Lía

Cuando el chico malo del curso se pone agresivo sin razón, aunque en realidad yo sí la sé, Noah saldría corriendo o llorando un falso perdón, por otra parte, yo le doy un puñetazo y él me quiere matar.

—¡¿Qué te pasa?! —le grito a Tyrone qué hasta hace un segundo patio mi mesa.

—¡¿Te crees importante nenaza?! —se señala —¡¡Yo soy el único que puede amenazar aquí!! —grita enfadándose por lo que le dije a María.

Sigo en mi asiento y me cruzo de brazos, siguiéndole el juego.

—Es mi relación ¡No te metas!

Sonríe.

—Tu relación se acabo, acéptalo y punto final.

Me levanto de mi silla y me pongo delante de él.

—No —digo firme.

—Noah Channy... —presiona sus dientes —te mataré...

—Demasiadas promesas falsas  para ser un gay —sonrío —¡Ups! Se me escapo tu secreto...

Sí, me pasé... Pero ya me tiene harta. Aunque no pienso que alguien crea lo que dije.

Miro a Gregor qué niega con la cabeza nervioso ¿Qué le pasa?

—¿A quién llamas gay...? —Tyrone se acerca irradiando odio y retrocedo. Vale, esta vez da miedo —¡Te ahorcaré! —caigo al suelo cuando se me tira encima, agarrándome del cuello.

No puedo respirar, tiene como un ataque de ira descontrolada y la presión en mi garganta no se afloja.

—¡Es una broma, es una broma Tyrone! —oigo al castaño interceder mientras me asfixio —¡Tyrone, es una broma, suéltalo! —insiste Gregor y yo pataleo.

Genial, voy a morir. Nótese mi sarcasmo en alto grado. Me estoy quedando sin fuerza, mis manos no responden con la misma intensidad y empiezo a ver borroso. No sé qué pasa, no veo bien, pero Gregor creo que termina dándole una patada.

—¡Corre! —me grita.

Me sobresalto y me levanto aturdida. Hago lo que me dice y cuando huyo por el pasillo, oigo que Tyrone me persigue.

—¡Nenaza!

Es la primera vez que me siento como Noah mientras corro. Toco mi cuello en lo que avanzo y estoy segura que me quedará marca. Me equivoqué y de una manera demasiado fea, pero de algo ahora estoy muy segura. Tyrone no sólo es gay...

¡Tyrone es un gay homofóbico!