15

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

 —Eh, mira Clay —dijo Bianca señalando la vitrina de una vidriera—. ¿A ti no te gustaba la natación?

Caminábamos en una concurrida calle con locales amplios y escaparates ordenados, ella me señaló una tienda de deportes.

—Ya no —respondí.

Bianca se encogió de hombros. Era una mujer de unos treinta y tantos años, con cabello lacio y blanco, piel lechosa, ojos azules y un elegante vestido. Era delgada, de piernas extensas, pómulos prominentes y clavículas definidas. Su vestido era negro con margaritas, tenía muchos pendientes en las orejas y un collar de oro sobre el pecho. Estaba descalza y cubierta de sangre porque se había suicidado en una bañera, razón por la que estaba vestida con sus mejores galas.

Ella había sido una excelente bailarina, pero unos meses antes de morir se había roto una pierna, no sé bien qué parte, sólo sé que el daño había sido irreparable. Al parecer se había sentido tan desesperada que se había cortado las muñecas. Claro que no me había platicado nada de eso, lo había deducido con mi nueva intuición y Eddie dijo que presentía lo mismo. Como sea, ahora parecía pasársela muy bien con nosotros, ya no estaba derrotada o tal vez nunca lo había estado.

—¿Ya no te gusta la natación? ¿Desde cuándo? ¿Por qué?

—Ah... no sé Ed, puede ser porque la natación me mató.

—Ah, cierto se me había olvidado.

—Oye —dijo Bianca—. Mira quién va allí.

—¿Quién?

—Pat —indicó.

—Nunca conociste a Pat —objeté.

—Pero lo intuyo.

 Busqué entre la multitud de personas: una marea agitada de cabezas y manchas de colores. La gente nos esquivaba como si hubiera un pozo allí, me pregunté si ellos también intuían que estábamos situados en ese lugar; tal vez inconscientemente no quería chocarnos. Hice una nota mental para averiguarlo después.

 Me puse de puntillas y lo vi. Evidentemente era él.

 Antes de que mis amigos me preguntaran si quería ir a hablarle, corrí hasta donde se encontraba Pat.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro