Capítulo 39

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Capítulo 39



"El día en que nos perdonamos"



Fue tan increíble verla de nuevo tan bien.

Al principio creí que podía ser una alucinación pero no lo era. Cheryl estaba aquí... conmigo. Hacía un calor increíble, lo cual me hacía borronear la vista y hacer que no comprenda esto.

Eché un vistazo hacia atrás rápidamente para ver si había perdido de vista a ese tipo que me perseguía para golpearme, y si... ya no estaba. Pero podía venir si me olvidaba de seguir escapando, así que lo único que me queda es seguir corriendo.

Jazmín ordena a todo el mundo y tiene tanta suerte que a todos los que se encuentra hacen caso a todo lo que ordena sin ningún problema.

Miré angustiadamente a la gente bailar, para poder ver si podía distinguir a ese tipo y Cheryl se acercó a mi... aparte la idea de besarla en este momento, no era el adecuado.

— ¿Yannick, que haces?

Me miró y levantó una ceja, acomodándose un poco su vestido corto y negro que llevaba.

—No te he seguido...

— ¿Qué?

Negué con la cabeza lamentándome por la idiotez que había dicho, pero es que tanta casualidad es casi imposible. Con todas las discotecas que había en Houston, ¿Nos encontramos en la misma? ¿Cómo sabia ella que iba a estar aquí?

Creo que ninguno de los dos sabía esto.

Es porque casi todos los jóvenes de Houston estarían aquí, porque era el primer día de esta discoteca, pero en mi cabeza nunca se pasó que Cheryl justo estaría aquí...

—Nada, olvídalo...

— ¿Qué haces corriendo en una discoteca? ¿Ha pasado algo? Podrías haberte lastimado...

Miré de nuevo hacia atrás, por si venia alguna amenaza, pero creo que todo había acabado. Jayden había quedado ahí con Jazmín... un miedo se apoderó de mi cuerpo y un pensamiento surgió de mi cabeza que no era nada bueno. Jazmín podía hacerle daño a Jayden.

Era tan cruel con las palabras que podía herirlo a mi mejor amigo, así que aunque me haya encontrado con Cheryl no podía dejarlo de ninguna manera a solas con ella o quizás la malvada de Jazmín empezaba a contarle todo lo que me hacían en la escuela y no quería que eso ocurriera...

— ¡Yannick!

Me sobresalté y ella me estaba tocando el hombro.

— ¿Te encuentras bien?

—No...

Me miró con preocupación, luego dejo el trago por ahí y me sostuvo el rostro con sus dos manos. Aún seguía siendo más alta que yo... al pasar los años, y los meses, yo no crecía de estatura y eso era malo. Mi cuerpo no quería crecer.

— ¿Qué ha ocurrido?

Algo me decía que debía contarle todo, pero... ¿Nos habíamos peleado al final? Lo recuerdo bien en el hospital como me había tratado, como había elevado su voz contra mí.

Me alejé de sus manos, aunque me gustaría quedarme por siempre, porque me sentía bien al lado de ella...

Pero... Estaba ignorando nuestra pelea y eso me gustaba pero a la vez no tanto, porque esas eran cosas de las cuales no se pueden ignorar.

—Mi amigo puede estar en peligro debo ir a ayudarlo...

— ¿Tu amigo?

— Jayden...

Ella se quedó pensando y en una ocasión lo había conocido, pero no sé si ahora lo había recordado. Me di la vuelta para volver al camino donde había abandonado a mi amigo porque no quería terminar otra vez golpeado por una de esas bestias.

Sentí la mano cálida de ella, y también sentí como me atraía hacia su cuerpo.

—No te vayas...

—Tengo que buscarlo...

Movió sus ojos pensando la respuesta.

— ¿Puedo acompañarte?

—No...

Me salió de la boca sin pensarlo. Cheryl levantó las cejas, y quería arreglarlo, pero me quedé callado.

—Se lo que pasa...

La música sonaba tan fuerte que tenía que hacer un gran esfuerzo para poder distinguir lo que decía, solo veía el movimiento de sus labios y sabía lo que estaba diciendo.

Ella soltó mi brazo, y me miró atentamente.

Luego empezó a sonar una canción electrónica, muy linda, entonces ella me sonrió... y no puede evitar sonreírle...

Porque ella era la que me hacía sacar esta sonrisa.

Ella me hacía olvidar de mis problemas, de mi ansiedad, de mis nervios... porque era Cheryl y nadie podría reemplazarla nunca.

Me tomó de las manos y empezó a moverse al ritmo de la música, yo me quede mirándola, porque era hermosa.

Las luces azules estaban impregnando todos nuestros cuerpos y la de las demás personas.

Y no me importaba nada más que mirarla.

No me importaba más nada.

Solo mirar su cuerpo bailar al ritmo de la música.

Cheryl se acercó a mi rostro y envolvió mis brazos en mi cintura, en lugar de en mi cuello como cualquier chica haría...

—Lo siento...

Su perdón, resonó en todo mis oídos.

—Lo siento por tratarte de esa manera en el hospital...

Mis manos estaban libres, no estaba tocando nada de su cuerpo, ni su espalda, ni su cuello, ni su cintura, solo estaba mirándola.

Sus ojos negros estaban brillosos y sus labios estaban pintados de un rojo cereza. Me emocionaba verla como la chica que era antes... la chica que se arreglaba, que salía a bailar, que no estaba en depresión.

Y me alegraba tanto escuchar su perdón.

—Tú sabes que nunca te hubiera golpeado...

Continuó hablando, recordando las palabras que había utilizado en el hospital, mostró sus dientes con una sonrisa y me miró con un rostro dulce, tratando de llegar al sentimiento de "ternura".

No me importó más nada de lo que había pasado en el hospital, de ese día horrible que tendría que superarlo alguna vez, ya era pasado, Cheryl estaba como siempre y me estaba pidiendo perdón.

Besé sus labios, cerrando los ojos y olvidándome del mundo de mierda que nos rodeaba.

Ella correspondió mi beso enseguida no dudo ni un segundo en hacerlo. Mi corazón estaba latiendo demasiado fuerte y estaba realmente feliz.

Su boca sabía a cereza, y tenía un perfume de mujer agradable...

No olía a cigarrillo como siempre...

Estaba distinta.

Y me gustaba.

Durante el beso, ella revolvió sus manos en mi cabello, y yo solo me concentré en dejar mi mano apoyada en su brazo y en besarla.

Cuando me separé, ella ya estaba sonriendo con la respiración agitada.

—De veras tengo que buscar a mi amigo...

Recordé a mi amigo a pesar de lo difícil que era recordar algo en esta situación.

— ¿Pero me perdonas?

—Si.

No podía decirle que no... por nada en el mundo. Estuve pensando en mi habitación, que podría mandarle un mensaje y terminar con ella, pero mi cuerpo no era lo que quería hacer. Mi cuerpo, yo mismo, quería quedarse con ella a pesar de todos los problemas. Cheryl era una chica rebelde con causa, o sin causa, tenía sus debilidades, pero no podía dejarla en el mundo, porque a pesar de que hay demasiadas mujeres en el mundo, ella es mi debilidad.

La tomé de la mano y empezamos a movernos del sitio en donde estábamos, a empujones, porque la gente cada vez estaba bailando más salvajemente... y te empujaban como nunca, como si estuvieran en un concierto de rock, como si estuviéramos en un concierto de la banda AC/ DC.

Miraba a ver si encontraba en algún lugar a Jayden, y no lo veía. Mi preocupación empezó a ser más terrible, porque a Jazmín la creía capaz de todo...

Pero todo quedo tranquilo cuando vi a Jayden en medio de la pista mirando hacia un lugar que no podía identificar.

Un alivio invadió a mi cuerpo y fui hasta el, corriendo para preguntarle si todo estaba bien, porque había ocurrido todo muy rápido, ni siquiera había podido ver los ojos fríos de Jazmín.

—Oye...

— Hey Yannick...

