Capítulo 7

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Notes: Usualmente de Bristol a Silverstone se va por carretera (auto, tren, autobús) pero en este capítulo se irá en avión solo por la continuación de la historia

 ✵ꕥ Cassandra Mueller –

Terminé de guardar todo el maquillaje y skincare en el pequeño neceser, suspiré y observé mi cama hecha un desastre, había ropa por todos lados, había intentado combinarla y tener los outfits planeados, pero no era muy fácil decidirse.

El sonido de una llamada en mi teléfono me sorprendió, lo busqué con la mirada sin ubicarlo, suponiendo que estaba en alguna parte del desastre que era mi habitación en este momento.

Luego de unos segundos lo encontré debajo de algunas prendas de ropa; vi la llamada de Cisca y contesté.

— Hola hola, ¿Ya estás lista?

Suspiré. — Algo así, si. — Mentí, no estaba ni cerca de tener las cosas listas. Había faltado a las últimas dos horas de clase para preparar todo, Cisca ni si quiera había venido hoy a clase. — ¿A que hora es el vuelo? Para pedir el Uber.

— ¿Uber? ¿Porque no usas tu auto? — La pregunta de Cisca me hizo poner los ojos en blanco.

— Porque dejar mi auto en el estacionamiento del aeropuerto durante todo el fin de semana me costará un dineral, y no puedo pagarlo Cis. — No era sorpresa, mis padres no me daban ni un centavo desde hace tiempo, y cuándo les comenté sobre el viaje no le dieron importancia, simplemente me advirtieron que corría por mi cuenta.

— Oh... — Cisca se quedó en silencio por unos segundos y escuchaba sus pasos alrededor de la casa, tocó una puerta y escuché como entraba a algún lugar. — ¿A qué hora saldremos de aquí?

La pregunta no iba para mí, así que me quedé en silencio y escuché esa voz que me causaba dolores de cabeza. — Cómo a las 8:30 para llegar al aeropuerto en media hora, el vuelo es a la medianoche.

— Bien, saldremos a las 8:00 y pasaremos por Cass primero.

— Que- No. Que ella vea como llegar, ella puede... — No escuché lo demás, pues Cisca cerró la puerta.

— Pasamos por ti a las 8:00, tienes 4 horas así que más te vale estar lista. ¡Nos vemos!

Colgó antes de que pudiera responderle, me reí por sus ocurrencias y su forma tan espontánea de ser. Podría haberme quedado divagando en mis pensamientos, pero luego vi el reloj, joder. Cuatro horas, era todo lo que tenía.

Intentando apresurarme, guarde la ropa que yo creía que usaría, sin olvidarme de todas las prendas de merchandacing de F1 que tenía, por supuesto. Saqué algunos ahorros, y cosas que necesitaría en mi bolso. Una hora y media después cerré mi maleta y me dirigí al baño, necesitaba arreglarme.

─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ───

A las 8:05 una bocina me indicó que era momento de que saliera, con cuidado de no dejar caer nada, salí del edificio de las habitaciones, presenté el permiso que había conseguido esta mañana al seguridad de la puerta, el cuál me miró y luego de unos segundos asintió con la cabeza.

Me dirigí al auto y vi como Cisca bajaba la ventana del copiloto y me sonreía.

— ¡Hola! ¿Estás lista? — Estaba llena de energía, ni si quiera me dejo responder cuando se giró a mirar a su hermano. — ¿Que esperas? Baja y ayúdala con el equipaje. — Resopló y puso los ojos en blanco. — Parece que nuestros padres no te enseñaron modales.

Me reí por lo bajo mientras veía a Lando fruncir el ceño y abrir su puerta, cuando bajó me miró serio, no me saludó, simplemente tomó la maleta y abrió el maletero, metiéndola con cuidado; le asentí con la cabeza a modo de agradecimiento y me subí en el asiento trasero, sentándome al medio.

— El viaje es de como dos horas, no es demasiado largo. — Me dijo Cisca mirándome por el espejo del auto, mientras buscaba que canción poner en el auto. — Llegaremos como a las 2:00 am e iremos directo al hotel, las habitaciones están ya reservadas, fue difcil encontrar la tuya por el poco tiempo, así que no estamos en el mismo piso. — Hizo un puchero al decirlo y suspiro. — Pero da igual, nos iremos a dormir y mañana iremos al Paddock, los libres empiezan al medio día, así que iremos como a las 8:00 am y desayunaremos ahí.

Amaba como me explicaba el horario de forma tranquila, como si fuera una rutina de todos los fines de semana, claro que para ella lo era. Yo por otro lado, apenas me estaba permitiendo sentir la emoción de estar yendo a una carrera de Fórmula 1.

— ¿Los pases son para McLaren solamente? O son para todo el Paddock. — Pregunté.

— Para todo el Paddock, te daré un recorrido por el hospitality y podremos ver los boxes, ¡Será genial!

Sonreí y sentí con mi cabeza, sería genial.

─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ───

Al llegar al aeropuerto Lando bajó el equipaje de los tres, había estado callado todo el viaje en auto; entramos al aeropuerto y entregamos el equipaje mientras nos daban los boletos del vuelo, no fue hasta ese momento que vi que eran en primera clase, tragué saliva y miré alarmada a Cisca.

— Oye... ¿Porque el mío es en primera clase? Te dije que te pagaría apenas tuviera el dinero, pero no creo que el trabajo que conseguiré en verano sea suficiente para cubrir esto Cis. — Le dije avergonzada.

Esperé alguna reacción de parte de su hermano, sin embargo el simplemente me devolvió mi identificación, que habían tenido los trabajadores en ventanilla.

— No tienes que pagarnos, es un regalo de cumpleaños. — Aseguró Cisca.

Mordí mi labio, se sentía incorrecto dejarlos correr con todos los gastos, estaba por refutar cuando Lando suspiró.

— ¿Puedes dejar de contradecirla y disfrutar del viaje en paz?

Pensé en responderle, pero preferí quedarme en silencio y asentir, caminamos pasando toda la zona de seguridad hasta llegar a la sala de espera. Al parecer habíamos tardado un poco más de lo que pensé, porque unos 15 minutos luego de que nos sentamos ya estaban empezando a abordar.

No era la primera vez que viajaba en primera clase, de hecho era algo muy común para mí, ya que mis padres nunca habían escatimado en gastos durante mi adolescencia. Subimos al avión y busque mi asiento, al ser un vuelo corto no eran nada del otro mundo, tan solo eran más espaciosos y contaban con las pantallas para ver películas.

Me senté y dejé mi bolso a un lado, saqué mi teléfono junto con mis audífonos y me los pusé, decidida a desconectar por las siguientes dos horas.

El despegué sucedió sin incidentes y al poco rato las azafatas se acercaron a ofrecernos algo de beber o comer.

— Una copa de vino tinto, porfavor. — La chica me sonrió y asintió con su cabeza, sin embargo cuando estaba por pasar la siguiente persona, alguien sentado al otro lado del pasillo negó con su cabeza, ni si quiera había notado que estaba ahí.

— No puede beber, es menor de edad. — Dijo serio.

Me reí y saque mi identificación de mi bolso. — Cumplo 19 el domingo.

La azafata lo comprobó y me sonrió de forma suave, cuándo pasó a la siguiente persona miré a Lando con una sonrisa de suficiencia. El solo pusó los ojos en blanco y se giró, mirando al frente de nuevo.

Cass 1 – Lando 0

─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ───

Cuándo aterrizamos hacía un frío increíble, era de madrugada y las temperaturas habían bajado. Saqué el suéter que había guardado en mi bolso y me lo pusé rápidamente. Nuestro equipaje llegó rápido para nuestra suerte, y cuando salimos del aeropuerto ya había una camioneta esperándonos, con un chófer en ella.

Entramos en ella, Cisca que estaba aún medio dormida, y yo en los asientos traseros y Lando en el del copiloto.

— Buenas noches. — Saludé al conductor con una sonrisa educada.

— Buenas noches, señorita. — Me devolvió la sonrisa y pude notar como Lando me miraba de reojo, no le di importancia y empecé a observar por la ventana, admirando el paisaje aunque estuviera algo oscuro. Mientras Cisca descansaba en mi hombro.

Había música suave que cubría el silencio del trayecto, ya que ninguno hablaba.

— ¿Puedes parar en algún lugar para comprar comida antes? Dudó que el restaurante del hotel este abierto a estas horas. — Preguntó Lando, mirando al conductor para luego desviar su mirada a su teléfono, en el cuál tecleaba sin parar.

— Claro señor Norris, no hay muchos restaurantes abiertos ahora, pero quizás encontremos alguna tienda donde pueda conseguir algo.

Minutos después estacionamos en una gasolinera con una tienda de 24 horas, Lando se bajó y no dudé en hacerlo también, no sin antes acomodar a Cisca y quitarme mi suéter para cubrirla, estaba profundamente dormida.

Cuando cerré la puerta del auto encontré a Lando mirándome, no de forma molesta ni seria, solo observándome a mi y mis acciones. Lo miré con una ceja enarcada lo cuál lo hizo desviar la mirada y empezar a caminar hacia la tienda.

Lo seguí y cuando entramos me dirigí a las bebidas, tomando un par de Red Bulls, si quería despertarme temprano mañana y estar activa las necesitaría. Luego pasé a los sancks, observé las opciones, aunque al final no tomé nada.

En la parte de los congelados había algunas ensaladas ya preparadas, tomé una de lechuga simple, y me dirigí a pagar, no necesitaba nada más.

Lando apareció a mi lado con una ensalada como la mía solo que con pollo, una botella de soda, snacks y una bolsa de gomitas. Lo pusó todo frente al trabajador y me miró, esperando algo.

— Pon tus cosas también Cassandra.

Negué con mi cabeza. — Esta bien, puedo pagarlo.

— Ya sé que puedes, pero mi hermana me mataría si supiera que te dejo hacerlo.

Resignada puse los ojos en blanco, demasiado cansada para discutir con él ahora. Puse las cosas y esperé a que lo cobraran toda, nos dieron las bolsas y las tomé mientras a Lando le devolvían su tarjeta.

— Gracias. — Murmuré suavemente y sin esperar su respuesta salí de la tienda, caminé rápidamente y me metí en el auto.

─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ───

Al poco tiempo llegamos al hotel, era mucho más grande y lujoso de lo que esperaba, no recordaba la última vez que había ido de vacaciones reales con alguno de mis padres, pero recuerdo que los hoteles eran de mis partes favoritas.

Entramos con Cisca algo somnolienta; yo arrastraba mi maleta hasta recepción, dónde un señor no tan feliz nos atendió, a los pocos minutos Lando me dio mi tarjeta que serviría como llave.

— Andando, quiero dormir todo lo posible.

Caminamos hacia el ascensor y me permití ver el número en mi tarjeta, era el piso 15, de los más altos. Volteé a ver Cisca.

— ¿En que piso estás?

Un bostezo por su parte me sacó una sonrisa, mientras revisaba su tarjeta. — Doce, ¿Y tú?

— Oh... Pensé que estaríamos juntas. — Me encogí de hombros.

— El hotel ya estaba casi lleno cuando decidiste meterte en el viaje. — Respondió sin mirarme Lando.

Puse los ojos en blanco al escucharlo, los demás segundos pasaron en silencio hasta que llegamos al piso de Cisca.

— Descansa, te veré por la mañana. — le sonreí mientras revolvía un poco su cabello.

— No se maten en el ascensor, se los suplico. — Se rió y salió del ascensor mientras se cerraban las puertas.

Me mantuve en silencio hasta que llegamos al piso quince, con cuidado salí del ascensor, lista para desearle buenas noches e irme a mi habitación; sin embargo me sorprendí al verlo salir también.

— ¿Qué haces?

— Ir a mi habitación, ¿Qué más? — Contestó sarcástico y algo exasperado.

Suspiré con pesar y empecé a caminar, en este piso no había tantas habitaciones en los pasillos, cada cuarto debía ser más grande de lo normal. Me detuve frente a mi habitación y pase la tarjeta, viendo como Lando pasaba detrás de mí, sin embargo se detuvo justo en mis espaldas.

Me giré lista para mirarlo mal o preguntarle qué pensaba que estaba haciendo, pero lo encontré de espaldas, abriendo su propia puerta. Tenía que ser una broma, enserio, de todas las habitaciones ¿Tenía que tener la que estaba al frente de la mía?

Supongo que mi expresión demostraba mi desdén, ya que escuché una suave risa de su parte.

— Buenas noches, Cassandra.

Cerró la puerta detrás de si antes de que pudiera responder, la forma en la que pronunció mi nombre dejó un cosquilleo en mi estómago. Lo ignoré e ingrese al que sería mi cuarto por el fin de semana... y creo que podría haberme desmayado.

Esto no era un maldito cuarto, era una suite, una que en definitiva costaría mucho más de lo que podría permitirme pagar en el futuro cercano. No me hacía sentido, ¿Por qué no darle esta habitación a su hermana y enviarme a mi al otro piso?

Podría haberme quedado dándole vueltas a la situación en mi cabeza, pero estaba realmente cansada y el reloj ya marcaba las 3:30, si quería conseguir dormir al menos un poco sería mejor que me acostara ya mismo.

Me cambié rapidamente, sin tener que preocuparme por desmaquillarme, ya que había optado por no colocarme nada para el viaje. Me acosté en la suave e inmensa cama y dejé mi teléfono cargando después de colocar la alarma, antes de cerrar los ojos y dejarme llevar por el cansancio.

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Un capítulo un poco aburrido, lo sé, lo sé; pero es más que todo por continuación, quizás suba el siguiente en un rato :)

¡Gracias por leer!

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