CAPÍTULO 23

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—¡Papá!

—¡Aléjate Alex!

—¡Papá!

—¡Papá! —gritó despertando al fin, aquella pesadilla volvía, nuevamente era él y su padre en aquel callejón oscuro, pero era vez, era Dagger quien jalaba el gatillo.
Intentó levantarse después de verificar que no se encontraba en su casa o en la de Rob, pero un insoportable dolor lo regresó al sofá en donde estaba, levantó un poco la cabeza y se miró, todo su pecho estaba lleno de vendajes ensangrentados.

—Despertaste —dijo una voz familiar, volteó instantáneamente y se topó con Milton, quien lo veía seriamente desde otro sofá.

—¿Milton... qué ocurrió? —preguntó con una voz áspera y débil.

—Tú dímelo. —se levantó y colocó la máscara en la mesa frente a él. —Alex se quedó con los ojos abiertos al ver eso.

—Puedo... puedo explicarlo.

—Entonces hazlo. Dime, ¿quién demonios eres tú?

—¿De que hablas Milton? Soy Alex, y soy tu mejor amigo.

—¿Lo eres? Por lo que he visto ni siquiera sé a quien le estoy hablando en realidad —respondió de manera molesta.

—Tú me conoces perfectamente, soy tu amigo.

—¿Entonces si somos amigos por qué me mentiste? —preguntó con un volumen más fuerte. Alex se incorporó con completa dificultad, Milton lo miró.—Me mentiste... todo este tiempo me mentiste.

—No te mentí.

—¿A no? ¿Y esto qué es? —le apuntó a su máscara. —¿A qué juegas, a caso quieres morir?

—Esto no es un juego.

—Se nota que no, la sangre que tuve que limpiar lo demuestra. Dios mío no lo puedo creer, eres tú, el de la televisión. Todo este tiempo pensé que estabas pasando por un mal momento, pero no, salías a las calles y arriesgabas tu vida, ¿a caso estás demente?

—No, no lo estoy.

—¿Por qué? ¿Por qué tú, hay alguna razón que justifique el por qué me has mentido? Y no solo a mi, a todos.

—Te estaba protegiendo, igual que a los demás.

—Que considerado de tu parte. —se cruzó de brazos y miró a otro lado.

—¿Por qué te pones así? No te he hecho absolutamente nada.

—No tiene que ver con quién o que eres, sino que me mentiste, me preocupé por ti y ahora mucho más.

—Pues no lo hagas —respondió como un niño al recibir un regaño.

—Maldita sea Alex te encontré afuera de mi casa, te estabas muriendo, y puedo asegurar que no es la primera vez que te pasa algo así. —Alex miró hacia otro lado.—¿Es qué a caso no piensas en los demás, que pasará la próxima vez que te intenten asesinar y yo no esté para evitarlo? —los ojos de Alex se enrojecieron.—¿Qué pasará cuando finalmente obtengas lo que buscas por hacerte el héroe? Discúlpame pero yo no quiero enterrar a mi amigo. —ambos comenzaron a llorar tras eso.

—La ciudad me necesita. —respondió entre sollozos.

—Y yo necesito a mi amigo devuelta.—se limpió las lágrimas y subió rápidamente las escaleras sin decir más. Alex se quedó sólo, llorando y con un profundo dolor en su interior.

—¿Alex? —volteó repentinamente, era Zoey.

—Maldita sea Zoey, me asustaste.

—¿Como te sientes? —se sentó frente a él.

—Adolorido, y como una mierda. —respondió de muy mala gana, volteó a ver a Zoey, ella tenía los brazos llenos de vendajes, al igual que algunos golpes y rasguños en su cara. Respiró y se tranquilizó.—¿Y tú como estás Zoey, te encuentras bien?

—Pues estoy igual que tú, Dagger nos dió una paliza inigualable.

—Lo sé, por eso debemos terminar con esto de una vez por todas.

—Alex, estás muy malherido, debes reposar o podrías hacerte aún más daño.

—No hay tiempo que perder, debemos atrapar a Dagger. —intentó levantarse pero ella se apresuró a recostarlo nuevamente.

—Tienes que descansar —dijo con su mano en su pecho.

—Está bien, voy a descansar un poco.

—Excelente —se sentó nuevamente frente a él. —Yo estaré aquí. —Alex la miró unos segundos, colocó nuevamente su cabeza contra la almohada y cerró sus ojos.

Después de unas horas Alex había despertado, la misma pesadilla, pero ahora no solo era aquel mal sueño, una fuerte tormenta comenzaba, el sonido del agua al caer violentamente y los rayos que creaban un estruendo fatal lo hicieron abrir los ojos otra vez.

—Gritas mientras duermes. —le dijo Zoey en un bostezo. Ella había dormido en el mismo sofá.

—Lo siento —le respondió limpiando el sudor de su frente.

—Alex —pronunció ella en un tono serio.

—¿Sí?

—¿Qué le ocurrió a tu padre? —nuevamente Alex se quedó en silencio, solo se limitó a mirar al techo.

—Lo asesinaron —le respondió bastante triste.

—¿Qué ocurrió?

—Él y yo volvíamos de ver una película, mi madre tenía que trabajar toda la noche y mi papá y yo salimos.
La noche había sido increíble, después de un tiempo de no verlo muy seguido finalmente estaba con él. Volvíamos a pie, no había gente en las calles lo cual era bastante extraño, y cuando llegamos a un callejón todo ocurrió. —se limpió una lágrima, su voz ya sonaba que lloraría.—Un par de sujetos aparecieron de repente, uno de ellos sacó un arma y la apuntó contra él, en un inicio pensé que querían asaltarnos, pero no, el sujeto disparó sin más, le dió justo en el pecho. Mi padre en un inicio me gritó que escapara de ahí, pero no lo hice, me quedé con él cuando ocurrió y me quedé con él mientras se desangraba.
El sujeto del arma bien pudo asesinarme también, pero no lo hizo, y fue cuando lo entendí, no fue un asalto ni mucho menos un asesinato al azar, alguien los había enviado a asesinar a mi padre.
Un par de meses después encontraron al sujeto que lo mató, confesó que había sido enviado a matar a mi padre por órdenes de un mafioso que había perdido toda su operación de drogas gracias a mi padre. Durante mucho tiempo solo me atormentaba el saber que los responsables seguían vivos y que mi padre había sido asesinado por mi culpa, pero después de un tiempo llegó a oídos de todos que un vigilante comenzaba a impartir justicia por las calles, un arquero que velaba por los inocentes, aquél arquero encarceló al mafioso y se encargó de toda su operación.

Durante un tiempo estuve tranquilo, hasta que que me di cuenta de la verdad, las calles no eran seguras, a pesar de tener a la policía y a los vigilantes nocturnos aún existía el miedo a salir por la noche. Y fue después de salir tarde de la escuela que el miedo incrementó en mí, asaltaban a un chico, lo tenían acorralado, si lo dejaba ahí lo hubieran asesinado, fue entonces que se me presentó una oportunidad, si podía hacer algo, si podía hacer algo que evitara que una persona saliera herida, lo haría. Lo ayudé o al menos eso intenté, Rob apareció y me salvó a mi después, supongo que todo lo que haces se te regresa. —se limpió las lágrimas.—Por eso y mucho más soy lo que soy. —volteó, Milton escuchaba de brazos cruzados sin decir absolutamente nada—.Ahora entiendes el por qué. —lo miró seriamente, Milton caminó y terminó en medio de ambos.

—Aún así, no pueden hacer esto, terminarán muertos, solo son tres.

—¿Qué insinuas? —inquirió Zoey.

—Quiero entrar —sentenció.

—¡¿Qué?! —reaccionaron los dos al unísono.

—No pueden combatir el crimen solo ustedes tres, necesitan mi ayuda.

—¿Hablas en serio? —preguntaba incrédula.

—Muy en serio.

—Milton, hace unos minutos creías que lo que hacíamos era un suicidio, ¿y ahora quieres entrar? ¿qué estás loco?

—Tienes razón, es lo más peligroso que jamás he visto, y es por eso que me necesitan a su lado. Para evitar que se maten. —Alex no apartaba la mirada, estaba aterrado por su idea.—Alex, tú sabes que siempre he querido ayudar a los demás, y desde que los Defensores aparecieron no he querido ser otra cosa que no sea un héroe, y ahora, igual que a ustedes, una oportunidad llega, y quiero aprovecharla.

—No quiero que te pase nada malo. —Milton se le acercó, colocó su mano en su hombro y dijo:

—No me pasará nada, igual que a ti, para eso estoy yo, eres mi hermano, hoy y siempre. —extendió su puño, y Alex lo abrazó con fuerza, después de  sonreír Milton le respondió con otro abrazo.

—Debes saber que cargas con una enorme responsabilidad Milton, y siempre hay riesgos.

—Lo sé, deben creerme, estoy listo.

—Bueno, primero tenemos que ver que dice Rob —Alex se quedó helado después de eso—Rob...

Después de unos minutos finalmente salieron de la casa de Milton, a toda prisa corrieron por las calles, y al llegar al vecindario de Zoey Alex se temía lo peor, pues una enorme columna de humo sobresalía de entre todas las casas.

—No, no, no, ¡papá! —gritó aterrada al ver que su casa estaba hecha cenizas.
Sin más entró entre las ruinas aún calientes y comenzó a buscar, Milton y Alex miraban horrorizados mientras ella no dejaba de llorar con desesperación. Alex comenzó a buscar también, y mientras movía las cenizas encontró algo, una fotografía casi consumida por las llamas.
Zoey gritó horrorizada, Milton y Alex corrieron hasta llegar con ella, ambos quedaron petrificados, Zoey sostenía el cadáver de su padre, estaba completamente carbonizado y casi irreconocible.

—¡Papá! —lloraba sin control mientras sostenía el cuerpo. Las sirenas de bomberos comenzaban a escucharse en la lejanía, lo cual ya no importaba, ya todo estaba hecho cenizas.













_________________________________________
Es un capítulo corto lo sé, pero es para sentar las bases de lo que está a punto de pasar...

Si te gustó por favor deja un voto y un comentario.

En verdad te lo agradecería.
Y si te gustan mis historias por favor sígueme.

Gracias por leer.




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro