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          Su llegada
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Hoy es el último día de verano, mañana regresaremos a Hogwarts, me pesa mucho el hecho de que las vacaciones hayan pasado tan rápido.

Draco, Tom y yo estamos en el patio trasero mientras tomamos el sol, tenemos que aprovechar cualquier momento tranquilo para relajarnos antes de volver al infierno... ósea Hogwarts.

En mi cabeza hay un pensamiento que me ha atormentado desde el último día de clases, cuando una estudiante dijo: "Ser una Malfoy debe de ser grandioso", Todos piensan que ser una Malfoy es tener dinero, belleza, joyas y todo lo que desees, pero no es así.

Desde que tengo memoria mi familia ha preferido a Draco, no porque lo adoren o sea inteligente sino por el simple hecho de ser hombre, la familia Malfoy se ha basado y mantenido a flote por un hombre, así que ser un hombre te da un paso y adoración que yo, una mujer no tiene.

Pero mi madre es diferente, ella nos ama por igual, no importa lo mucho que nos equivoquemos, ella siempre nos amara con su corazón, pero del otro lado está mi padre el cuál aprovecha cada ocasión para recordarme que Draco por ser hombre es mejor, más fuerte y valiente. Y por mucho que me esfuerce Draco será mejor antes los ojos de mi padre y familia.

Y todo el tiempo me degradan por ese simple hecho.

—Está muy lindo el día— comenta Draco a mi lado mientras me sonríe —¿Que les parece?

—Yo creo que este será nuestro único día lindo— dice Tom con media sonrisa en el rostro.

—¿Por qué?— dice Draco.

—Tengo una sensación rara— comenta Tom —Aunque odio el hecho de tener que volver a Hogwarts.

—Espero y este año sea diferente, y no aburrido como los últimos 4— Draco se incorpora de su asiento mientras se quita las gafas de sol —¿T/n? Algún comentario.

—Este año será diferente... Mi intuición me dice que será muy diferente— murmuró.

Esta tarde... Dije algo que nunca pensé que sería tan malo... Y aterrador como sería en el futuro, dije algo que se convirtió en mi perdición...

Toda la tarde transcurrió normal, mis padres salieron a no sé dónde y nos dejaron encargar algo de comida, lo raro comenzó casi a la hora de la cena, Tom y yo estábamos en la segunda planta en nuestras habitaciones como de costumbre y Draco estaban en la sala de estar, la puerta sonó y eso me extraño aún más.

Cuando salí de mi habitación compartí una mirada de extrañeza con Tom, el cual me examinaba con la vista.

—¡Ya voy!—grito Draco desde su lugar mientras caminaba a la puerta principal, Tom por su parte se dio la vuelta y volvió a su habitación pero no cerró la puerta y yo opte por quedarme a ver qué pasa desde la puerta de mi habitación.

Draco abrió la puerta y del otro lado había, un chico... Un chico muy lindo a decir verdad, era alto y pelinegro su cabello era un poco ondulado y chino y... Su ropa era una chamarra de color azul y rojo y unos jeans rotos, lo miré con curiosidad.

Su rostro era familiar y.... Muy lindo y sexy ¡Dios! ¿por qué tengo estos pensamientos?

Okey T/n, concentrate.

—¿Hola? Necesitas algo— pregunta Draco mientras el chico me veía desde su lugar.

Su mirada era cautelosa, pero juguetona, me miraba con una sonrisa torcida y pícara, me examinó mientras su vista iba directa a mis...
Su miraba me admiraba mientras levantaba una ceja viendo mi vestuario, después de todo solo llevaba una sudadera de Cédric y unos Shorts que no se notan por lo largo de la sudadera.

¿Hace calor o solo soy yo...?

—Hola soy...

El chico misterioso no puedo terminar ya que Tom había salido de su habitación y lo había interrumpido con un grito irritante y exasperante.

—¡¿Mattheo?!— grito Tom con la boca abierta...

Dejaremos está historia de lado y vayamos a un lugar más ¿Tranquilo? La madriguera Weasley.

En el hogar de los Weasley estaba pasando una reunión muy diferente, pero igual a la vez. Hace más de dos años que Charlie Weasley el segundo hijo de los Weasley de fue a Rumania a trabajar con Dragones, algo que realmente adoraba.

Después de recibir un sin fin de carta de su hijo, los Weasley se entraron que Charlie regresaría a casa... ¡Después de dos años! Algo que claramente emocionaba a los Weasley.

Todos venían de un lado para otro mientras decoraban toda la casa, bocadillos, comida, salsas y el tradicional suéter Weasley con una C en medio.

—¡Si!— exclamó Molly Weasley mientras su esposo colgaba un cartel "Bienvenido Charlie" —Eso chicos, todo está quedando hermoso— la sonrisa que pintaba en la cara de Molly Weasley era enorme y alegre, pero no sabía lo que estaba por pasar.

—Tengo que usar esto— se queja su hijo Ron al ver el horroroso vestuario que les habían regalado.

—¡Si tienes que usarlo!— reprendió Molly molesta.

Mientras los Weasley se preparaban para la esperada llegada de su hijo y los Malfoy unían datos para saber quién era el chico misterioso que había tocado su puerta, pero una reunión MUY diferente estaba pasando en el mundo Muggle específicamente en casa de los Dursley.

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—Siempre que hagas algo abra consecuencias, solo el más inteligente sabrá cómo esquivarlas.

Navila Mikaelson.