Dan

Tengo que matar dos pájaros de un solo tiro. Haré pagar a Gregor por no incluirme en sus planes, además de no dejarme hacer los míos y de paso vengarme de Lía por creer que puede declararme la guerra.

Nadie me pega un batazo en la cabeza y sale sin recibir su castigo. Que casualidad que los ex noviecitos hicieran lo mismo. Mi cabeza no olvida.

Como esta retrasada de acá. Miro a Lía y me quedo observándola. Finge ser femenina, la antigua Lía me aburre. Me hace extrañar un poco su cara de odio, pero eso se puede arreglar pronto.

—La feria es muy bonita, pero me gustaría visitar a alguien —ofresco amigable.

—¿A quién? —frunce el ceño.

Sonrío.

—Un amigo que tiene algo para mí.

—¿Eh? —expresa confundida.

La hago caminar y mientras avanzamos, miro hacia atrás con confianza.

—Vamos a tomar un atajo, hay bichos siguiendonos.

—¿Bichos? —mira para varios lados —¿Qué bichos?

—Uno pequeñito y otro azul.

Seguimos nuestro camino, perdemos a Noah y Heinz al doblar una calle, entonces al fin llegamos, pero una sospecha crece en mí cuando Lía visualiza la casa de Gregor.

—¿Y esa reacción?

Mueve la cabeza.

—¿Eh? Nada. Es... Bastante grande —da un intento de opinión sobre la mansión y entrecierro los ojos —¿Qué?

—Sí, lástima que el pobre de Greg sólo sea un trofeo desvalorizado ¿Conoces su historia? —indago en su actitud para sacarme sospechas.

—¿El que me trajo torta? —pregunta de manera estúpida y no puedo adivinar su respuesta.

¿Pude adivinar a Bruno y no puedo descubrir a esta tonta? He fallado como analizador o realmente no está actuando.

Como sea, tengo que averiguar lo que trama Gregor y como sé que Tyrone lo llamó, no me preocupo de su presencia.

Toco el timbre y ya que su familia me conoce, entro como si nada. Vamos hasta su habitación y Lía me mira raro.

—¿Qué estás haciendo? ¿Qué hacemos aquí? —mira a todas partes desconfiada.

Sonrío con malicia.

—Cosas malas.

~•~

Hablando de cosas malas... Dan tiene su propio libro 😈