11.

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–¡Auch! ¡Eso me dolió! –se quejó ______ ya que Addison por accidente había apretado el algodón que estaba utilizando sobre la mejilla.

–¡Deja de estarte moviendo! Así terminaré más rápido, me tardaré siglos si no dejas de moverte y quejarte –dijo Addison volviendo su vista a la mejilla de su hermana.

–Touchè –comentó Peter (Parker) riendo.

–¡Ya deja de retorcerte! –se quejó la Sra. Castor hacia el zorro –eres peor que el señor Castor cuando tiene que darse una ducha.

–El peor día del año –esto hizo que todos rieran.

–Gracias por su gentileza –el zorro se paro de donde estaba acostado –pero no hay tiempo de curar mis heridas.

–¿Ya te vas? –dijo Lyra con una pequeña mueca.

–Ah sido un placer reina, y un honor –habló el zorro haciéndole una reverencia a la pequeña –pero el tiempo es muy corto, Aslan en persona me mandó a reunir tropas.

–¿Has visto a Aslan? ¿cómo es? –preguntó la Sra. Castor un poco emocionada.

–Como todo lo que habíamos escuchado, estarán bien al luchar a su lado contra la bruja –dijo el zorro.

–Nosotros no pelearemos contra la bruja –intervinó Susan rápidamente.

–Pero si el rey Peter –dijo el zorro viendo al rubio, este rápidamente se tenso al oír aquello.

–Son necesarios en esta guerra –comentó el castor viendo a los tres hermanos Pevensie y a los Wells.

–Yo solo quiero que mi hermano regrese –____ acarició con delicadeza el hombro del rubio, este le dio una sonrisa pequeña a la segunda "rubia".

Addison terminó de curar la pequeña herida de su melliza y la Sra. Castor se encargó de aunque sea solo tapar la herida, con una pequeña curita en la mejilla.

***

Ya había amanecido, y aún debían seguir con su camino al Campamento de Aslan, al cuál faltaba bastante en llegar.

Llevaban ya varias horas caminando, y todos estaban ya comenzando a cansarse.

Habían llegado a unas colinas que daban vista a un gran lago congelado, todos se sorprendieron al ver dicho lago.

–Vaya que está lejos –habló Addison con una pequeña mueca.

–¿Creíste que era más pequeño, cariño? –la sra. Castor miro a la "rubia".

–Si, asi es –respondió ___ por su melliza.

Los nueve bajaron de aquellas colinas, los siete chicos ya iban atrás, muy agotados.

–¡Rápidos humanos! –les dijo el castor, quien estaba más al frente –me estoy haciendo viejo.

–Si se le ocurre decir eso una vez más, vamos a tener que hacer un peludo sombrero de castor –el rubio y el castaño pararon de caminar y subieron a las más pequeñas a sus espaldas, las cuales estaban empezando a quedarse atrás.

–____, Lyra, Peter recuerdenme que debo hacer más ejercicio –habló Addison ya agotada.

–¡Rápido, que pasa! –se quejo el castor nuevamente, haciendo que los siete se miraran con diversión.

–Al parecer le gusta ser el que manda –hablaron Lucy y Lyra con diversión.

Peter (Parker), ___, Addison, Susan y Peter rieron ante el comentario de las menores.

–¡No, detrás! ¡Es ella! –los siete miraron detrás de ellos, tragaron saliva muy nerviosos, los dos mayores bajaron a las menores de sus espaldas y corrieron lo más rápido que sus piernas les permitían hasta poder alcanzar a la pareja de castores.

Salieron del lago congelado, con el sonido del trineo con rápidez detrás de ellos.

–¡Ahí! –_____ señalo una pequeña cueva en la que entraron todos.

Una sombra gigante se hizo presente, todos respiraban con dificultad por haber corrido tan rápido, minutos después, la sombra desapareció.

–¿Creen que se habrá ido? –susurró Lyra abrazada a Peter (Parker) muy asustada.

–Iré a revisar –la "rubia" y el castaño le dieron una mala mirada.

–¿¡Acaso estás loca!? ¡No dejaré que nada malo te suceda! –gritó/susurró Peter (Parker) regresandole el abrazo a su pequeña hermana que temblaba de miedo.

–¡No! Si mueres no ayudaras a Narnia, ire yo –el castor se separó de su esposa y cuándo estaba por salir, su esposa lo miro asustada.

–Ten mucho cuidado cariño –le dijo la Sra. Castor un poco asustada.

–Gracias cariño –y asi el castor salio.

1 minuto, 2 minutos, 3 minutos y el Sr. Castor no regresaba, esto hacia que todos se pusieran aún más nerviosos, hasta que...

–¡Espero que se hayan portado muy bien! –el castor dejo al descubierto su cabeza, todos soltaron un pequeño grito, asustados –por qué alguien les vino a hacer una visita.

Los ocho se miraron con miedo y confusión y salieron con paso tembloroso hacia afuera.

Frente a ellos estaba nada más y nada menos que Santa Claus.

–Feliz navidad, señor –dijeron Lucy y Lyra y se acercaron un poco felices.

–Y si que lo es Lucy, Lyra, desde que ustedes llegaron –habló Santa con una gran sonrisa.

–Oigan, soporte mucho desde que llegamos, pero esto... –Peter (Parker) rápidamente interrumpió a Susan.

–Creímos que era la bruja blanca, señor –habló el castaño viendo a Santa Claus.

–Si, me disculpo por eso. Pero se podría decir que yo he manejado uno de estos antes que ella –Santa se quito los guantes.

–Creí que no había navidad en Narnia –opinó Susan.

–No hace muchos años, pero la esperanza que han brindado sus majestades al fin han hecho que los poderes de la bruja se debiliten, pero creo que aún asi, necesitaran esto –de su trineo sacó una gran bolsa.

–¡Regalos! –exclamaron las dos niñas emocionadas.

–Para Lucy y Lyra –Santa les entrego dos pequeños frascos con un líquido rojo dentro –una sola gota basta para curar cualquier herida y espero que nunca tengan que usar esto.

Santa saco dos pequeñas dagas que le entrego a las dos niñas.

–Gracias... Pero nosotras pensamos que podemos ser muy valientes –contestaron las dos niñas sonriendo.

–Apuesto a que si –habló este sonriendo –chicas...

Ahora se dirigió a Susan, ___ y Addison.

–Chicas, este arco nunca les fallara si confían en él –Santa les entrego tres arcos con muchas flechas.

–Creí que las batallas eran algo repugnantes –bromeó Susan, Santa río al oírla.

–Aunque no tienes problemas para que te escuchen, toma –Santa saco un cuerno de este y se lo entregó a Susan, esta lo tomo algo emocionada –sopla esto donde quiera que estes y alguien acudira a ayudarte... _____, Peter y Peter, el momento de usar esto quiza llegue pronto.

Santa saco tres espadas y tres escudos, los tres chicos se acercaron y tomaron una espada y el escudo.

–Son herramientas, no juguetes –les advirtió –ahora, usenlas con sabíduria. El invierno esta por acabar y el trabajo se acumula cuando te ausentas 100 años ¡feliz navidad! ¡Y larga vida a Aslan!

Santa se fue y los siete chicos observaron con un poco de emocion sus regalos...

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