Prólogo

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Love to hate

2013
(Año del debut)

La puerta de la habitación se abrió dejando entrar a un pequeño, y emocionado joven pelinegro de mejillas abultadas. Park Jimin, uno de los vocalistas de BTS, grupo que acababa de debutar hace apenas unos días, y del cual no se esperaba demasiado.

El joven observó la habitación, buscando algún error, aquel espacio no era muy grande, había dos camarotes y una cama que ocupaban la mayor parte del lugar, también había una pequeña mesa donde a duras penas cabían sus compañeros.

Pero esta vez, esa mesa se encontraba decorada con flores de plástico anaranjadas y varios platos apetecibles a la vista de cualquiera. En el ambiente se podía aspirar un refrescante aroma cítrico, el cual era el aroma favorito de la persona por la que Jimin había preparado todo eso.

Min Yoongi, uno de sus compañeros de aquel grupo. Yoongi era un chico de piel pálida, ojos gatunos y baja estatura que inspiraba ternura a primera vista, pero una vez que lo conocieras más a fondo te darías cuenta de que es una persona algo imprudente a la hora de socializar, aun así poseía un gran conocimiento en su área. Él era uno de los raperos del grupo, pero también era un excelente compositor y artista, sus letras eran crudas, realistas, y reflejaban sus pensares y sentimientos más íntimos, logrando asi que los demás empatizaran con su historia antes de ser Idol.

Una de las tantas razones por las que había logrado conquistar el corazón de Park Jimin.

-¿Es el cumpleaños de alguien?

Un chico de labios peculiares y mirada alegre ingresó a la habitación: Jung Hoseok, otro de los raperos y uno de los mejores bailarines del equipo. Hoseok desprendía confianza, era alguien con el que podías entablar amistad sin esfuerzo.

—No... No es eso.

El rapero todavía observaba con sorpresa la peculiar decoración de aquel lugar. Se rascó la sien un poco confundido y perdido de contexto. Jimin seguía negando con la cabeza, cohibido, su rostro enrojecido por la vergüenza. Esperaba que el rapero no decidiera hacerle ningún tipo de preguntas que ni él mismo sabía cómo responder con exactitud. Hoseok ignoró la extraña actitud de su compañero y solo exhaló con alivio momentos después.

-Ay que bueno, ya me estaba sintiendo mal por olvidarlo. -Hoseok se sentó en la cama de abajo y miró a su compañero-, ¿Tú preparaste todo esto?

Jimin bajó la mirada avergonzado sin poder responder a su mayor quien no se enteraba de nada y esperaba una respuesta sin dejar de sonreír.

-Ehh... Si.

Hoseok solo parpadeó sin cambiar su expresión. El vocalista temió que su mayor hubiera adivinado sus intenciones detrás de aquel gesto. No es como si creyera que el rapero fuese una mala persona, en lo absoluto, pero tampoco era tonto. Aún faltaba demasiado para que sus sentimientos fueran tomados como algo normal y no como un show mediático del que podías salir juzgado. Y no tenía idea de cuál era la postura de su compañero... ¡Ni siquiera estaba seguro de cual sería la postura de Yoongi!

-¡Qué lindo! Te quedó muy bonito, pero... ¿Para quién es?

-Yo... Es para Yoongi -Terminó confesando en voz baja.

Ahora Hoseok había fruncido el ceño con ligereza, intentando pensar alguna razón por la que el rapero de piel pálida  mereciera un recibimiento como ese, llegando a la errónea conclusión de que tal vez Yoongi le habría hecho algún favor al menor, o incluso que Jimin hubiera perdido alguna apuesta.

-¿Para Yoongi? Uhm, él está afuera con Jungkook. -Avisó rápidamente el rapero recordando haberlos visto juntos en la entrada cuando llegó.

Los ojos de Jimin se abrieron por la sorpresa y nervioso se dio una mirada rápida a sí mismo, no estaba listo. Se suponía que el rapero mayor regresaría en dos horas.

El vocalista había hecho todo lo posible por averiguar el itinerario que tendría Yoongi ese día, para evitar cometer algún error. Cosa que, al parecer, no funcionó en lo absoluto.

Yoongi así como Namjoon, el líder del grupo, e incluso Hoseok solían tener una extensa lista de actividades a lo largo del día. Incluso más que el resto de los integrantes del grupo, aquel trío tenía más responsabilidades por ser los primeros en llegar al equipo y sus superiores también los hacían responsables del desempeño de los demás, por lo que Jimin pensaba que tenía tiempo suficiente para arreglar todo antes de que Yoongi regresara, y, por si acaso también le había preguntado a Sejin, su mánager, lo que el rapero de piel pálida tendría que hacer ese día. Su superior no le dio muchos detalles pero le aseguró que era muy probable que el segundo mayor no estuviera disponible hasta el anochecer.

-Jungkook me dijo que quería hablar a solas con él y pues prácticamente me echó, ¿A dónde vas? -Preguntó el rapero viendo como el menor trataba de arreglarse el cabello con las manos desesperadamente.

Jimin no lo escuchó, corrió a cambiarse los pantalones por una pantaloneta negra. Hoseok decidió ignorarlo, se recostó en la cama para revisar su celular.

—Parece que IU regresa al escenario con un concepto más maduro... —Comentó el rapero sin dejar de deslizar su pantalla.

El vocalista salió disparado de la habitación para ir hacia la puerta, el plan debía de cambiar.

—¡Hyung, por favor no salgas! —Pidió Jimin en voz alta sin esperar respuesta del mayor.

Yoongi aparte, Jimin debía de evitar que el resto de sus compañeros entraran a la habitación hasta la noche, hora donde se suponía se iba a realizar la velada y posterior confesión. Había convencido a SeokJin y Taehyung de ir al cine ¿Pero qué iba a hacer con Jungkook? Algo se le tenía que ocurrir. Llegó a la puerta que estaba entreabierta y estuvo a punto de salir cuando escuchó la voz del rapero.

-No entiendo. ¿Qué necesitas? Me dijiste que necesitabas mi ayuda, pero hasta ahora solo estás balbuceando incoherencias.

-¿Qué necesito? En realidad...

Jungkook se ruborizó, consciente de que estaba actuando de manera extraña, torpe y muy obvia, pero no podía evitarlo, la situación en la que se encontraba no era fácil. Sentía todo su cuerpo temblar, como si en cualquier momento fuera a desmayarse. iba a confesarse a alguien por primera vez en su vida. Y ese alguien era Min Yoongi, una de las personas que más admiraba en la vida.

-Si no tienes nada que decir lo mejor será que-

El maknae cerró los ojos con fuerza antes de hablar.

-¡Me gustas! ¡Se mi novio por favor!

Ya no había vuelta atrás. El menor de los vocalistas abrió los ojos con lentitud, pero no dirigió su vista hacia el contrario, mantenía la mirada baja, incapaz de hacerle frente al mayor. Al menos no todavía, no hasta escuchar una respuesta. Sin embargo, los segundos pasaron y aquel silencio parecía seguir prolongándose. ¿Por qué Yoongi no le decía nada? Jungkook temía haber llegado demasiado lejos con aquella confesión. Quizás al rapero no le gustaban los hombres, o peor, tal vez ni siquiera se sentía cómodo estando cerca de alguien que gustara de su mismo sexo.

-¿Ah?

Aquella había sido la primera reacción de Yoongi quién frunció el ceño con confusión, ¿Jungkook estaba enamorado de él? ¿Por qué? No había cruzado más de cuatro palabras con el maknae desde que se conocieron, ¿En qué momento sucedió?

-Gracias, supongo. Que amable.

-Yo...

—No estoy pensando en una relación ahora. —Aclaró con rapidez el mayor tratando de ofrecer una sonrisa—. No es nada personal.

—Pero...

—Además. Estás muy pequeño como para andar pensando en esas cosas. Tómalo con calma, aún te quedan muchos años de juventud.

—En realidad yo...

—Puede que ni siquiera estés enamorado y solo estés confundiendo las cosas. Es muy díficil diferenciar sentimientos a tu edad.

—Yoongi, es que no...

—¡A mi también me pasó! O bueno, no. Pero tú me entiendes, ¿Verdad?

—Si me dejarás terminar podrías...

-¿Solo querías decirme eso? Disculpa, estoy algo ocupado.

Jungkook bajó la cabeza un poco decepcionado por las palabras del contrario, aunque no le sorprendía del todo, desde el principio supo que no la iba a tener tan fácil, pero había decidido que no se iba a rendir, no sin antes dar una batalla justa y limpia.

Levantó la cabeza con totalidad encarando por completo al mayor quien se veía ansioso porque aquel momento se terminara. El maknae exhaló con fuerza, ignorando las ganas que tenía de correr a la habitación para esconderse bajo las sábanas y reunió todo el valor que poseía para decir:

-Dame la oportunidad de enamorarte.

El rapero borró la forzada sonrisa que tenía, procesando las palabras del contrario.

-No quiero. -Respondió Yoongi comenzando a sentirse incómodo.

-No me importa. -Aseguró Jungkook en voz baja tomando inesperadamente de la camisa al rapero para que se acercara a él.

Yoongi estuvo a punto de protestar, cuando, después de un movimiento brusco por parte del maknae, sintió los labios de Jungkook impactando contra los suyos, su cuerpo entero se paralizó en el acto, y cerró los ojos por la sorpresa que le había causado aquel ataque, lo cual Jungkook uso a su favor y comenzó a mover sus labios de manera lenta y torpe tratando de alargar aquel contacto lo más que podía, hasta que el rapero terminó empujándolo sin delicadeza para separarse de él.

-No te he pedido permiso Yoongi, te estoy avisando, haré todo lo posible para enamorarte. -Murmuró el maknae con una sonrisa desafiante al separarse del rapero.

-¡Tú...!

-Shhh.

Jimin cerró cuidadosamente la puerta tratando de no hacer ruido mientras sentía como su corazón comenzaba a estrujarse causándole un dolor indescriptible.

Quería llorar, quería reclamarle al maknae, pero no tenía ese derecho.

Porque Jungkook no sabía que él también estaba enamorado de Yoongi.

Porque Yoongi y él no eran nada más que compañeros de trabajo.

Con ese pensamiento regresó a la habitación tratando de hacer el menor ruido posible, frotándose los ojos para aliviar el escozor que sentía, y, corrió hacia donde estaba Hoseok quien lo observó con ligera preocupación, claramente confundido por el repentino cambio en la expresión del vocalista.

-Hobi Hyung. -Murmuró para llamar su atención-, ¿Puedes...? ¿Podrías fingir que todo esto lo preparaste tú?

-¿Yo? ¿Pero por...?

No pudo terminar de preguntar cuando el rapero de piel pálida entró de improviso a la habitación. Yoongi frunció el ceño al ver toda la decoración frente a él y miró a sus compañeros en busca de una explicación.

-¿Qué es esto? -Preguntó en voz alta.

Jimin apretó los labios mirando suplicante al rapero de piel morena. Aún sin entender que sucedía con exactitud, Hoseok esbozó su habitual sonrisa y volvió su vista hacia el mayor.

-¡Lo hice para ti, Hyung! Es una muestra de agradecimiento y amor. -Chilló abrazando a su mejor amigo.

-Iugh, quítate, ya no más confesiones por favor, no lo soporto -Pidió el mayor alejando a su amigo.

Hoseok hizo un puchero.

La puerta volvió a abrirse dejando entrar esta vez al maknae, quien tuvo la misma reacción que los demás al ver aquella decoración y comida en la habitación.

-Ya que estamos todos, hay que comer antes de que lleguen los demás -Propuso Hoseok sin esperar a que alguien más preguntara por el anfitrión.

-Si, ¡Yo quiero! Yoongi ¿Tienes hambre? -Chilló Jungkook con emoción aferrándose al brazo del rapero quien mostró una expresión de desagrado tratando de liberarse del agarre del menor.

-¡Déjame en paz!

Jimin se quedó quieto desde su lugar, sin atreverse a hacer o decir algo, presionó los labios con más fuerza tratando de regularizar su respiración.

No, no podía permitir que lo vieran llorar.

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¡Hola! Aquí Lu.

Prometo dar lo mejor de mí para que tengan una lectura entretenida.

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