"Plumas de Quetzal"

Y susurraron sigilosos para acercarse a la maravilla. Plumas radiantes con colores que solo el fuego sabe recitar.

Y se estiraron con cariño, tentados por las plumas del Quetzal.

Y se cegaron con la ira. Arrancaron plumas sin cordura, y festejaron bebiendo sangre de cráneos. 

Y festejaron entre risas a los que cayeron rendidos entre desesperados delirios, en una nube de pensamientos malditos.

Y susurraron con caricias mientras robaban.

Pero ellos no querían sentir maravillas.

Ellos ansiaban desgracias.

Para tejer, en un manto rojo, la eternidad.