CAPÍTULO 4

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Sabes, si me parecía que antes eras misterioso, ahora lo eres mucho más. —Colocó un trapo con agua oxigenada en los golpes de Alex—. Aún no puedo creer que derrotaran a Troy y sus dos gorilas, esa forma de moverte, y de atacar, se veía tan, irreal.

—Sí, creo que he visto mucha televisión. —Intentó desviar todas las sospechas.

—Alex, puedo preguntar, ¿qué le pasó a tu padre? —colocó su mano en su hombro, esta vez, la mirada del joven Alex cambió a ser mucho más sombría y nostálgica.

—Él fue asesinado... —hizo una mueca y Becca pereció sentirse pésima por haberle preguntado semejante cosa.

—Dios, lo siento, no debí haber preguntado.

—No te preocupes, confío plenamente en ti. —Becca pasó su otro brazo, y se acercó a él. Hasta terminar con ambas frentes pegadas. El corazón de Alex sonaba con demasiada fuerza, parecía que dentro de su pecho había un gran tambor. Ella proximó sus labios a los de él, y cuando estuvieron a punto de cumplir su cometido una gigantesca luz se proyectó a través del bolsillo de Alex, captando la atención de ambos.

—¡Discúlpame, ya vuelvo! —tapó aquella luz incandescente, y corrió presuroso al baño. Y adentro, sacó de su bolsillo aquel antifaz que Rob le había dado, la luz se proyectaba de un pequeñísimo lente adherido a la máscara.

La luz dejó de proyectarse, y rápido cambio a una imagen de Rob, con el traje de Black Bow ya colocado.

—¡Ey, sí funciona! —exclamó a través de la proyección.

—¡¿Qué diablos pasa?! —enunció al no saber nada de lo que estaba ocurriendo.

—El deber llama, niño, tengo tu ubicación, paso por ti en dos minutos.

—Debes de estar bromeando... —cortó la comunicación. Alex se quedó congelado un par de segundos, y rápido abrió la puerta, y ahí estaba Becca, mirándolo con preocupación.

—¿Estás bien, te ocurre algo?

—¡Sí!, ¡Es decir, no! ¡Me-me tengo que ir! —claramente no podía ocultar la cascada de emociones que caía desde su cerebro hasta los pies.

—¿Qué ocurre? — Preguntó mucho más alarmada—. ¿Qué hacías ahí dentro?

—Mi mamá, ella... necesita mi ayuda.

—¿Tú mamá, le pasó algo, está bien?

—¡Sí, no te preocupes, solo necesito ir urgentemente! ¡Luego te explico, pero ahora debo irme! —sin decir nada más, bajó con velocidad las escaleras, y salió de la casa.

Corrió a través de las calles mientras se despojaba de su ropa normal, y dejaba al descubierto su atuendo de Linyum.
Después de unas cuántas manzanas de distancia, logró divisar a Black Bow, quién lo esperaba completamente tranquilo sentado en el borde de la banqueta.

—Eres rápido, y puedo ver que la ropa te queda bién.

—Sí, un poco ajustada de la entrepierna, pero ya me acostumbré—se detuvo a descansar y a dejar de hablar entre jadeos.

—Excelente, vámonos —. Ambos comenzaron a correr por las calles, siendo observados por algunos peatones.

—¡Oye, yo pensé que al ser un superhéroe, debías viajar con estilo!—comentó mientras la gente los veía.

—Lo hago —le sonrió, y de su bolsillo sacó un pequeño artefacto de color negro, con algunos botones, presionó el más grande. Y de entre las calles, se escuchó un gran estruendo, como el sonido de un enorme automóvil. Entonces, emergió un gigantesco vehículo oscuro, un transporte de ocho llantas en total, de aspecto blindado y aerodinámico, era como ver un auto, pero con el tonelaje de un tanque pequeño. Aquel vehículo se detuvo frente a ellos, y abrió su compuerta, Rob entró, y se posicionó como conductor.

—¿Vas a subir, o te pido un taxi? —Alex miró maravillado aquel transporte y entró. El interior parecía ser el de un submarino, decenas de botones, palancas, tablas de control, y muchas cosas más. Aquella bestia motorizada rugió con intensidad, y aceleró, alcanzando una velocidad impresionante, como un automóvil deportivo.— ¿Te gusta?

—¡Es increíble! Pero tengo un par, bueno, tengo cientos de preguntas, pero creo que lo que más quiero saber es, ¿a dónde vamos? ¡¿y dónde consigo uno de estos?! — A través de los cristales oscuros, se podía ver como la velocidad del vehículo era completamente fuera de este mundo. Y como la gente no podía creer lo que veía.

—Nos dirigimos a este lugar —señaló la ubicación.

—Pero eso solo es una fábrica abandonada, ¿qué es lo que buscamos?

—Hace tiempo que sigo el caso de una droga experimental que están desarrollando ahí.

—¿Y para acabar con un cartel necesitamos un tanque?

—Tú eres el que quería viajar con estilo.

No duró nada el viaje, la velocidad de la Bestia era impresionante. Al llegar a las afueras de la fábrica Black Bow volteó a ver a Alex, y tras mirarlo con mucha seriedad dijo:

—Alex, si vamos a hacer esto, quiero que recuerdes que será peligroso, esto no es pelear contra pandilleros. Estas personas son cosa seria, ellos no dudarán ni un segundo en intentar acabar contigo, hoy tu vida correrá un gran riesgo, solo recuerda tu entrenamiento y no bajes la guardia.

Alex asintió ante todo lo que dijo, pues no podía hacer otra cosa gracias al terror que invadía su cuerpo. Rob abrió la compuerta y comenzó a caminar directamente hacia la fábrica. Después de meditar mucho la situación, Alex bajó del vehículo, pero con el rabillo del ojo, notó que aquel transporte incluía un tercer asiento. No le dio más importancia y alcanzó a su mentor.

—¿Y cuál es el plan?

—Solo sígueme —rápidamente Rob corrió directo hacia un montón de escombros, y los utilizó para llegar hasta el techo. Alex lo siguió, no con la misma velocidad, pero no demoró mucho. Ambos yacían en el techo de aquella fábrica, observando a través de los cristales rotos.

Por fuera, la estructura parecía ser solo un montón de cascajo y ruinas, pero por dentro, toda una producción de drogas.
Había decenas de hombres y mujeres vestidos con harapos, los cuales sin bajar el ritmo ni un segundo empaquetaban cientos de cajas con lo que parecían ser jeringas con una extraña sustancia de color rojo fuerte. Todas las personas que trabajan en la línea de producción eran custodiadas por una serie de hombres armados, los cuales portaban un extraño y llamativo traje.

Un ropaje de color negro, con chaleco blindado, y una máscara con lentes de color rojo, parecían ser soldados.

—Diablos, están aquí —comentó colocando una flecha.

—¿Cuál es el plan, que haremos?

—Escucha, yo acabaré con los guardias, tú, libera a esas personas y evita que te hagan daño. — Rápidamente, disparó aquella flecha, la cuál golpeó el suelo, y estalló, liberando un gas muy denso. Después saltó, al caer, una lluvia de balas se desató, todos los guardias dispararon contra él.

Black Bow, evitaba las ráfagas con rapidez, y disparaba una flecha a cada soldado que se aproximaba. Alex no se quedó mirando, al igual, saltó, cayendo encima de un guardia, lo cuál amortiguó el golpe. Todas las personas que empacaban la droga, gritaban al no saber que ocurría, Alex se aproximó a ellos, y notó que todas esas personas, tenían los ojos cubiertos con cinta adhesiva.

—¡Escuchen! ¡Salgan rápido, yo los cubriré! —removió la cinta de sus ojos, más de alguno saltó de miedo o gritó al ver a un chico con antifaz portando un bastón. Pero de alguna manera, ellos sabían que estarían seguros con él.
Toda le gente corrió directamente a la salida.— ¡Vamos, no se detengan! —al terminar de decir eso, un enorme puño golpeó el rostro de Alex, arrojándolo lejos de las personas. Un hombre grande y corpulento que vestía el mismo uniforme, fue quien lo atacó. Aquel sujeto en verdad era grande, casi de dos metros. Levantó su pié, y pisó con toda su fuerza. Alex giró hacia atrás, y logró evitar el golpe que pudo haber acabado con su vida. Pues una vez que el pie impactó contra el pavimento, éste se rompió.

Rápidamente Alex tomó su bastón y golpeó el rostro de aquel gigantesco hombre, y este ni se inmutó. Nuevamente lanzó varios golpes directo a su cara y pecho, pero nada, esa mole no se detenía. El hombre gigante lanzó un gancho al estómago de Alex, el golpe lo sintió, no fue un dolor imposible de resistir, pero no dejaba de doler bastante. Algo no andaba bien, el uniforme de Linyum destrozó el puño de Troy, ¿cómo era que ese sujeto seguía ahí? Y sin mostrar emoción alguna.

Alex lanzó la parte superior del bastón como un látigo, envolviendo la pierna del gigante. Y con todas sus fuerzas jaló, logrando derrumbarlo. Corrió directamente, y comenzó a golpearlo sin parar en el rostro. Golpe tras golpe y el hombre no reaccionaba, hasta que atrapó el último golpe. Cargó a Alex con ambas manos, y lo arrojó directo hacia una pared.
El cuerpo de Alex destruyó por completo el muro, dejándole un gran agujero, por el cuál el gigante salió. A paso lento se acercaba a él, y Alex lo único que pudo hacer fue recargarse en una pared a esperar su fin.

—Lo siento, papá...

Entonces, una flecha se incrustó en el cuello de el mastodonte, y recibió una descarga eléctrica enorme. Otra flecha cayó, una que contenía un cable de fibra de vidrio, una persona se deslizó por aquella tirolesa. Y pateó la cara del gigante haciéndolo caer. Alex contempló perplejo a aquella persona, era una encapuchada igual que Rob, solo que ella era más pequeña, y su traje era de color rojo. Tomó el bastón y se agachó al llegar con él.

—¿Esto es tuyo? —preguntó cortante, y con un rostro de indiferencia. Alex asintió sin dejar de verla.— No te ofendas, pero esto no mataría ni una mosca. —Lo dejó a sus pies, aquella chica caminó tranquilamente en dirección a la fábrica. Cuando salió un soldado que intentó apuñalarla, no reaccionó a tiempo, y fue cuando Alex arrojó el látigo, y noqueó a su atacante. Ella lo miró sorprendida pero siguió su camino, Alex se levantó y la siguió entrando en la fábrica.













_________________________________________

Si te gustó por favor deja un voto y un comentario.

En verdad te lo agradecería.
Y si te gustan mis historias por favor sígueme.

Gracias por leer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro