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Estaba desorientado, sus pensamientos superaban la velocidad de aquellas hojas que danzaban entre el aire otoñal. No podía dejar de lado aquel episodio matutino, aquella mirada no abandonaba sus pensamientos. Sentía de alguna forma como los ojos del pelirrojo le gritaban algo, un por qué que no alcanzaba a entender... Y joder, cómo le frustraba.

¿Qué quiso decir Taehyung? ¿Él tenía que ver en su pelea? ¿Cómo él podría formar parte de ello? No tenía lazo alguno con ninguno de los dos, sin contar el fiasco de aquella cita que aún le revolvía el estómago.

La profesora de literatura intentó traer de vuelta al presente a uno de sus mejores alumnos, Jungkook volvió al ahora cuando sintió la mirada de media aula sobre él.

ㅡJungkook, ¿estás con nosotros?— preguntó con voz aterciopelada, mirándole con dulzura. No por nada era la profesora favorita del menor.

ㅡLo siento, señorita Yongsun.ㅡ jugueteó con el lapicero entre sus manos, avergonzado. ㅡ¿Decía algo?

La mujer de largo cabello rubio quien portaba una elegante trenza aquella mañana, sonrió enternecida.

ㅡEstaba pidiéndote acompañar a Jimin por unos libros de la biblioteca.ㅡ repitió, señalando con la mirada al pelirrojo que esperaba sin expresión alguna desde la entrada.

¿Por qué con él? Quiso saber el azabache, pero aun así no rechistó. Suficiente tenía con haber evidenciado su falta de atención.

Asintió obediente, y se encaminó fuera del aula junto a aquel exasperante chico. Aunque pensándolo detenidamente, Jimin no le había molestado desde aquel incidente en la cafetería.

Jungkook frunció el ceño, como si se le hubiese pasado aquel dato. Caminó detrás de él todo el trayecto hacia la biblioteca, sin molestarse en abrir paso a la conversación. Él tenía entendido el desagrado que su compañero de clase le guardaba. Ingresaron a la biblioteca sumidos en el mismo silencio, la mujer que atendía la recepción sonrió hacia ellos a forma de saludo, haciendo una leve venía e invitándolos a adentrarse en aquellos pasillos.

ㅡ¿En busca de lectura ligera para las vacaciones de invierno?ㅡ la mujer de edad avanzada pasó totalmente de Jungkook cuando el pelirrojo se acercó a marcar su entrada.

El rostro del menor se deformó en confusión, ¿la bibliotecaria ubicaba a Jimin... Park Jimin?

ㅡNo, señorita Kwon. Vendré la próxima semana para eso.ㅡ el pelirrojo le sonrió, y hasta ese momento juraba que su compañero de clase no conocía el concepto de amabilidad. ㅡNosotros veníamos por los libros de la clase de hoy.

La señorita Kwon deparó en la compañía de su visitante mas recurrente hasta ese momento, le dedicó una tenue sonrisa.

ㅡOh~ ya veo, conoces la sección, querido.ㅡ señaló el pasillo al fondo, dándoles rienda suelta a vagar por las decenas de estantes. Ambos chicos agradecieron la atención, y siguieron su camino.

ㅡ¿Vienes seguido aquí?ㅡ cuestionó Jungkook, sin molestarse en ocultar su confusión. Y es que la imagen del pelirrojo en aquel sitio no le entraba a la cabeza.

ㅡTres o cuatro veces por semana después de clases.ㅡ informó su acompañante, distraído en las aparentemente interminables hileras con libros.

ㅡ¿Vienes aquí a leer tus revistas pornográficas en paz?ㅡ inquirió el menor, dedicándole una mirada de sospecha. Ya nada le extrañaba, menos si era tan cercano a Taehyung.

Las malas mañas se pegan, ¿no?

ㅡ¿Qué?ㅡ le miró con confusión. ㅡClaro que no.ㅡ negó rotundamente, siguiendo en su labor de buscar los libros que le fueron pedidos. ㅡ¿Qué clase de persona crees que soy?ㅡ preguntó entonces, con algo que Jungkook podría haber categorizado como decepción si es que no le conociera.

Jungkook infló sus mejillas mientras pensaba en su respuesta, bueno, no le conocía del todo pero se hacía una idea.

Era molesto, mal educado y muy sarcástico. Sin dejar de lado que era un vago, flojo y dormilón. Prefirió omitir eso.

ㅡEres amigo de Taehyung, no me extrañaría que fueran igual de idiotas.— bufó, tan sólo recordar al pelirrosa le hervía la sangre.

ㅡEres amigo de Yoongi, ¿acaso eres igual a él?ㅡ cuestionó dubitativo, adentrándose al pasillo correcto y siendo consciente de que el menor le seguía.

