Loki

Era un hermoso día soleado. Los pájaros cantaban y la brisa salada del mar era embriagadora.

Ewan ya no estaba y el vacío que había dejado era insoportable. Me quedé en su casa, dormí en su cama. Empecé a leer sus libros, estaba segura de que le hubiera gustado. Escuché su música y aunque no me gustara, terminé amandola. Toda ella me lo recordaba

"Won't explain or say I'm sorry
I'm unashamed, I'm gonna show my scar
Give a cheer for all the broken
Listen here, because it's who we are

I'm just a man, I'm not a hero
Just a boy, who had to sing this song
I'm just a man, I'm not a hero
I! don't! care!

We'll carry on
We'll carry on
And though you're dead and gone, believe me
Your memory will carry on".

Podía sentirlo a través de sus canciones, seguía vivo en mí. En el recuerdo de sus miradas, sus caricias, sus besos y también sus broncas. Él era todo y se había ido. Si es que el cielo existía, puede que nos volviéramos a ver. Mientras tanto tendría que vivir con el alma razgada en pedazos. Cortes profundos que habían cambiado mi vida para siempre.
Besé nuestra foto, la que nos sacamos un año atrás y la puse en un cuadrito, a Will le gustó el detalle.

Pero había llegado el día y era hora de despedirse. Me dolía demasiado.

Will llegó un poco más tarde y se detuvo a mi lado.

-¿Quieres empezar tú? -le dije reteniendo las lágrimas.

-Vale- se secó los ojos con las manos- Ewan, siento no haber podido salvarte- se quebró y lo palmeé en la espalda.

-Tranquilo. Solo di lo que sientas.

Se reincorporó.

-Ewan, el mundo nunca pudo contra tí. Tu corazón siempre fue un misterio para mí. Espero que hayas encontrado la paz que siempre estuviste buscando. Te quiero mucho amigo- miró para abajo y se quedó en silencio, era mi turno. Me adelanté y empecé a perder lágrimas aún antes de empezar.

-Ewan, nunca pudiste dejar los monstruos atrás. Te persiguieron toda tu vida- tragué saliva- sabes que te amo. Has dejado un hueco en mi corazón que necesita sanar y no sabe cómo. Eres y siempre serás irremplazable- ahogué un quejido y entre lágrimas susurré:

-Espero que te hayas unido al desfile negro, mi chico piercing.