Bruno

Voy caminando por los pasillos de la escuela mientras sostengo un chupetín en mi boca. Visualizo al tal León Ruiz que ha estado últimamente por aquí. Eso me recuerda la conversación de esta mañana con Heinz. Linzy secuestro a Lía y quiere que esta misma tarde vayamos a una obvia trampa con Noah.

—La policía se encargará, no llores —oigo a mi hermano consolarlo y me giro en su dirección.

—Ya veo porque te llaman nenaza —opino.

—Bruno, no seas así —me reprende Heinz.

—Yo soy así, al que le gusta bien y sino también —los ignoro y sólo le presto atención a mi chupetín —. Tengo que comprar más de estos.

—¡¡Bruno!! —me lloriquea a mí ahora Noah —¡¡Ayúdame!!

—Vale, vale, yo me encargo de la loca.

—Espero que no estés hablando de Linzy Trinity —oigo detrás una voz sensual y me giro —. ¿Podría hablar con ustedes un momento?

Primera vez que veo a León Ruiz de cerca. Sexy policía joven ¿Qué tendrá? ¿Unos 25 o 26 años? Que importa la edad, está buenísimo. Los años le sientan bien.

—Podemos hablar todo el día —respondo sonriente.

—¿Recibieron la denuncia de mi mamá? —le dice Noah en un tono bajo.

—Así es, nada de hacer locuras ¿de acuerdo? —aclara y cuando se gira para irse, le miro el trasero.

—¿De en serio van a confiar en la policía? —escuchamos a Dan que llega y nos volteamos a mirarlo —. Esos estúpidos nunca terminan de hacer nada —exclama con notable odio.

—Solo haría cosas malas para que me arresté —apoyo el chupetín en mis labios —. O mejor aún, me meto en problemas para que me rescate —hago una pausa —. Tienes razón, me voy a buscar a Linzy —comienzo a caminar.

—Yo siempre tengo razón —expresa el castaño sintiéndose superior.

—¡No escuches a ese idiota! —se queja Heinz.

—Ay, ay, ay —Noah corre en círculos chillando y de repente se choca contra Tyrone que recién llega —¡Ay, mamá! —. Ahora gira de verdad, se gira y se va detrás de Heinz.

—¡¿Por qué todo el mundo hace tanto ruido?! —se queja el grandote que me irrita con solo verlo.

Mi hermano me señala de repente.

—Haz algo bien en tu vida y detenlo. Sé va a una trampa de Linzy.

—¿Qué? —me quejo —¡No lo metas a él!

Dan se ríe.

—Genial, me estoy divirtiendo mucho.