Noah

Mi hermana regresa con la ropa del colegio en sus manos y una peluca rubia que se ganó en un cumpleaños de uno de nuestros primos. Yo la miro raro, quedándome confundido. Veo como busca en mi mochila una tijera y se acerca al espejo.

—¡Espera! —me levanto del suelo —¡¿Qué haces?!

—Desde ahora yo seré Noah —corta rápidamente el mechón largo de sus cabellos rubios y se gira tirándome sus prendas —y tú serás Lía.

—¡¿Eh?! —exclamo alarmado.

—Vivirás tranquilo mientras yo me deshago de Tyrone.

—Pero tu bonito cabello...

—¿A quién le importa? —se mira al espejo y corta otro mechón.

—A mí... —hago puchero —y mamá se enfadará... —exclamo tímido —no lo hagas...

—Demasiado tarde —señala la ropa en el suelo —¡Y ponte eso!

—Pero no quiero vestir de chica...

—Calla y dame tu ropa —se pone a buscar en mi armario mi uniforme escolar —necesitaré algo para fingir tu genital...

—No... ¡No hagas esto! —imploro.

Bufa.

—Vale... —camina hasta la puerta —ve a la escuela y que te golpeen —exclama decepcionada.

—No voy a ir... —bajo la vista —no quiero ir más... —lloriqueo.

—¡Mamá te obligará! —se queja —si tanto te molesta mi idea, ve y cuéntale qué ocurre —señala la puerta mirándome molesta.

—No puedo... —lloro más.

—¿Quieres qué le diga yo? —se cruza de brazos y niego con la cabeza —¿Por qué?

—Ya me han cambiado muchas veces de colegio, no sirve...

—¡Entonces acepta mi idea! —se pone una mano en el corazón —¡¿Acaso seguirás sufriendo sin hacer nada?! —se señala la cabeza —¡¿Me corte el cabello para nada?! —exige —¡Responde!

Me sobresalto y luego suspiro.

—Tienes razón...

Sonríe triunfante.

—Excelente porque le patearé el trasero a ese desgraciado.

Agarro el uniforme escolar de Lía y vuelvo a suspirar. Parece que es la única salida. Observo el cabello cortado en el suelo. Es una lástima, le quedaba tan bonito. Debo devolverle el favor,  ayudándola en su plan. Tomaré fuerza y lo conseguiré.