¿Cuánto tiempo había pasado?

No lo sabían con certeza.

Aunque en realidad solamente habían pasado diez minutos desde que se fueron, pero para el resto de los hermanos Kim parecía ser una eternidad, todavía podían recordar a Yoongi que había aparecido en la estancia, con ese suéter holgado de color vino, vestía unos pantalones negros que se ajustaban bien a sus delgadas y torneadas piernas, todavía recordaban como aquel suéter dejaba ver en parte sus clavículas, y como el omega no parecía querer ocultar su aroma dulce, todavía recordaban cuando el mocoso de Kim Jungkook se le acerco de inmediato sonriente y le comento que se veía sumamente lindo, recuerdan como Yoongi se sonrojo levemente por su comentario tan halagador, todavía recuerdan sentirse totalmente rabiosos de ver como Jungkook no tardaba en tomar al omega de su mano y arrastrarlo a la salida de la casa.

Y ahora, todo el resto de los hermanos Kim se encontraban sentados en el comedor, la comida había sido servida, eran restos de la cena, pero ninguno tocaba nada, el silencio era sumamente espeso tanto como la neblina en las mañanas frías, ninguno de ellos estaba con el humor suficiente como para decir que quería disfrutar del desayuno, no cuando sabían perfectamente que seguramente Jungkook se estaba aprovechando de la situación y estaba hablando con el omega.

Los escenarios en sus mentes eran distintos, pero todos concordaban en algo y era que estaban totalmente celosos de su hermano menor, le tenían una envidia que solamente estaba creciendo cada vez más mientras el reloj seguía marcando los segundos para que pasara el tiempo, pero para ellos el tiempo parecía ir demasiado lento, ¡ya querían que se cumplieran las veinticuatro horas!

—¿Qué estarán haciendo? —Jimin había hecho aquella pregunta, terminando con el lúgubre silencio en la mesa.

—De sólo pensarlo me da asco —comento Hoseok, tomo los palillos y comenzó a darle suaves toques a la comida—, ¿por qué tenemos que comer esto?

—Porque es lo que hay y no dejaremos que se quedé la comida —dijo Seokjin—, la ultima vez que paso, mamá nos regañó.

—Creo que perdí el apetito —dijo Jimin mientras apartaba el plato frente a él y soltaba un resoplido—, ¿ya pasaron veinticuatro horas?

—Ojalá —dijo Namjoon mientras llevaba un bocado a su boca, pero ni siquiera se dignaba a introducirlo, no tenía hambre—, al menos espero que ya haya pasado una hora.

—Ni siquiera lo pienses —dijo Taehyung.

—¿Por qué lo dices?

—Bueno, en una hora pueden hacer muchas cosas —dijo Taehyung—, como... ir a comer, tomarse de la mano, estar muy cerca... ¡agh!

—Creo que esto fue mala idea —dijo Seokjin, sentía un leve sabor amargo en la boca.

Puede que, si haya sido una mala idea, todos sabían que pronto tendrían la oportunidad de tener una cita con el omega, pero eso no quitaba el hecho de que siguieran imaginando a Yoongi con Jungkook en una cita.

Seokjin casi podía jurar verlos en un restaurante, Jungkook seguramente se sentaría frente al omega y no dudaría en darle de comer en la boca, de sólo pensar en Yoongi totalmente sonrojado y avergonzado por las acciones del menor lo ponía enfurecido.

Jimin sentía las enormes ganas de querer ahorcar a Jungkook, pues lo estaba imaginando con Yoongi mirando una película seguramente una de terror, una en donde Yoongi se pondría sumamente asustado y terminaría abrazando a su hermano menor para sentirse protegido, y Jungkook aprovecharía ese momento para darle todo el cariño posible, ¡Jimin quería ser el protagonista de esa escena!

Namjoon por más que no quería llenarse la cabeza de esas imágenes aleatorias no podía evitarlo, pensar en su hermano pequeño siendo coqueto con el omega más lindo del mundo hacía que le hirviera la sangre de la ira que sentía, imaginar a Jungkook tomar de la mano al omega, abrazarlo por la cintura, darle un... ¡agh! Namjoon apretó los dientes con fuerza, de sólo pensar en eso estaba enfureciendo.

Hoseok sentía que la cabeza estaba a punto de estallarle en ese preciso momento, y es que de sólo imaginar a su hermano menor dándole flores a Yoongi, haciendo que el omega se emocione y se deja abrazar por él, mordió el interior de su mejilla, de sólo pensar que Yoongi podía inclusive terminar siendo pareja de su hermano menor, eso si no podía verlo, eso no debía pasar.

Taehyung era quien sentía que la estaba pasando peor, podía verlos tan claramente en su mente que parecía una tortura, imaginar a Jungkook en esta cita, en veinticuatro horas muchas cosas podían pasar, y la peor de todas ellas era que Yoongi terminase enamorado de Jungkook, ya podía verlos, seguramente ellos estarían como idiotas esperándolos dentro de la casa, y entonces de repente venían Jungkook y Yoongi tomados de la mano y de repente el idiota de su hermano menor les dice que ya son pareja, que marcará a Yoongi, se casarán en menos de una semana, y que tendrán muchos, muchos cachorros, casi podía ver a Jungkook con esa estúpida sonrisa suya llena de triunfo, y Taehyung ya se podía ver a él mismo solitario encerrado todavía en casa de sus padres, sin vida social, llorando por el omega que su hermano le arrebato y sintiéndose un verdadero miserable y más al saber que los hijos de esos dos se parecían más a Jungkook que a Yoongi, y él se quedaría viejo, agotado, sin esperanzas y con un perro pequeño ladrándole de por vida.

—¡NO PUEDO CON ESTO! —grito harto de sus pensamientos, se levantó abruptamente haciendo que su silla se estrellara contra el suelo y todos sus hermanos lo miraran extrañados por ese repentino comportamiento.

—¡Maldita sea, Taehyung! —dijo Hoseok—. Deberías calmarte.

—¿Calmarme? —Taehyung ya estaba histérico—. ¡Cómo puedes pedirme algo como eso cuando sé que Jungkook esta afuera con mi omega teniendo una cita!

—No es para tanto —dijo Namjoon.

—¿Qué no lo es? —Taehyung definitivamente estallaría—. Es para mucho, todo podría pasar en esa cita.

—No creo que pase algo interesante —comento Jimin, aunque por dentro pensaba igual que Taehyung—, sólo cálmate, son sólo veinticuatro horas y...

—Sí, veinticuatro horas —interrumpió Taehyung—, después será una semana, luego un mes, luego un año y ¡bum! Matrimonio.

—¿No crees qué estás exagerando un poco? —pregunto Seokjin.

—Opino lo mismo —dijo Hoseok.

—¿Qué no puede pasar? —dijo Taehyung—. Por favor, chicos, sólo piénsenlo, si Jungkook es listo, no desaprovechará esta oportunidad para demostrarle a Yoongi que es el alfa indicado para él, y sí Yoongi descubre que es así, seguramente nos dirá que no quiere les demás citas porque ahora quiere tener algo serio con Jungkook.

El silencio se hizo presente después de aquellas palabras, Taehyung no se quedaría esperando alguna respuesta de parte de sus hermanos, no la necesitaba, además debía de ir a esa cita, no podía simplemente quedarse de brazos cruzados esperando a que esos dos le trajeran las "buenas noticias." No, definitivamente no quiere que los futuros hijos de Yoongi le llamen "tío, Taehyung" ¡eso sería lo más espantoso del mundo! —y más si se parecían al idiota de su hermano—. No podría soportar algo como eso, así que sin más se aparto de la mesa comenzando a caminar hacia la salida de la casa, necesitaba vigilar que Jungkook no se sobrepasará con sus acciones con Yoongi.

—¡Kim Taehyung! —exclamo Seokjin al ver a su hermano alejarse—. ¿A dónde crees que vas?

—Iré a esa cita suya a vigilarlo —menciono Taehyung.

—Sabes muy bien que no puedes interferir —dijo Namjoon—, es el trato.

—¡A la mierda el trato! —dijo Taehyung—. No sé ustedes, pero, yo no quiero que los futuros cachorros de Yoongi me persigan mientras me dicen tío, así que me voy.

No espero respuesta de sus hermanos, sin más se aproximó por el recibidor de la casa y sin esperar algo abrió la puerta, salió de la casa y la cerro con brusquedad para después salir corriendo, no sabía en donde estaban, pero tarde o temprano los encontraría.

En cuanto la puerta había sido cerrada, los demás se miraron unos a los otros, la ultima frase de Taehyung había quedado muy marcada en su memoria, tan marcada que de sólo imaginarse ser llamados tíos por los hijos de Yoongi... no les pareció una grandiosa idea, Jimin fue el siguiente en ponerse de pie.

—¡No quiero sobrinos de Jungkook y Yoongi! —dijo Jimin para después salir corriendo del comedor y dirigirse a la puerta de la casa, de inmediato la abrió y volvió a gritar—. ¡Tae, espérame!

Y la puerta se cerró.

Namjoon soltó un largo suspiro.

—Tampoco quiero eso —dijo Namjoon después de un par de minutos—, pero creo que están exagerando un poco.

—Sí, están siendo un poco dramáticos esos mocosos —comento Seokjin mientras soltaba una risa sin gracia.

—Sí —dijo Hoseok—, aunque, Taehyung tiene razón, en veinticuatro horas puede pasar cualquier cosa.

Cualquier cosa...

Todos los presentes dieron un asentimiento, sí, podía pasar cualquier cosa. Se miraron entre ellos, definitivamente no podían dejar que cualquier cosa pasará.

—¿Vamos? —pregunto Seokjin.

—¡Vamos! —dijeron Hoseok y Namjoon al mismo tiempo.

Todos dejaron el desorden en la mesa, y se apresuraron hacia la puerta principal de la casa para disponerse a salir y seguir a sus otros dos hermanos que se habían adelantado a ellos.

Debían de impedir que cualquier indicio de una relación estable fuera posible entre esos dos, ninguno lo soportaría.