Enseguida que me vio fue hacia mí, con una sonrisa pero luego desapareció cuando vio detrás a Cheryl.

Ignoré su comportamiento para tratar de entender que era lo que había pasado.

— ¿Estás bien? — Pregunté un poco nervioso.

—Yo si estoy bien...

Miró otra vez a Cheryl para tratar de preguntarme con la mirada que hacia ella aquí. La verdad que yo tampoco no sabía mucho de lo que ella estaba haciendo aquí, de cómo habíamos tenido la posibilidad de encontrarnos.

Había sido una maravillosa coincidencia. Digo maravillosa, porque tenía muchas ganas de verla, hace mucho que no lo hacía y ya hace unos segundos la había besado. Era inevitable.

— ¿Qué hace ella aquí?

—Bueno, pues...

No sabía que contestar, así que Cheryl me soltó la mano y vino hacia adelante.

—Nos hemos encontrado, justo esta noche...

Le dijo a mi amigo que estaba mirando la situación con una ceja levantada porque estaba muy confundido.

De repente aparecía con Cheryl que estuve semanas sin hablarme, encima de toda la situación extraña, estábamos tomados de las manos, era un poco extraño ahora que lo pensaba mejor.

—Ah genial... —Mi amigo contestó.

— ¿Qué te han dicho esos o que ha hecho ella? —Dije para romper el silencio.

—Bueno de hecho la chica...

Jayden se quedó callado.

Jazmín era una bruja.

Era tan mala persona que no podía creer como estuve "enamorado" de esa persona tan vacía como lo era.

Todavía le quedaban ganas de seguirme dañando con todo lo malo que había hecho.

Con todo lo que me había hecho... Todos mis años escolares, sufriendo con sus insultos, dejándome de lado e ignorándome, ese día que me acorralaron y me golpearon en los pasillos, y con lo último que me había hecho de arruinar mi ropa con toda esa basura que me arrojaron...

Le daba la cara para venir a hablarme y a seguirme insultándome en frente de mi amigo la verdad que no tenía perdón.

— ¿Te ha dicho algo malo?

— ¿Por qué pareces tan asustado?

Cheryl nos miraba mientras se cruzó de brazos al no entender nada.

—Es mala esa tipa... Es solo eso... Se me ocurrió que quizás te decía algo...

Jayden asintió.

—Bueno lo es...

Respondió con sinceridad y ahí me di cuenta que ella había dicho algo cuando no estaba.

—Me insultó... pero no es nada.

— ¿Te ha insultado?

Sabía que iba a hacerle algo a mi amigo. No podía quedarse sin hacer nada, tenía ganas de decirle unas cuantas cosas.

Miré hacia todos lados, pero sería muy difícil, poderla encontrar entre tanta gente...

—Sí, pero yo no le doy importancia...

— ¿Qué te ha dicho?

—Que te va a dar otra lección...

—No me importa lo que quiera de mí... Lo único que quiero... es que no te insulté a ti...

Jayden me miró con una leve sonrisa y con una mirada tranquilizadora, creo que me estaba haciendo problema por algo mínimo.

Cheryl me tomó de la mano, y me interrumpió todo lo que estaba por decir, porque todavía no había terminado de hablar. La observé y ella me miró con el rostro preocupado...

— ¿De qué están hablando?

—De una enemiga de Yannick...

Le explicó mi amigo con una leve sonrisa. Estaba tan desesperado y angustiado de que Jayden tenga que pasar por esto, solamente porque yo tenía enemigos de mi pasada escuela... Enemigos que ellos solo se habían consagrado porque a mí nunca se me hubiera pasado hacer enemigos en la escuela.

No me preocupaba lo que podían llegarme a hacer dentro de un tiempo, sé que no se rendirían tan fácil y a pesar de que el último ataque que me dieron fue hace un año, no podía olvidarlos tan fácil...creo que siempre van a estar en mi cabeza.

— ¿Enemiga?

—Me molesto siempre en la escuela... —Le explique.

Cheryl asintió mientras se acomodaba su cabello verde radiante.

