muchos lo conocían por ser guapo, otros por el nombre de su familia y la cadena de restaurantes que tenía pero nadie conocía sus sueños, sus miedos e inseguridades, no conocían qué lo hacía feliz o qué le molestaba, pero Roni sí, y verlo tan concentrado en la camino hacia el Dush la hizo sentir agradecida de tener a Evan Brown en su vida.

— ¡Al fin llega alguien! —dijo Stuart al ver que Evan se estacionó frente a ellos. Gastón los miró y los saludó con la mano.

—Esperamos a Sierra y a Alan—aclaró Gastón—. Creemos viene Charlie, pero note lo aseguramos.

— ¿Keyla no vino? —preguntó Evan bajándose del auto, Roni se apresuró para bajar también.

—Tiene una pijamada con Nina—se encogió de hombros—. Traje a su remplazo conmigo.

—Pensé que Evan era el amante, no yo—dijo Stuart. Roni se rió por su comentario—. Por cierto, hola Roni.

Ella se acercó para saludarlos a ambos con un abrazo y luego se decidieron por entrar todos al Dush mientras que los demás llegaban. Decidieron pasar el rato jugando jugando en el Arcade y crearon dos equipos para ver quién ganaba.

—Escojamos un juego del tiro al blanco—dijo Evan, Gastón frunció el ceño.

— ¿Por qué?

—Para patearles el trasero a ambos—apoyó sus manos en el hombro de su novia—. He aquí a la mejor en tiro al blanco de la ciudad.

—Pues yo tengo al mejor jugador de videojuegos—respondió Gastón y señaló a Stuart con su dedo—. Tan fácil no será.

Gastón y Evan buscaron un juego de disparos para competir, ganaba quién lograba vencer a sus enemigos. Sentaron a Roni y a Stuart frente a la máquina y ambos tomaron las pistolas que trabajaban como controles e iniciaron el juego.

—Llegó por quién lloraban—habló Sierra caminando hacia ellos, Alan y Charlie la seguían detrás.

—Nadie lloraba por ti—respondió Gastón, Sierra sonrió y lo rodeó con el brazo.

—Mi querido Gastón, tú eres el primero en llorar por esta reina—le dijo, Gastón volteó a ver a Alan.

—Saca a tu novia de mí—le dijo y Alan rió para tomar el brazo de Sierra—. Roni y Stuart están jugando para ver quién es el mejor.

— ¡Vamos Roni! Patéale el trasero al ratón—dijo Sierra apoyando a Roni, Charlie se acercó al juego y fijó su mirada en la pantalla.

—Stuart es bastante bueno—dijo el chico.

—Claro, conozco a mi hombre—comentó Gastón—. Para matar personas ficticias es el mejor—sonrió y miró a Evan—. Tu equipo paga las bebidas.

—Las tuyas, no pagaré las de todos, ni siquiera estaban cuando iniciamos—respondió Evan.

—Tú eres rico, puedes pagarlas—lo molestó Gastón y luego miró a Sierra—. Menos a Sierra, por apoyar a Roni, ella paga la suya.

Sierra iba a responder cuando Stuart gritó.

— ¡Já! ¡En tu cara, Roni! —le dijo al aparecer el letrero de ganador en su pantalla. Roni se cruzó de brazos y volteó a ver a Evan con un puchero, cosa que a él se le hizo muy tierno de su parte.

—Tranquila, linda—le dijo Evan colocando sus manos en los hombros de la chica, se agachó un poco para besar su cuello cortamente—. Te lo recomenzaré con un batido.

—Menos mal que Gastón y Stuart están solos también, porque me iba a sentir como una lámpara en esta salida—dijo Charlie agradecido de no ser el único sin pareja en el lugar.

—Opino que vayamos a pedir las hamburguesas—dijo Alan y Sierra asintió, lo tomó de la mano se lo llevó para buscar una mesa.

Los demás caminaron detrás de ellos para sentarse también. Se sentaron en la mesa del rincón que era la más grande y podían entrar todos, Roni se sentó entre Evan y Gastón y recostó su cabeza en el hombro de su novio.

—Iré a pedir las hamburguesas—dijo Gastón—. Todos pedimos el menú número dos, ¿verdad? —todos asintieron—. Vale, ya regreso—dijo y se levantó de la mesa.

Sierra fijó su mirada en Roni y sonrió.

—Se ven tan lindos juntos, les tomaré una foto—dijo y sacó su celular para tomarles la foto—. Quedaron preciosos, casi siento envidia de los bellos que quedaron. Les paso luego la foto.

Roni asintió y por el rabillo del ojo pudo observar el perfil de Evan, o bueno, una parte de él. Parecía un ser caído de lo más alto del cielo, ¿cómo era posible tener a un ángel tan cerca de ella?

—Te quiero—dijo Evan bajo solo para que ella escuchara, se había dado cuenta de su mirada.

—Yo te quiero mucho más—respondió.

Evan Brown era todo lo que quería en ese momento. No deseaba nada más.

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