Capítulo 41: La separación

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Lincoln recupero sus recuerdos, ahora conoce su pasado; la vida que tuvo con su familia, los maltratos y la superstición de Lynn. Por 10 años ha tenido una vida diferente a como él se imaginaba; regresa a su casa, como era sábado Lacy seguía durmiendo ya eran las 9 de la mañana, Lincoln tenía mucha hambre y se prepara su desayuno, Lynn se levantó luego de un rato y acompaño, quería levantar a su hija también para desayunar los tres juntos, pero su esposo lo detuvo, le dijo que la deje seguir descasando. Tras haber terminado Lincoln hablo seriamente con su esposa.

–Lincoln: Lo recuerdo todo.

 –Lynn: ¿Qué?

 -Lincoln: He recuperado mi memoria, he regresado Lynn - Pero la castaña enmudeció, hubo un silencio incómodo y decidió romperé el hielo – yo no tenía planes, cuando regrese a casa no sabía qué hacer, quieres saber la verdad porque Lori me golpeo, ella se había enamorado de mí.

–Lynn: Ya lo sabía, ella me confeso, bueno a todos cuando fui sola a verlos.

–Lincoln: Entiendo. 

 –Lynn: ¿Me odias por lo que hice?

 –Lincoln: Tu no me provocaste la amnesia, pero sí que me convenciste de creer una verdad absurda. Ahora es muy tarde para emendar todo lo que hiciste. Yo no te odio, pero ahora que sé quién soy yo, ya no te puedo ver como antes.

 –Lynn: ¿Qué quieres decir?

El peliblanco se levanta, se dirige a una gaveta y de ahí sustrae un folder y saca unos papeles.

 –Lincoln: Si sabes cuál es lo mejor en esta situación firmaras este documento.

Lynn echa un vistazo y se espanta a darse cuenta de que trataba. 

 –Lynn: ¿Desde cuando tienes esto?

 -Lincoln: Cuando me entere que éramos hermanos de sangre he llegado a pensar en divórcianos, pero al final no lo hice, solicite estos documentos en un estudio jurídico y decide consérvalos cuando decline a la idea. 

 –Lynn: ¿No quiero?

-Lincoln: No digas tonterías. Ya es momento de despertad de esta absurda relación, somos hermanos, que rayos te pasa.

 –Lynn: Hace bastante tiempo que deje de verte como mi hermano, ¿sabes por qué?

-Lincoln: No lo digas. 

 -Lynn: Porque te amo.

–Lincoln: Lynn ya no sigas por Dios. 

 –Lynn: Todos estos años hemos tenido una vida feliz los tres juntos. 

 –Lincoln: Todo a base de una gran mentira. Querías que estuviera aislado de nuestra familia para que yo nunca me entere de la verdad, todo por tu felicidad, impusiste tu felicidad sobre la mía, ignorando lo que yo quería, ¿Qué metas quería seguir?

 -Lynn: ¿Y qué hay de Lacy?

 -Lincoln: Me hare cargo de ella, pero para nosotros se acabó, nos turnaremos en su custodia.

 –Lynn: En serio quieres hacerlo, quieres separar a esta familia.

 –Lincoln: No me vas hacer sentir como el malo de esta película, ¡llego el momento de separamos!

 -Lacy: ¡NOOOOOOOO! - intervino su hija quien desde hace ratos había despertado y escucho la conversación que tenían sus padres.

 –Lincoln: Lacy desde cuando estás ahí. 

 –Lacy: No lo hagas papi, no te separas de mamá- se aferró a su papá.

 –Lincoln: Lacy, eres muy joven para entender, lo harás cuando crezcas.

 –Lacy: Porque no me puedes decir la razón, o es que yo soy el motivo.

 –Lincoln: No para nada cariño.

–Lacy: Entonces dame una razón del porque te quieres separar de mamá. 

 –Lincoln: Yo...ya no amo a tu madre.

Lacy soltó a su padre y abrazo a su madre, Lynn recibió el mensaje muy devastadoramente. 

 –Lynn: Si es lo que quieres mañana iremos donde un abogado y te firmare el divorcio.

 Lincoln asintió, pero Lacy no lo tomo bien y arremetió contra su padre, se acercó a él y le empezó a golpear levemente por todo su pecho y estómago. 

 –Lacy: Eres un tonto papá – empezó a llorar- te odio.

 Y corrió a su habitación, Lynn fue tras ella ya que Lincoln no tenía el valor de hacerlo, antes que el peliblanco se retirara, la castaña le echo una mirada fría, una mirada que no lo hacía hace años, cuando lo acusaba de mala suerte. 

–Lynn: Si no piensas hablar con tu hija, vete de aquí.

CONTINUARA...

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