— ¿Y qué quiere de ti?

—Molestarme...

— ¿Y dónde está ahora?

—No lo sé...

—Si la encuentro esta misma noche, voy a arrancarle uno por unos los pelos de zorra.

Jayden se tapó la boca y asintió con la cabeza, mientras que yo abría los ojos como platos y pensaba que no podía permitírselo de ninguna manera. No quiero que terminé en problemas, por una persona que no lo vale.

—No lo hagas...

—No seas tan amable en la vida, Yannick...

—Pero es así como se debe ser...

Jayden levantó la mano para hablar y lo miramos enseguida.

—Yo creo que tu novia tiene razón...

—Con violencia no se arregla nada...

Y me encantaría que le arrancara los pelos a Jazmín, pero no. No debía. No dejaría que hagan lo mismo que me hicieron a mí...

Porque se, como se siente. Se siente horrible.

—Pero...

La interrumpó.

—Pero, nada, dejémoslo.

Jayden me miró con desilusión y luego le agradecí a Dios de que esta noche estuviéramos los tres juntos.

Eran unas de las personas más importantes en mi vidas... si las llegaba a perder por cualquier estupidez no sé qué haría...

—Eres una buena persona.

Cheryl me dijo.

—No, no lo soy solo pienso en hacer lo correcto.

Más tarde tomé un par de copas con mis amigos y sentía que la garganta me quemaba. Jayden se fue a buscar a Matthew porque no los habíamos visto desde que se fue a bailar con esa chica y yo me quedé en las sillas con Cheryl a mi lado.

La había calmado bastante porque sabía que quería ir a buscar a Jazmín para hacerle daño, pero por suerte estaba más calmada ahora.

No he visto a esos dos desde que el tipo que estaba con ella, me empezó a seguir para golpearme. Quizás se fueron de aquí, porque habían tenido problemas o porque simplemente sabían que estaba yo y no podrían estar en un lugar que "el maldito raro" estuviera.

Pensé en lo que me dijo Cheryl de ser buena persona, y me puse un poco triste, porque la verdad que pienso que yo no soy buena persona.

— ¿Entonces estoy perdonada? — Me preguntó interrumpiendo todos mis pensamientos.

Sentí mi sudor en la frente y enseguida me sequé la frente.

—No estaba enojado...

—Pero de verdad te merecías un perdón, fui una estúpida...

Pensé en la Cheryl drogada en su casa, sola, y descontrolada y se me formó un nudo en la garganta.

Como la veía ahora... no podía creer que también tenía su lado malo. Su lado peligroso. También pensé, que se recuperaba muy rápido del estado de las drogas.

—Fuiste una estúpida...

Contesté, asintiendo y ella me miró con una ceja levantada.

— ¿Lo has vuelto a hacer?

— ¿Hacer, que?

La miré con sarcasmo y la verdad no tenía paciencia para tolerar que se haga la imbécil frente de mi cara. La verdad no había rencores, pero me dolía mucho que haga eso con su cuerpo... sabiendo lo joven que es y que todavía quedan personas que les interesa de su existencia. Sus amigos y yo...

—No...

— ¿Segura?

—Sé que pensaras que soy una maldita adicta, pero...

La interrumpí con la mirada.

—Nunca pensaría eso de ti...

Tomé su mano que no estaba ocupada con alguna de esas bebidas fuertes que se pedía para tomar.

—No quería que me veas de esa forma... quiero ser la chica que era antes, al menos por este último tiempo...

—Puedes, solo si te controlas.

—Lo haré.

— ¿Lo prometes?

—Si...

No dudo en darme la respuesta, lo cual me hizo poner muy feliz por dentro. Sonreí y le toqué la mejilla para que supiera que siempre la iba a apoyar.

Sus ojos me miraban fijo y por primera vez pude notar algo extraño. Estaban brillosos pero algo extraño había en ellos.

Traté de ignorar el problema porque Cheryl se veía hermosa hoy... se veía con energía, se veía con potencia.

Ella llevó sus labios a mi frente y besó con suavidad.

— ¿Vuelves a ser mi chico?

—Siempre lo fui...

Me dio un beso leve en la boca y luego me miró desafiante.

—Vamos a bailar... no lo hemos hecho...

Yo era pésimo para bailar, pero no iba a negarle... había bebido bastante y ahora mi cuerpo estaba más activo que antes.

Las piernas ya no me pesaban, y la gente seguía igual de enérgica que antes, así que no iba a negárselo.

Esta noche había sido distinta a las demás...

Esta discoteca era distinta que las demás...

Era hermosa, gigante con esas luces de todos los colores que nos inundaban. Aunque había arruinado el ambiente Jazmín con ese tipo, pero ahora estoy con Cheryl y no me tiene que importar nada, solo estar con ella...

Aunque Jazmín haya sido mi primer amor, no me importa nada.

Me tomó de la cintura, y empecé a ver su pelo verde moverse a todos lados mientras yo sonreía y trataba de seguir su ritmo.

Podía ver que muchos jóvenes nos miraban y sonreían.

Otros seguían en la suya.

—Tu pelo parece ser azul con estas luces...— Dijo Cheryl y la música rápida se desvaneció para transformarse en un lento.

—Sigue siendo negro...

Ella se acercó más a mí y enrolló sus manos, por fin, en mi cuello, como debía ser. Tomé su cintura, y pude ver su piel bronceada que brillaba con las luces.

— ¿Nunca te lo vas a teñir?

—Creo que no, quiero aprovechar que este negro es natural...

Sonrió y vi sus dientes blancos formar una sonrisa.

Nos estábamos moviendo lento porque la canción era para bailarla de esa forma. No miré a nuestro alrededor porque no tenía ganas de perder el tiempo con la demás gente, solo quería mantener mi rostro en el de mi novia.

La extrañé tanto.

Todos los días me levantaba pensando en ella, en la pelea, pensando en si me iba a hablar o en si me iba a dejar...

Pero por suerte todo volvió a ser como antes.

Tenía ganas de contarle lo que había pasado con Larry, de quien era realmente él, que lo que pensábamos de él había sido una tontería.

Pero no quería hablarles a todos lo que estaba pasando en mi vida... porque todo podía desvanecerse en unos segundos.

Quería hablar cuando ya tuviera casi todo listo o confirmado. Todavía no sé si podría llevar a cabo lo que unas personas mayores hacen. Firmar esos papeles, será una tarea difícil.

Cheryl me rozó mi mejilla con sus labios. Mi corazón empezó a latir fuerte y creo que me sonrojé, pero por suerte, ya no nos estamos mirando tan fijamente.

Ella tiene apoyada su cabeza en mi pecho, aunque tuviera que agacharse un poco... lo cual era un poco vergonzoso.

—Te quiero Yannick...

—Yo también.

Nos abrazamos mientras girábamos en el ritmo de la canción y mi mente quería que esto no terminara jamás.

—Aunque seas un enano...

Me reí, porque justamente yo estaba pensando lo mismo.

—Lo siento...

—Ya no sigas pidiendo perdón... —Le dije con un susurro.

—Es que perdón.

—Tonta...

Su risa quedo grabada en mi mente.

— ¿Y es más que confirmado que grabaras un disco?

—Si.

— ¿De verdad?

—Si.

— ¿Y cuándo pensabas contármelo?

Preguntó Jayden levantándose de mi cama con el rostro asombrado y un poco nervioso.

—Cuando estuviera grabando el disco...

Mi amigo abrió los ojos como platos, mientras suspiraba.

—Pero no pude evitarlo...

Estaba sentando en mi cama, y era un domingo deprimente como los que acostumbraba a vivir... El reloj de mi mesita marcaba las ocho de la noche y en mi cuarto hacía calor.

Me acerqué a la ventana por la que antes escapaba y la abrí un poco para que entré un poco de aire...

Estaba acostumbrado a tener encerrada mi habitación y eso no era muy bueno.

— ¡Esto es emocionante y no se lo contaste a nadie!

