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        Ministerio
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Mis primeros años en Hogwarts fueron los mejores y peores de mi vida, los mejores porque todo me miraban como "La chica perfecta con vida perfecta" «Su de verdad supieran las verdad» y los peores porque son los momentos que más luche por sobresalir. Fui perfecta, fui la mejor en mi clase, fui excelente en todo... Y aun así nada era igual. Nunca nada era igual.

Mientras caminaba en los pasillos de Hogwarts con Tom fue un momento, un solo momento donde sentí pánico y todo se desbordó.

Tomé a Tom de la muñeca llevándolo a un salón vacío.

—No puedo— dice con la voz temblorosa. —¡Ya me cansé de ocular todo!— me tapé los ojos con las manos mientras trataba de no llorar.

Aunque sería inútil.

—Oye ¿Qué pasa?— pregunta Tom acercándose a mí.

—¿Qué pasa? Ya no puedo fingir que no odio mi vida ¡La odió! Por completo.

—Bueno... Si te reconforta en algo, yo soy el hijo mayor del señor tenebroso y literalmente todos me tienen miedo... Su es una batalla creo que yo gané— Asegura para hacerme reír. Tom había pasado por muchos siendo el hijo del señor tenebroso todos siempre pensaban que si lo enfrentarán o contradecían él los mataría a sangre fría.

¡Por Dios! Hablamos de Tom Riddle, el mismo que roba fresas para su mejor amiga, el mismo que hace pijamada conmigo cuando me siento mal. El mismo que me cantaba canciones de cuna a los 7 ¡Dios Tom me regalaba una rosa de mi propio jardín cuando yo me enojaba! Él es la persona más linda que conozco.

Pero no todos tenemos el privilegio de vivir en una casa propia, en un lugar decente y tuyo, Tom se crío con nosotros, en nuestra casa y aunque amo eso sí en el me sentiría vacía, él vivió con nosotros solo porque su padre "murió" Tom no habla mucho de ya vida ante de vivir con nosotros y de verdad lo entiendo, tantos años siendo una persona diferente a lo que eso hoy eso... Por otro lado mi única pregunta es... ¿Dónde diablos estaba viviendo Mattheo durante este tiempo? La madre de Tom murió cuando Tom nació... O eso dijo el, tal vez ella murió en el parto de Mattheo, tal vez fue asesinada, tal vez Mattheo es medio hermano de Tom y por eso no se llevan bien o... ¡Dios! Deja las teorías para luego.

Siempre pensé que la vida iba a ser más fácil y ligera, pero llegó la lástima que mi padre era un fiel seguidor y creyendo del señor tenebroso, por lo contrario a mi claro, ¡Qué clase de hombre deja a sus hijos con personas que no conoce, que no son de su sangre! Y ni siquiera se molestó en dejar una nota para decirle algo importante.

—Si, lo sé... Solo que no sé qué hacer...— no pude terminar mi frase ya que en los pasillos se escuchó un alboroto.

Las puertas de Hogwarts habían sido abiertas, y por los pasos eran muchas personas.

—¿Qué fue eso?— pregunté.

—Ven conmigo— Tom me sujeto la mano mientras corríamos pasillo abajo a la puerta principal.

Llegamos y me percaté que algunos aurores iban entrando junto a una señora vestida completamente de rosa. Se cómo se ve una persona arrogante y ella lo era, se notaba a kilómetros.

—¿Qué está pasando?— le pregunté a Cédric que estaba a pocos pasos de mí.

—Tienen que encontrar a el hermano de Tom— dice apresurado. —Ellos vienen para interrogarlo y a mi parecer esto no terminará bien...— dice sin despegar la vista de los aurores.

—¡Vamos Tom!— dije tomándole el brazo llevándolo lejos a buscar a Mattheo.

Esto no terminará bien...

Rápidamente caminamos por todos los pasillos para encontrar a Mattheo el cual no se digna a aparecer.

—¿Por qué Mattheo?— dice Tom. —¿Por qué ellos quieren hablar con él?

—La verdad no lo sé, pero debemos encontrarlo antes que ese chicle andante...— No pude terminar la frase porque Tom ya había estallado en risas por mi ¿Insulto? —Chicle andante...

Mi voz se apagó cuando vi a Mattheo a lo lejos

—Haya está Mattheo— Tom y yo nos ponemos serios mientras caminamos hasta el con rapidez.

—¡Mattheo!— grita Tom con alivió.

—¿Qué te pasa?— pregunta Mattheo con desagradó.

—Necesitamos irnos...

De un momento a otro un auror entró por un pasillo y nos vio.

—Creo que tenemos problemas chicos— dije mientras veía al auror.

—¿Alguna idea?— Cuestiona Tom

—¡Corramos!

—¿Qué?

—¡CORRAN!— comenté frenética.