Especial 1k

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Con sus manitas iba tanteando el terreno en frente suyo con una sonrisa, sus ojos los iba tapando Yeonjun mientras lo guiaba por la que era su nueva casa desde hacía dos semanas, las semanas de convivencia más bonitas para ambos, sus risueñas sonrisas resonaban en toda la casa, y es que a Soobin lo ponía de buena manera nervioso la situación, el rubio se había acercado a despertarlo con mucho cariño para que se levantará a ver por fin el cuarto terminado de la bebé, su emoción era desbordante y contagiosa, el pelinegro esfumó todo rastro de sueño y siguió ciegamente a Yeonjun. Esté no había permitido que el pelinegro se acercará al cuarto porque era una sorpresa que el rubio había planificado con su mamá.

—¡No veas, no lo hagas! —le recordaba en medio de risitas Yeonjun.

—¡No lo haré, hyung!

Sus manos se cansaron de estar a la deriva y se posaron en las manos que tapaban sus ojos, no pudo evitar otorgar caricias sutiles, muy disimuladas, pero que ponían nerviosos a ambos, sus acercamientos eran tan lindos, iban a pasitos de tortuga pero así se sentían bien, era cómo si hubieran llegado a ese acuerdo tácito cuándo en realidad ni siquiera eran consientes de los sentimientos del otro.

—Bien, a la cuenta de tres abriré tus ojos Binnie.

Soobin asintió de manera enérgica, su sonrisa amenazaba con partir su cara a la mitad pero no importaba, se sentía muy emocionado por la sorpresa.

—Uno... —empezó Yeonjun con emoción —Dos... Y tres —inmediatamente de terminar de contar soltó sus manos y destapo los ojos de Soobin.

Esté volteó sobre su eje con ojos amplios y que miraban el cuarto con mucha impresión, había quedado mudo, el cuarto estaba decorado mil veces mejor de lo que había imaginado. Las paredes estaban pintadas de rosado y blanco, la paredes blancas estaban decoradas con corazones dorados y el nombre de su nenita en el mismo color estaba encima de dónde habían colocado la cunita de madera blanca, a su lado estaba en cambiador que pudo notar que ya estaba equipado, en la pared opuesta noto la mecedora que había comprado y un armario de color marrón con decoraciones rosadas, fué para abrir y revisar que, efectivamente, todas las ropitas de su niña estaban acomodadas y también había nuevas y de tallas más grandes, se volteó y logró divisar en un rincon del cuarto que se encontraba una cama individual con sábanas rosadas, en ella estaba un bolsito que podía jurar era el que había comprado para llevar al hospital, fué hasta allá y se sentó en está, revisó el bolso y en efecto, ese era su bolso ya equipado para ese día en que Seolmin vendría al mundo, sus ojitos se estaban poniendo aguados.

Yeonjun vió todo el recorrido del menor en silencio, sus manos en los bolsillos para que no notará que estaba sudando de los nervios, vió cuándo se sentó en la cama individual que su mamá le había hecho comprar cómo precaución y para que a la niña le quedará en un futuro que fuera más grande, Soobin reparó en que en la almohada de la camita había un osito y con una mano temblorosa agarró ese osito color beige con un lazito rosado en su cuello, Yeonjun se acercó lentamente hasta que escuchó el primer sollozo y prácticamente en dos pasos llegó hasta a Soobin.

—¿Qué pasá, pequeño? ¿No te gusto? —preguntó preocupado mientras sus manos acariciaban los brazos de Soobin

El pelinegro negaba rápidamente mientras entrelazaba sus dedos con los de Yeonjun.

—Todo lo que haces por mi bebé... Me deja sin palabras —hablabá entré hipidos Soobin —Porque es más de lo que hubiera hecho cualquiera y mi corazón se pone muy feliz, mi bebé se pone muy feliz —seguido de haber dicho eso llevó una mano de Yeonjun a su vientre para que viera lo revoltosa que estaba su niña desde hacía rato, desde que le había enseñado la habitación.

Yeonjun sintió las patadas y algo en su conciencia le decía que la bebé lo hacía porque era feliz, no lo hacía por regañar a su papá, ni porque sentía malas vibras, si no porque sentía el amor que profesaban ambos seres en aquella habitación por ella. El rubio sonrió para Soobin, una sonrisa única para él y se sentó a su lado, lo jaló para abrazarlo y dejarlo llorar lo que quisiera, él iba a ser su refugio de ahora en adelante, sin proponérselo ya había formado una familia, así era en su mente, en la de ambos, en sus visiones del futuro sólo estaban ellos dos juntos con la bebé, criandola, consintiendola, haciendo lo posible por hacerla feliz, sabían que el camino no iba a ser color rosa pero se iban a tener mutuamente, era una promesa.


¡¡MI GENTE, ¿CÓMO QUE LOS TRAZOS DE SU VIDA LLEGÓ A LAS 1K LECTURAS?!!
MUCHÍSIMAS GRACIAS, MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR AQUÍ LEYENDO ESTÁ HUMILDE HISTORIA DEL YEONBIN.
Siendo sincera, me sentí sumamente feliz al revisar la plataforma y ver que tenía tantas lecturas, abspapqka, déjenme soy sentimental 🥺💜
Esté fragmento era para el capítulo que viene, pero decidí hacerlo un especial porque lo merecen, mil gracias por seguir aquí, no tengo palabras.

Gracias Lovelyy_Jimin7 por tus bellos personajes, por la oportunidad tan linda de dejarme contar su historia 💜💜🥺

smileyvhope a tí también te debo mucho niña, gracias por tus lindos consejos y amenazas respecto a está historia 🥺 eres un gran apoyo.

Y por último pero no menos importante, gracias a tí, bellx lector/a, por seguir aquí compartiendo conmigo, por tus comentarios, por tus estrellitas, hasta sólo por tú ojito, muchas gracias ❤️ espero traerles capitulos mejores con el tiempo.

Ate: Hyejoon con muchas lágrimas y amor ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro