Heinz

Salimos del cuarto de Lía y cuando ella se retira, Noah se queda tildado mirando por la ventana.

—Sigues preocupado —acoto.

—No quiero que mi hermana se encuentre con un psicópata —pone ojitos tristes y lugar se asusta —¡¿y si la descubre?!

—¿Quieres ir a vigilarla? —me lo pienso.

—¡Eso no se hace!

—¿Por qué no? Ya lo he hecho antes —muevo los hombros.

—¡¿Eh?! —se sorprende.

—Ya sabes, cuando "trabajaba" para Bruno —me río.

Hace puchero.

—Mejor no hablemos del pasado.

—Cierto, mejor vivamos en el presente —camino a su cuarto y me sigue —¿Dónde están?

—¿Qué haces? —pregunta confundido.

—¡Aquí! —levanta dos lentes oscuros —sabía que tenías cosas como estas —me río.

—¡Que vergüenza, no revises! —se revuelve el cabello alarmado y corre cuando le lanzo uno de esos anteojos —me estás preocupando.

—Mejor tomemos esto con humor —me pongo los lentes —y vamos a vigilar.

Cuendo entiende, sonríe de manera adorable y luego me sigue el juego, poniéndose los anteojos negros también.

—Lo que diga jefe, estaré a su servicio.

—Que mal, lo malpensé —me subo los lentes sobre la cabeza —¿Dónde está mi mente sana? —me río, le agarro la mano y salimos corriendo de allí.