Cerro la puerta de la casa y en cuanto las llaves estuvieron dentro del bolsillo derecho de su pantalón, no pudo evitar mirar la puerta de la casa, sería la peor semana de su vida, comenzaría a contar los días conforme pasaran, y esperaba estar sano y salvo para cuando su madre regresase y esperaba que ella estuviera haciendo un buen negocio, soltó un resoplido y giro sobre sus talones mientras mantenía la mochila casi arrastrando en el piso.

Era hora de cruzar el jardín, la acera, la carretera y llegar con sus vecinos de enfrente, odia tener que hacerlo, pero si su madre llegase a enterarse de que no fue con los Kim, entonces sería también su perdición, podrá tener veintiún años, pero eso no dejaba de lado los regaños de su madre y lo sabe, así que debía comportarse, comenzó a caminar a pasos lentos para poder caminar alejado de su casa.

El ambiente en casa de los Kim parecía no ser tan desastroso como hace un par de días, ahora mismo la casa de enfrente se veía tranquila, en el jardín no se podía ver a nadie más alrededor, no había siquiera alguno de los hermanos tramando algo, seguramente la señora Kim había puesto a todos a trabajar arreglando la casa, después de todo, Yoongi se trata de una visita, y a las visitas usualmente se las recibe del mejor modo posible.

Cuando sus pies dieron paso para cruzar la carretera, fue cuando se detuvo, estaba justamente entre la seguridad de la acera a un paso y con los pies sobre el asfalto, era solamente un paso para su seguridad, y es que Yoongi de un de repente se estaba sintiendo de lo más intranquilo, como si cuando cruzase aquella puerta sería su perdición, sacudió su cabeza, debía sacarse esas ideas, si seguía pensando de ese modo, entonces terminaría por vivir la peor estancia de su vida, así que las ideas debían irse de su mente, nada iba a pasar, solamente estaría con esos revoltosos, nada más, eso es todo, quizás pueda inclusive ponerlos en orden mientras esta allí, sí, es una buena idea.

De nuevo emprendió su camino hasta por fin cruzar por completo la calle y colocarse seguro en la otra acerca, camino pasando por el jardín que parecía estar en orden, había algunas cosas, una manguera tirada sobre el césped, algunos balones, uno de futbol y otro de baloncesto, una patineta, unos patines, y... ¿eso era un patito de hule? Yoongi dejo de mirar para ahora pasar a la casa, que ahora estaba pintada de blanco mientras que los tejados eran de un color verde oscuro, miro por los ventanales que estaban cubiertos por cortinas blancas, parece ser que nadie está espiando su llegada, mucho mejor.

Cuando por fin pudo ver la puerta frente a sus narices, su mirada se dirigió al timbre que estaba en el lado derecho de la puerta, y entonces estiro su brazo libre para poder tocarlo, más tardo en sonar aquella campanilla cuando la puerta fue abierta de forma brusca ante él.

—¡Al fin llegas! —Jungkook le recibió animado sin dejar de sonreír—. Pasa, mamá está en la cocina por si quieres ir a saludarla.

—Gracias —menciono Yoongi entrando a la casa, el pasillo se veía muy tranquilo, había dos entradas, una del lado derecho y otra del lado izquierdo, frente a él había una escalera que te dirigía a la parte de arriba de la casa.

—¡Chicos, Yoon llego! —grito Jungkook en cuanto la puerta fue cerrada, de inmediato unos ladridos se escucharon provenientes de la sala de estar que se encontraba del lado derecho, Taehyung salió con el perro en sus brazos.

—Yoongi —saludo sonriendo al recién llegado—, vienes justo a tiempo, mamá dio que puedes quedarte a dormir conmigo.

No, eso es lo que menos quería Yoongi, por supuesto no estaba en sus planes compartir cama o siquiera habitación con alguno de esos seis chicos, para nada quería hacerlo.

—¿Contigo? —Jungkook gruño ante eso, camino para encarar a su hermano mayor—. Mamá dijo que se iba a quedar conmigo, no contigo.

—Mamá no dijo eso —negó Taehyung—, además, supongo que ni siquiera limpiaste tu habitación, mocoso, así que deberías dejar que Yoongi duerma conmigo, ¿o quieres que vea las revistas con omegas desnudos que guardas bajo tu cama?

El rostro de Jungkook de inmediato adquirió un color rojizo debido a la vergüenza, ¡ni siquiera eran sus revistas!

—¡Son las revistas de Namjoon! No son mías, ese bobo siempre las guarda en mi habitación para que ustedes no entren a verlas.

—Pues es una lástima porque ya las vi.

Yoongi no podía creer que esos dos podían estar hablando tan tranquilos sobre revistas para adultos frente a él, y lo peor era que esos dos eran menores de edad.

—¡Hey! ¿Qué pasa aquí? —Seokjin asomo por la puerta de la izquierda, llevaba un delantal amarrado en su cintura que decía claramente: "El mejor cocinero del mundo" Yoongi parpadeo un par de veces ante eso—. ¡Yoongi! —el mencionado dejo de mirar el delantal y miro al chico mayor que le hablaba—. Llegaste antes, eso es bueno, sirve que puedes conocer a todos estos revoltosos mocosos.

—¡Oye! —exclamaron al mismo tiempo ambos chicos que se encontraban allí.

—Ignóralos, ven, mamá querrá saludarte con gusto.

—Sí —asintió Yoongi, tanto Taehyung como Jngkook se apartaron para darle paso al omega quien de alguna forma sentía que debía estar siempre a la defensiva, pues a pesar de que esos dos son menores que él, al ser alfas, son un poco más altos que él.

En cuanto salieron del pasillo para entrar a una de las habitaciones la cual Yoongi se percató se trataba del comedor principal, pudo divisar allí a otro de los hermanos, se trataba de Hoseok, quien estaba entretenido con su Nintendo en manos.

—Hoseok, por una vez en tu vida se educado y saluda al invitado —comento Seokjin a lo que Hoseok levanto la mirada, iba a decirle que se fuera a la mierda, pero al ver a Yoongi, dejo su juego sobre la mesa y le sonrió.

—¡Hola, Yoon!

—Hola, Hoseok.

—Suficiente —menciono Seokjin para después tomar por el antebrazo a Yoongi y jalarlo a la cocina—, mamá, Yoongi acaba de llegar.

La señora Kim termino de remover la comida para mirar sobre su hombro, no evito sonreír al ver a Yoongi parado sin siquiera entrar a la cocina.

—Buenas tardes, señora Kim —saludo Yoongi de forma educada.

—Yoongi, que bueno, llegas justo a tiempo, casi estoy por servir la comida, espero que traigas buen apetito al igual que estos chicos.

—¡Yo siempre lo tengo! —Yoongi salto en su sitio al escuchar esa voz tan cerca suyo, Jimin soltó una suave risa al ver la reacción del omega—. Yoongi —canturreo y ahora camino colocándose frente al omega—, ¿quieres que te muestre tu habitación? ¡Te encantara! Me encargue de arreglarla antes de que llegarás.

—Mocoso mentiroso —hablo entre dientes Seokjin para después cruzar los brazos sobre su pecho—, fuimos los dos.

—Sí, pero te quedaste dormido sobre la cama un buen rato y no me ayudaste a limpiar, tuve que sacudir muebles y barrer yo solo —reclamo Jimin.

—Dejen de discutir —les reprendió su madre para después ver a Jimin—, ve a mostrarle su habitación para que deje sus cosas y baje a comer, cariño.

—Sí, mamá —Jimin hizo un gesto como si estuviese saludando a un general importante del ejército y después miro de nuevo a Yoongi—, ¡vamos!

Yoongi termino por dar un asentimiento y darle paso a Jimin para que le guiase a su respectiva habitación, Yoongi se sentía sumamente nervioso, todavía pensaba que tendría que seguir en guardia para lo que estuviera por venir, después de todo los hijos de los Kim son unos desastrosos, rezaba porque no le fuese a suceder nada, y esperaba estar bien, aunque claro reconciliar el sueño sería la parte más difícil de todas para el omega, después de todo estaría prácticamente rodeado de alfas, no es nada agradable cuando terminaba pensando en ello.

Cuando por fin estuvieron en las escaleras, Jimin se encargó de tomar su mano para arrastrarlo por las escaleras.

—Tu habitación esta frente a la mía y tu otro vecino es Namjoon —menciono Jimin—, él llegará en la cena.

—Supongo estará trabajando —comento Yoongi, a lo que Jimin dio un asentimiento.

—Namjoon esta como practicante en la empresa donde trabaja papá —comento Jimin—, es necesario para que lo acepten en un buen puesto, sé que Nam lo logrará.

—Apuesto a que sí —Jimin le regalo una sonrisa y entonces se detuvieron frente a una puerta.

Yoongi parpadeo un par de veces al ver que su nombre estaba escrito en aquella puerta y no sólo eso, sino que también su nombre estaba rodeado por corazones purpura.

—Eh... ¿por qué los corazones y el nombre? —Jimin sonrió al escuchar la pregunta.

—Quería que te sintieras en casa, así que le pedí a Jungkook y Taehyung que pintaran eso —se encogió de hombros—, tranquilo, mamá nos dijo que estaba perfecto, y que te encantaría, ¿te gusta?

No es que no le gustase, pero a Yoongi se le hacía muy extraño, pudieron haber puesto otra cosa, inclusive en un papel y solamente pegarlo, después de todo no se quedaría por tanto tiempo en esa casa, esto era sumamente extraño para el omega.

—Supongo que está bien —menciono Yoongi, pero la realidad ese simple grabado en la puerta parecía decirle que sería una sentencia más larga en la prisión para él, no le gusta eso.

Jimin le regalo de nuevo otra sonrisa, Yoongi sabe que de todos los hermanos Kim, Jimin y Hoseok son los que más se la pasan sonriendo en todo momento, ya era habitual para él verlos sonreír en casi todo el tiempo, dejo de mirar a Jimin para después abrir la puerta de su habitación, al menos no tenía que compartir habitación con ninguno de los hermanos, se había salvado por mucho.

—La cama no es tan cómoda —menciono Jimin ingresando después de que Yoongi entrase.

La habitación estaba completamente pintada de azul pastel, tenía una ventana que daba la vista al patio trasero de la casa con unas cortinas blancas muy delgadas, había una mesita de noche con una lámpara de noche sobre esta misma y un reloj despertador de cuerda de color negro. Yoongi pudo apreciar que delante había un armario en donde seguramente guardaban cosas en lugar de ropa, además de que había un librero cerca de la ventana y un escritorio del lado de la puerta, Jimin camino en dirección a la cama para sentarse en la orilla.

—Si quieres puedes dormir en mi habitación si no te sientes cómodo en esta cama —ofreció Jimin, pero de inmediato Yoongi negó con la cabeza, prefería una cama incomoda a tener que ir y dormir en la cama de un alfa.

—Está bien así —soltó un suspiro—, es bonito.

—Lo sé —menciono Jimin—, eres bonito —Yoongi parpadeo un par de veces al escuchar eso, ¿había escuchado bien? Estaba a punto de preguntarle a Jimin, pero el mencionado se incorporó y camino a su lado para salir de la habitación—, por cierto, si escuchas que rasguñan la puerta, no abras, puede ser Yeontan.

Y sin más, Jimin salió dejando a Yoongi solo en aquella habitación.

—Será una larga semana —menciono Yoongi, debía sacar un poco de su ropa para dejarla en la cama, pero en lugar de eso prefirió sentarse en la cama y dejar la mochila encima, ya tendría la tarde noche para acomodar sus cosas, por el momento, era tiempo de comer, porque, aunque no lo admitiese en voz alta, se estaba muriendo de hambre.