Noah

Entro a la escuela y al visualizar a Heinz en el pasillo, me le acerco sonriente.

—Hola —cuando se gira no parece alegre —¿Qué pasa? —pregunto confundido.

—Lo normal...

Frunzo el ceño.

—¿Bruno?

Se queda mirandome y luego baja su vista a mi cuello. Por acto reflejo pongo mi mano sobre la marca que me hizo Tyrone. Bajo la cabeza y me sonrojo avergonzado.

—Eh... Yo...

—Ya lo sé todo —me interrumpe arisco y vuelvo a mirarlo.

—¡No es nada que Bruno te haya dicho! —me defiendo.

—¿Qué te dije qué? —veo el rostro del nombrado a mi costado y me sobresalto apartandome de él. El hermano de Heinz sonríe y posa el dedo en su boca —parece que te encanta llamarme, Noah.

Ugh, me ha venido un escalofrío.

—Bruno, ¿Qué haces aquí? —expresa Heinz frunciendo el ceño —¿Por qué has venido?

—No hay torneos esta semana... —exclamo cohibido y en un tono bajo aclarando, ya que no debería estar aquí —así que deberías irte... —le indico nervioso.

Sonríe ampliamente.

—Tranquilo, hoy no vine por ti... Hoy vine por... Dan.

Lo miramos confundidos.

—¿Eh?

—No sé si saben pero... La venganza es un plato que se sirve frío —se ríe —. La segunda parte de mi plan está en marcha, sólo vengo a ver los frutos de mis acciones.

¿Qué acciones? ¿de qué habla?