224. Adiós tenedor

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Bruno

Tengo el poder del tenedor. Nunca pensé que los cubiertos fueran tan útiles. Voy a dominar el mundo y a pinchar a todos.

Dejo de mirar por la ventana y jugar en la hora del recreo, cuando noto que Tyrone se acerca hasta mí.

—¿Qué? ¿Quieres más? —lo apunto con el tenedor.

—Tengo frío, ¿no me calientas?

—Ojala mueras de hipotermia —sonrío —. Eso te enseñará a no robarle el paraguas a los demás.

Camina hasta mí y retrocedo, mi espalda choca contra la pared, mientras su rostro se acerca al mío.

—Los demás no me importan, sólo tú, Copito.

—Alejate o te pincho.

Sonríe de lado.

—La hera de los cubiertos se acabó —me agarra la mano, luego me lo quita y tira el utensilio por la ventana —mucho mejor, adiós tenedor —ríe triunfante.

—¡No! —grito mirando como cae allá abajo. De repente Tyrone me abraza por detrás —¡Aparta, estás mojado!

—¿Y de quién crees que es la culpa? —toca mi cuello suavemente, siento su torso en mi espalda y sus dientes se apoyan en mi oreja —responzabilizate de tus actos.

—Respinzabilizate tú —le pego un codazo y se aleja. Señalo afuera —Ve a buscarme el tenedor —ordeno como si nada.

Frunce el ceño y se cruza de brazos.

—Ni aunque me prometas sexo durante toda la noche.

—No seas mediocre, ¿Qué problema tienes con mi tenedor?

—¿Por qué tengo que soportar a Cabeza de Antorcha a cada lado que voy? Primero en aula preguntando por Adelaine y ahora aquí ¡Con su tenedor! —exclama más irritado —¡No lo soporto!

—Y yo no soporto tus malditos celos, que te creas el dueño de todo, pero el mundo no es perfecto, así que me lo tengo que bancar —me giro a buscar el tenedor —te aconsejo que hagas lo mismo —salgo corriendo.

Camino por el jardín de la escuela, pero no veo mi cubierto. Cuando estoy por darme por vencido, levanto la vista al árbol que justo está en la dirección de la ventana. Maldita sea, justo ahí se tenía caer. Mi mala gimnasia no me permitirá ni escalarlo.

—Aparta —veo que Tyrone pasa por mi lado, ni me di cuenta que me siguió y encima se sube al árbol.

No, no pienses bonito. No lo hagas. Corazón de porquería ¡No te aceleres! Así no se puede. Estúpidos sentimientos tóxicos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro