Tom Riddle

Mi cabeza duele, mientras me levanto de una especie de cama muy dura s mi parecer.

Hay muchas voces a mi alrededor...

Las luces son intensas y los aromas son fuertes, siento manos por todo mi cuerpo como si me estuvieran matando, siento agujas por mi cuerpo y cables sobre mí... Mi mente piensa lo peor, trato de moverme y aunque pienso que lo logré las personas que están frente a mí no hace ni dicen nada...

Palabras raras comienzan a venirse y mi mente está por explotar.

—¿Que pasó?— digo vagamente porque ni siquiera sé si lo estoy diciendo o pensando.

Siento como comienzan a murmurar cosas y después de un silencio enorme alguien por fin habla.

—¿Señor? ¿Cómo se siente?— siento como tocan mi abdomen con fuerza lo que me hace gemir del dolor. —¿Cuál es su nombre?— pregunta con una voz amable la persona que por la voz captó como un hombre.

—Llevemoslo adentro...— dice otra persona y comienzan a moverme, no entiendo nada.

—¿Señor sabe lo que le pasó?— pregunta el chico de voz amable de nuevo.

Niego con la cabeza rápidamente.

—¡Llamen a la Doctora Grey y Torres!— grita una chica.

Me animo a abrir los ojos y lo único que veo es blanco... Todo es interrumpido por la cara de una chica castaña.

—¿Está bien?— pregunta mientras conectan cosas raras a mí y ponen cosas SOBRE y dentro de mí.

—¿Dónde estoy?— murmuró.

—Esta en el hospital, ahora lo atenderá la doctora Grey...

Veo como el chico le hace una seña a la chica donde mi tatuaje está y está lo observa detalladamente.

—Señor puede decirnos de dónde es su tatuaje...— dice la chica.

Siento que mi mente se debilita y de un momento para otro no estoy en la habitación del hospital, estoy en una casa...

Veo a dos personas enfrente mío, como discutiendo y cuando una de ellas se hace a un lado noto como...

—¿T/n...?

Reconozco a T/n a mil metros, pero a quien está a un lado de ella no, parece distorsionado... Lo que pasa después lo dejo a su imaginación, porque incluso yo no tengo el valor de hablar de eso.

Cuando están por terminar el chico deja de estar distorsionado y ahora se ve su rostro...

—¡¿Max?!

Mi mente se despierta y ahora estoy en una habitación, todo está tranquilo, solo hay una chica ahí, doctora mejor dicho. Está de espaldas viendo algo y cuando me muevo y hago ruido está se voltea a verme.

—Que bien que haya despertado...

—¿Dónde estoy?— pregunto a la defensiva.

—Esta en un hospital en el centro de Londres... Soy su Doctora y Cirujana...

—No me importa, debo irme de aquí...

—Tiene dos costillas rotas, no saldrá de aquí hasta que yo lo diga, y hasta que me explique que significa ese lindo tatuaje en su brazo derecho.— sonríe de manera hipócrita y se va de la habitación.

—Mierda...

***

2 horas después

Siento una helada de viento mientras pienso que hacer, han pasado dos horas desde que la doctora se fue y no tengo nada que hacer, he tratado de levantarme, pero tengo demasiado dolor para seguir.

La ventana está abierta y con el mayor de mis esfuerzos me levanto de la cama jadeando del dolor... Camino con cuidado apoyándome de cualquier cosa que pueda, cuando llegó a la orilla de la ventana la cierro y cuando estoy por voltear una cara familiar me hace caerme del susto.

—Hola Tomi...

Me apoyo de la manos cuando mi cuerpo se debilita y cae al suelo.

—¿T/n?

Está sonríe mientras se pasea por la habitación, trae un vestido negro pegado, unos tacones del mismo color y un abrigo rojo, un collar cuelga de su cuello y su cabello está recogido en media coleta.

—Es una habitación deprimente... Eres el hijo del señor ¿No había algo mejor?

Su mirada es profunda, su cabello está un poco más oscuro que de costumbre, su voz es tan precisa y tenebrosa que me hace dudar que sea mi T/n.

Con ayuda de una fuerza que no se debe donde obtengo me levanto y me acerco a ella con rapidez observandols detalladamente.

—¿Qué le hiciste a mi T/n?— digo vagamente. —¿¡Dónde está mi mejor amiga!?— grito desesperado.

—La tienes en frente...

—¡Después de todo no te bastó quitarme todo!— grito al techo.

Se que ese maldito me está escuchando, y esto no se va a quedar así.

—¿¡Qué más quieres!? ¡Ya no tengo nada! ¡Me quitaste todo!— grito desesperado. —Yo te protegeré...— le murmuró a T/n.

—No tienes que protegerme de nada... Estoy bien...— dice, su voz... Ella no es mi T/n... Ella no es mi mejor amiga...

—¿Qué te pasó...? Mattheo estaría tan decepcionado de tí...— digo en un intento de hacerla entrar en razón.

—Mattheo está muerto y nada ni nadie lo revivirá, la magia tiene un límite, pero sobre todo un precio... Y yo ya lo pague... La verdadera pregunta es... ¿Tu lo hiciste?— deja sus palabras en el aire mientras se levanta de la cama llegando a dónde la mesa está...

Sobre ella está una especie de carta...

—Nadie me manda Tom... Tú deberías de saber eso... Soy tan capaz de hacer todo por mi familia... Lastima, perdiste todo...

—Tu igual...

—No... Yo pierdo lo que deseo no lo que alguien más dice... Mi vida está sobre mi manos y nadie tiene el control ahora... Ni tú, ni Mattheo, ni Max... Mucho menos mis padres o hermano... Ahora verán a la verdadera T/n... Lastima que estés de un lado equivocado...— está vez no se queda en la habitación y para cuando vuelvo a parpadear todo está en blanco...

—¡El señor se desmayó!— grita alguien fuera mío y...

Todo se vuelve negro.