Capítulo 18

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Note: La carrera de Hungría sucederá el fin de semana luego de la de Gran Bretaña, y recién luego de esta los pilotos saldrán en el receso de verano; ya se que no es así como sucedió en la vida real, ¡Perdón si las fechas no cuadran del todo! Pero quería aclararlo para que no haya confusiones.

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✵ꕥ Cassandra Mueller –

Mis dos semanas se basaron en una sola cosa: Estudiar.

Me levantaba, iba a clase (a todas ellas), me disculpaba con profesores, pedía trabajos extra para recuperar mis créditos; luego de clases me quedaba en la biblioteca haciendo las diferentes tareas, proyectos y trabajos hasta las 11 pm, cuando cerraban. Iba a mi habitación y estudiaba. Estudiaba hasta que mis ojos se cerraban y el cansancio era demasiado.

Luego al día siguiente me despertaba y lo repetía.

Sorprendentemente, volcar toda mi energía y tiempo libre en el estudio y mis calificaciones, me había dejado sin tiempo para pensar en todo lo demás.

Había estado ignorando a Cisca, porque no podía salir de fiesta o por algo de tomar. Aunque tampoco respondía sus mensajes, lo cuál era más difícil de lo que pensaba, ya que la castaña había empezado escribiendo diariamente, preocupada por mí.

Pero la noche que habíamos llegado, mientras daba vueltas en la cama, sumergida en mis pensamientos, había llegado a la conclusión de que su hermano mayor tenía razón. No era buena para ella, y no me necesitaba a mí, y a todos los problemas que conllevaba ser mi amiga.

Así que corté cualquier contacto, era lo menos que podía hacer. Y no sería tan complicado, después de todo mañana rendía los últimos dos exámenes; y si todo iba como esperaba, me graduaría y me alejaría, mantendría mi distancia.

Porque era la forma correcta de actuar.

─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ───

El último examen. Acababa de terminarlo y todo se sentía como demasiado. El cansancio de las dos semanas cayendo sobre mis hombros, todo lo que quería hacer era dormir.

Salí de la clase, lista para irme a mi habitación, cuando mi teléfono sonó con una llamada entrante; al ver el nombre de mi padre, suspiré exhausta, no quería lidiar con el ahora, pero prefería deshacerme de él rapidamente.

Cuando contesté, escuché ruido de autos, probablemente estaba conduciendo.

— Hola pa... ¿Cómo estás?

— Cassie, hola. Bien hija, ¿Y tú?

Estaba por responder cuando escuché el fuerte sonido de una bocina, lo cuál hizo que alejara el teléfono de mi oreja, joder.

— Lo siento cariño, estoy camino a la oficina, problemas de última hora... Pero no te llamo por eso, ¿Vendrás por verano?

Me tensé. — Ya sabes que no papá, prefiero quedarme aquí.

Suspiro al escucharme. — Esta bien, tus profesores llamaron esta semana, me dijeron que te presentaste a clases, completaste tus trabajos y aprobaste todos los exámenes, menos el que rendías hoy... Estoy encantado, es bueno ver que al fin te estás centrando y pensando en lo importante, aunque te haya tardado un poco.

— Si papá, gracias. — Contesté sin sentirlo, pero sabía que odiaba cuando no respondía.

— Bien, quédate por verano si así lo prefieres; no podré asistir a la graduación, lo lamento, es solo que no pensé que lo lograrías, y ya tengo un viaje de trabajo reservado.

Genial, no lo quería aquí de cualquier manera, aunque sus palabras "no pensé que lo lograrías" si habían dolido.

— No te preocupes, lo entiendo. Te enviaré el video.

— Eso está bien. ¿Ya pensaste que harás luego de verano? Aún puedes aceptar la plaza en Oxford para este año, o regresar luego de verano y hacer algunos práticas en la empresa.

— No papá, ya hablamos de esto, quiero un descanso, solo será un año y el próximo otoño empezaré la universidad.

Bufó, molesto. — ¿Y con que vivirás todo el año?

— Conseguiré trabajo.

Se rió. — Ay cariño, no seas ingenua, un trabajo sin estudios no paga lo suficiente para mantenerte; ya no contarás con la habitación en el internado, tendrías que pagarte dónde vivir, transporte, comida. Es imposible.

Me quedé en silencio, ya lo sabía, no había dejado de pensar en eso de hecho. Pero no encontraba otra solución.

— Hagamos un trato, Cassie.

No respondí, no era necesario, me lo diría en un segundo.

— Yo olvido todo lo que pasó, después de todo con tus resultados ahora y tu graduación será suficiente para limpiar tu reputación. Te daré dinero de nuevo, ya sabes, tarjeta de crédito, auto, un lindo departamento quizás... Todo será como antes.

Me reí sarcástica, todo sonaba demasiado perfecto para ser tan fácil. — ¿Y que quieres a cambio?

— Algo muy simple... Que te comportes, para empezar; nada de fiestas, alcohol ni mucho menos carreras. Si me entero que vuelves a eso el dinero se acaba. Y... Entras a la universidad en otoño.

Chasqueé la lengua, claro.

— Tendrás el verano para ti, puedes viajar a donde quieras, no debes quedarte en Bristol. Puedes viajar a diferentes lugares incluso, dos meses para ti, o puedes invitar alguna amiga si gustas. Como sea, disfrutas esos casi tres meses, y luego te mudas y empiezas en Oxford. Pagaré todo Cassie, incluyendo la residencia y tus gastos ahí.

Sonaba bien, sonaba perfecto de hecho. No quería hacerlo, pero necesitaba el dinero, no había forma de que pudiera vivir de un trabajo simple, en eso el tenía razón. Y la vida universitaria sonaba mucho mejor cuando sabía que el pagaría por todo.

— Trato hecho. — Suspire exhausta, era una mierda, si; pero podría ser peor. — Ahora debo irme papá, estoy cansada y tengo que presentar un útlimo trabajo.

— ¡Genial! Enviaré una tarjeta de crédito, llegará en un par de horas, ve a comprar un auto y busca un lindo apartamento por el verano, o los pasajes de avión si quieres viajar, da igual. Te amo, hija.

— Adiós papá. — Colgué y metí mi teléfono en mi bolsillo.

Una mierda; pero podría ser peor.

Me repetí esa frase en mi mente hasta llegar a mi habitación. Me acosté para tener mi tan esperada siesta, ya luego descubriría que hacer.

Desperté cuatro horas después, con alguien tocando mi puerta. — ¿Señorita Mueller? Llegó un paquete para usted, pero dice ser urgente, necesito que firme que lo recibió.

Suspire molesta por haber sido despertada. Abrí la puerta sin importarme mi apariencia, firmé y tomé el sobre que me ofrecían.

— Gracias. — Le di una sonrisa falsa al cartero y cerré la puerta.

Sola de nuevo, pusé algo de música y abrí el sobre. Dos preciosas tarjetas Platinum de diferentes bancos brillaban, junto con otra de color negro.

Joder. Había extrañado esto, para que mentir.

Me apresuré en ir al baño para darme una ducha, cambiarme y salir de compras.

Lo primero que hice fue pedir un uber para ir por un auto, estaba harta de tener que llamar a alguien, y en definitiva me quedaría en Bristol por el verano, no quería viajar, quería algo de paz y tranquilidad antes de tener que mudarme de nuevo.

Al llegar al concesionario, observé los autos sin impresionarme, había muchos de buenas marcas y lindos, pero nada me causaba emoción, ninguno gritaba que lo necesitaba en mi vida. Era decepcionante.

Entonces mi mirada ubicó algo en específico.

Lo dudé un segundo, mordiendo mi labio, pero antes de poder arrepentirme, llamé a uno de los trabajadores y le entregué la tarjeta de crédito.

Lo iba a disfrutar.

─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ───

Luego de renovar mi armario, comprar algunas joyas y zapatos nuevos. Volví a la habitación de la residencia en uber, completamente exhausta. Mañana al fina tendría que dejar de usar el servicio de taxi.

Ya había buscado algunos departamentos en el centro, que iría a ver mañana, así como algunos trabajos en restaurantes y bares, quizás encontraría algo. De cualquier forma, debía de esperar hasta el lunes 24 para graduarme y poder irme. Estábamos viernes, sabía que este fin de semana había carrera de F1, en Hungría, aunque había evitado pensar en eso todo el día... O toda la semana.

Sin poder evitarlo más, entre a buscar los resultados de las prácticas, que se llevaron a cabo más temprano. Oscar y Lando lo habían hecho bien en la primera práctica, posicionándose P2 y P4 respectivamente, a Pierre no le había ido tan bien, ya que había terminado P18, seguido, sorprendentemente, por Max en P19.

La segunda práctica había sido buena para Charles, Lando y Pierre, que quedaron P1, P2 y P3, por otro lado Oscar la había tenido complicada, quedando en P19.

Antes de poder controlarme, me imaginaba en el Paddock, llevando al australiano por un helado, para mejorar sus ánimos. Esa era una de las cosas que había evitado pensar estas semanas, hundiéndome en el estudio, en cuanto los extrañaba.

─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ───

El sábado por la mañana me desperté lista para empezar el día, me vestí de forma cómoda y fui al centro de Bristol, decidiendo caminar un poco.

Me pasé la mañana viendo apartamentos, hasta que encontré uno que estaba en frente de la plaza, quedaba cerca de varios restaurantes y a solo unos 10 minutos a pie del puente colgante, el cuál era una de mis partes favoritas de Bristol, pues las vistas desde ahí eran impresionantes.

Le escrbí a mi padre para contarle sobre el departamento que había encontrado, y su respuesta fue un simple "Alquílalo, si es lo que quieres." Sabía que no estaba de acuerdo con que me quedara aquí en vez de volver a Estados Unidos, pero yo no estaba lista para regresar... No creía que fuera a estarlo, nunca.

Luego de firmar los papeles me dediqué a buscar un trabajo, pues empezaría a mudarme recién el lunes, luego de la graduación, a todos los estudiantes de último año les daban casi toda esa semana para poder dejar los dormitorios.

Varios restaurantes ofrecían trabajo, pero la paga era una mierda, y los horarios desde temprano. No fue hasta que llegué a un restaurante en forma de elipse, que encontré lo que buscaba. "The Quadrant" era un restobar muy acogedor, era elegante y servía comida que se veía deliciosa, por las noches las luces se atenuaban y el ambiente cambiaba, vendían solo entradas en vez de platos complejos, y sus especialidades eran los cócteles moleculares; era presuntamente nuevo y una sensación.

Luego de hablar con el manager, me dijo que podía empezar el martes, como prueba, y ya luego vería si me contrantaba; aunque pedí el turno nocturno, para atender el bar.

No era fanática de hacer de mesera, y la única vez que lo había hecho no había sido por demasiado tiempo, así que la idea de ser bartender me gustó, aparte que me dejaba tiempo libre por las mañanas para hacer lo que me plazca.

Todo estaba saliendo bien.

Un nuevo mensaje de Cisca me desconcertó, hace 5 días había dejado de escribir, al no recibir respuesta. No lo leí, porque sabía que no sería capaz de ignorarla si lo leía, la extrañaba mucho. Eliminé el mensaje y me dirigí a mi última parada del día, al concesionario, a recoger mi compra del día anterior.

─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ───

Me gradué.

No fue increíble, no tuve a mis padres aplaudiendo orgullosos y dándome flores como en las películas; pero aún así no pude evitar sentirme orgullosa conmigo misma, porque no había sido la mejor alumna, ni de cerca, pero al final, en tiempo récord había logrado lo que se necesitaba para estar aquí, oficialmente graduada.

Ahora, mi única preocupación era disfrutar mi libertad, o la que me quedaba por el verano, antes de ir a estudiar de nuevo; no me sentía lista, pero no tenía muchas más opciones, aparte de morir de hambre.

Una mierda; pero podría ser peor.

Hoy había terminado de sacar todas mis cosas de la residencia en el internado, mi habitación había quedado vacía, sin embargo no se sentía como una despedida, había estado ahí tan solo unos meses, nunca se sintió como mi hogar. Me es difícil recordar la última vez que algún lugar se sintió como un hogar.

Hace dos días había tenido la prueba en The Quadrant, y al parecer lo había hecho bien, pues estaba contratada, y hoy, en jueves, era mi primer turno oficial. Dejé las cosas en cajas en la sala del apartamento, el cual era perfecto, era pequeño, con solo una habitación con baño privado, una sala con un balcón, el cuál era mi parte favorita, ya que al estar en el sexto piso, tenía una gran vista del centro de la ciudad; un baño de visitas a un lado y la cocina junto con el comedor. Era todo lo que necesitaba y más.

Cuándo estuve cambiada tomé mis llaves y mi teléfono, guardándolos en el bolsillo de mi chaqueta, tomé la tarjeta de crédito y la guardé también. Caminaría, ya que el trabajo me quedaba a menos de 10 minutos caminando, y el clima hoy estaba perfecto.

Mi turno empezaba a las 6:30 pm y acababa a las 2:30 am. A menos que hiciera horas extras. Así que irme caminando me daba el privilegio de disfrutar de la puesta de sol en su mejor momento; escuchando música el camino se me hizo increíblemente corto. Al llegar me até el cabello y saludé a Maddison y Jake, ambos trabajaban en el mismo turno que yo hoy, pues según me dijeron, desde el jueves suele llenarse mucho más.

Me puse detrás de la barra para empezar con el trabajo, y cuando dos chicos entraron, les sonreí amablemente, se veían de mi edad, quizás un par de años más.

— Hola, bienvenidos. ¿Qué les sirvo?

Un pelinegro me sonrió. — ¿Qué nos recomiendas? Es nuestra primera vez aquí.

Fruncí los labios. — ¿Primera vez, eh? ¿Qué los trae aquí? — Pregunté mientras pensaba que recomendarles, joder, no podía decirles que no sabía porque era mi primer día, quedaría como idiota.

— Estamos de vacaciones, después de terminar los exámenes de la universidad decidimos tomarnos unas vacaciones. — Me respondió el chico junto a él, un castaño de ojos verdes.

Asentí con la cabeza. —¿Por qué Bristol?

— Queda cerca de Oxford y es barato, no teníamos pasta para nada más. — Me contestó el pelinegro y los tres reímos.

— ¿Viven en Oxford?

Ambos asintieron. — Estudiamos en la universidad de Oxford, de hecho.

Los miré sorprendida. — Yo empiezo mi primer año en otoño.

— ¿Qué estudiarás? — El pelinegro parecía ser el más hablador, le sonreí encantada de mantener una conversación, podía parecer raro que hablara con dos desconocidos, pero, ¿Así se hacen amigos, no?

— Periodismo y marketing.

— Joder, ¿Dos carreras al mismo tiempo?

Me encogí de hombros. — ¿Qué puedo decir? No se valorar mi salud mental. — Bromeé y los tres nos reímos nuevamente.

— ¿Cuál es tu nombre?

— Soy Cass. ¿Y ustedes?

—Yo soy Owen. — Respondió el castaño.

— Y yo Michael. — Me guiñó el ojo el pelinegro.

Les sonreí. — Pues encantada, ¿Qué les parece si les sirvo la especialidad de la casa, y me dicen que tal?

Bien, eso es, finge que sabes lo que recomiendas.

Ambos sonrieron y asintieron, me giré para poder preparar las bebidas, mirando de reojo las instrucciones que me dieron para guiarme. Cuando se las serví ambos se quedaron en la barra, y aunque me hubiera encantado seguir conversando, más gente empezó a llegar.

─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ───

Era jueves de nuevo, había pasado toda una semana desde que empecé a trabajar aquí. Mi jefe era genial, y mis compañeros también. Owen y Michael también eran geniales. Habían venido cada día desde que nos conocimos, el viernes se quedaron casi hasta que cerramos, y andaban muy contentos al irse; el sábado trataron de convencerme para ir a algún club, pero yo estaba demasiado cansada, así que rechacé la oferta. El domingo hasta el día de hoy, se pasaban y tomaban uno o dos tragos durante la primera hora de mi turno, ya que es cuando menos gente había, conversábamos y nos reíamos. Habíamos intercambiado números y me habían hecho prometer que los llamaría cuando estuviera en Oxford en un par de meses. No sabía si vendrían hoy, pero sabía que el domingo se iban de regreso a Oxford, así que esperaba poder verlos antes.

Tristemente, la pareja de amigos no apareció esa noche, por lo que fue un día algo aburrido. Me fui al terminar mi turno y dormí apenas llegué a mi piso.

El viernes salí a correr, me sentía con demasiada energía, lo cual era extraño. Vi una película y leí un poco, pero aún faltaba tres horas para mi turno y no sabía que hacer. Luego de pensarlo un poco, me di una ducha y me cambié, me puse unas mayas negras, con botas altas, una falda corta negra y una camiseta de Pulp Fiction que amarré a la altura de mi ombligo. Estaba corriendo algo de viento, así que me puse mi chaqueta negra encima. Y me decidí a ir hasta el puente.

Tomé las llaves de mi transporte, junto con mi teléfono, audífonos y la tarjeta de crédito.

Me la pasé escuchando música todo el camino, y mientras admiraba el paisaje. El tiempo se me pasó volando.

Y cuando digo que el tiempo se pasó volando, me refiero a que, ensimismada por la puesta de sol, no me di cuenta que ya eran las 6:35, y que yo llegaba tarde.

Joder.

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¿Cass en una versión responsable? ¿Pero qué maravilla es esta? No se preocupen, no durará demasiado :) 

Estamos a nada de las 500 lecturas!! No saben lo feliz que estoy, y no se pueden imaginar cuanto les agradezco, a cada personita que lee, vota e incluso se da el tiempo de comentar, mil gracias, enserio. Espero que les haya gustado. Gracias por leer!! <3

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