Capítulo 11: El regalo

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Era otro fin de semana, Lincoln siempre visita a su familia, aquella tarde decidió prepararse un sándwich en la cocina, justo en ese momento se hicieron presente sus hermanas Lori, Leni, Luna y Luan; la mayor se acercó a Lincoln. 

 –Lori: El día de mañana estamos pensando ir al mall todos juntos. ¿Te animas? 

 –Lincoln: No gracias.

 -Lori: ¿Pero por qué? Siempre que llegas estás encerrado en tu cuarto, casi ni hablas con nosotras ni con papá ni mamá. 

 –Lincoln: ustedes no han hecho nada para que yo les perdone por todo el daño que me hicieran, desde que llegué a casa no he escuchado a ninguna de ustedes alguna disculpa, a excepción de Lynn. 

 –Lori: Estas diciendo que piensas perdonar a Lynn, si ella fue la que comenzó todo esto. 

 –Lincoln: Yo no he dicho que la pienso perdonar, además ella no les controló la mente, todas ustedes actuaron de la misma manera que ella, Ahora no vengan a justificar su agresión hacia mi culpando a Lynn. 

 –Lori: Escúchame bien Lincoln- dijo muy molesta y le tomó del hombro con fuerza, lo cual Lincoln reaccionó de la manera más prudente, tomó un cuchillo y marcó cierta distancia para intimidarlas. 

 –Lincoln: No me toques, nunca vuelvas a tocarme de nuevo. 

 –Leni: Linky por favor baja ese cuchillo, nunca te volveremos a ponerte un dedo encima ¡Por favor tienes que creernos!- intervino la segunda hija mayor. 

 –Lincoln: Cuantas veces les he dicho que no me llamen de esa manera. De pronto Lynn aparece en escena.

 –Lynn: Lincoln ¿Qué estás haciendo? El peliblanco tira el cuchillo al piso y corre a su habitación.

 –Lynn: ¿Qué fue lo que hicieron? –preguntó a sus hermanas mayores, quienes se retiraron y Lynn subió con el sándwich que el peliblanco se había preparado. Su hermano le dejó entrar y le agradeció por haberle alcanzado su sándwich.

 –Lynn: ¿Qué fue lo que pasó ahí abajo? 

 -Lincoln: Me habían invitado para ir al mall mañana- demoró en responder- me negué a acompañarlas. 

 –Lynn: Entiendo- dijo con un ademán de tristeza- ¿aún nos odias verdad? 

 -Lincoln: Se supone que voy a visitarlos los fines de semana para compartir tiempo con ustedes pero no puedo, siempre estoy encerrado aquí en mi habitación.

 -Lynn: Podrías empezar uno por uno. 

 –Lincoln: ¿Cómo? 

 -Lynn: Podrías empezar a pasar cada fin de semana con una de nosotras. 

 –Lincoln: No me parece una mala idea. Y así lo hizo, al día siguiente Lincoln y Lynn fueron dar unas vueltas por el mall, algo que no había hecho hace bastante tiempo era entrar a las maquinitas y jugó por primera vez con su hermana Lynn un juego de matar zombies. 

–Lynn: Si que fue divertido. 

 –Lincoln: Hace tiempo que no me metía a un videojuego. 

 El peliblanco se detiene y observa una maquinita de grúa el cual decide probar suerte, y saca un peluche; un osito con un balón en su brazo, quería probar sus habilidades y ahora quería un desafío más difícil el muñeco de Ace Savy. Mientras Lincoln se encontraba en obtener a su personaje favorito de los comics, no se percató que su hermana Lynn estaba muy feliz del regalo que le dio su hermano abrazaba con fuerza y ternura al muñeco. 

Ambos regresan a casa con un peluche respectivamente, aquella noche Lynn durmió plácidamente abrazando el regalo de Lincoln, y como todos los lunes en la mañana Lincoln se levanta temprano a la casa de los Mc Bride, porque sus cosas de la escuela él siempre lo deja ahí. 

 –Lynn: Será posible que algún día podamos desayunar y que mamá te lleve a la escuela desde tu casa. 

 –Lincoln: Quizás lo haga el próximo  fin de semana. 

 –Lynn: Eso sería estupendo. 

 El peliblanco se marchó, mientras que Lynn lo observaba irse su pecho le apretaba, solo esperaba que el tiempo corra muy rápido porque ya tenía ganas de verlo de nuevo y volver a pasear juntos.

CONTINUARÁ...

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