ㅡ¡Por supuesto que no!ㅡ exclamó rotundamente, ganándose un siseo de la bibliotecaria quien estaba a unos cuantos pasillos, Jungkook mordió su labio obligándose a callar.

ㅡ¿Entonces por qué yo debería ser igual a Taehyung?ㅡ le miró finalmente, notando la duda en aquella bonita mirada oscura. Regresó su atención a los libros, apilando tomos iguales sobre las manos del azabache quien no dudó en ayudar.

ㅡPues...ㅡ no supo debatir ante esa lógica. Había sido un golpe certero.

ㅡExacto, no tiene nada que ver una cosa con la otra.ㅡ le miró con calma, iniciando a contar los libros sobre sus manos. Asintiendo al ver que eran los necesarios.

Jungkook no pudo evitar notar que era la primera vez que hablaban sin terminar insultándose. Bien, ¿eso era un avance?

ㅡ¿Por qué ustedes discutían?ㅡ se atrevió a cuestionar, notando la mandíbula del mayor tensarse. Retrocedió un paso por inercia, sintiendo que avanzaba por tierras movedizas.

Bien, entendido. Tema delicado.

ㅡProcura meterte en tus asuntos.ㅡ gruñó entonces, tomando más libros que él mismo llevaría.

ㅡTaehyung lo volvió mi asunto cuando dió a entender que me involucraba.ㅡ murmuró, ganándose una mirada molesta por parte del pelirrojo.

ㅡHay cosas en juego que no entenderías.ㅡ como su dignidad, o la latente consecuencia de alejarlo aún más.

ㅡSi incluye un asesinato, entonces no quiero saberlo.ㅡ un pequeño puchero adornó los labios rosados del que era más bajo por algunos centímetros, se balanceó sobre sus pies dando el tema por muerto mientras esperaba a que Jimin terminara su labor.

ㅡ¿Por qué faltaste a clase dos días?ㅡ se volvió a escuchar su dulce voz, y el mayor entendió que aquel niño no podía mantener la boca cerrada. No le molestó en lo absoluto, siguió con su trabajo en los libros.

ㅡEstaba enfermo.ㅡ le restó importancia, contando los tomos que cargaba con dificultad entre sus brazos.

Jungkook aceptó esa respuesta, hasta los idiotas tenían derecho a enfermar ¿no?

ㅡ¿Por qué te teñiste el cabello?ㅡ se permitió admirar el brillo ardiente de sus aparentemente suaves hebras. En realidad era algo que llevaba pensando desde hace meses cuando su compañero de clases solamente llegó dejando el castaño en el olvido.

ㅡNo lo sé, deseaba un cambio.ㅡ se encogió de hombros, señalándole que tenían todo y podían volver.

ㅡ¿Te gustan las golosinas?ㅡ giró sobre sus talones y emprendió camino lejos de aquel estrecho pasillo.

ㅡ¿Siempre haces tantas preguntas?— cuestionó mirándole con cierta fatiga, aunque lo cierto era que no le molestaba en lo absoluto. Era un dato conocido que el menor era extremadamente parlanchín. Jungkook bajó la mirada, mordiendo su labio para evitar hablar. El mayor no pudo evitar sonreír enternecido.

ㅡSí, me gustan.ㅡ asintió ante su pregunta, sin detener su andar. ㅡMis favoritas son los chupetes y la goma de mascar.ㅡ en primer lugar porque le liberaban la ansiedad y le permitían mantenerse largas jornadas concentrado sin distraerse por el hambre.

ㅡ¡Las mías son las gomitas!ㅡ saltó emocionado, ganándose otra reprimenda y un posible tropiezo el cual libró sin accidentes.

ㅡLo supuse.ㅡ aunque por supuesto que lo sabía, incluso si le causaba curiosidad el por qué.

ㅡ¿Por qué?ㅡ cuestionó, mirándole con curiosidad.

ㅡCuando nos daban bolsas con golosinas en el almuerzo, tú siempre comías primero los ositos de goma.ㅡ lo cual era divertido, pues apenas se daba cuenta que ya no tenía más, sus mejillas se inflaban en indignación consigo mismo por no haberse contenido a comerlas de golpe.

Jungkook sintió sus mejillas teñirse de un tenue rosado.

¿Cómo había notado eso? Se sintió expuesto.

ㅡVamos, tenemos todo.ㅡ el pelirrojo cargaba una pila más alta que la de él, pero pareció no afectarle cuando salió sin ninguna caída de la biblioteca.

Jungkook le siguió sin rechistar, pensando en lo mucho que le aliviaba no haber peleado con él en todo el camino. Incluso se atrevía decir que había sido agradable, algo cosquilleo en su estómago pero lo dejó pasar.

Me da ternura saber que Jimin se fijó en ese detalle sobre los ositos de goma, osea que alguien se fije en mínimos detalles en una persona es tan fkdnfnfncnfmfnf

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