Lía

Corro por el pasillo, llego tarde a la siguiente clase. Eso me pasa porque quedarme dormida, otra vez. Perdón Noah, voy a hacerte bajar las notas sin querer.

¡Pero por una buena causa!

Tyrone me pone el pie y me caigo al suelo antes de poder entrar al aula. Aunque no me está saliendo bien el plan, pero no tardaré, eso lo juro.

Me levanto del suelo y le sonrío triunfante.

—¿Es lo mejor qué tienes?

Su alegría se esfuma, punto para Lía. Yo voy a ganar esto. Reacciono cuando se acerca intimidante hasta mí y me pongo en posición de combate. Qué ni crea que se la haré fácil.

—¿Quién eres? —frunce el ceño y me quedo tildada.

—¿Disculpa? ¿Qué? —me sorprendo —¡¿Qué te pasa?! —levanto los puños —¡Te golpearé!

—Eres insoportable... —exclama y se va enfadado, ignorando mi amenaza.

¿Sospecha? ¿Qué le sucede? Está loco definitivamente...

Rato después, termina la hora del colegio y al fin es momento de volver a casa. Camino por la salida y me empujan para pasar. Frunzo el ceño cuando visualizo a Tyrone, que se me adelanta.

Listo, se acabo mi paciencia. Lo haré de la manera difícil.

Corro hasta él y lo empujo. Nos empezamos a dar golpes en la vereda, mientras su amigo Gregor nos observa desconcertado.

—Se van a matar... —opina cuando terminamos a los puñetazos en la calle y de repente grita —¡Cuidado!

Un auto se acerca y Tyrone me agarra de la ropa. Eso estuvo raro, pero me salvó.