Noah

Anoto lo que dicta la profesora y levanto la vista cuando visualizo a Dan en la puerta del aula.

—¿Se le ofrece algo? —la mujer deja de anotar en el pizarrón y observa al castaño.

—El profesor de gimnasia me ha mandado a buscar a Heinz, dice que quiere ponerlo en el equipo de los torneos.

—Entiendo... —mira al morocho —Eglesfield, ve y no tardes. Los deportes serán importantes, pero mi materia también.

Heinz asiente y lo acompaña. Que extraño... No recuerdo que haya torneos para este mes. Tengo un mal presentimiento, así que levanto la mano.

—Profe, ¿Puedo puedo ir al baño?

La mujer rueda los ojos, ya que por segunda vez su clase fue interrumpida, pero por suerte me da el permiso.

Busco a Heinz pero me encuentro con Lía y Tyrone. Bajo la cabeza nervioso.

—¿Ti... ¿Tienen torneo hoy?

—No me mires así Nenaza, que me excito —aclara el demonio y me sobresalto, lo que provoca que se ría.

Miro a Lía.

—¿Han visto a Heinz? Se fue con Dan...

—Lo estamos buscando —ella hace puchero —, lo perdimos de vista.

—¿Me buscan a mí? —sale Dan caminando por uno de los pasillos pero sólo.

—¿Qué estás planeando? —frunce el ceño mi hermana.

—¡Sí, ya, quiero saber! —expresa animado Tyrone —. Cuanta intriga, cabeza de tornillo. Sólo espero que no sea algo estúpido, porque ya me estoy cansando —bufa.

—Te aseguro que te encantará —expresa triunfante el castaño.

—¿Dónde está Heinz? —insisto.

—Logre que se encontrará con alguien especial ¿Quieres ver quién es? Seguro que tú lo sabes —continúa con malicia.

—¿Esto se trata de Eglesfield? —levanta una ceja el morocho y se cruza de brazos —prefiero ignorar a ese idiota, después de la última conversación que tuvimos —presiona los dientes y puedo notar el odio en sus ojos —se ha pasado de la raya...

—Si te vas a poner así... —se ríe —mejor ni te cuento.

¡Lo hace para provocarlo!

Termina dándose la vuelta y Tyrone lo sigue al ser ignorado. Mi hermana y yo también hacemos lo mismo. Algo me dice que esto no es bueno, aumento el paso y agarro el brazo de Dan.

—¡¡Detente ahora!! —exijo.

Es demasiado tarde...

Visualizo a Heinz y a su lado está quién creí. Dan fue muy específico para que yo me diera cuenta, todo meticulosamente arreglado.

Ahí está Bruno.

La reacción de Tyrone es inminente, nunca imagine verlo así, sus ojos se abren en grande, su boca se mueve levemente. Con una respiración acelerada, sus ojos se humedecen y lo nombra de una manera particular.

—Co... Copito...