249. Amor sin límites

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Heinz

Llegamos a la vieja casa de la familia Trinity, como se dijo está deteriorada y sin restaurar por la ocasión de aquel incendio que hubo años atrás.

—Esto es muy tétrico, me encanta —opina Dan.

—Tú cállate —le dice Gregor mientras llama desde su celular al detective.

—Se ve que no hay forma de entrar —miro los escombros y entonces me doy cuenta de algo —¿Y Noah?

—¿No estaba contigo? —termina de hablar con León Ruíz y corta.

—Tu pequeño rubio se fue por esa ventanita —señala Dan en un gesto y miro hacia arriba.

—¡¿Y por qué no me avisaste?! —me quejo y vuelvo a mirar la ventana —Yo no quepo ahí ni de asomo —opino.

—Para algo sirve ser enano, supongo —se ríe —así es como pierdes a un ser querido, por distraído. Que vergüenza, Heinz Eglesfield.

—¿Quieres que te golpeé? —exclamo irritado —si no vas a aportar nada, ¡Largate!

—Ya estoy aquí ¿no? —se gira caminando con las manos en los bolsillos.

—¿A dónde vas? —pregunta Gregor mientras yo intento ver cómo entrar —. No vuelvas esto más complicado de lo que ya es.

Se detiene y se gira a mirarlo sonriente.

—Ya lo verás, nos divertiremos.

Ignoro a ambos y continúo con mi búsqueda, al salir corriendo.

—¡Noah!

Veo unas piedras y las muevo. Me arrastro entrando a la casa del terror, desesperado. Lo que uno tiene que hacer por amor, no tiene límites.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro