37: El hermano mayor

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Yoongi había dejado la mesa en cuanto vio que los alfas iban a ver quién sería el encargado de lavar todos los platos que habían salido después del desayuno, pero no era porque Yoongi quisiera escapar inclusive de las labores del hogar, si no que necesitaba ver a alguien, era sorprendente el hecho de ver como los demás alfas se comportaban como si nada ante el enojo de su hermano mayor, y quizás tenían sus motivos, después de todo, Yoongi no les conocía lo suficientemente bien como para criticarlos en muchos aspectos.

Sin hacer mucho ruido había subido las escaleras despacio, tenía sus dudas, no sabía ni siquiera como podría reaccionar Seokjin ante su presencia, los alfas cuando llegaban a enojarse les gustaba más estar solos que en compañía de los demás, pero eso no quitaba el hecho de que Yoongi se sintiera preocupado, quería saber el estado en que se encontraba el mayor de ellos.

Cuando por fin subió el último peldaño de la escalera, se dispuso a caminar un poco más por el pasillo para poder llegar a la habitación de Seokjin, miro la puerta de color blanco que estaba frente a él, y soltó un largo suspiro, debía ser valiente, cualquier reacción de parte del alfa sería una consecuencia por la discusión que había tenido con sus hermanos allá abajo, así que se esperaba de todo. El aroma amargo del enojo estaba mucho más potente de lo que esperaba, pero ahora no había vuelta atrás.

Cerro su mano en puño y la fue acercando hasta tocar la madera de la puerta para después dar pequeños golpes sin hacer mucho ruido, tres habían sido los suficientes golpes para que el alfa del otro lado de la puerta hablara.

—¡Y ahora quién es! —se escuchó decir dentro de la habitación—. No voy a abrir, no quiero que me molesten.

—S-seokjin —dijo Yoongi con voz calmada, pero debía admitir que estaba levemente asustado, no era alguien que le gustase ver alfas molestos—, soy yo, Min Yoongi...

No hubo respuesta.

El omega se mordió con leve fuerza el labio inferior, temiendo porque quizás Seokjin lo mandase muy lejos después de su respuesta, alejo su mano de la puerta, Seokjin quizás ni siquiera quiera verlo ahora mismo, quizás solamente quería estar solo y que lo dejasen en paz. Estaba a punto de rendirse y dejar al alfa solo cuando el sonido de la puerta abriéndose en un clic, lo hizo dejar la idea de querer rendirse.

—¿Ellos te dijeron que vinieras? —la pregunta había sido el saludo de recibimiento. Yoongi de inmediato negó con la cabeza, pero sabía que Seokjin solamente lo veía por una pequeña rendija de la puerta semiabierta.

—No, he venido por mi cuenta —respondió Yoongi, no tenía por qué dar alguna tonta excusa, él había ido a ver a Seokjin porque le preocupaba.

Seokjin volvió a alejarse para después abrir la puerta por completo ante el omega, Yoongi se encogió en su sitio un poco, miro dentro de la habitación del alfa, todo estaba ordenado, tenía varios posters de videojuegos alrededor, había algunos de Fortnite, Zelda, Super Mario, Assasin's Creed, Overwatch, también vio que en su cama, había un montón de peluches diferentes, en su escritorio estaba colocada una computadora portátil de color azul, y había también algunas tazas allí que estaban repletas de lápices, plumones, bolígrafos, y pinceles.

—Pasa —invito Seokjin, Yoongi dio un asentimiento al en respuesta para después disponerse a caminar y entrar a la habitación del alfa.

En cuanto Yoongi entro, Seokjin cerró la puerta detrás de ellos, Yoongi se alarmo levemente al escuchar como el alfa colocaba el seguro a la puerta, cosa que Seokjin noto.

—Tranquilo —dijo el alfa mayor—, lo hago para que esos idiotas no vengan —soltó un suspiro—, es la única manera de que me dejen tranquilo.

Seokjin camino, arrastrando los pies para después recostarse en su cama haciendo que algunos de los peluches allí terminarán en el suelo. El omega busco asiento, encontrándose con la silla que estaba cercana al escritorio del alfa, sin decir nada la tomo para disponerse a tomar asiento, Seokjin soltó un resoplido que fue casi bien retenido por los peluches en los que se encontraba encima.

Yoongi miro los peluches tirados, y no pudo evitar inclinarse para recoger el más cercano, era un peluche en forma de una langosta de color rojo y que tenía una cara sumamente simpática, inclusive tenía dibujadas pequeñas manchas rosadas en sus mejillas.

—Seokjin —el mencionado dejo de enterrar su cara en los peluches, pero no miro a Yoongi.

—Qué bueno que no tienes hermanos —menciono el alfa—, es lo peor que le puede pasar a un ser humano.

El omega apretó sus labios al escuchar eso.

—No creo que sea tan malo —el alfa al fin miro al omega—, ellos te quieren.

Seokjin soltó una risa en un resoplido mientras negaba con la cabeza.

—Ellos lo único que buscan es hacerme enojar —respondió, soltó un resoplido para después acomodarse mejor y sentarse en la orilla de la cama—, a veces desearía no ser el mayor.

—Debe ser difícil controlarlos...

—¡Lo es! —confirmo Seokjin—. En Wonju todo era peor —comento—, antes de que naciera Taehyung, mamá se la pasaba más en el hospital, y papá en el trabajo, casi no podía visitar a nuestra madre debido a que tenía que encargarme de los demás, Jimin era quien más lloraba porque extrañaba a nuestra madre, Hoseok y Namjoon eran unos diablillos...

—Bueno, debes considerar que no todo es tan malo —dijo Yoongi, el alfa mayor negó ante esas palabras.

—Yoongi, si vivieras en esta casa, créeme que lo único que querrás después es largarte y olvidarte de todos —Seokjin hablaba en serio—, he pensado muchas veces en irme de aquí sin avisarle a nadie.

—Estoy seguro que todos se mantendrían preocupados por tu ausencia —Seokjin no dijo nada—, y no sólo lo digo por tus padres...

—¿De qué lado estás?

—Sólo pienso que no deberías de creer que tener a tus hermanos es malo —dijo Yoongi, no quería comenzar una discusión—, escucha —soltó un suspiro—, puede que a veces piense que ustedes son un desastre —al alfa no le sorprendió escuchar eso—, pero la verdad... los envidio un poco...

Seokjin frunció el ceño al escuchar aquello.

—¿Por qué alguien como tú nos tendría envidia? Eso es ridículo.

—No lo es —respondió Yoongi—, cuando era más pequeño, muchos de mis amigos presumían a sus hermanos, siempre hablaban de lo maravillosos que eran y que siempre hacían cosas juntos, ir a jugar, tener aventuras, y muchas cosas que... un niño que es hijo único jamás podría tener a su alcance.

Yoongi abrazo el peluche en sus manos.

—Con el paso del tiempo el querer tener un hermano se fue como un sueño que nunca se hizo realidad, luego mis padres se divorciaron y me volví más cerrado con las personas, no quería que me hablaran de nada, mucho menos si las conversaciones eran de sus hermanos.

El alfa no decía nada, solamente se dedicaba a mirar a Yoongi quien divagaba con su mirada por la habitación del alfa.

—Sin querer, llegué a un punto en que me percate de que estaba solo —relamió sus labios—, y cuando ustedes llegaron, no pude evitar estar impresionado, una familia grande, ustedes harán travesuras, puede que muchos vecinos no les guste, pero sinceramente cada que los veía, podía ver lo unidos que son, puede que discutan, pero eso no les importa, siguen siendo grandes amigos, confidentes, y hermanos... los envidio porque, jamás podré tener esa clase de vinculo tan cercano con alguien...

El omega soltó un suspiro, dejo de abrazar el peluche, y se levantó de la silla bajo la atenta mirada del alfa, para después entregar el peluche a Seokjin, ese peluche era su favorito, todavía el recuerdo de su cumpleaños número veinte, ese peluche había sido un regalo de parte de todos sus hermanos, sabían que a Seokjin le encantaban las langostas, y habían reunido dinero entre todos solamente para conseguir aquel peluche para su cumpleaños.

Tomo el peluche en sus manos.

—Seokjin —el alfa miro al omega—, no te pido que los perdones pronto, quizás inclusive no lo hagas, pero sólo te pido que no te vayas de sus vidas, estoy seguro de que ellos no se sentirían bien sabiendo que fueron la causa por la que te fuiste.

El alfa dejo de mirar a Yoongi para seguir mirando el peluche, Yoongi tenía razón, podría tener unos demonios como hermanos, pero eso no quitaba el hecho de que los estimaba mucho, podrán tener discusiones, podrán pelearse, pero siempre los buenos momentos eran los que ganaban siempre, nunca se dejaban vencer por los momentos terribles, se apoyaban mutuamente, siempre se mantenían al tanto de los triunfos del otro, se querían, por más que les costase aceptarlo a veces, se querían.

Yoongi sonrió al ver que Seokjin le sonreía al peluche, tal vez sus palabras ayudaron un poco, esperaba que con eso Seokjin ya no se sintiera menospreciado por sus hermanos, Yoongi sabía que los demás no hablaban en serio cuando le decían que es un alfa viejo, sabe que los demás alfas lo quieren, y que solamente les encanta molestar.

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