—Ya eres el primero en saberlo...

— ¿Va a ser al único que le cuentes esto?

Me quedé pensando un poco y la verdad que hasta ahora si era el único que tenía planeado contarle lo que había pasado con The Sun.

Ese día tan inolvidable que había sido para mí... no podía olvidarlo nunca, el primer día que conocí un estudio de grabación.

—Sí, eres el único.

Jayden suspiró y se cruzó de brazos, mientras otra vez se dejaba caer en mi cama.

— ¿Por qué?

—No quiero anticipar las cosas...

Si anticipas lo que está sucediendo, dicen que después sale todo mal... quiero esperar a todos los resultados finales.

Este mediodía había llamado a la abuela Rosa para decirle que tenía que hacerme un favor muy importante, pero sin contarle a mis padres, lo cual al principio no estaba muy decida... pero la terminé convenciendo.

En cuanto a David, el sí que no tuvo problema, aunque no le explicará muy bien el tema. Accedió sin dudar a firmar cualquier papel que fuera en beneficio a mí...

David confiaba tanto en mí que no dudaba ni un segundo en ayudarme. Esas personas como el, hay que guardarlas en el corazón.

Se ha hecho un lugar en el mío...

No fue un simple profesor de guitarra, si no fue una de las personas que me motivo a salir y cantar frente al público como lo hacía el con su banda.

Le debía mucho...

Como a Jayden mi amigo, por nunca abandonarme a pesar de las oportunidades que ha tenido de buscarse otro mejor amigo mucho más divertido que yo...

La diversión no es lo que importa, si no lo fieles que son contigo. Él lo fue... yo también lo fui y eso no has hecho mejores amigos.

—Bueno, Yannick... Está bien lo que hagas, al menos me lo contaste a mí...

—Creo que está bien...

Mi amigo me sonrió y de seguro está pensando que soy un loco demente, pero bueno que piense lo que quiera.

Jayden no podía creer cuando le contaba sobre el edificio. Que estaba lleno de lujos, que había muchísimas guitarras, que había estudios de grabación, premios, y todo lo que podíamos desear unas personas como nosotros.

—Me imagino la cara de tus padres cuando de verdad se enteren hasta dónde has llegado...

—No sé si he llegado...

— ¿Qué más te hace falta ver?

Me quedé pensando.

Mi comentario era estúpido, tenía razón mi amigo, ya no me quedaba nada por ver si estaba dentro de un sello discográfico.

Pero no sabía que iba a pasar a la hora de tener que firmar esos papeles.

—Hasta que no grabe algo no voy a estar tranquilo...

Jayden me miró y sonrió.

— ¿Y tus padres? —Me preguntó.

—Créeme que yo también estoy ansioso por verles esas caras de momias enfurecidas cuando se enteren de que he llegado a algo a través de la música...

Empezamos a reírnos por lo que acababa de decir.

Cuando paramos, se me vino un recuerdo vago en mi memoria. Se trataba del Jayden deprimido que había visto el fin de semana...

Esa noche que me he vuelto a perdonar con Cheryl y desde ahí que no paramos de mandarnos textos...

— ¿Tu, como estas?

Mi amigo dudó antes de darme una respuesta.

—Estoy bien...

— ¿Seguro?

—Más que seguro...

No sabía si lo estaba diciendo en serio, así que lo miré alzando una ceja y el me devolvió la mirada con una sonrisa.

— ¿Y qué me dices de ti?

— ¿De mí, que?

No sabía a lo que se refería así que pretendo que me lo expliqué con más profundidad.

— ¿Estás bien?

Mi corazón se aceleró al recordar de mi depresión, de mis demonios mentales, y de esas veces cuando estaba solo en la habitación, que tomaba un cuchillo y lo pasaba por mi piel. No era normal lo que hacía...

Yo no era normal.

Pero no podía andar contando mis problemas mentales a todas las personas y pocas que conozco. Prefiero hacerlo un problema personal...

—Estoy muy bien...

Finalmente respondí dándole un cierre a este tema. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro