Episode 26

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Están... relativamente bien.

—¿De verdad? —Preguntó esperanzado Sun-Oh.

Hueningkai quitó las hojas de la mano de Hye, leyó los ejercicios hechos por el chico, e hizo lo que pudo para contener las ganas de reírse, pero no lo logró. —"Bien" para un ciego que aprende a escribir. Y en este momento, deseo ser uno. Qué feos números

—¡¿Quién lo invitó a él?! —preguntó con un grito, Sun-Oh. Kai no pudo evitar burlarse del tonto amigo de Lee Hye, y ésta le reprochó con la mirada.

—¡Hye, no me mires así! —devolvió el grito. —Hasta tú sabes que sus cálculos le darían ganas de llorar al profesor Yang, ¡Hará que se suicide!

—¿Tan tonto soy en matemáticas? —dolido por las quejas del chico, preguntó con sinceridad Sun-Oh.

—No es por ser malo, pero tu profesor de Matemáticas hará que se replantee su profesión, lo ahuyentarás del cargo.

—Van a ahuyentar a mis clientes, ¿Podrían hablar más bajo?

  Sun-Oh y HueningKai estaban en la tienda de víveres de Lee Hye acompañándola en su turno de la tarde. El primero le mandó mensajes quejándose por no saber estudiar sólo, y menos analizar los problemas matemáticos de su estúpida tarea. Hueningkai —su otra vez, amigo—, muy curioso por conocer a ese chico, decidió citarlo con permiso de su mejor amiga a la tienda a ayudarlo él mismo.

—¿Sabes qué? Antes estaba muy emocionado por conocerte. —admitió el menor. —Ahora estoy mortificado.

—No te respondo sólo porque Hye da miedo enojada. Se verá frágil ahora, pero antes, era un monstruo conmigo. —Sun-Oh tembló falsamente con miedo al contarle eso a su compañero. No era mentira, pero eso fue hace mucho tiempo. Ahora, la pequeña Hye, no era nada más que un pedazo de algodón cuando se enojaba con alguien, y tenía de testigo a Kai.

—Oigan, agradezco que estén acompañándome en mi turno. Pero de nada me sirve si gritan cada vez que hablan su bocota. —Los retó con sus palabras. —Ya van tres clientes que se quejan. No los voy a echar, pero no podrán volver.

—Me rindo. Él no hace lo que le digo. Hace las cosas de memoria, no interpreta la problemática, ¿Cómo esperas hacer diez puntos de un examen si ya pasaron tres horas y no entiendes el primer enunciado?

—¡Kai! —le llamó la atención su amiga. Lo miró con reproche, lo que hizo que el menor bajará su cabeza intimidado. —Ya dijiste suficiente.

—Invito la cena yo. Lamento los gritos, Hye. —el más joven tomó su billetera y salió del despacho de empleados para dirigirse a los estantes de comida.

  Hye miró con mucha pena a Sunnie, como lo conocía ella. Tomó asiento a su lado e hizo que dejara de escribir sus anotaciones. Tomó su rostro y lo acarició suavemente, se acercó y le concedió un abrazo que estaba segura que él otro estaba esperando ser reconfortado por alguien en esa sala.

—Lamento lo que te dice Kai. Él intenta usar el humor para decir las cosas sin querer sonar tan mal". —murmuró mientras dejaba que Sun-Oh apoye su cabeza en su hombro. —"Hablaré con él para que tenga más paciencia. Es su primera vez como profesor particular, apenas entendió el tema y le cuesta enseñarlo. El problema no es contigo."

—Soy un tonto, Hye. Lo tengo claro. —se quejó. —Hey-yeong me intentó explicar unos temas el trimestre pasado, y a su amiga le saqué canas verdes. —intentó decirlo en forma de chiste, pero recordar a sus amigos alterándose por las preguntas obvias que él hacía, no logró ni poder animarse.

—No me mires, sólo recuéstate. —le pidió. Se acomodó de lado de modo que Sun-Oh mirará hacia la mesa y se apoyará el en hombro de Hye, mientras que ella pasaba por detrás del cuello del Sun-Oh su brazo para seguir con sus caricias a su hombro. —Mira, Sun-Oh. A todos nos cuesta algo en la vida, y por más difícil que parezca, podemos llevarle el ritmo dándonos nuestro propio tiempo.

—Hye, necesito aprenderme esto ahora, no dentro de siete años.

—Mira, Kai te lo dijo. No interpretas tus consignas. —le repitió. Sun-Oh se despegó de su amiga y se incorporó nuevamente en la mesa. —Termina de leer la consigna, anota cosas sobre el papel del examen, nadie te dice que no puedes anotar cosas al lado de tus ejercicios para guiarte junto con la teoría.

—Pero nadie hace eso.

—Cada quien tiene su método, si te funciona algo, conviértelo en el método de Sunnie.

—¿Cuál es tu método?

—Practico ejercicios de internet y luego me armó mí propio examen, mido mí tiempo y veo cuántos ejercicios puedo hacer en una hora. —lo contó con una sonrisa, sabiendo lo extraño que era para allá demás saber cómo estudiaba ella.

—Qué loca estás.

—¿Recién te diste cuenta? ¿Dios te lo acaba de iluminar o fue tu única neurona en funcionamiento? —Hueningkai se acercó hasta Sun-Oh con una bolsa de sándwiches y un jugo de naranjas. —Me estoy pasando contigo, lo lamento.

—Tranquilo, estoy acostumbrado que las chicas me griten por cualquier motivo. Sería la primera vez que un chico me grita.

—¡Sucio! —recibió un golpe por parte de Hye en su nuca.

La noche se la pasaron variando temas de conversación y ayudando a Sun-Oh con sus ejercicios. Decidieron que Hueningkai lo ayudaría en lo que estaba a su alcance y en su disponibilidad, mientras que Hye optó por ayudarlo haciendo exámenes para él y corregirlos, además de regalarle copias de sus apuntes para que llegara a una buena comprensión del temario.

Una idea surgió por la mente del menor de los tres, y era de contratar a un profesor particular para el chico, pero los dos restantes se negaron completamente porque ninguno llegaba a tener el dinero necesario para pagarlo, y aunque Kai se ofreció a prestarle dinero, el chico se negó completamente; pensaron también en la posibilidad de estudiar en la tienda de Hye y en el restaurante donde prestaba sus servicios, a lo que ella contestó: "Una cosa es dejarles estar en la tienda, dentro de todo, aquí soy mi propia jefa en lo que va de mi turno, pero en el restaurante tengo que consultarle al gerente. No podría ayudarles a menos que esté en mis descansos de 15 minutos." Acordaron no molestarla en sus horarios de trabajo en el restaurante hasta que se acercaran los días de la evaluación.

Sun-Oh no podía evitar sentirse una carga molesta y pesada, veía como su mejor amiga y su "nuevo amigo" buscaban formas para ayudarlo, y él se consideraba como un chico burro al que no podían dejarlo solo. Limpió una lágrima que bajaba por su mejilla, y milagrosamente, pasó desapercibida por Kai, quien estaba concentrado en su café.

La compañía de modelos había sido algo dura con él hace unos días, sus compañeros le habían restregado sus excelentes notas, y eso no siendo suficiente, en las entrevistas las comentaban haciendo lo posible para que los televidentes y las marcas de ropa pudieran notar una diferencia en la inteligencia y astucia entre modelos.

"Y luego estoy yo, que aún no debuté como modelo, y aunque me entrevistaran, no podría estar al nivel de mis colegas."

"¿Tendré que dejar el colegio y dedicarme a mi trabajo?"

"¿Tengo un futuro como modelo? ¿Me aceptarían sabiendo que no terminé mis estudios secundarios por mis pésimas calificaciones?"

"Me pondrían por debajo de los que sí culminaron sus estudios con buenas calificaciones, luego los que pasaron con promedio de seis, y como suplente del suplente me escogerían".

"Creo que me estoy haciendo la cabeza en algo tan patético..."

"Si, patético. Tanto como yo."

"¿Quién dijo que la adolescencia es la mejor etapa de la vida? Sólo me la paso estresado por mi pésimo presente y mi —muy dudoso— futuro, ¿Esto era lo que la tía Hwang decía sobre que ser adolescente era muy importante para definir lo que uno quiere ser cuando sea adulto? ¿Y si no logro decidirme y termino siendo un pedazo de basura inútil que no puede hacer nada sin que otros lo ayuden por lo ineficiente que es en inteligencia?"

—¡Ash!

El menor tiró un grito frustrado y se levantó con brusquedad de la silla, asustando a la vez a su amigo, que tiró su café por el susto.

"Este chico cada vez se le afloja un tornillo más" —Kai no pudo evitar pensar eso cuando comenzó a soplar su mano para evadir el ardor que sentía por su café.

  Sunnie estuvo a punto de golpear una pared si no fuera por una foto de la tía de Hye acomodado sobre una repisa, recordándole que él se encontraba en un lugar ajeno, y no podía meter a su amiga en problemas. Se recostó sobre la pared y se deslizó por esta, abrazando al final sus piernas y ocultando su cabeza con sus brazos.

—¿Qué tienes? —preguntó sin querer sonar alterado el menor, no era buen momento para escandalizar (aún más) al otro.

—Creo que me voy a enfermar. —contestó. Su voz se escuchaba apagada, como si no tuviese ánimos de hablar.

—No sabía que la gripe venía con un grito de alarma.

   Kai escuchó a su amigo sollozar, y como movía ansiosamente uno de sus pies. —Escucha, Sun-Oh, sé que quieres aprenderte todo esto de memoria lo antes posible, pero no puedes obligarte a hacer algo que ni tu mente está preparada. Tómate tu tiempo y aprobarás.

—No es eso. ¬¬—sonó su nariz con el reverso de su mano. —Son ustedes. Tú deberías estar durmiendo a estas horas, y estas aquí enseñando a un chico que apenas conoces. Hye está descuidando su tienda.

—Estoy grande para que alguien se haga responsable por mis decisiones. Lo mismo te diría Hye pero con el triple de tacto, cosa que no tengo yo.

—Yo también estuve en tu lugar. Hace unas semanas rendí un examen y eso definía si me quedaba en mí clase o bajaba a la clase 6. Aprobé por suerte.

—Gracias por echármelo en cara.

—Te digo para que no te creas que eres el único burro. Tú al menos tienes solo dos personas que te ayudan, yo tenía cinco, los miembros de Tomorrow by Together y Namjoon, de BTS. ¡Cinco personas! —habló con frustración. —Cada día me siento más avergonzado. Recuerdo a los cinco hombres sosteniendo sus cabezas, y toda la empresa, el staff, los maquilladores, las estilistas, todos estaban comiendo; y Namjoon explicándome Química.

—Qué vergüenza, por Dios. No me cuentes más que lloro. —usó un tono sarcástico por primera vez en la charla. Kai decidió tomar eso como una señal de que su amigo poco a poco podía estar entendiendo su punto.

—No eres el único chico que desaprueba matemáticas y no las entiende. Hye también pasó por eso antes de aprender a entenderlas, luego yo, ¿Por qué tú serías diferente? —Kai colocó su mano en el hombro de Sun-Oh, intentando reconfortarlo. —Tómate tu tiempo. Fui duro contigo porque me gusta molestar a la gente, y contigo es como un pasatiempo que me encanta desde que te conocí.

—¿Ahora viene la parte en que me dices que estas enamorado y me besas? —Sunnie subió la cabeza con una sonrisa pícara, ya de buenos ánimos.

—Cada día estás más raro. —un ligero golpe en la nuca fue lo que recibió el alumno de Kai. Ambos se separaron y retomaron la charla, pero con intercalando temas para no volver loco a Sun-Oh con los números nuevamente.

  Ninguno de los dos contaba que, con una sonrisa angelical, eran observados por Hye, quien se escondía detrás del marco de la puerta, muy entusiasmada de que sus dos personas favoritas en el mundo estuvieran amigándose, una extraña amistad, pero se toleraban en la misma habitación. Eso ya era algo para festejar.

  Ella seguía pensando en Jungkook, aquél chico con el que perdió contacto y jamás supo de él ni por su prima-fan, decidió dejar que el destino preparara su reencuentro y pudieran hablar y confesarse las cosas de una buena vez.

"Ay, querido destino. Me simplificas unas cosas y me complicas otras. ¿Seré yo tu juguete con el cuál te diviertes elegir su camino en este laberinto de oportunidades llamada Vida?"




ahahahahha

Pude encontrar tiempo para alargar el capítulo y actualizar. Ahora sí me gusta como quedó. ¿A ustedes les gustó? ¿Cómo están en este último trimestre? Espero que bien.

Nos estaremos leyendo, recuerden que tengo otras obras en mi perfil, ¡Pueden ir a darles una oportunidad!

child

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro